Cuando alguien se auto-titula cabalista empieza a sospechar.
Los verdaderos cabalistas no están en las redes ni se auto-difunden, ni hacen propaganda de sus milagros y maravillas.
Para saber si alguien transmite judaísmo verdadero, Torá, Cabalá, Jasidut, mira qué autoridades de los sabios de Israel lo avalan o lo envían a difundir.
Puede ser jasídico, sefaradí, litaí, no importa, cada uno tiene su afinidad a una parte del judaísmo, pero asegúrate que es parte, si no es conocido en por lo menos un beit hakneset, una sinagoga de alguna comunidad judía que sigue la halajá, es preferible alejarse.
Como la mayoría no sabe hebreo y no está familiarizado con los libros originales y las comunidades judías, es casi imposible que puedan verificar la autenticidad de lo que se difunde.
No creas todo lo que se dice por ahí. No te están haciendo ningún favor.
Yo no soy cabalista, a lo sumo un transmisor de la Torá, las enseñanzas de la Cabalá y el Jasidut, en la mayor parte traduciendo y explicando, apegándome lo máximo posible a las enseñanzas del Jasidut, desde el Baal Shem Tov hasta el Rebe de Lubavitch, con las enseñanzas del rabino Ginsburgh quien me dio la tarea de ocuparme de Gal Einai en español.
La verdad y la mentira ya están separadas y definidas, Cada uno puede decidir con más certeza que antes. Y si hay dudas, se pregunta.
Jaim Frim