¿Cuántas cosas estamos dirigidos a recordar siempre? Al final de los servicios en muchos libros de oración, hay seis recuerdos que por costumbre se recitan diariamente. Pero también hay una lista más completa que tiene diez recuerdos (sobre los cuales Rabi Levi Itzjak de Berditchev escribió un comentario). Uno de esos recuerdos es un verso de la parashá de esta semana: “Y recordarás a Havaiá tu Dios, porque Él es Quien te da la fuerza para tener éxito”.
Este es el “Recuerdo de la Tierra de Israel”, zjirat eretz Israel (זְכִירַת אֶרֶץ יִשְׂרָאֵל) porque se nos ordena seguirlo junto con el regalo de recibir la Tierra de Israel. Los versículos anteriores dicen: “Y comerás y te saciarás y bendecirás a Havaiá tu Dios por la buena tierra que te dio. Cuídate de que no te olvides de Havaiá tu Dios… no sea que comas y te sacies y construyas buenas casas y te establezcas… y tu corazón se enalteciera y te olvidarás de Havaiá tu Dios… y dirás en tu corazón: ‘Es por mi destreza y la fuerza de mi mano lo que me ha traído todo este éxito.” No digas eso. Más bien, recuerda que es Dios quien te da la fuerza para tener éxito.
Con estos versículos, la Torá no nos está dirigiendo a sentirnos nebej (débiles) e ineficaces y pensar que no tenemos fuerza, ni habilidades, ni energía. No nos está instruyendo a permanecer pasivos y esperar a que Dios haga todo por nosotros. Al contrario. El Todopoderoso quiere que sepamos que Él nos ha otorgado todo el poder, todas las habilidades, toda la energía necesaria para tener éxito en todo buen esfuerzo que nos propongamos. Debemos estar llenos de confianza, sagrada confianza, de que no hay nada que no podamos alcanzar. Pero recuerda que es Dios quien te da el poder para triunfar. Esta confianza está especialmente relacionada con la Tierra de Israel, la Tierra de la acción. En la Tierra de Israel, cumplimos la Torá y las mitzvot en su forma completa. Es aquí donde Dios nos da nuestra herencia dentro de la realidad física tangible para que sirva como plataforma para nuestros esfuerzos y emprendimientos.
La conciencia rectificada del recuerdo de la Tierra de Israel nos proporciona una santa confianza en nosotros mismos. Puedes confiar en tu propia fuerza, actuar y tomar la iniciativa con la confianza de que tendrás éxito, porque en tu interior sabes que todo lo que tienes proviene de Dios.