Shiflut es el estado espiritual asociado con la sefirá de maljut.
Al contrario de bitul (“autoanulación”), que es el estado espiritual asociado con jojmá, shiflut no implica la negación del ser, sino más bien la experiencia de la propia “bajeza” existencial, estar “muy alejado” de Di-s. En shiflut, uno experimenta un estado innato de pecado, como David (el alma arquetípica de maljut atributo interno de shiflut) expresa en los Salmos (51:7): “y en pecado fui concebido por mi madre”.
Como un sagrado atributo de la Torá, que sirve para conectar la conciencia de uno con Di-s, se dice de shiflut: “Di-s se me aparece desde la distancia“. La verdadera esencia de Di-s es revelada al alma que, en shiflut, se siente a si mismo “muy alejado“, más que a aquel que se siente “cerca”.
Shiflut es la máxima fuente de motivación del alma para volver en teshuvá a Hashem. El salmo de David citado arriba, es la expresión quintaesencial de teshuvá en la Biblia. El Baal Shem Tov (un descendiente de David), enseña que el principio de todo servicio Divino, es experimentar una identificación existencial con todas las criaturas más bajas de la tierra, diciéndose a si mismo: “todos ellos cumplen fielmente las intenciones que Di-s tiene para con ellos, ¡sería yo capaz de hacer lo mismo!“.
En proporción directa a su estado existencial de shiflut (cuya raíz shefel significa “bajamar”), el verdadero rey es capaz de manifestar ese estado de “nobleza” (geut, “pleamar”), necesario para regir constructivamente a su pueblo, (ambos términos shefel y geut, equivalen exactamente de acuerdo a su guematria).