Tres etapas de “luces” y “recipientes”, que provienen de las luces emanadas de Adam Kadmón
- Akudim
- Nekudim
- Brudim
Olam HaAkudim: El Mundo de la Unión o Ligazón
Olam HaAkudim es el primer ” mundo” que proviene del recipiente individual original creado por el vapor que emanó de la “boca” de Ak, como se explicó antes. En este mundo, sus diez “luces” o diez sefirot, provenientes del mismo origen están todas contenidas dentro de este único recipiente. Por esta razón es llamado Akudim, “unión”, porque todas sus luces están “unidas” en un sólo recipiente.
Para meditar y experimentar:
En el alma humana esto es como decir que todos nuestros atributos intelectuales y emocionales poseen una única manera de expresarse. Podemos comparar esto a un niño que está limitado a expresar con una sola palabra o un grito sus variados sentimientos.
La luces, incapaces de “habitar” cómodamente en un sólo recipiente ingresan a una “dinámica” denominada mati velo mati, literalmente “llego pero no llego”. Las luces descienden desde la “boca” de Ak para entrar al recipiente de Akudim y luego “retroceden” para ascender (parcialmente) de vuelta a su origen en la boca de Ak, para ir y venir, ir y venir por siempre.
Olam HaNekudim: El Mundo de los Puntos
A continuación del proceso de tres etapas de orot ozen-jotem-pe que concluye con la creación del olam haAkudim, como se describió, la luz emana de los “ojos” de Ak, y descienden para rodear a Ak desde el “ombligo” hasta el “pie”. Aquí se crean diez recipientes individuales para contener las diez luces de este mundo, aunque son recipientes pequeños, no desarrollados o “inmaduros”. Respecto a los recipientes completamente desarrollados y maduros del mundo rectificado de Atzilut que vendrá luego, estos son considerados simples “puntos”. Por esta razón, es llamado olam haNekudim, “el mundo de los puntos”.
En el alma humana esto puede ser comparado al joven inmaduro que posee un lenguaje o frases distinguibles pero muy limitados para expresar cada uno de sus atributos individuales.
A diferencia del mundo anterior, donde las diez luces fluyen libremente dentro y fuera del recipiente único con una “dinámica” de mati velo mati ya descripta, en el mundo de los Nekudim todas las luces entran vigorosamente en cada uno de los pequeños recipientes de las respectivas sefirot y lo “rompen” uno por uno.
Para meditar y experimentar:
En el alma humana esto es como un quiebre psicológico (resultante del trauma de la adolescencia). En relación a la fisiología del cuerpo humano esto es como la “muerte”. Las luces (“el alma”) retornan a sus orígenes y los recipiente rotos (“los miembros físicos del cuerpo”) caen en los reinos inferiores de la realidad (“el sepulcro”) pero conteniendo en su interior “chispas”, nitzotzot de fuerza de vida que, si bien ocultas e inactivas temporariamente, aseguran la eventual “resurrección” de los recipientes quebrados.
El mundo de Nekudim se conoce generalmente como olam Hatohu, el mundo del “caos”. A menudo estos dos mundos son considerados dos estados de “caos”, uno un “caos estable” relativamente, el de Akudim donde no hay quiebre, y un “caos” más inestable, el de Nekudim que no soporta las luces y se quiebra. En la moderna “Teoría del Caos” estos dos tipos de caos son descriptos en relación al mundo físico.
Las luces del mundo de Nekudim, que emanan de los “ojos” de Ak corresponden a la raíz-alma espiritual de aquellas almas de Israel cuya función primaria y propósito en la vida es actuar como un “mensajero” o “emisario” de Di-s y Su Mashíaj (presente en cada generación) para traer la luz y la bondad de Di-s y diseminar y permear la realidad toda y la conciencia humana para que Dios sea reconocido como “el Rey de la tierra”.
De acuerdo con esta concepción, el significado de la “ruptura de los recipientes” es que estos primeros “emisarios” no salieron airosos en su tarea. En vez de reconocer que sólo Dios reina sobre toda la realidad, cada uno de los “reyes” de tohu (aludidos en la Torá como los reyes de Edom que reinaron antes de la creación del reino de Israel) dijeron “yo reino”, como se explica en extenso en cabalá.
Olam HaBrudim u Olam HaTikún: El Mundo de los Nexos o El Mundo de la Rectificación
Luego de la ruptura de los recipientes del olam HaNekudim, Dios emanó una nueva luz de la “frente” de Ak. Esta luz descendió al mismo reino que había estado ocupado por el mundo de Nekudim, desde el “ombligo” de Ak hasta la “planta del pie”. El poder y el propósito de esta nueva luz es rectificar y “resucitar” los recipientes quebrados de tohu. Este proceso de rectificación se completa dentro de la esfera del mundo de Atzilut, como se describirá en extenso. Dentro de los reinos de los tres mundos inferiores de Briá, Ietzirá y Asiá, el proceso de rectificación depende del servicio de Israel, en cuyas almas Divinas brilla la nueva luz cuyo poder es el de rectificar la realidad.
En esencia, todas las almas de Israel se vinculan con este nivel; todas son “segundos” emisarios que logran el éxito en su tarea de que Dios sea “Rey de la tierra”, en virtud de su estado innato e intrínseco de auto anulación y humildad existencial ante la presencia de Dios.
En la terminología de la cabalá, la nueva luz de Brudim se conoce por el Nombre Ma (el deletreo completo de Havaiá, el Nombre esencial de Dios, que suma 45, mem-40 y hei-5). Como palabra significa “qué [soy?]”, utilizada por Moisés para expresar su insignificancia existencial. Los recipientes de tohu con su chispa de fuerza de vida son conocidos con el Nombre Ban (otro deletreo completo de Havaiá, el Nombre esencial de Dios, que suma 52, bet-2 y nun-50).
Para meditar y experimentar:
El “secreto” del proceso de rectificación es que cada punto del Nombre Ban sea “desposado” por su correspondiente “pareja” natural en el Nombre Ma.
Ma es el poder rectificador que representa el componente masculino del matrimonio, mientras que Ban, la realidad vigente que se debe rectificar, representa su componente femenino.
Así, el mundo de la rectificación es el mundo del “matrimonio”. En el estado de ser previo, en el mundo de tohu, los “reyes” eran solteros. De hecho eran muy inmaduros para casarse. El mundo de la rectificación corresponde al estado de madurez psicológico y fisiológico necesario para contraer matrimonio. En el Zohar, este estado rectificado es conocido como “un balance perfecto”, donde los dos componentes presentes y unidos dentro de cada punto de la realidad están frente a frente.
En el mundo de la rectificación, cada uno de los puntos iniciales de los recipientes de tohu han madurado de “punto” a “línea” y luego a “área”. Entonces, podemos decir que la conciencia rectificada es la que tiene “área”. Según las palabras de nuestro patriarca Iacov, quien representa en cabalá el mundo de la rectificación, el estado de punto se representa por la expresión even, “piedra”; el estado de “línea” por matzeivá, “monumento”, y el de “área” por bait, “casa”. Enseñan nuestros sabios que para alcanzar el estado de completa rectificación de la conciencia de adam (Israel es llamado adam, “hombre”) uno debe poseer una casa, la conciencia completa de “área”, el “área” necesaria para realizar nuestro “trabajo” de emisario y sirviente de Dios.