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El Rebe Moshe de Lelov era hijo de Rebe Dovid de Lelov y el segundo Rebe de la dinastía Lelov. Se casó con la hija del “Heilige Yid” de P’shisja. Toda su vida, Rabi Moshe anhelaba hacer aliá a la Tierra de Israel. Fue uno de los fundadores del Kolel Varsha cuya misión era apoyar a los habitantes de Tierra Santa. En el año 5610 (1849), el Rebe Moshe inició su viaje hacia la Tierra de Israel, llegando a sus costas en el mes de Tishrei 5611 (1850). Vivió 74 días en la Tierra de Israel, equivalente a la cantidad de años que tenía en ese momento. Antes de morir dio instrucciones de enterrarlo junto a la tumba del profeta Zejariá ben Berajia. El 13 de Tevet, cuando vio que su enfermedad empeoraba, pidió que lo llevaran en su cama al Muro Occidental en Ierushalaim. Sin embargo, cuando su séquito se acercó al Muro, los árabes les arrojaron piedras y los obligaron a retirarse. El Rebe Moshe falleció ese mismo día.
Antes de que el Rebe Moshe de Lelov hiciera aliá a la Tierra de Israel, viajó a muchos tzadikim en Polonia para recibir sus bendiciones de despedida. Una de sus paradas más importantes fue visitar al ilustre Rebe Israel de Ruzhin, a quien el Rebe Moshe consideraba su Rebe, a pesar de que él mismo era un Rebe. Antes de que Rabi Israel de Ruzhin se despidiera de Rabi Moshe, les comentó a sus discípulos que los jasidim de Polonia eran tontos por permitir que su amado Rebe Moshe los dejara. Citó la mishná en el tratado de Shabat: “Está prohibido buscar piojos a la luz de la vela [en Shabat]” (Shabat 12a). Pero en hebreo, la palabra para “buscar piojos” es “polin”, que también son los nombres en hebreo e idish de “Polonia”. Por lo tanto, las palabras pueden significar: “Polonia no está bajo la luz de la vela.”
Los jasidim de Rabi Moshe lo acompañaron a la estación de tren mientras partía hacia Tierra Santa. Antes de abordar les dijo: “Mírenme la cara larga y profundamente. Recuerden mi cara siempre (las fotografías eran poco comunes entonces). Esta será una segulá que durará toda vuestra vida para que se beneficien tanto en el ámbito material como en el espiritual”.
Quizás les llame la atención que a muchos judíos y algunos gentiles acostumbren poner fotos de tzadikim, maestros espirituales, en sus casas o los lleven en sus autos y carteras. No es simplemente porque sus rostros sean bellos, un verdadero símbolo de la Divinidad en el mundo. No es sólo para tener un sentimiento de conexión con el tzadik; muchas veces nunca estuvieron personalmente con él y quizás ni siquiera conocen sus enseñanzas.
Sus rostros no son sólo una imagen para contemplar, sino que también tiene un efecto real sobre el que los observa. Alguien que alentó esta práctica fue el actual Rebe de Lelov, un contemporáneo del Rebe de Lubavitch, de quien es sabido tenía una particular y profunda conexión espiritual con él.
Las palabras de Rabi Israel de Ruzhin se correlacionan con el dicho de que cuando un tzadik deja una ciudad “su esplendor se apaga, su luz se apaga, su grandeza se apaga” (Rashi en Génesis 28:10). La belleza y la luz en el rostro del tzadik emanan del lugar donde vive e interactúa, pero cuando él se va, la luz también se va y todos los que quedan atrás corren el peligro de hundirse en las tinieblas del mundo. El antídoto para esto es grabar la imagen del tzadik en el alma, así como la imagen del rostro de Iaacov se le apareció a su hijo Iosef en su momento de prueba y le impidió pecar. Cuando una persona está conectada al tzadik, su temor al cielo y su amor por Israel se fortalecen cada vez que recuerda la imagen del tzadik.
Jasidut explica que para Moshé el temor al Cielo es una cosa simple. Cuando estamos conectados a un tzadik el temor al Cielo se vuelve simple. El Beer Moshe de Kozhnitz dijo: “Si una persona quiere ver la forma de Moshé, debe mirarlo [al Rebe Moshe de Lelov]”. Esta manera de conectarse con los tzadikim también fue expresada por el bisnieto del Rebe Moshe, el Rebe Moshe Mordejai de Lelov, quien animó a sus jasidim a que siempre llevaran una foto del Rebe de Lubavitch con ellos como segulá para tener temor al cielo.
El pedido de Rebe Moshe de ser enterrado junto al profeta Zejariá expresó su profunda conexión con él. Su día del fallecimiento el 13 de Tevet es sólo tres días después de la fecha de fallecimiento de Zejariá el 10 Tevet. El libro de Zejariá es el undécimo de los doce libros de los profetas menores. El libro de Zejariá, con su estilo especial y los sueños únicos del profeta, recuerda a Iosef, el maestro de los sueños, quien también fue el undécimo de las 12 tribus de Israel. El discípulo del Rebe Moshe, el Tiferet Shlomo de Radomsk dijo que el anhelo de su Rebe de hacer aliá a la Tierra de Israel se debía a que él era, como Iosef, el “esposo de la princesa”, refiriéndose a la Tierra de Israel que corresponde al atributo del reinado, la Shejiná. Como tal, la Tierra de Israel simboliza a todo el pueblo de Israel. El tzadik es el atributo del fundamento, extrayendo un eflujo de las bendiciones de Dios y dándola al atributo del reinado. El anhelo del Rebe Moshe de Lelov por la Tierra de Israel era, por lo tanto, como el anhelo de un marido por su amada esposa. Curiosamente, el Rebe Moshe falleció durante la semana en la que leímos la porción de la Torá de Vaiejí, la porción en la que leemos sobre la muerte de iosef.
(basado en una enseñanza del Rabino Ginsburgh en un encuentro para niños en Ramat Aviv, Tevet 13, 5767)
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Rabino Itzjak Ginsburgh – Instituto Gal Einai