Meditación diaria de Rab Itzjak Ginsburgh
Vaikrá-ויקרא: Y Llamó a Moshé
Y si un alma peca y hace algo que Di-s ordenó que no hiciera y él no lo sabía, y él es culpable y él cargará con su pecado”. Y él traerá un carnero sin defecto del rebaño de acuerdo a tu valoración, una ofrenda de culpa para el sacerdote, y el sacerdote lo expiará por su error que cometió un error, y él no sabía y será perdonado. Es una ofrenda de culpabilidad, él es culpable de Di-s”.
“וְאִם נֶפֶשׁ כִּי תֶחֱטָא וְעָשְׂתָה אַחַת מִכָּל מִצְוֹת ה’ אֲשֶׁר לֹא תֵעָשֶׂינָה וְלֹא יָדַע וְאָשֵׁם וְנָשָׂא עֲוֹנוֹ. וְהֵבִיא אַיִל תָּמִים מִן הַצֹּאן בְּעֶרְכְּךָ לְאָשָׁם אֶל הַכֹּהֵן וְכִפֶּר עָלָיו הַכֹּהֵן עַל שִׁגְגָתוֹ אֲשֶׁר שָׁגָג וְהוּא לֹא יָדַע וְנִסְלַח לוֹ. אָשָׁם הוּא אָשֹׁם אָשַׁם לַה'”
“Veim nefesh ki tejetá veastá ajat micol mitzvot Hashem asher lo teasena, velo iadá veashem venasá avonó. Veheví ail tamim min hatzón beerkeja leasham el hacohen, vejiper alav hacohen al shiguegató asher shagag, vehú lo iadá venislaj lo. Asham hu ashom asham laHavaiá”.
Si una persona sabe que pecó involuntariamente, trae una ofrenda por el pecado. Pero si no sabe si pecó, trae una ofrenda de culpa llamada ‘ofrenda de culpa condicional’. (Si luego descubre que realmente pecó, trae una ofrenda por el pecado)
De acuerdo con la ley judía, una persona está obligada a presentar una ofrenda de culpa condicional solo cuando haya una base razonable para creer que pudo haber sido cometido un pecado. En la opinión de Rabí Eliezer en la Mishná, una persona puede presentar una ofrenda de culpa condicional todos los días, en el caso de que sin saberlo haya pecado. ¡Esto se llama una “ofrenda por la culpa de Jasidim” (Kritot 6:3)! En otras palabras, el rasgo llamado midat hajasidut, la cualidad de la benevolencia, asociado con aquellos que hacen un esfuerzo adicional por amor a Di-s, se manifiesta en el estado existencial de que la persona siempre teme haber cometido un pecado.
¿Son siempre saludables los sentimientos de culpa? Depende. Los sentimientos de culpa son buenos si provienen del lugar correcto y la persona sabe qué hacer con ellos. En cada uno de nuestros puntos menos positivos, tendemos a culpar a todos, personas y circunstancias, salvo a nosotros mismos. La primera rectificación del alma es simplemente aceptar la culpa y decirla con integridad antes de Di-s. ¡Cuidado, no admitas tu culpa por un sentimiento de frustración, por no ser tan perfecto como creías que eras! Eso es falsa modestia y solo lleva a más frustración.
Realmente no somos perfectos porque así fuimos creados y, como tales, siempre es correcto aceptar la culpa de nuestros propios errores y faltas, como decimos a diario en nuestras oraciones: “Ashamnu, bagadnu“/Somos culpables, hemos traicionado”. Estos son sentimientos de culpa positivos que al tomar conciencia de ellos podemos rectificarlos, para eso Dios nos hizo imperfectos