ATRAYENDO BENDICIONES DE LO ALTO

El Zohar sobre parashat Eikev analiza el verso “Y comerás y te saciarás y bendecirás a Havaiá, tu Dios por la buena tierra que te ha dado” (ואכלת ושבעת וברכת את הוי ‘אלקיך על הארץ הטובה אשר נתן לך). El Zohar revela la importancia de bendecir, con especial referencia a la fórmula de la bendición establecida por los sabios, “Bendito eres Tú, Havaiá, nuestro Dios, Rey [del universo]” (ברוך אתה הוי’ א-להינו מלך, Baruj Atá Havaiá Elokeinu Melej [haolam]). En el Talmud, Rabi Meir enseña que este versículo no solo nos ordena hacer una bendición después de comer, sino que aprendemos el mandato de hacer todas las bendiciones antes y después de comer, incluso la bendición antes del estudio de la Torá, de este versículo.

Necesitamos comer para estar saludables, tal como el padre del Rebe le ordenó a su hijo que dejara su hábito de ayunar hasta Minjá todos los días. Pero antes de que un judío coma, necesita bendecir a Dios por la comida que está a punto de comer y también necesita bendecir a Dios después de haber comido. Este orden de bendición-comer-bendición es similar al orden de las palabras en el Shemá, “Havaiá, nuestro Dios, Havaiá [es uno]” (הוי ‘א-להינו הוי, Havaia Elokeinu Havaia’). Dios nos concede su sustento entre dos bendiciones.

El Zohar revela que las primeras palabras de la fórmula de bendición habitual, “Bendito eres Tú, Havaiá nuestro Dios, Rey [del universo]” se relacionan con la esencia de atraer bendiciones desde Arriba. La primera palabra, “Bendito” (ברוך) es la fuente de bendición, mientras que las siguientes cuatro palabras (אתה הוי ‘א-להינו מלך) corresponden a los tres patriarcas, Abraham, Isaac y Jacob y al Rey David. Nos conectamos a la fuente de la bendición con la palabra “Bendito” (ברוך) y llenamos todos los mundos con la luz Divina de Dios a través de estas cuatro almas arquetípicas.

La primera palabra que sigue a “Bendito” (ברוך, baruj) es “Tú” (אתה, Atá), que corresponde a Abraham, quien fue el primero en revelar la luz de Dios en el mundo a través de su bondad amorosa. La bondad es la primera sefirá emotiva y se encuentra en el eje derecho del “Árbol de la vida”. La siguiente palabra en la bendición, “Havaiá” (‘הוי), corresponde a Iaacov ya la sefirá de belleza, que se encuentra en el eje medio. “Nuestro Dios” (א-להינו) corresponde a Itzjak y a la sefirá de poder, en el eje izquierdo. Finalmente, “Rey [del universo]” (מלך), corresponde a la sefirá del reinado, que contiene la bendición Divina de Arriba.

Según el orden cabalístico regular, esperaríamos que los ejes estuvieran representados en el orden de derecha-izquierda-centro. Sin embargo, el orden normal se aplica a un estado en el que la derecha y la izquierda representan extremos opuestos, mientras que el centro solo puede ser alcanzado por cada lado comprometiendo su posición original hasta cierto punto. Se pueden encontrar ejemplos de tal estado en la sociedad y en la política. Así también nos enseña Maimónides a refinar nuestro carácter; si la inclinación natural de uno tiende a un extremo, debe refinarla adoptando con fuerza el otro extremo, hasta que después de un tiempo, su naturaleza se establezca en el medio. Por ejemplo, si un individuo es naturalmente tacaño, debe comenzar a dar profusamente sin ningún límite durante un período de tiempo y luego gradualmente su naturaleza se acercará al término medio, llamado el Camino Dorado, donde su inclinación tacaña se ve atenuada por su disposición a dar sin consideración. En estos casos, el centro solo se puede definir después de que se hayan identificado la extrema izquierda y la extrema derecha.

Sin embargo, en el caso de la fórmula de bendición, el orden derecha-centro-izquierda asume que el eje central existe independientemente de la derecha y la izquierda. No se trata simplemente de un compromiso entre ellos, y puede ubicarse incluso antes de que la izquierda se haya definido como el extremo opuesto a la derecha. Tal situación implica que la izquierda no se opone en absoluto a la derecha, sino que ambas representan caminos válidos para servir la voluntad de Dios, el camino correcto representa un camino de bondad amorosa, el camino de la izquierda representa un camino de poder y fuerza. En tal caso, para llegar a un estado de inter-inclusión de izquierda y derecha, nos movemos de la derecha al centro donde se encuentra el Nombre Esencial de la compasión (הוי, Havaia) de Dios, haciendo posible endulzar los duros juicios de la a la izquierda, donde se encuentra el Nombre del juicio de Dios (א-להינו). De esta manera, cuando hacemos una bendición con las intenciones correctas en mente, perfeccionamos el flujo de abundancia traído este mundo inferior, la sefirá del reinado, representada por la palabra “Rey” (מלך).

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