JASIDUT (Extracto de clase)
A comienzos de 5779, HaRav Ginsburgh dedicó una de sus clases semanales de Shabat a la antología de las enseñanzas del Ba’al Shem Tov, Keter Shem Tov.
En esta clase, repasa la sección 21, una de las enseñanzas fundamentales que muestra el innovador enfoque con el que el Ba’al Shem Tov nos enseñó a entender la Torá, una lógica que conduce a una forma completamente nueva de considerar la Torá y su mensaje.
La clase se impartió el 2 de 2 de Adar de 5779 y se publicó por primera vez en la edición No’aj 5786 de Nifla’ot.
En la sección 21 de la antología de las enseñanzas de Ba’al Shem Tov, el Keter Shem Tov, el autor cita una enseñanza fundamental de su maestro, el Ba’al Shem Tov. En este caso, la enseñanza está vinculada al Arca de Noé. “Arca”, teva (תֵּבָה) en hebreo significa también “palabra”.[1] Al arca, Noé llevó un ejemplar macho y hembra de cada especie. Y así, comienza esta enseñanza,
He aquí en el arca [o, una palabra], entre los animales, hay dos: un macho y una hembra.
La palabra hebrea para “animales”, jaiot (חַיּוֹת) puede leerse como “fuerza vital-vitalidad”, jaiut (חַיּוּת). Una adaptación similar del significado se hace en otro caso famoso de esta palabra en la descripción de Ezequiel de la Carroza Divina: “Y los animales corrían y regresaban”[2], vejaiot ratzó vashov (וְהַחַיּוֹת רָצוֹא וָשׁוֹב), que puede leerse como: “Y la vitalidad corre y regresa.” A partir de esta idea, podemos decir que el Ba’al Shem Tov da a entender que en cada palabra de la Torá hay dos tipos de fuerza vital: una fuerza masculina y una fuerza femenina.
Esta enseñanza está ligada con lo que aparece[3] anteriormente en relación con el versículo que describe al rey Salomón en su vejez, “sus esposas desviaron su corazón”,[4] y el autor lo menciona aquí:
Ya he escrito en otro lugar en nombre de mi maestro la interpretación del versículo, “En su vejez, sus esposas desviaron su corazón”, que en cada palabra tiene dos significados: el primero es compasivo y se conoce como el aspecto masculino, el segundo es juzgador y se conoce como el aspecto femenino. Y este es el significado de “sus esposas le desviaron el corazón.”
De hecho, la primera vez que se mencionó esta idea, se llevó un poco más allá: que, dado que todo fue creado a partir de las palabras de la Torá, se deduce que todo en la Creación tiene tanto un aspecto masculino como uno femenino. Es esta dualidad interior la que permite la libre elección: “Y la elección se da a uno para decidir hacia dónde quiere dirigir su corazón.”
Mashpia y Mekabel, Influenciador (influencer)y Receptor
Normalmente, cuando encontramos una referencia a que hay un lado masculino y un lado femenino, el significado más simple no es compasión y juicio, sino más bien mashpia (influencer) y mekabel (receptor), respectivamente. Se sabe que el Rebe de Lubavitch explicó que la diferencia en rasgos esenciales entre un judío y un no judío es que el primero es un mashpia y el segundo un mekabel. Esto es especialmente cierto en lo que respecta a la fe en Di-s y en lo que respecta a la Torá.
¿Qué significa leer la Torá como influencer o como receptor? Quien lee la Torá para influir se pregunta constantemente: ¿Cómo enseño esto a los demás? Pero quien lo lee para recibir quiere beneficiarse – recibir algo – de su estudio de la Torá. Por ejemplo, podría querer ser honrado por otros, ser llamado rabino, etc. Cuando uno estudia Torá en modo receptor, despierta el aspecto del no judío interior[5] y puede arrastrarlo incluso a la idolatría, como Salomón, que, aunque nunca adoró realmente a un Di-s falso, no confrontó a sus esposas y les permitió hacerlo. Desde una perspectiva espiritual, la idolatría es, ante todo, adoración propia. De hecho, lo que le ocurrió al rey Salomón fue que empezó a verse a sí mismo como especial: soy el más sabio, yo soy…”
Masculino y femenino como compasión y juicio
Aparte de esta interpretación básica de lo que significa ver dos facetas o aspectos, en cada palabra de la Torá, el Ba’al Shem Tov añade ahora que estas dos facetas son también la compasión y el juicio. Por ejemplo, un juez que quiere reprender a todos lee toda la Torá como una larga acusación. Pero también se puede leer la Torá, incluso sus partes más duras, desde una perspectiva de compasión.
Un ejemplo ilustrativo: los valores numéricos de “asesinato”, retzaj (רֶצַח) y “compasión”, rajamim (רַחֲמִים) son los mismos. ¿Qué puede significar esto? Como explican los sabios y los comentarios sobre la prohibición: “No encenderéis fuego [en todas vuestras moradas en Shabat]”,[6] cuando un tribunal de justicia ejecuta una pena capital, se les llama “buenos asesinos”.[7] Esto es asesinato, por así decirlo, pero por compasión hacia el alma de alguien que es verdaderamente malvado y para quien este es el único camino hacia la expiación.[8] De la misma manera, cada castigo prescrito por la Torá es internamente compasivo.
Así es como una palabra se transforma de juicio a compasión, como él continúa diciendo,
Y son los tzaddikim quienes pueden convertir la medida de juicio en medida de compasión.
Convertir el juicio en compasión también se conoce como “endulzar los juicios en su raíz”. Se puede usar la guematría, como hicimos antes, pero el verdadero significado de endulzar un juicio en su raíz es descubrir que en el fondo no es un acto de juicio sino un acto de compasión. Si es así, se podría decir que los tzadikim convierten a las hembras en machos, siguiendo el versículo atribuido a los tiempos de Mashíaj: “[Tzion] un hombre y un hombre nacerán en ella.”[9]
[1] La identidad en hebreo entre “arca” y “palabra” es la razón por la que la extensa sección conocida como “El Pilar de la Plegaria”, que aparece en otra antología de las enseñanzas de Ba’al Shem Tov conocida como Ba’al Shem Tov Al HaTorá, fue incluida en la parasat No’aj. El Ba’al Shem Tov enseñó que cada palabra que pronunciamos al orar es como un arca, como un barco al que podemos entrar con nuestra plena conciencia y atención plena.
[2] Ezequiel 1:14.
[3] §7.
[4] 1 Reyes 11:4.
[5] Basándose en Deuteronomio 28:43, “el extranjero residente [no judío] que está entre vosotros.”
[6] Éxodo 35:3.
[7] Véase Zohar 2:93b sobre el mandamiento, “No matarás” (Éxodo 20:13). Hay una marca de pesik ta’ama, que actúa como punto y coma, entre “No matarás” y “asesinar”. El Zohar explica que esto indica que hay momentos en los que debes “matar”, por ejemplo, cuando un tribunal ejecuta una pena capital, porque si estuviera universalmente prohibido, no habría un camino para la rectificación.
[8] Mientras se crea que el Sanhedrín cumple el juicio de Di-s, la pena capital, aunque sea excepcionalmente rara – un tribunal que ejecute la pena capital una vez cada setenta años se considera asesina – es legítimamente necesaria. Véase también Tosafot s.v. Ain sobre Sanhedrín 35a.
[9] Salmos 87:5. “Y este es el significado de ‘Y a Tzion se le dirá que en ella nacerán un hombre y un hombre’, todos serán varones, incluso la mujer…” (Torá Or 37c).




