SHABAT VAIELEJ SHUVA

🌸PRIMER SHABAT DEL AÑO✨

Este Shabat es Shabat Shuvá, el Shabat del Retorno, entre Rosh Hashaná y Yom Kipur.

Cuando nos volvemos a Dios en esta temporada de teshuvá, lo hacemos con una experiencia de pura excitación de amor: no importa lo que haya sucedido entre nosotros hasta ahora, lo perdonamos por todo lo que nos causó dolor. Todo lo que deseamos es renovar el amor entre nosotros. Ese perdón con el que nos volvemos a Dios despierta una respuesta equivalente hacia nosotros: Dios se vuelve hacia nosotros, perdonándonos incondicionalmente incluso antes de que le pidamos perdón.

En la plegaria de los Trece Atributos de Misericordia decimos: “נֹשֵׂא עָוֹן” – “Él lleva la falta”.

A primera vista, es sorprendente: ¿qué significa que Hashem lleva los pecados? ¿Acaso no deberían ser borrados o castigados?

Los Sabios y la Jasidut nos revelan un secreto: Hashem, en Su infinita misericordia, no deja que la falta destruya a la persona. Él mismo la sostiene, la “carga” y la retiene en Sus manos hasta que el judío despierte y haga teshuvá. En ese momento, la falta no solo desaparece, sino que puede convertirse en mérito, porque el alejamiento mismo provoca un retorno más profundo y más fuerte.

El Baal Shem Tov enseña que Hashem acompaña al judío incluso en sus caídas más oscuras. Allí mismo, “שוכן איתם בתוך טומאותם” – “Él habita con ellos aun en su impureza” (Vaikrá 16:16). Hashem sostiene el peso para que no lo destruya, esperando el instante en que el corazón se quiebre y retorne.

💡 Por eso, Shabat Shuvá es el momento de escuchar ese llamado: Hashem ya está cargando con el peso de nuestros errores. Lo único que nos pide es que abramos el corazón en tefilá, que convirtamos el peso en alas, y que permitamos que la teshuvá transforme la oscuridad en luz.

Así se cumple el versículo: “שובה ישראל עד ה’ אלקיך” – “Retorna Israel hasta Hashem tu Dios”. El retorno no es hacia un lugar lejano, sino hacia Aquel que ya estuvo cargando con nosotros todo el tiempo.

✨ Que este Shabat Shuvá sea un momento en que cada uno sienta cómo Hashem lleva sus cargas, y cómo la teshuvá abre el camino a un nuevo año de pureza, luz y cercanía a Él.

Shabat Shalom uMevoraj! 🍷🍞

¡Les deseo un año feliz, saludable y dulce!

*RABINO JAIM FRIM y el equipo de Gal Einai en Español*

Te invitamos a profundizar en los artículos de esta semana en www.dimensiones.org, y en https://estudiodecabalayjasidut.blogspot.com/  donde cada palabra vibra con la esencia jasídica de conexión, luz y transformación interior.

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MATERIAL DE ESTUDIO

REGRESAR A LA ESENCIA DEL ALMA LA FUERZA DEL SILENCIO EL QUE DECLARA EL FINAL DESDE EL PRINCIPIO SHABAT SHUVÁ

Rabino Jaim Frim

PARA UN AÑO BUENO Y DULCE Y SOLO BUENAS NOTICIAS

🌿 Meditación para Shabat Shuvá

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“Sea Tu voluntad, Hashem nuestro Di-s y Di-s de nuestros padres, que se construya el Beit HaMikdash pronto en nuestros días y danos nuestra porción en Tu Torá”.

El Beit HaMikdash es el corazón de cada judío, sobre el cual está dicho: “Y harán para Mí un Santuario y moraré dentro de ellos” – dentro del corazón de cada uno y uno de Israel.

“¿Cuál es el servicio que está en el corazón? Se dice: esta es la tefilá (plegaria)”, pues “Mi Casa será llamada Casa de Oración para todas las naciones”.

“Ojalá rezara la persona todo el día entero” – esto es, el latido constante del corazón en su movimiento de “ratzó vashov”: con los ojos abajo y el corazón arriba, en plegaria al Dios vivo, todos los días de la vida.

La Torá está en la mente. El estudio de la Torá con profundidad es el “servicio del intelecto”.
La tefilá conecta el corazón con Hashem. La Torá conecta la mente con Hashem.

Este es el secreto de los tefilín: los del brazo, sobre el corazón → tefilá; y los de la cabeza, sobre la mente → Torá.
Primero el corazón y después la mente, pues “el interior del corazón domina sobre el intelecto”.

Ibane [que sea construido] el Beit HaMikdash” – tiene las mismas letras que Biná (entendimiento), y Biná corresponde al corazón (Biná liva).
“Jelkeinu [nuestra porción] en Tu Torá” – corresponde a la Jojmá (sabiduría), como es sabido: “Qué buena es nuestra porción” en Jojmá, que es el intelecto.

“Que se construya el Beit HaMikdash” = la Torá nueva que revelará el Rey Mashíaj, gracias a transformar la tefilá (interioridad del corazón) en Torá (nueva, cuando la interioridad del corazón domina al intelecto, como se explicó).

“Danos nuestra porción en Tu Torá” = la Torá en sus dos dimensiones: Torá escrita y Torá oral.
Esto significa: la unificación de mi letra en el Sefer Torá (pues Israel son las iniciales de “Iesh Shishim Ribó Otiot LaTorá”, hay 600,000 letras en la Torá) y mi innovación en la Torá oral.

El primer ministro, antes de la llegada del Mashíaj, debe prepararle el camino.
En la Jasidut se sostiene que antes de la venida del Mashíaj deben reaparecer los Padres del Jasidut – nuestro maestro el Baal Shem Tov, el Rav Maguid de Mezritch y el Admur HaZaken (Alter Rebe).
Pero si al inicio de la Jasidut ellos aparecieron como tzadikim, ahora deben aparecer como reyes. ¿Cómo se verán?

En nuestro mundo, antes de que se establezca la realeza del Mashíaj, los “reyes” son los primeros ministros:

En primer lugar debe aparecer el Baal Shem Tov, como un primer ministro totalmente entregado a la integridad del pueblo, a la reparación de la sociedad con un gran amor por cada judío, cuidando la honestidad en los negocios con respeto mutuo, preocupación por el prójimo y un sentimiento de hermandad. Él unirá al pueblo alrededor de la fe en Hashem y del amor a Israel.

Después debe aparecer el Maguid de Mezritch, como un primer ministro que se ocupa de la integridad de la tierra. A partir del consenso creado en una sociedad corregida y creyente, despertará la conexión con la Tierra – el sentimiento de que aquí, y solo aquí, se puede servir a Hashem con plegaria y entrega – y guiará al pueblo a conquistar y anexar toda la Tierra.

En la tercera etapa debe aparecer el Admur HaZaken, como un primer ministro que se ocupa de la integridad de la Torá. Solo en este nivel se debe transformar la fe y la plegaria en una obligación legal para todo el Estado de conducirse de acuerdo con la Torá en todas sus leyes y detalles, inspirado por la alegría del estudio de la Torá por la Torá misma.

En la política actual las cosas se mueven rápido, y tres generaciones pueden concentrarse en tres cadencias de un primer ministro dinámico y renovador, que actúa en el orden correcto de pasos, tras los cuales y desde dentro de ellos aparecerá el Rey Mashíaj, ¡de inmediato, enseguida mismo!

En Rosh Hashaná coronamos sobre nosotros a Hashem y en los Diez Días de Teshuvá nos ocupamos en la construcción de la realeza. El artículo principal del boletín de esta semana, extraído de un farbrenguen de Jái Elul, trata sobre este orden necesario para la corrección del Estado – una teshuvá pública que construye la realeza, hasta que merezcamos el cumplimiento de “Y será Hashem Rey sobre toda la tierra”.

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