EL SENDERO DEL ÁRBOL DE LA VIDA

Traducción de la clase del 27 de Tamuz 5768 del rabino Itzjak Ginsburgh dada en la primera ceremonia anual de graduación para los graduados de Torat Hanefesh. No revisado por el rabino Ginsburgh.

Después de una introducción general sobre la relación entre trabajo y carácter, partes 1 y 2, la conferencia se centró en cómo lidiar con los sentimientos de ansiedad, parte 3. La conferencia es en un estilo homilético, profundizando el concepto de ansiedad tal como aparece en el orden de los viajes de los israelitas a través del desierto, tal como se enumera al comienzo de la Parashat Masei.

EL CONSEJERO MARAVILLLOSO: Consejos desde el Árbol de la Vida

Parte 1

La orientación de nuestra formación: “El Consejero Maravilloso”

Por Providencia Divina hoy es 27 de Tamuz. Hay una tradición que dice que hoy es el cumpleaños de Iosef. En nuestro libro, Transformar la oscuridad en luz, escribimos que Iosef es el arquetipo de un psicólogo, o consejero, que ayuda a las personas interpretando sus sueños; ayuda a las personas a descubrir quiénes son y les ayuda a resolver sus problemas psicológicos.

Tuvimos algunas deliberaciones sobre cómo debería llamarse el curso de estudio en nuestra escuela. ¿Cómo se debe llamar un graduado del programa? ¿Debería ser un terapeuta, un consejero, un colaborador? Utilizando la terminología de la Torá, el mejor término es un consejero. Incluso el Mashíaj mismo es llamado “un consejero maravilloso”1, pelé ioetz (פֶּלֶא יוֹעֵץ), cuyo valor numérico es igual al de la palabra para “médico”, rofé (רוֹפֵא), lo que sugiere que todo médico debería ser un consejero maravilloso. La parte maravillosa implica que el consejo proviene de una fuente sobrenatural.

La raíz de consejo y consejero en hebreo es “árbol”, etz (עֵץ). En el Jardín del Edén – origen de la humanidad – había dos árboles, el Árbol de la Vida y el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. El pecado primordial de la humanidad fue comer del Árbol del Conocimiento antes de comer del Árbol de la Vida. La Torá afirma que una vez que, el orden se ha invertido, no es bueno comer del Árbol de la Vida. Pero, si primero el hombre hubiera encontrado su verdadera esencia, su verdadero ser, al incorporar (comer) del Árbol de la Vida, también tendría la capacidad de refinar el Árbol del Conocimiento – al no probar del mal mezclado en él (así es como explica el Mei Hashilo’aj).

Dado que hay dos árboles, se deduce que hay dos tipos de consejo, dos tipos de tratamiento psicológico. Un tipo se origina de la vida todo-abarcadora – a esto conectamos el concepto de “vida eterna”. El segundo tipo proviene de un lugar de conocimiento o conciencia, pero contiene una mezcla de bien y mal. Su éxito se basa en la capacidad de distinguir correctamente entre el bien y el mal, guiando así al aconsejado por el buen camino. Pero normalmente, incluso el asesor no puede distinguir correctamente entre ellos, por lo tanto, la mayoría de los consejos ofrecidos por los terapeutas son mixtos. En nuestro programa hacemos hincapié en la necesidad de rezar para que los consejos se originen desde la vida y no desde la mezcla del bien y el mal.

En cada consejo que damos a alguien puede haber una mezcla de bien y mal. Al igual que cuando se creó la luz, en el principio, la luz y la oscuridad estaban mezcladas. Debido a esta mezcla, mi consejo no hace avanzar ni a mi aconsejado ni a la humanidad en general hacia la verdadera meta del Mashíaj. El hecho de que las personas tengan problemas es aparentemente positivo porque les obliga a buscar el Árbol de la Vida.

Cuando pensamos en el Árbol de la Vida como la fuente de consejos maravillosos, nos viene a la mente otro acrónimo. Las dos letras de “árbol”, ayin y tzadik, significan literalmente “ojo” y “justo”, refiriéndose a una persona santa y justa.

Pero, mientras uno no esté recibiendo consejo psicológico de un maravilloso tzadik, cuyo consejo se origina en el Árbol de la Vida, debería asumir que el consejo que se da es del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. También en este caso podemos diferenciar entre tres niveles de asesores y su asesoramiento. Veamos cómo se aplica esto al caso de un consejero o asesor matrimonial.

Hay un asesor, o consejero, que actúa en oposición a la Torá. Su principio rector es la liberación de las partes inferiores y destructivas de la psique, por lo que se deduce que todos sus consejos provienen del Árbol del Conocimiento de… el Mal. Tal persona buscará consejos prácticos que encuentren una solución rápida y no exijan ningún cambio o refinamiento por parte del individuo. Al final, tales soluciones solo dañan el tejido interno de la vida matrimonial. Con el tiempo conducirán a la destrucción y muerte del potencial de vida y el nacimiento inherente al matrimonio. ¡Quién es lo suficientemente sensible siente que en un consejero de este género, late la fuerza que busca destrozar el matrimonio e impedir el nacimiento de descendencia!

Consejos de este tipo provienen del “árbol de la muerte”, todo lo contrario del Árbol de la Vida.2 En correspondencia con el modelo de los Cuatro Mundos, este consejero expresa la esencia del mundo del Mundo de la Acción, cuya mayoría es mal y sólo una pequeña fracción del cual es bien.3 Las soluciones prácticas de este consejero son negativas y despiertan ira y división, y es sobre ellas que el versículo dice: “Incluso [la ira] la he creado”, aludiendo al Mundo de la Acción.

Un segundo tipo de consejero busca desarrollar las partes más delicadas de la psique con la vista puesta en preservar el matrimonio. Dicho consejero se dirige al ego de la persona, enseñándole cómo mantener una relación matrimonial agradable y buena, todo con el propósito de beneficiarse a sí mismo. El consejo de un asesor de este tipo se centra en los sentimientos del cliente y en cómo se relaciona con los demás. Pero, debido al sentimiento del yo mezclado en el consejo, son una mezcla de bien y mal.

Este consejo proviene del Mundo de Formación, el mundo de las emociones, donde lo bueno y lo delicado se mezclan con los sentimientos de egocentrismo y parcialidad personales.

Un tercer tipo de consejero es positivo y valioso. Este consejero se esfuerza por enseñar a la pareja cómo mejorar su relación a través del amor mutuo y la voluntad de entregarse el uno al otro para beneficiarse mutuamente. El tercer consejero enseña a la pareja a ejercitar el principio de “la mente sobre el corazón”, antes de actuar; la mente permite a una persona escapar de su auto-ensimismamiento y actuar con menos interés propio y luchar por la verdadera bondad y justicia. El consejo de este consejero proviene del Árbol del Conocimiento del Bien y expresa la conciencia del Mundo de la Creación, el mundo del intelecto, que se describe como “mayormente bueno”, y solo una minoría del mismo es mala.

Sin embargo, incluso los consejos que provienen del Árbol del Conocimiento del Bien son esencialmente humanos y no reflejan la maravilla inherente en los consejos del individuo justo, porque, aunque elevan la mente por encima del corazón, no pueden alcanzar las partes inconscientes de la psique. El consejo del tzadik se origina en el Árbol de la Vida, paralelo al Mundo de la Emanación, la realidad unificada (conocida como el dominio del Uno, en Cabalá). En esta realidad, todo se ve constantemente desde una perspectiva Divina. Aquí no hay maldad en absoluto y el tzadik puede llegar a las raíces del inconsciente y purificarlas de todo mal. ¿Cómo hace esto el tzadik?

El tzadik es único en el sentido de que puede ser descrito como el “consejero maravilloso”, que puede dar un par de consejos que Isaías describe como: “…consejos desde lejano, fíeles y firmes “.4 Los consejos que ofrece fortalecen la fe. En el contexto del matrimonio, fortalecen la fe que el esposo y la esposa tienen el uno en el otro. El tzadik penetra en los recovecos inconscientes de la psique donde falta la fe y los identifica como la fuente de los problemas que tiene la pareja. Sus consejos refuerzan estos focos de desconfianza. Tal consejo requiere que uno sea un “consejero maravilloso” porque la fe en la psique se considera la parte más alta e incognoscible del inconsciente, que se conoce como “la cabeza inconsciente e incognoscible”, lo que significa que no se conoce a sí misma y no puede ser conocida por los demás.

En general, conectar y tener una relación con el tzadik de la generación que ama a todo Israel, cree en ellos y siente su unidad subyacente, nos arraiga con fe en la parte mejor y divina de cada judío. A medida que se fortalece la confianza absoluta entre el esposo y la esposa, se liberan de esos puntos persistentes e inconscientes de desconexión y separación entre ellos y merecen una relación fluida y saludable, libre de obstáculos inesperados.5

El consejo que se origina en el Árbol del Conocimiento se puede atribuir a la fuerza intelectual del conocimiento (da’at) en el alma, que está anatómicamente asociada con el cerebro posterior (incluyendo la médula, la protuberancia o puente tronco-encefálico y el cerebelo). Es responsable de la conexión matrimonial descrita como: “Y Adán conoció a Eva, su esposa”,6 una conexión en la que la pareja se siente a sí misma como dos entidades separadas cuya relación es secundaria a sus esencias individuales. Como resultado, el consejero inspirado en el Árbol del Conocimiento (del Bien y del Mal) guiará a la pareja considerando su nivel de idoneidad mutua, abordándolo desde el punto de vista de dos que están separados en su esencia y ahora deben unirse. Por supuesto, cuando dos personas se consideran esencialmente separadas, siempre existe (consciente o inconscientemente) la posibilidad de separación o divorcio, Dios no lo quiera.

Por el contrario, el consejo inspirado en el Árbol de la Vida se asocia con la conciencia y una mirada frontal descrita como: “Ve la vida con la mujer que amas”.7 Visto desde esta perspectiva, el vínculo conyugal se considera como proveniente de una unidad esencial, profundamente arraigada en el ser combinado de ambos cónyuges. Son esencialmente uno. El consejero inspirado en el Árbol de la Vida abre los ojos de la pareja (hasta ahora han estado cerrados) y les revela que su vínculo es su propia esencia y no necesita ser revisado o cuestionado periódicamente. Apoyándose sobre su percepción de esta obviedad absoluta, el consejero alienta a la pareja a sentir que todos los problemas o crisis pueden resolverse.

Basándonos en nuestra exposición, podemos generalizar que los consejeros que parten del enfoque de los tres mundos inferiores – acción, formación y creación – se dirigen a las partes inferiores de la psique (conocidas como: psique, espíritu y alma). El consejero orientado a la acción aborda la parte más baja de la psicología de la pareja, centrándose así en su compatibilidad física y apego.

Por el contrario, el consejero maravilloso cuya conciencia reside en el Mundo de la Emanación, es capaz de penetrar el inconsciente de la psique, en particular, en los dos aspectos de la superconciencia conocidos como las facultades circundantes del viviente (jaia) y del singular (iejidá). Los sabios describen la facultad del viviente con las palabras: “Aunque él [la conciencia] no pueda ver, ello [el viviente] ve”. El viviente también es conocido como el mazal de una persona. El consejero justo puede revelar el mazal común que rodea a la pareja como uno solo. Incluso puede revelar la facultad común de la fe que les rodea, despertando su fe mutua, de uno en el otro. Estas dos facultades circundantes se revelan al unísono: la verdadera fe recíproca apoya el sentimiento de que son uno y viceversa; esto es similar a la fe que un individuo tiene en sí mismo. Al reconocer su unidad esencial, la pareja puede superar cualquier crisis temporal, llegando incluso a revelar sus raíces profundas que les permiten rectificarla en su origen.

El camino del Árbol de la Vida: el camino de la tierra (derej eretz) precede a la Torá

La Torá afirma que después de que el hombre fue desterrado del Jardín del Edén, Dios colocó querubines y una espada giratoria en llamas para proteger su entrada y dificultar el seguimiento del camino del Árbol de la Vida. Algunos querubines son agradables, por ejemplo, los querubines en el Templo, que eran un símbolo de amor entre Dios y el pueblo judío, pero estos representan terror.8 Aparentemente se usa la misma palabra porque los querubines que son guardianes pueden transformarse en los querubines del Templo.

¿Cómo se llega a ser digno de acercarse al Árbol de la Vida? Los sabios explican que “el camino [del Árbol de la Vida]” se refiere a lo que se conoce como “el camino de la tierra”, derej eretz (דרך ארץ), mientras que el Árbol de la Vida en sí se refiere a la Torá. De esta descripción aprenden que “el camino de la tierra precede a la Torá”. Cuando una persona ha alcanzado este estado, se le permite acercarse e incluso comer del Árbol de la Vida.

A partir de las acciones de Eva, vemos que quien come del Árbol del Conocimiento inmediatamente quiere compartirlo con los demás. Lo mismo ocurre con el Árbol de la Vida. Quien ha encontrado la vida, inmediatamente quiere compartirla para que otros puedan alcanzar también la vida, la vida eterna. Entonces, ¿cuál es el camino de la tierra que precede a la Torá? En realidad, también es parte de la Torá, pero se refiere específicamente a rectificar el carácter propio, el tikún de la psique. Cualquier problema que podamos sufrir psicológicamente, son problemas en nuestro camino de la tierra, en la forma de vivir como judíos. Existe un concepto conocido como “naturaleza judía”. El camino de la tierra es la naturaleza judía que necesitamos adoptar para vivir una buena vida en este mundo. Esto ciertamente también incluye el cumplimiento de las mitzvot, lo que significa que la Torá a la que todo esto precede no es solo la Torá literal, sino los secretos de la Torá que revelan la Divinidad. Todo esto sucede después de que el individuo se ha rectificado a sí mismo. Esta rectificación debe fundamentarse en la Torá y en las mitzvot.

Se puede estudiar psicología en la universidad. Hay muchos sistemas que aprender y muchos consejos que derivan del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. Pero, seguirlos, solo se repite lo que se relata en Génesis. No solo no conducirá al Árbol de la Vida, sino que hará que los querubines y la hoja giratoria sean erigidos para proteger el camino del Árbol de la Vida. Los consejos que mezclan el bien y el mal impiden el progreso hacia la verdadera meta. Lo que pretendemos es dar consejos verdaderos basados en la Torá.

TRABAJO Y CARIDAD: Trabajo psicológico y amuletos reales

Parte 2

La base de la terapia – el trabajo duro y la alegría

Digamos algo más sobre la raíz de “consejo” (עֵצָה) en la palabra “árbol” (עֵץ).

Quizás el artículo más importante que hemos escrito es “Rectificar el Ego” (en el libro Lev Lada’at). Este artículo trata de explicar qué significa “trabajo”, avodá (עֲבוֹדָה). Un judío necesita trabajar. Cuando Dios ubicó a Adán y Eva en el Jardín del Edén, quería que trabajaran y lo protegieran. Hay un dicho de los judíos rusos que regresaron a la tierra de Israel a finales del siglo 19: “El trabajo es nuestra vida”. Este dicho es básicamente muy cierto. La cuestión es cómo se define “trabajo”. Para alcanzar el Árbol de la Vida hay que trabajar, este es el camino de la tierra que precede a la Torá. El hombre no es perfecto. Hay una guematria que equipara “Mashíaj” (מָשִׁיחַ) con “No soy correcto/perfecto”, ani lo beseder (אֲנִי לֹא בְּסֵדֶר). Esta es la base de toda humildad saludable en la psique. Trabajar significa ejercitar el espíritu y la carne, como se dice en el Tania, pero uno necesita alguna guía sobre lo que hay que hacer. El trabajo implica pensamiento racional; no es un consejo sobrenatural. La mente tiene que trabajar duro para controlar los antojos y deseos no refinados del corazón. Hay personas que acuden a un psicólogo en busca de una solución fácil. Lo primero que hay que decir es que no hay soluciones fáciles. Hay trabajo por delante, y el trabajo es difícil. Con trabajo duro, probablemente puedas ahorrarte el tener que medicarte en situaciones difíciles. No tienes que terminar tomando pastillas, sino que hay trabajo, trabajo (o servicio) divino, trabajo psicológico, que es verdaderamente duro, pero va de la mano de la alegría, “Sirve a Dios con alegría”.

Amuletos – medicina espiritual

El trabajo (עֲבוֹדָה) se alude en la letra inicial de “árbol” (עֵץ). Al pueblo judío se le llama am segulá, que en tono irónico significa que estamos buscando “segulot“, que son “amuletos” o “atajos”. Un amuleto es mágico en cierto sentido porque ves la causa y el efecto, pero no puedes entender la conexión entre ellos. Se trata de cosas sencillas que cualquier persona puede hacer, como leer algunos capítulos de los Salmos, y te hace sentir mejor. En cierto sentido es como tomar una píldora, pero en este caso, una píldora espiritual. En las epístolas del Tania, el Alter Rebe explica que el amuleto para cualquier cosa que puedas necesitar en el mundo es la caridad. Los sabios dicen: “Aquel que tiene compasión por los seres creados, los cielos tienen compasión por él”. Hay un versículo que dice: “libérate de tus pecados con actos de caridad”.9 Si una persona tiene algún pecado – y todos nuestros problemas son el resultado de nuestros pecados, comenzando con el primer pecado de Adán, que todos hemos heredado, se puede resolver con caridad. La caridad no necesariamente tiene que ser dinero, se puede hacer con el propio cuerpo, etcétera. Uno puede comprometerse a ayudar a alguien. La caridad es tan poderosa, que el Alter Rebe promete que, si diéramos por encima de nuestras posibilidades, viviríamos la mejor vida posible, tanto material como espiritualmente.

Así que, además de ser uno de los mandamientos de la Torá, la caridad es el amuleto multipropósito de la Torá. La letra tzadik (צ) en “árbol” significa “caridad” (צְדָקָה). Por lo tanto, podemos comenzar diciendo que el asesoramiento integral debería incluir dos pilares, debidamente equilibrados: el primero, el trabajo y el esfuerzo en nuestra psique – que realmente se refiere a la humildad y anulación – y segundo, dedicarse a los demás más allá de tu naturaleza buena y afable.

El trabajo de la tzedaká y el acto de la tzedaká

Sigamos con algo más desde el Tania. Los sabios dicen que cada judío tiene tres características innatas – compasión, timidez y benevolencia. Debido a que un judío es compasivo por naturaleza, quiere ayudar a alguien necesitado de cualquier manera que pueda. Este rasgo innato, dice el Tania, se llama “el servicio de tzedaká“, como en el versículo: “Y el servicio de tzedaká será paz, y el trabajo de tzedaká tranquilidad y confianza para siempre” (וְהָיָה מַעֲשֵׂה הַצְּדָקָה שָׁלוֹם וַעֲבֹדַת הַצְּדָקָה הַשְׁקֵט וָבֶטַח עַד עוֹלָם). Es una buena idea enseñar a los niños a recitar este versículo cuando dan tzedaká. De hecho, es bueno que cualquiera que haga tzedaká lo recite. Es un versículo verdaderamente maravilloso. La frase “el servicio de tzedaká” en hebreo es literalmente “el trabajo de tzedaká“, haciéndose eco de la conexión que acabamos de ver acerca del consejo integral que consiste tanto en trabajo como en tzedaká. El Tania nos dice que “el servicio de tzedaká” se refiere a la proclividad innata de un judío a ser caritativo. Su corazón le dice que ayude a alguien que lo necesite. Eso no trae paz al mundo, pero no conduce a la “tranquilidad y confianza”, por el momento. Entonces, ¿qué es exactamente “tranquilidad y confianza”?

El Tania explica en muchas palabras que, así como el “acto de tzedaká” se refiere a la naturaleza judía para la caridad, así también “paz” significa sentirse bien cuando las cosas van bien, pero no hay seguridad de que te sentirás así todo el tiempo. Cuando está en oración, un judío se siente conectado con Dios; siente la revelación Divina. Pero no hay garantía de que cuando termine de orar y salga a trabajar y se encuentre con personas, situaciones y acontecimientos en su vida, siga sintiéndose tan bien. El estado de paz permanece presente espiritualmente. Te está esperando. Pero es posible que no esté presente en tus actividades diarias. Todo esto si has dado tzedaká basándote en tu naturaleza innata. Pero, si haces un esfuerzo sobrehumano para ir más allá de tu naturaleza, eso se llama el “trabajo de tzedaká“. Trabajar significa ir más allá de tu naturaleza. Dios creó la naturaleza y creó al hombre para ir más allá de su naturaleza, para ser mejor que simplemente bueno por naturaleza (como en el proverbio yidish: “Si lo bueno es bueno, ¿no es mejor-mejor?”). Ser mejor que bueno requiere de un trabajo en la psique. El trabajo de la tzedaká significa dar más, mucho más de lo que tus tesoros espirituales demandan, y mucho más que la cantidad en tu bolsillo. Si una persona adquiere este hábito, entonces el hábito se convierte en nuestra segunda naturaleza. Los actos de tzedaká también son buenos, pero si eres capaz de entrar en la “zona” de tzedaká, entonces la Torá te promete: “tranquilidad y confianza para siempre”. Tu psique estará perennemente tranquila y en paz.

En la introducción de Tania, está escrito que todo el libro es para ayudar a una persona a encontrar “serenidad para su psique”. Todo el libro es un buen consejo para lo que aqueja a la psique (así lo dice el Rebe anterior). Una persona que se ha curado a sí misma es serena, tiene “tranquilidad y confianza para siempre”. De hecho, el libro trata sobre los buenos consejos, la serenidad y la confianza. Esto solo se puede lograr a través del trabajo duro y la tzedaká, actos de tzedaká.

Los consejos del Árbol de la Vida van más allá de la naturaleza

El denominador común de la tzedaká y el trabajo duro es que con ellos una persona merece volver a entrar en el Jardín del Edén, volver al lugar donde Dios quiso que prosperara y volver al Árbol de la Vida. A un judío se le llama “un caminante”, “Y Yo te daré el poder de caminar entre los que están en pie”. Los ángeles están en pie. A pesar de que están en constante movimiento – corren y regresan, arriba y abajo – solo parecen estar moviéndose, porque siempre vuelven a su origen. Sólo un judío realmente progresa hacia alguna meta. Las iniciales de “el camino del Árbol de la Vida” (דֶּרֶךְ עֵץ הַחַיִּים) forman la palabra para “conciencia”, deá (דֵּעָה). Sólo un judío tiene una conciencia comprensiva – es decir, el reconocimiento de que el camino de la tierra precede a la Torá. Las letras restantes de esta frase son igual a “jashmal” (חַשְׁמַל), la palabra más misteriosa del Tanaj que alude a la perfección del servicio Divino (el jash-mal-mal enseñado por el Baal Shem Tov). En cierto sentido, el fin ya está incluido en el principio, porque los consejos – el camino de la tierra – ya están inspirados en el Árbol de la Vida.

LIDIAR CON LA ANSIEDAD Y LOS 42 VIAJES DEL ALMA

Parte 3

Los 42 viajes de la psique

La parashat Masei (la parashá de la semana) comienza con una lista de los 42 viajes que los israelitas hicieron desde Egipto hasta la tierra de Israel. Todas las dificultades que tuvieron en el desierto, que simbolizan las dificultades del exilio en nuestra realidad, se dividen en 42 viajes. Jasidut explica que estos 42 viajes también simbolizan los viajes que cada judío hace en este mundo, y todos los viajes (reencarnaciones) de cada alma. Todo lo que atravesamos es un proceso – un proceso de salida de Egipto, un estado de contracciones para la psique, y entrar en la tierra de Israel, que es una tierra buena y expansiva, que simboliza un estado desbloqueado; un estado en el que un judío merece encontrar su naturaleza judía, viviendo constantemente de forma natural con Dios, con el claro reconocimiento de que Dios y la Torá son uno. Esto también significa estar con Dios todo el tiempo, estar con el pueblo judío, con la Torá, con la tierra, y hacer y procurar para que la conciencia de la tierra de Israel se extienda por todo el mundo (como dicen los sabios, “la tierra de Israel está destinada a expandirse por todo el mundo”).

En realidad, los 42 viajes son como caminar por el camino hacia el Árbol de la Vida. “El Árbol de la Vida estaba en el jardín”, representa la tierra de Israel y la Torá de la tierra de Israel. Para alcanzarlo, uno tiene que ser “dinámico” [literalmente, uno que puede caminar10], hay trabajo que hay que hacer, trabajar y Tzedaká – trabajar sobre la humildad y la tzedaká comprometiéndose a ayudar a los demás – lo que prepara a la persona para el progreso.

Pero cada viaje es diferente. Este es uno de los temas más especiales de la Torá. El nombre de cada viaje es simbólicamente significativo.

“Viajaron desde… y acamparon en.…”

La descripción de cada uno de los 42 viajes incluye esta frase: “viajaron desde… y acamparon en…”. Cada uno de los viajes expresa la intención de salir de un estado confinado y limitado y alcanzar un estado amplio, abierto y expandido. Cada vez que “acampas”, te sientes bien (al menos durante unos minutos). Sientes que has llegado, habiendo dejado un lugar que estaba constreñido y bloqueado, donde ya no estabas cómodo y ahora (al menos por el momento) te sientes más cómodo. Últimamente, algunos de los estudiantes han estado usando el modismo: “El tren se va”. Estamos en un viaje, pero hay paradas en el camino. ¿Para qué? Para que los que aún no se han subido al tren puedan hacerlo. Nuevas personas pueden unirse. Los judíos somos viajeros y mientras no hayamos llegado a nuestro destino final, seguimos viajando.

Wanderlust (Pasión por viajar) – una condición judía

La necesidad de estar constantemente en la carretera, viajando, es conocida como wanderlust (N.T.: palabra de origen alemán formada por “wandern”, vagar y “lust” pasión). A veces es el resultado de una enfermedad o síndrome psicológico. Incluso puede verse como una enfermedad. De hecho, la pasión por los viajes es una condición típicamente judía. No hay otro pueblo que haya viajado tanto por el mundo. Es casi como si tuviéramos ganas de visitar todos los rincones oscuros del planeta. Hoy en día es una condición típica israelí. Pero, en verdad, todos estos viajes están destinados a llevar a la persona a la verdadera tierra de Israel, la tierra prometida.

Incluso puede ser que alguien que nació en la tierra de Israel, y fue criado aquí, no reconozca que está en la tierra de Israel. Por lo tanto, recoge y viaja a la India o Brasil. Al hacerlo, se conecta con su verdadera esencia.

Masei es una parashá sobre la vida con viajes. Dijimos que cada uno de los viajes es una salida de Egipto, etapas del Éxodo. Pero, ¿no es sólo el primer viaje el Éxodo, el viaje de Egipto a Ramsés? En verdad, cada campamento se convierte en un nuevo “Egipto” – otro lugar limitado y constreñido, como una prisión para la psique. Por lo tanto, otro “viajaron desde…

El viaje a Jarada

El campamento y el viaje que está más relacionado con los problemas mentales y con los consejos mentales es el que se conoce como Jarada – la palabra hebrea moderna que se usa para “ansiedad”. Por lo tanto, nos gustaría hablar de ello. ¿Qué haces con las ansiedades, con las fobias?  La Torá comienza con las palabras: “En el principio… creado”, cuyo original hebreo se puede traducir como “En el principio… [estar] sano”. Si quieres estar sano, necesitas buscar en la Torá, la “Torá de la vida”11 (תּוֹרַת חַיִּים). Todos estos viajes están destinados a ser positivos en esencia, porque al pasar por ellos, terminas llegando a la tierra de Israel. Pero, resulta que no puedes llegar a tu destino sin pasar por Jarada – la ansiedad es simplemente una parte necesaria de la vida.

El secreto de los 42 viajes

Como veremos, Jarada es aparentemente la parada más importante entre los 42 campamentos. 42 es divisible en 2 veces 21, donde 21 es el valor del santo Nombre de Dios pronunciado Ekié (אֶהְיֶה). Este es el Nombre que Dios le reveló a Moisés cuando le preguntó qué responder si los israelitas le preguntaban quién lo envió. Dios dijo, diles que “Ekié asher Ekié“, es decir, “Seré el que seré”.12 Este es el único caso en que esta palabra aparece como un Nombre de Dios en la Biblia, por lo que se deduce que está particularmente relacionada con el Éxodo de Egipto.

Significa que también aspiro a ser, a convertirme – “seré” – lo que realmente soy en mi esencia más íntima. Salir de Egipto significa estar siempre en un estado de “yo seré”, “yo me convertiré”. Por lo tanto, este Nombre es una excelente descripción de lo que es la vida, “el camino del Árbol de la Vida”. Con este Nombre, siempre te estás acercando al Árbol de la Vida. Cada vez que pienso que sé algo – el objetivo de todo conocimiento es no saber -, lo anulo, y necesito convertirme en algo nuevo.

En la Cabalá, Ekié se asocia con el partzuf madreque está constantemente embarazada y dando a luz. Por lo tanto, se trata tanto de “estoy destinado a convertirme” como de “estoy destinado a dar a luz”.13 Cuando una madre da a luz, en realidad está dando a luz a su propia identidad, por eso se refiere a su parto como “yo seré”. De hecho, todo el Éxodo de Egipto se compara en la Cabalá con un nacimiento. Es por eso que las heroínas en Egipto eran Shifra y Pu’a, las dos parteras que según los sabios eran la madre de Moisés, Iojeved, y la hermana, Miriam.

Jarada – el viaje de Ekié

Así que hubo en total 2 veces 21 – el valor de “Yo seré” (אֶהְיֶה) – viajes, lo que nos recuerda la frase que Dios dijo, o “Seré el que seré” (אֶהְיֶה אֲשֶׁר אֶהְיֶה) viajes.14 Lo interesante del viaje a Jarada es que es el vigésimo primer viaje, exactamente el medio (femenino) de los 42 viajes.

“¿De dónde vienes y a dónde vas?”

Para entender mejor el significado de la Jarada (ansiedad) como un viaje, uno necesita saber de dónde vienen y hacia dónde van15 – ¿Cuáles fueron las paradas antes y después? En total, como dijimos, el Baal Shem Tov dice que cada judío pasa por 42 viajes en la vida, pero el que lo incluye todo es la Jarada. Toda la vida es una gran Jarada – una gran ansiedad, como el famoso dicho del Rebe Najman de Breslov, “el mundo entero es un puente muy estrecho, y lo principal es no temer”. Es decir, que todo el propósito de viajar a través del terrible desierto lleno de serpientes y escorpiones y sed sin agua es un estado de miedo y ansiedad. Pero si una persona recuerda de dónde vino y hacia dónde va, puede navegarlo pacíficamente e incluso alcanzar un estado de tranquilidad eterna.16

Entonces, ¿de dónde salieron? Viajaron desde un lugar llamado Har Shefer. ¿Y a dónde fueron? A Makhelot. Estos nombres, además de ser topónimos, también tienen un significado simbólico. Incluso superficialmente, en hebreo los nombres Har Shefer y Makhelot suenan muy bien. Así que vienes de un lugar bueno y vas a un lugar bueno. Justo en el medio está la Jarada (ansiedad). Por un lado, toda la vida es Jarada. Por otro lado, es solo una escala entre Har Shefer y Makhelot.

Los niños no nacidos en el Mar Rojo

La Torá tiene una Masora, una colección de las primeras notas sobre el texto, que generalmente indica si una palabra es rara. Si una palabra aparece solo una vez, la nota masorética será “ninguna”, leit (לֵית). Si aparece más de una vez en la Biblia, entonces la nota será el número de veces como letra: ב para 2, ג para 3, etcétera. En el nombre Makhelot, encontramos que la letra es ב. La otra aparición de esta palabra se puede encontrar en el versículo de los Salmos, “Bendice a Havaia en los coros”17 (בְּמַקְהֵלוֹת בָּרְכוּ אֱ-לֹהִים). Los sabios explican que el versículo de los Salmos se refiere a coros de niños no nacidos que aún estaban en el vientre de sus madres y que cantaban en el Mar Rojo en alabanza a los milagros. Por lo tanto, tenemos aquí un coro de mujeres embarazadas per se, ya que en la halajá, el niño por nacer es considerado una parte de su madre.

Recordemos que Jarada es el viaje número 21 y el 21 es el valor de “Yo seré” (אֶהְיֶה), que dijimos anteriormente es el Nombre de Dios asociado con el principio madre. Una mujer tiene el poder de decir: “Yo seré” de la manera más potente, ya que puede dar a luz e incrementar la imagen de Dios en el mundo. El Baal Haturim entonces conecta los dos casos de Makhelot y aprende de ellos que la principal forma de ansiedad proviene de sentirse perseguido, como los israelitas fueron perseguidos por los egipcios – tanto por el pueblo real como por su ministro espiritual de arriba – en el Mar Rojo. Una fuerza espiritual puede sentir verdaderamente como si estuviera persiguiendo a alguien. Eso es lo que explica el Baal Haturim. Cuando ocurrió el milagro en el Mar Rojo, el alivio llevó al canto del Cantar del Mar, canción de agradecimiento. Es decir, que el miedo y la ansiedad era todo para que pudieran llegar a Mahkeloth y cantar su canción.

El canto del mar como amuleto

Hablamos de la necesidad de trabajar duro – que Jabad en particular exige que nos esforcemos con nuestras propias fuerzas para resolver nuestros problemas. Aun así, la gente busca atajos, segulot, que puedan ofrecerles un rápido endulzamiento de su dolor. Entonces, lo que hemos visto es que recitar la Canción del Mar puede ser una segulá. De hecho, en algunas fuentes se dice que, si una mujer aún no ha encontrado su shiduj, debe recitar la Canción del Mar cada mañana. Por lo general, se desconoce la razón por la que funciona una segulá, pero aquí tenemos algo de explicación: si quieres liberarte de un estado de ansiedad (Jarada), entonces salta rápidamente a la decisión de Makhelot – donde cantaron la Canción del Mar.

Un niño por nacer es un estado temporal e inmaduro. De hecho, a veces, como dice el Tania, medito como está prescrito durante la oración, pero no veo ningún resultado. Entonces no digas que no funcionó – porque hiciste algo. Más bien entiende que tu meditación (que es una facultad que se deriva del principio madre) puede dejarte embarazada con amor y temor, por ejemplo. Tu “matriz” intelectual ahora contiene temor y amor (y los “darás a luz” en el futuro). Así que, aunque el estado de embarazo vaya acompañado de ansiedad, puedes, al igual que los niños no nacidos, saltar directamente a la canción de agradecimiento.

Segulot por Providencia Divina

Estamos constantemente “bailando” entre el trabajo duro y los amuletos – segulot. Una segulá es buena, especialmente una que se toma del estudio de la Torá. Una persona que aconseja de acuerdo a la Torá debe llevar muchas cosas en su mochila, al igual que un músico tiene un repertorio de canciones que puede tocar. Ante todo, un consejero de este tipo debe “vivir con los tiempos”. Esto significa que si alguien, por Providencia Divina, viene a buscar tu consejo precisamente hoy, necesitas conectar sus necesidades con la parashá de la semana que acabas de estudiar, o con cualquier otra cosa que acabas de aprender, o con algo que acabas de escuchar. Iosef dice de sí mismo: “Ciertamente un hombre como yo puede adivinar”. Esta no es una afirmación sencilla, ya que existe una prohibición contra la adivinación.18 Para poder diferenciar entre la adivinación que está permitida y la que no, uno necesita ser un médico experto. En Keter Shem Tov [la colección de enseñanzas del Baal Shem Tov] está escrito que a un médico experto se le permite, e incluso se le obliga, a usar veneno para curar. Para utilizarlos correctamente, debe ser el médico más experto. Por lo tanto, cuando Iosef dijo: “Puedo adivinar”, se refería al uso de su Inspiración de Santidad (Ru’aj Hakodesh), no al tipo de adivinación que la Torá prohíbe.

La conclusión es que ciertamente hay segulot que son inofensivas. No reemplazan el trabajo duro, pero si alguien está en Jarada – enfrentando mucha ansiedad – ciertamente puede ayudar a ir directamente a Makhelot.

Ansiedad por traumas pasados

Pasemos al aspecto del “trabajo”. De acuerdo con el Baal Haturim, toda ansiedad proviene de ser perseguido. La psicología moderna llama a esto paranoia. En otro lugar, hemos analizado la correspondencia entre las diferentes psicosis y el año judío. Cada festividad tiene el poder de curar una de estas psicosis a la forma de “lo semejante cura lo semejante”, como en la homeopatía. Por ejemplo, la esquizofrenia se cura en Purim.

La paranoia se cura en el séptimo día de Pesaj. El primer día de Pesaj cura la claustrofobia. Sin embargo, en el séptimo día, después de que una persona ha avanzado en su vida la mitad de los viajes que necesita hacer, le sobreviene una crisis que le hace cuestionarse si seguir avanzando o no. La ansiedad que le sobreviene es que siente que le están persiguiendo.

En general, toda persona que tiene ansiedad se siente perseguida. ¿Por qué? Por traumas del pasado. En el pasado, el trauma le hizo congelarse. Ahora puede avanzar, puede moverse, pero el miedo, la ansiedad seguían persiguiéndole.

Makhelot – Grupos de apoyo

Necesita salir de esto. Necesita viajar a Makhelot. Simbólicamente, en psicología esto significaría un grupo de apoyo. Salir de la ansiedad a un grupo de apoyo. La palabra Makhelot deriva de la descripción de la rebelión de Kóraj contra Moisés y Aarón: “Se reunieron en torno a Moisés y Aarón y les dijeron: ‘Habéis ido demasiado lejos. Toda la congregación es santa, y Dios está en medio de ellos. ¿Por qué os eleváis por encima de la congregación de Dios?'”19 Lo que Kóraj y su cohorte querían era alcanzar Makhelot – el estado de endulzamiento – en el que todos pudiéramos cantar y convivir armoniosamente. Lo que no entendieron fue que incluso un coro necesita un director para mantener su armonía. El director tiene que estar elevado por encima del coro, no por un sentimiento de orgullo y engrandecimiento, sino por un sentido interno de humildad y santidad. El director es Moisés y no Kóraj, que carecía de humildad y bajeza interior.

Har Shefer y el embarazo

Ahora bien, ¿de dónde venían antes de Jarada? Venían de Har Shefer. Así como Makhelot está relacionado con los niños no nacidos y las madres en medio de su embarazo, también lo está Har Shefer. Har (הַר) en hebreo es la raíz de dos letras de la palabra embarazo, heraion (הֵרָיוֹן). Shefer es obviamente fonéticamente similar (y por lo tanto simbólicamente relacionado) a Shifra, la partera de Egipto. Entonces, tenemos aquí otra conexión con el embarazo. Es bien sabido que las mujeres embarazadas sufren de ansiedad. Es por eso que acuden a los médicos por la más mínima cosa, para que les hagan una ecografía, algo a lo que el Rebe de Lubavitch se oponía a menos que hubiera algún temor real por una situación que amenazara su vida. En cualquier caso, desde Har Shefer, desde el embarazo, se llega a Jarada y hay que dirigirse a Mahkeloth para convertirlo todo en un canto de agradecimiento.

Shefer también está relacionado con Shapir (שַׁפִּיר), que es la palabra hebrea para el líquido amniótico. Cuando los sabios quieren elogiar a alguien por haber dicho algo sabio, dicen: “Moisés, has dicho bien”, Moshé shapir kaamrat (מֹשֶׁה שַׁפִּיר קָאָמְרַתְּ), indicando que las palabras de la Torá están “bien dichas”. Esta conexión entre el líquido amniótico y la Torá se relaciona con la afirmación de que cuando está en el vientre materno, al niño se le enseña toda la Torá. Shifra era Iojeved, la madre de Moisés. Ella es el arquetipo de una mujer embarazada ya que llevó a Moisés en su vientre y los sabios lo comparan con un embarazo de 600.000 hijos, ya que Moisés es considerado igual a los 600.000 hijos de Israel en su generación. Una chispa de Moisés se encuentra en cada judío.

Ansiedad por el parto

La ansiedad que sigue al embarazo es la ansiedad que rodea el parto. En el Éxodo, estaba la ansiedad de Egipto persiguiéndonos, pero también está la ansiedad de ser liberados de Egipto. Cuando eres liberado, naces en un nuevo mundo, en una nueva realidad. Esto también va acompañado de ansiedad y esto es lo que hay detrás de la ansiedad por dar a luz. Tanto la madre como el bebé tienen miedo del nacimiento. El bebé tiene miedo de su entrada en este mundo. Pero después hay un gran coro en casa y con cada nacimiento posterior, el coro crece.

Todo esto se relaciona con lo que observamos muchas veces con respecto a las enseñanzas del Alter Rebe en Likutei Torá. En muchos de sus ensayos, el Alter Rebe comienza describiendo el trauma que acompaña al alma que desciende al cuerpo. Por un lado, para superar el trauma, hay que olvidarlo. Por otro lado, si no lo recuerdas, no puedes ir de fortaleza en fortaleza en tu búsqueda de servir a Dios. De hecho, la palabra “fortaleza”, jail (חַיִל) está relacionada con la palabra para “miedo”, jil (חִיל). No se puede avanzar de fortaleza en fortaleza sin experimentar algún temor o ansiedad.

Sanación del Trauma: Supresión y Habla

El remedio de emergencia para el trauma es olvidarse de su causa. Esto es como el trabajo de los beinoni, la personalidad intermedia del Tania. Por otro lado, el trabajo del tzadik es recordarlo. Elegir una solución u otra es una de las principales preguntas de la psicología: ¿debemos olvidarnos de un problema o debemos profundizar en él? Hemos escrito y hablado mucho sobre esto. Resulta que ser capaz de suprimir la fuente de la ansiedad es el procedimiento de emergencia, mientras que la verdadera rectificación es como el trabajo del tzadik, que implica ser capaz de recordar la fuente y sentirse lo suficientemente cómodo como para hablar de ella abiertamente e incluso “jugar” con su significado, etcétera. Esto es lo que Isaías describe que en el futuro: “Un bebé jugará sobre el agujero de una víbora”20.

Mejoras y ansiedad

Digamos algo más sobre los posibles orígenes de la ansiedad. Har Shefer también se puede traducir como “Un montón de mejoras”. Cada persona tiene muchas cosas que necesita mejorar. Si asumes una “montaña” de mejoras, entonces puedes provocar ansiedad. Esta idea aparece al final del Kuntres Ha’avodá del Rebe Rashab (capítulo 7), que a su vez es muy recomendable para ser estudiada por todo consejero. Allí, el Rebe Rashab aconseja que una persona no debe asumir demasiadas mejoras en su vida de una sola vez. Las mejoras pueden incluir cambios que van más allá de la letra de la ley. Cuando se trata de lo que requiere el Shulján Aruj, no existe tal limitación. Vemos esto a menudo por parte de estudiantes de ieshivá o en ba’alei teshuvá que en su entusiasmo terminan teniendo una crisis nerviosa. Esto les sucede particularmente a aquellos que son los más inteligentes – se imponen demasiado y no tienen a nadie con quien consultar. Sin un buen mentor que les diga cómo avanzar, pueden llegar a un colapso. Este es el significado de llegar a la ansiedad específicamente a partir de demasiadas mejoras – desde Har Shefer hasta Jarada.

Los 3 Viajes y los Patriarcas

Los tres viajes que hemos estado analizando, desde Har Shefer hasta Jarada y Makhelot, corresponden al modelo más importante de la psicología judía: sumisión, separación y endulzamiento, que describen las tres etapas de todo proceso psicológico. Cuando corresponden estas tres etapas a las sefirot, son bondad, poder y belleza (jésed, guevurá y tiferet). Lo que significa que también corresponden a los tres patriarcas, Abraham (la bondad y el eje derecho), Itzjak (el poder y el eje izquierdo) y Iaacov (la belleza y el eje medio). Cada judío tiene en su psique y en su alma un aspecto de cada uno de los tres patriarcas.

De las tres, la correspondencia más clara es entre Jarada (ansiedad) e Itzjak, ya que la connotación de Itzjak para Dios es “el temor de Itzjak”. Har Shefer (Monte de la Belleza) corresponde a Abraham, quien describió la ubicación del Templo como “una montaña”. La palabra hebrea para “montaña”, har (הַר) también aparece en el nombre de Abraham (אַבְרָהָם); también aparece en el nombre de su esposa Sará (שָׂרָה). De hecho, Abraham está particularmente relacionado con los viajes. Su obra Divina comienza con “Ve adelante”21 (Lej leja) y la cúspide de su servicio, la Atadura de Itzjak, también comienza con “Sigue Adelante”22. El servicio divino de Abraham consistía en vencer la naturaleza, particularmente a su propia naturaleza, y no había mayor hazaña en ese sentido que atar a Itzjak, yendo en contra de su naturaleza de bondad. En este sentido, Abraham se estaba mejorando constantemente a sí mismo, estableciendo constantemente estándares cada vez más elevados para sí. Todos sus viajes fueron intencionales, “Caminó y viajó al sur”, donde el sur representa la sabiduría – “el que quiera volverse sabio debe dirigirse al sur”23… y Abraham estaba constantemente agregando sabiduría y, por lo tanto, necesitaba hacer más para ser uno cuyas, “acciones son mayores que su sabiduría”.24

Makhelot corresponde a Iaacov, quien representa a todo el pueblo judío en conjunto, “Moisés nos ha ordenado la Torá, una herencia para la comunidad de Iaacov”, donde la palabra “comunidad” proviene de la misma raíz que Makhelot. Una comunidad en Cabalá corresponde a la sefirá de belleza, la sefirá de Iaacov. Belleza se llama así porque es la belleza de todos los colores juntos, todas las tribus, cada una con su matiz particular, juntas. Necesitamos diferentes voces (como en un coro) siempre y cuando canten juntas armoniosamente. En la música, hay algo más sofisticado que la armonía, y eso es el canon, en el que la belleza no es estática, sino dinámica.

Las letras iniciales de los tres trayectos de viaje juntos (הַר שֶׁפֶר חֲרָדָה מַקְהֵלוֹת) forman la palabra “alegría”, simjá (שִׂמְחָה). «Servid a Dios con alegría»25 y «La madre de los hijos está alegre».26

Quebrando el orgullo, aclarando la desesperación y endulzando el temor

Los tres viajes son necesarios como vimos, Jarada – ansiedad incluida. ¿Por qué sería este el caso? En el noveno excursus de nuestro artículo Perek Be’avodat Hashem, explicamos que el trabajo psicológico involucra tres elementos principales: quebrar el orgullo, aclarar la desesperación y endulzar el miedo o la ansiedad. Sin entrar en detalles, romper el orgullo es la forma de anular nuestros sentimientos de auto-importancia. Esclarecer la desesperación significa separar el sentido positivo de la “nada” del sentido negativo de la “nada”, que causa la desesperación. Podríamos preguntarnos cómo puede haber una desesperación positiva, o una sensación positiva de “nada”. Existe una obra ética temprana conocida como Mivjar Hapeninim. La obra enumera y analiza todos los rasgos de carácter positivos que una persona puede y debe esforzarse por desarrollar. Junto con el amor, la humildad, la bondad y todos los demás rasgos positivos, encontramos un capítulo dedicado a la desesperación. El autor explica que la desesperación es positiva cuando implica renunciar a que el mundo me pertenezca, o a que algo me pertenece, o que tengo derecho a algo, para el caso. Hay un rasgo negativo en la psique que nos hace “exigir”, un sentimiento de derecho o posesión (esto me pertenece a mí y no a ti), que da origen a la codicia y otros rasgos negativos. Cuando una persona puede escapar de estos sentimientos, experimenta desesperación en sentido positivo. Esto es lo que significa “aclarar” la desesperación. Así, aclaramos (birur) la desesperación, y destrozamos el orgullo. La desesperación negativa es el precursor de la depresión.

El tercer elemento es el endulzamiento de la ansiedad o el temor, el endulzamiento de la Jarada.

Sumisión de la ansiedad

Lo que se explica en las excursiones que acabamos de mencionar es que las tres etapas de sumisión, separación y endulzamiento enseñadas por el Baal Shem Tov necesitan actuar sobre la ansiedad.

La primera etapa es la sumisión de la ansiedad. Lo que eso significa es no legitimar ningún tipo de ansiedades o miedos externos que podamos tener. Esto es lo que el padre del Baal Shem Tov le dijo en su lecho de muerte: “Srulik, no temas nada en este mundo sino a Dios”. En primer lugar, todos los miedos y ansiedades deben abordarse como ilusorios y el consejero debe tomarse el tiempo necesario para explicarlo. La paranoia se basa en la imaginación. Es el producto de una imaginación tremendamente activa y no tiene ninguna base en los hechos; es el producto del recuerdo de algún trauma pasado. Como explicamos anteriormente, es como si los egipcios nos estuvieran persiguiendo en este momento. Normalmente, esto es solo una fantasía fabricada. De hecho, cuando sucedió, era un hecho, y los egipcios realmente persiguieron al pueblo judío. Pero el trauma que dejó en nuestra psique nos hace sentir como si nos estuvieran persiguiendo en el presente.

No es el caso de que todos los sentimientos de ser perseguido sean ilusorios – acabamos de decir que Egipto realmente persiguió al pueblo judío, pero incluso las ansiedades reales, el miedo real, deben ser superados. Sin embargo, el 99% de todos los miedos son ilusorios. Por lo tanto, lo primero que hay que hacer es someter todos los temores – un judío no debe temer nada en este mundo.

Separación de la ansiedad

Sin embargo, hay un versículo que dice: “Feliz es el hombre que siempre es temeroso”.27 Este versículo nos dice que hay temor positivo, una ansiedad positiva. En pocas palabras, esto es lo que los sabios llaman “temor del Cielo” (irat shamaim). Esto puede referirse a la forma más baja de temor a Dios, que también se conoce como temor inferior, o miedo al castigo, o puede ser la forma más elevada de temor a Dios, también conocida como temor superior o temor de Dios. Pero también se refiere al miedo a cortar mi conexión, mi vínculo y mi amor con Dios. Cortar mi vínculo de amor con Dios sería mi culpa y esto es lo que significa temer a las transgresiones, lo que causaría eso. El vínculo de amor entre Dios y yo puede ser cortado por mis transgresiones, así como mi comportamiento podría llevar a la ruptura de mi conexión con un amigo o con mi cónyuge.

El Talmud relata que, para un erudito de la Torá, existe el temor de olvidar lo que uno ha estudiado debido a negligencia o falta de diligencia. Este temor lleva a uno a rezar, porque solo Dios puede proteger mi memoria. La memoria no es una posesión personal. Es un regalo de amor de Dios.

Por lo tanto, encontrar una forma positiva de temor o ansiedad es lo que constituye la etapa de separación en la rectificación de la ansiedad. Esto todavía no es endulzamiento, pero es encontrar una gota de positividad en un rasgo que de otro modo sería negativo. A esto también se le llama clarificación, o birur en hebreo.

Endulzamiento de la Ansiedad

Finalmente, llegamos a la tercera etapa, que es el endulzamiento dentro del endulzamiento (ya que la ansiedad, como dijimos, necesita ser endulzada). En esta etapa, el temor o la ansiedad ríen, por así decirlo. Se transforma en risa. Este es el significado de la connotación que Iaacov usa para Dios al describir cómo su padre Itzjak se relacionaba con él. Él llama a Dios, “El temor de mi padre Itzjak” (פַּחַד יִצְחָק אֲבִי, pajad Itzjak) que puede leerse también como “el miedo reirá”.

Cuando miras hacia atrás y has llegado a tu destino – en nuestro caso, cuando el pueblo judío ha llegado a la tierra prometida, un país bueno y amplio – es entonces cuando puedes ver que todo este mundo, esta vida entera que fue una larga experiencia de ansiedad y temor, se convierte en una fuente de risa. Todo fue una gran carcajada eterna, con tranquilidad y seguridad por siempre. Esto es lo que quiere decir que “el miedo reirá” como un apelativo para Dios. Cuando has hecho de Dios el origen de tu miedo, entonces Él se convierte en una fuente de risa. Un tzadik, incluso en este mundo, en esta vida se ríe de todos aquellos que lo persiguen, incluso si lo están persiguiendo realmente. No solo no les teme sino que se ríe de ellos, porque está en un estado mental completamente diferente. Él ya está en el Mundo Venidero aun en esta vida. Este es el significado de la frase, “como los días de los cielos sobre la tierra”28 (כִּימֵי הַשָּׁמַיִם עַל הָאָרֶץ, kiemei hashamaim al haaretz), una frase utilizada para describir la vida de los patriarcas.

De hecho, el Talmud declara explícitamente que un tzadik consumado puede burlarse de la inclinación al mal (que realmente nos persigue a todos) y puede reírse de todas las fuerzas negativas del mundo. Aunque normalmente nos esforzamos para que una persona alcance el nivel de intermedio, el beinoni del Tania [que aún no es un tzadik], todavía necesitamos saber cuál es nuestro objetivo final. Necesitamos saber hacia dónde va todo esto. Debemos tener una visión, una imagen, una descripción de hacia dónde nos dirigimos en nuestra capacidad para lidiar con la ansiedad. Para avanzar, tienes que tener unas coordenadas sobre hacia dónde te diriges, necesitas tener una imagen en tu mente de cuál es el objetivo. Este es el objetivo descrito en el versículo: “Y tu pueblo es todo tzadikim“.29

1 “Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado. Y la autoridad se asentará sobre sus hombros, él ha sido nombrado: ‘Admirable consejero, gran fuerza, padre eterno, ministro de paz'” (Isaías 9:5)

2 Zohar

3 Tania

4 Isaías 25:1. עֵצוֹת מֵֽרָחוֹק אֱמוּנָה אֹמֶן

5 Otra forma de decir esto es que la relación entre el Mundo de la Emanación y los tres mundos inferiores – Creación, Formación y Acción – es como la diferencia entre el consciente y el inconsciente. Esto se explorará más a fondo en la siguiente sección

6 Génesis 4:1

7 Eclesiastés 9:9. רְאֵה חַיִּים עִם אִשָּׁה אֲשֶׁר אָהַבְתָּ

8 Sin embargo, parece que se está sugiriendo que estos terribles querubines pueden ser transformados en sus contrapartes amorosas en el Templo

9 Daniel 4:24.

10 Véase Zejaria 3:7

11 Plegaria de Amidá

12 Éxodo 3:14

13 “Un tiempo para dar a luz” es el primero de los 28 estados de tiempo descritos en Eclesiastés, capítulo 3.

14 En cada uno de los tefilín (filacterias), los tefilín de la cabeza y del brazo, también hay 21, o “yo seré” (אֶהְיֶה), apariciones del Nombre esencial de cuatro letras de Dios, Havaiá, en total 42 apariciones. Los tefilín son agentes para atraer la energía del principio madre, permitiendo a una persona “convertirse” y progresar en la vida.

15 Avot

16 Isaías 32:17, como anteriormente

17 Salmos 68:27

18 Levítico 19:26

19 Números 16:3

20 Isaías 11:8

21 Génesis 12:1

22 Ibid. 22:2

23 Bava Batra 25b

24 Avot 3:9

25 Salmos 100:2

26 Ibid. 113:9

27 Proverbios 28:14

28 Deuteronomio 11:21

29 Isaías 60:21

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