RECTIFICACIÓN DE LA ESTÉTICA GRIEGA

CALENDARIO HEBREO: JANUCA

(De la Biblioteca del Rav Guinsburgh)

LIBERACIÓN EN JANUCA

En Janucá conmemoramos la liberación que Di-s nos entregó del Imperio seléucida y su idólatra cultura greco-helénica. A lo largo de los siglos, el espíritu judío ha seguido luchando espiritualmente contra los mismos elementos helénicos politeístas, especialmente aquellos relacionados con la estética. El progenitor del mundo griego fue Iafet, hijo de Noé. Noé le bendijo para que su espíritu estético fuera finalmente rectificado y encontrara su camino hacia las “tiendas de Shem”, mediante un proceso de clarificación llevado a cabo por la Torá.

Gran parte de esto se analiza extensamente en el libro recién traducido de HaRav Ginsburgh al inglés, “Dancing Flames: Meditative Essays on Janukah”. Aquí tenemos una versión abreviada de una publicación sobre el linaje de Iafet y el elemento estético en su descendencia.

La publicación completa se publicó por primera vez en hebreo en la edición Noaj 5786 de Nifla’ot. 

LA RECTIFICACIÓN DE IAFET

“Los hijos de Noé fueron Shem, Jam y Iafet.” Estos tres son considerados los tres arquetipos de almas: un individuo justo (tzadik), un individuo malvado (rasha) y un individuo intermedio (beinoni). Sus ámbitos correspondientes son: la santidad (Shem), las tres cáscaras impuras (Jam) y la cáscara intermedia conocida como kelipat noga (Iafet). La rectificación de Iafet conduce así a la rectificación completa del reino de noga, la cáscara intermedia que oculta parcialmente la revelación de Di-s, pero que también puede elevarse a la santidad.

Un principio importante es que la rectificación nos exige inevitablemente que nos centremos en el intermediario entre el bien y el mal. El estado o ámbito intermedio tiene una tendencia entrópica a descender hacia el mal. Si esto puede superarse y el intermediario se aferra al bien, el mal absoluto sería erradicado.[1] Al aplicar este principio a los hijos de Noé, nuestro enfoque está, por tanto, en Iafet.

La Torá describe el linaje de Iafet:

“Los hijos de Iafet fueron Gomer, Magog, Madai, Iavan, Tuval, Meshej y Tiras”[2]

בְּנֵי יֶפֶת גֹּמֶר וּמָגוֹג וּמָדַי וְיָוָן וְתֻבָל וּמֶשֶׁךְ וְתִירָס

Iafet (יֶפֶת), cuyo valor numérico es 490, o 10 veces 7 al cuadrado, tuvo 7 hijos, y corresponden a las 7 sefirot inferiores, desde bondad hasta reinado, en el orden que la Torá los menciona:

bondad jesed חֶסֶד Gomer  גֹּמֶר poder guevurá גְּבוּרָה Magog  מָגוֹג
 belleza tiferet תִּפְאֶרֶת Madai מָדַי 
victoria netzaj נֶצַח Iavan  יָוָן Esplendor hod הוֹד Tuval  תֻבָל
 Fundamento iesod יְסוֹד Meshej  מֶשֶׁךְ 
   Reinado maljut מַלְכוּת Tiras  תִירָס 

IAFET Y SUCOT

Como veremos ahora, la rectificación de Iafet y sus hijos está relacionada con Sucot. La conexión más clara es que la lectura de la haftará para el Shabat de Sucot comienza con las palabras: “el día que llegue Gog.”[3] Gog es el rey de Magog, “Gog [de] la tierra de Magog, el rey y lider de Meshej y Tuval.” Estos tres – Magog, Meshej y Tuval – son todos hijos de Iafet, como vimos, y corresponden respectivamente a la sefirá de poder, fundamento y agradecimiento (hod).

Es dentro de los cuatro hijos de Iafet, Iavan (hebreo para Grecia), que corresponde a la sefirá de victoria (o eternidad), donde se incluyen todos los hijos de Iafet. Esto lo aprendemos de la interpretación que los sabios dieron a la bendición que Iafet recibió de Noé: “Que Di-s engrandezca [materialmente] a Iafet, pero que habite en las tiendas de Shem”[4]: la belleza de Iafet, refiriéndose al idioma griego, será digna de habitar en las tiendas de Shem, lo que significa que un rollo de la Torá puede estar escrito en escritura griega.

El idioma griego representa la cultura griega, el secreto del alma intelectual (Iafet), que actúa como intermediario entre el alma divina (Shem) y el alma animal (Jam).

Las letras de la palabra hebrea para “Grecia”; Iaván (יָוָן) en sentido inverso forman uno de los ocho sinónimos de “belleza” en hebreo,[5] generalmente traducido como “ornamento”, noi (נוֹי). Los ocho sinónimos corresponden a las sefirot desde entendimiento hasta reinado, y ornamento es el que corresponde a victoria. Uno de los elementos emblemáticos duraderos de Sucot son los adornos u ornamentos colgados en las paredes de la Sucá. Estos se conocen como “ornamentos de Sucá“, noi sucá (נוֹי סוּכָּה). Así, es en Sucot donde rectificamos la dimensión externa del sentido estético griego.

Quizá el principio estético griego más importante se conoce como “la Sección Áurea”, o “la Proporción Áurea”, que está intrínsecamente (aunque de forma un tanto misteriosa) conectada con lo que se conoce como la serie de números de Fibonacci: 1, 1, 2, 3, 5, etc. La serie de Fibonacci es una serie aditiva – una serie en la que cada número es la suma de los dos anteriores – que comienza con 1 y 1. Esta serie es esencial para el ideal de belleza de Iafet, ya que el valor de, “Que Di-s engrandezca a Iafet [materialmente], pero que more en las tiendas de Shem” (יַפְתְּ אֱ־לֹהִים לְיֶפֶת וְיִשְׁכֹּן בְּאׇהֳלֵי שֵׁם) es 1870, el producto de 34 y 55, el noveno y décimo números de Fibonacci.

No solo los adornos de la sucá están relacionados con la belleza; la propia sucá también está relacionada con la belleza. El valor del relleno de sucá (סוּכָּה) – סמך וו כף הא -es de 238, igual que “Rajel” (רָחֵל), quien es descrita como poseedora de “rasgos hermosos y tez”[6] (יְפַת תֹּאַר וִיפַת מַרְאֶה) 

IAFET Y LA CREACIÓN

Los primeros y últimos hijos de Iafet son Gomer y Tiras. Gomer, corresponde a bondad, aludiendo al versículo “a Di-s que consuma lo que yo hago”[7], LaKel gomer alav (לָאֵ-ל גֹּמֵר עָלָי), el Nombre de Di-s que aparece en este versículo es Kel (אֵ-ל), el Nombre que corresponde a bondad. Gomer tiene una conexión especial con la estética de Iafet. Tiras es Persia, el reino de Iafet. La suma de sus nombres, Gomer Tiras (גֹּמֶר תִירָס), es 913, el valor de “En el principio” (בְּרֵאשִׁית), lo que indica que el mundo fue creado con el propósito de rectificar a Gomer y Tiras – es decir, rectificar su sentido estético.

Gomer es igual a 243, o 3 a la quinta potencia, el secreto de Abram (אַבְרָם), tal como se explica en la Cábala. Este número, el 243, es uno de los secretos de la Creación y, con la identificación “Abram es Abraham”[8] (אַבְרָם הוּא אַבְרָהָם), está además relacionado con la Creación, como se insinúa en el nombre de Abraham, Behibaram (בְּהִבָּרְאָם), que significa “Cuando fueron creados”, pero al transponer las letras se convierte en, “Con Abraham, los cielos y la tierra fueron creados.”

Las palabras escritas Gomer (גֹּמֶר) aparecen 9 veces en el Tanaj. 9 por 243 es 2187, ¡o 3 elevado a la séptima potencia! De estos 9, hay una persona más. Ella es Gomer, hija de Divlaim, una mujer promiscua a la que Di-s ordenó al profeta Oseas que se casara.[9] Curiosamente, “hija de Divlaim” (בַּת דִּבְלָיִם) equivale al doble del valor de Gomer (גֹּמֶר גֹּמֶר) así como al valor de Sucot (סֻכּוֹת), por lo que su nombre completo es igual a 3 veces Gomer, 729, o 3 elevado a la sexta potencia. Así, Sucot es también la época de rectificación del alma de Gomer, la hija de Divlaim.

Lo más interesante es Gog, que también tiene un lado positivo – aunque la mayor parte de su esencia es el lado negativo de Noga – por eso será llevado a enterrar, la rectificación final en la Cábala[10] y como se explica en Jasidut.[11] El valor de Gog (גּוֹג) más el valor de cada letra al cuadrado (3 al cuadrado más 6 al cuadrado más 3 al cuadrado) es 66, el valor de Iavan, Grecia (יָוָן). Gog y Magog juntos (גּוֹג וּמָגוֹג) suman 70, lo que los incluye en las 70 naciones del mundo.

Uno de los métodos de guematria que usamos es similar a encontrar el equivalente de corona y las facultades intelectuales de una palabra. Hacemos esto tomando la suma de la palabra, su primer y segundo relleno, y su valor en numeración primordial. En el caso de Gog, estas son 12 (גּוֹג) – la guematria de “esto” (זֶה), la fórmula profética especial de Moisés: “Esto es lo que Di-s ordenó” (זֶה הַדָּבָר אֲשֶׁר צִוָּה הוי’). El valor del relleno de su nombre (גימל וו גימל), 178 y el relleno del relleno (גימל יוד מם למד וו וו גימל יוד מם למד), 538 y el valor de su nombre en numeración primordial (אבג אבגדהו אבג), 33. La suma de los cuatro es 761, la guematria de las tres últimas palabras de la Torá, “[como Moisés] ante los ojos de todo Israel”[12] (לְעֵינֵי כׇּל יִשְׂרָאֵל), las palabras que designan la rectificación final de la kelipat noga.


[1] Ver en largo Tania, cap. 37.

[2] Génesis 10:2.

[3] Ezequiel 38:18.

[4] Génesis 9:27.

[5] Los ocho sinónimos son “belleza floreciente” (שֶׁפֶר) – entendimiento (biná), “belleza ” (יֹפִי) – bondad-tov (jesed), “hermoso” (טוֹב) – poder (guevurá), “magnífica” (פְּאֵר) – belleza (tiferet), “ornamental” (נוֹי) – victoria (netzaj), “gloria” (הוֹד) – Reconocimiento (Hod), “Esplendor” (הָדָר) – Fundamento (Iesod) y “Gracia” (חֵן) – Reino (Maljut). Consulta en detalle nuestro próximo volumen, Llamas Danzantes: Ensayos Meditativos sobre Janucá, Quinta Vela. https://galeinai.org/2023/12/11/la-quinta-vela/

[6] Génesis 29:17.

[7] Salmos 57:3.

[8] 1 Crónicas 1:27.

[9] Oseas 1:2-3.

[10] Sha’ar HaPesukim en Shoftim.

[11] Véase Avodat HaLevi, BeYom Bo Gog (discurso sobre Shabat Sucot).

[12] Deuteronomio 34:12.

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