“Jet” es la letra de la vida (jaim, de la raíz jaiá, cuya letra más importante es jet). Hemos explicado en jasidismo, que hay dos niveles de vida, “vida esencial” y “vida que vitaliza”. Di-s en si mismo, como si fuera, está en el estado de “Vida Esencial”. Su poder creativo, que permea continuamente toda la realidad es “vida que vitaliza”. También en el alma judía: la esencia de su raíz, por ser una con Di-s, posee el estado de “vida esencial”. Por el otro lado, el reflejo de la luz del alma que brilla abajo para dar vida al cuerpo, se experimenta físicamente a nivel de “vida que vitaliza”. Este segundo nivel, que es la vida como la conocemos en general, se manifiesta como una pulsación, el secreto de “correr y retornar”, “ratz vshuv“.
De acuerdo con el Arí z”l“, la letra jet está construida combinando las dos letras previas, vav y zain, con una fina línea a modo de puente, conocida como el jatoteret (“joroba”). La nueva luz que aparece con la unión de la vav –or iashar– y la zain –or jozer– es el secreto de “rondar” o “sobrevolar”, a la manera de “tocar sin tocar”. La imagen de “sobrevolar” aparece en el mismo comienzo de la Creación: “Y el espíritu de Di-s sobrevuela por sobre las aguas”. La palabra “sobrevuela” (merajefet) es la palabra número ochenta en la Torá. Es la primera palabra en la Torá que es numéricamente múltiplo de veintiseis, el valor del nombre Havaiá (merajefet = 728 = 26 times 28). Veintiocho es el valor numérico de coaj, “poder”. Así, el secreto último implicado en el valor numérico de la palabra “sobrevolar”, es “el poder de Di-s”. En cabalá, esta palabra es en particular, el secreto del poder Divino de redimir las 288 chispas caídas, que “murieron” en el proceso de “ruptura de los recipientes” (merajefet es una permutación de met rapaj, “288 han muerto”). Los sabios nos enseñan, que el “espíritu de Di-s”, se refiere aquí de hecho al alma del Mashiaj (que se permuta en shem jai, “el nombre viviente”).
“Sobrevolando” está simbolizado en la Torá “como un águila que levanta su nido y sobrevuela sobre su cría”, como fue enseñado por el Maguid de Mezeritch. Para no aplastar al nido y su cría, el águila sobrevuela sobre el nido mientras alimenta a sus pichones “tocando pero sin tocar”. El águila aquí es una metáfora de Di-s en relación con Sus hijos, Israel en particular y toda la Creación en general. Si Di-s quisiera revelar completamente Su Absoluta Presencia o retirar Su poder de re-creación continua, el mundo cesaría de existir instantáneamente.
De esta manera, “sobrevolando” sobre la realidad de la Creación, Di-s continuamente la nutre y sostiene, mientras que a la vez brinda a cada criatura, o en la terminología de la cabalá, a cada recipiente, la habilidad de crecer y desarrollarse “independientemente”. La letra jet entonces, sugiere el delicado balance entre la revelación de la Presencia de Di-s, (la vav de la jet) y el ocultamiento de Su poder creativo frente a Su Creación (la zain de la jet).
Este estado de “sobrevuelo”, “tocando sin tocar”, es el principio del fenómeno de “vida que vitaliza”. Además, “tocando sin tocar” desde Arriba, refleja en si un “correr y retornar”, en la pulsación interna de toda criatura viviente. “Y las criaturas vivientes [jaiot] corren y retornan como la aparición de un relámpago”. No leas jaiot (“criaturas vivientes”) sino jaiut, (“fuerza vital”).
La jatoteret, esa delgada línea sublime que conecta los dos componentes o facetas de la “vida que vitaliza”, es un tema en si misma. Está insinuada en: “Aquel que vive en la cima del mundo”, que es Di-s, “la Vida Esencial”. En verdad, paradógicamente Su Esencia llena y sostiene toda la realidad creada, mientras simultáneamente “sobrevuela” por sobre el nivel de “sobrevolar” en si mismo, insondable y por encima de toda percepción humana.
FORMA
Una vav a la derecha, una zain a la izquierda, con un puente delgado y encorvado (jatoteret) conectándolos por arriba.
Mundos:
Un portal: el poder de entrar a un nivel de energía superior y salir de allí.
La ascención de todos los mundos en Shabat y su subsecuente descenso después de Shabat.
(En el nivel de Almas: el poder de entrar a los misterios de la propia alma y luego volver a la conciencia mundana).
(En el nivel de Divinidad: el poder de entrar a los misterios de la Torá, y luego retornar a la conciencia de las tareas propias en la tierra).
Almas:
La unión de tres socios: el padre (vav), la madre (zain), y Di-s (jatoteret, jupá).
La danza matrimonial.
Divinidad:
“Di-s vive en la cima del mundo” – el jatoteret.
Di-s “sobrevolando” sobre la Creación.
La unión de la inmanencia y la trascendencia de Di-s, y el Pueblo Judío.
NOMBRE
Temor; Vida – cuya expresión completa es el amor.
Mundos:
Amar a Di-s con el propio cuerpo físico.
Fuerza vital del cuerpo.
Almas:
Amar a Di-s con la propia alma.
Fuerza vital del alma.
El latido del corazón del tzadik.
Divinidad:
Unidad esencial con Di-s.
Fuerza vital de la vida misma.
Resurrección de la muerte.
NÚMERO
Ocho
Mundos:
Ocho vértices del cubo.
Pluralidad tridimencional.
“Di-s es uno en los siete cielos y la tierra”.
Almas:
El octavo día – el día de la circuncisión.
Los ocho días de Januca – “La vela de Di-s en el alma del hombre”.
La circuncisión del prepucio de los labios en (Zot) Januca.
La circuncisión del prepucio de los oídos en el octavo día de Sucot.
La circuncisión del prepucio del corazón en Iom Kipur, el octavo día de aislamiento del Sumo Sacerdote.
Divinidad:
Un portal hacia el infinito.
Luz trascendente de Di-s.
Origen del alma judía y su descenso a través de los siete cielos hasta la tierra.