Agregado: De una charla en whatsapp con un alumno [14 Adar Alef 5776] :
WHATSAPPNAUTA: Hola More, estaba leyendo los estudios, en la página de Jabad leí y estuve googleando el tema del significado de mazal. Ahí encontré que en el Talmud se refiere a que no depende de nuestro destino sino de nuestras acciones. Por más que sea de pedir [ella] no entiende… por lo menos yo quiero entender de qué se trata. Lo que ahora me preguntó cuál es la diferencia con el mérito.
RESPUESTA: Mazal viene de la palabra nozel, que significa fluir. Es la energía de vida con la cual Hashem hace que existan todas las cosas, y controla y provee a todo. La Creación es un sistema de causas y consecuencias, y cada nivel fluye su energía al nivel inferior, y por eso la naturaleza tiene sus leyes y todo el universo está sujeto a ellas. Cada creación tiene su forma de recibir vitalidad, tiene su finalidad y sus objetivos establecidos por Dios. Están sujetos a la naturaleza y reciben su vitalidad física, por ejemplo, a través de la luz del sol, y la fuerza de los planetas y constelaciones. Eso es lo que se llama el mazal o destino. Pero Dios le dio un poder al hombre que es el libre albedrío, para que sea a imagen y semejanza de Dios. El hombre puede decidir en cierta medida de dónde recibe la vitalidad, por ser un enviado de Dios a este mundo para que lo perfecciones y lo prepare para Dios. Eso le da una libertad extra, porque puede pedir para que su destino cambie, para recibir algo que no tiene, para pedir en aras de Dios y de la creación. Le dio herramientas extras y más sofisticadas que es su conciencia de ser, y así puede reconocer también a Su creador, a diferencia de todas las demás criaturas. Pero también una responsabilidad porque tiene que responder por sus actos y el uso que le dio a las herramientas y energía extra que Dios le da. Después de 2000 años de la Creación, Dios vio que la humanidad no podía seguir existiendo porque no sabían utilizar el don ese, y confundieron a los intermediarios de la naturaleza con Dios, o sea idolatraron, y por eso comenzó a crear un pueblo nuevo a partir de Abraham. Este pueblo iba a venir para rectificar todo lo que había sucedido hasta ahora, para llegar a que el mundo sea lo que Dios quiere, y para eso los preparó, dándoles un poder de libre albedrío superior, y un alma extra, el alma Divina, les entregó la Torá para que sepan cómo usarla y qué quiere Dios literalmente de ellos y de Su Creación, les dio la Tierra de Israel donde vivir en ella separados y llegar a iluminar todo el universo con su servicio a Hashem, y para que enseñen a todos que hay Un Dios, y prepararse para que eso que hacían en la Tierra de Israel se lleve a todo el mundo. Esa alma Divina es parte de Dios en lo alto, conectada directamente con la Esencia de Dios, y por eso su libre albedrío muy superior, porque su destino y vitalidad no proviene del proceso de causa y consecuencia a través de las otras criaturas, sino que proviene directamente de Dios, de la Nada Divina. Eso explica por qué el pueblo de Israel está por encima de toda influencia de la naturaleza, si sabe utilizar su libre albedrío. Si no lo usa como corresponde y se dedica a hacer las cosas que hacen los demás pueblos, e incluso utiliza su propio cuerpo como los animales, significa que decide estar atado a la naturaleza, y como Dios le dio libre albedrío absoluto, eso sucede también. Pero en realidad No Hay Mazal para Israel, es decir está por encima del fluir a través de intermediarios como dijimos antes, y aunque se equivoque, Hashem repara sus errores para que también formen plan de perfeccionamiento del mundo. Y por eso Hashem envió al pueblo al exilio, para que lleven esa luz que Hashem les puso dentro a todo el universo y no sólo dentro del Templo, o de la Tierra de Israel o de su corazón. Y aunque por fuera tengan cuerpo y mente y sentimientos humanos, en realidad toda su existencia es Divina, y manejada directamente desde la Esencia Infinita de Dios.
Whatsappnauta: Clarísimo More, muchas gracias por la claridad
CONTINUACIÓN DE LA RESPUESTA: Así el judío sufre más que todos los demás pueblos, tanto a lo largo de la historia como en intensidad, porque Hashem lo envía a los lugares más bajos y oscuros para que los ilumine, llevando hasta allí la Esencia de Dios que lleva dentro. Pero ningún judío es capaz de renegar conscientemente de ese sufrimiento, porque el placer de ser Uno con Dios está por encima de todo dolor y placer, de toda lógica y razonamiento, de toda ciencia y religión. Por eso “cuando volvamos a Tzión habrá sido como si hubiéramos soñado”, dice el Rey David, todo es un juego que Hashem planea para Su propia diversión, para Su propio placer y creatividad. Tzión representa ese lugar en Ierushalaim donde se revela la Presencia Divina en este Mundo, el Kodesh Hakodashim del Templo Sagrado, por encima del aarón hakodesh sobre la tapa de en medio de los kerubim. Esto tiene muchos secretos de la creación y de la psiquis humana, que no es el lugar para revelar. Pero Tzión, es el punto central dentro de nuestro corazón donde se asienta esa chispa de Divinidad que conecta cuánticamente con la Esencia Infinita y la Or Ein Sof. Es el lugar donde desaparecen todas las cosas de este mundo y todo parece como un sueño, y se empieza a percibir la verdadera Realidad. La paradoja de ver con los ojos de carne un mundo material, y como un holograma ver a Dios en todo, como parte de Su Ser Absoluto que todo lo llena y todo lo abarca. Sólo el pueblo de Israel puede percibir esto y no imaginarse ilusiones. Porque todos estos miles de años desde Abraham, pasaron un proceso de rectificación que nos lleva a este momento a estar listos, junto con toda la creación, a recibir al Mashíaj, la redención definitiva y la Revelación absoluta de la Esencia de Dios morando en este mundo. Pero ese momento es sólo el comienzo de una nueva etapa, el séptimo milenio que es todo Shabat y disfrute, para elevarnos a la siguiente etapa, que Hashem nos dirá como sigue…