El santo Rebe Dov Berish Landa de Biala nació en 5580 (1820). su padre fue el Rebe Abraham Landa, el Gaón de Metjanov. Inicialmente el Rebe Berish era discípulo del Alter Rebe de Vorki, pero incluso entonces pertenecía al grupo sagrado que seguía a su hijo, el Rebe Menajem Mendel de Vorki. Después del fallecimiento del Alter Rebe de Vorki, se volvió completamente devoto de Rabi Menajem Mendel hasta su fallecimiento en 5628 (1868). Tras la muerte de su Rebe, el Rebe Berish fue el Rebe en Biala durante ocho años, hasta su muerte el 25 de Sivan 5636 (1876). Sus seguidores establecieron dos dinastías jasídicas: la dinastía de Alexander, establecida por su discípulo, y la dinastía de Strikov, establecida por su hijo.
En la sala de estudios de Vorki, solo los sabios mayores subían a la plataforma elevada. Allí había una barra para evitar que los jóvenes discípulos se amontonaran en la plataforma. El santo Rebe de Biala cuando aún era un joven subió a la plataforma. Los asistentes querían sacarlo de allí, pero el santo Rebe de Vorki dijo: “Déjenlo esta, es uno de los sabios mayores “.
Los sabios enseñan que según la Torá la palabra “anciano” (זָקֵן, zakén) no es una indicación de la edad, sino más bien del nivel de sabiduría de la persona. Siguiendo este principio, las letras de la palabra “anciano” pueden verse como iniciales de la frase “esta persona ha adquirido sabiduría” (זֶה קָנָה חָכְמָה, ze kaná jojmá). Por lo tanto incluso un niño o un joven puede ser llamado sabio anciano, ya que se refiere a su sabiduría.
Jasidut explica que la sabiduría en cuestión no es el dominio de masas de información, sino más bien, el poder interior de la sefirá de sabiduría, cuya experiencia interna es el poder de anulación. Una persona que tiene un sentido interior de anulación ante Dios en su corazón, se considera un anciano que ha adquirido sabiduría. Este poder de anulación dentro de la sabiduría es aludido por la permutación de la palabra “sabiduría” (חָכְמָה, jojmá) en la frase, “el poder de la nada” (כֹּחַ מָה, coaj má), que significa el poder de anularse a uno mismo.
La sabiduría también está relacionada con el poder de la vista. Es la inteligencia que integra la realidad con la experiencia directa. La adquisición de sabiduría se expresa como ver la Divinidad, el sentimiento de la presencia de Dios y ver claramente la Divina Providencia en la realidad.
A veces justamente los niños pequeños o los jóvenes los que pueden ver la Divinidad mucho más claramente que los adultos. El Rebe Berish de Biala era un verdadero avrej (un joven erudito), como se lo llamó a Iosef en Egipto cuando ascendió a la grandeza a una edad temprana (Génesis 41:43): “Y lo llamaron avrej” (Av, padre -en sabiduría— y raj —tierno en años, Rashi allí.).
La sabiduría iluminadora del Rebe Berish, que tenía una gran alma y era un sabio mayor incluso de joven, se expresa en esta historia de dos maneras:
El Rabi Berish ejemplifica el dicho de los sabios en Pirkei Avot: “¿Quién es sabio? El que conoce su lugar”. Él aclara su lugar para sí mismo y su Rebe lo respalda. De esta historia vemos que una persona sabia tiene una amplia porción de descaro, jutzpá santa. El joven Rebe Berish no se avergonzó por sentarse en su merecido lugar según su sabia percepción, a pesar de que puede haber levantado algunas cejas y parecido audaz a otros. Este santo descaro es relevante para la persona verdaderamente sabia, de quien está escrito “Fortaleza es la sabiduría para el sabio” (Eclesiastés 7:19). La sabiduría otorga valentía a los sabios, fortaleza de carácter e incluso santa audacia (particularmente a medida que nos acercamos a la llegada del Mashíaj, cuando una de las señales de los talones del Mashíaj es que aumentará el descaro).
En concordancia, el sexto Rebe de Lubavitch define el “poder de la nada” en la sabiduría como “la intensidad de la anulación”: experimentar el punto interior de la anulación proporciona a la persona sabia la intensidad apropiada para su estatura y misión en la vida.