Meditación diaria de Rab Itzjak Ginsburgh
Vaiejí: Y vivió – Lunes
וַיִּשְׁלַח יִשְׂרָאֵל אֶת יְמִינוֹ וַיָּשֶׁת עַל רֹאשׁ אֶפְרַיִם וְהוּא הַצָּעִיר
וְאֶת שְׂמֹאלוֹ עַל רֹאשׁ מְנַשֶּׁה שִׂכֵּל אֶת יָדָיו כִּי מְנַשֶּׁה הַבְּכוֹר”
“Vaishlaj Israel et ieminó vaiashet al rosh Efraim vehú hatzair,
veet smoló al rosh Menashé. Sikel et iadav ki Menashé Habejor”
“Y Israel extendió su mano derecha y la puso sobre la cabeza de Efraím, y él era el más joven, y su mano izquierda sobre la cabeza de Menashé, reposicionó (sikel) sus manos, porque Menashe era el mayor.”
Lesakel לסכל, las manos significan infundirles sejel (סכל, inteligencia) y sabiduría. Naturalmente, las manos van hacia adelante, pero el intelecto puede dirigirlas de manera exacta. A veces la mano derecha debe girar a la izquierda y la izquierda a la derecha.
La mano derecha y la mano izquierda representan las sefirot (ספירות los canales de energía Divina) de Jesed (bondad, חסד) y Guevurá (גבורה, rigor). “La mano izquierda aleja (con el rasgo de carácter del rigor, que mide y controla) y la mano derecha acerca (con el rasgo de carácter de bondad, que otorga y abraza)”. En el sistema de las sefirot, a la derecha debajo de la sefirá de Jesed está la sefirá de Netzaj (נצח, victoria), mientras que debajo de la sefirá de Guevurá a la izquierda está la sefirá de Hod (הוד, esplendor). (Netzaj y Hod corresponden en el cuerpo a las dos piernas de la persona, cuya anatomía expresa la forma en que Di-s dirige el mundo). De esta manera el secreto del sikul de las manos es que hay una conexión diagonal entre Jesed (mano derecha) y Hod (pierna izquierda), y entre Guevurá (mano izquierda) y Netzaj (pierna derecha).
Esto se puede ilustrar con respecto al Estado de Israel de hoy. En general debemos alentar y promover las cosas buenas, y criticar las cosas negativas. En la práctica: debemos amar y acercarnos principalmente a aquellos lugares que tienen puntos de judaísmo (יהדות, Iahadut, Idishkait en idish). La expresión simple del judaísmo (Iahadut) está conectada a Hod, de la misma raíz. Un judío (Iehudí, יהודי) es aquel que reconoce (modé, מודה) a Aquel que está por encima de él, da gracias (modé) a Di-s por cada respiración y admite (modé) que la verdad de Di-s es mucho mayor que la nuestra. Esto se llama llevar la mano derecha hacia la izquierda: actuar con Jesed hacia Hod.
Por otro lado, Netzaj está conectado al ejército. El papel del ejército es, por supuesto, vencer, (lenatzeaj, לנצח) al enemigo. ¿Están haciendo las Fuerzas de Defensa de Israel y el aparato de seguridad lo que hay que hacer para ganar? Puedes juzgarlo ti mismo. En vista de eso es necesaria nuestra crítica. Debemos exigir al ejército que actúe con fuerza y rigor, no tener piedad de los crueles y no humillarse ante los atacantes (porque esto los alienta). Esto se llama girar la mano izquierda (Guevurá) hacia la derecha (Netzaj).
Al vincularnos con la totalidad de la nación judía, podemos lograr cualquier rectificación
Y Iaacov llamó a sus hijos y les dijo: “Reúnanse y les revelaré lo que les sucederá al final de los días”. Entonces se juntaron y escucharon a su padre Israel. (Génesis 49:1-2)
¿Cuál era la naturaleza de esta reunión? Rabi Pinjas de Koretz, un estudiante y colega del Baal Shem Tov, sugirió que esta reunión puede ser explicada por la expresión talmúdica: “Haz que tus oídos sean como un embudo. Apresta tus oídos para escuchar/escuchar bien lo que se está diciendo.” (Tratado de Julín 89a) A veces hay un límite a lo que puede ser logrado por un judío individual…
Explicó en nombre de su amigo y compañero de estudios del Baal Shem Tov, Rabi Najman de Horodenka, que a veces hay un límite para lo que un judío individual puede lograr, incluso mediante la oración. Las transgresiones de un judío simplemente le imposibilitan unir la distancia entre él y el Creador. ¿Qué se puede hacer?
La distancia se puede unir solo de una manera: tomarse de las manos, y así cogidos de la mano hasta que esta cadena llegue hasta el Trono de gloria. Entonces, Di-s seguramente no podrá ignorar nuestras súplicas.
Este es el significado de “Haz tus oídos como un embudo …”: los judíos necesitan aprender de las tribus, de los hijos de Iaacov que se reunieron para escuchar las palabras finales de su reverenciado padre, para unificar sus oídos hasta que se conviertan juntos en un enorme oído. Tal oído es seguramente capaz de escuchar todo.
Dado que el Talmud dice: “Todos los judíos son responsables uno por el otro” (Shavuot 39a); de esta manera, no se perderá nada, no se descuidará ningún matiz. Se captarán las lecciones que deben aprenderse, y siempre podremos ayudarnos unos a otros a seguir un camino positivo para servir a Di-s.
[Basado en Imrei Pinjás; publicado por primera vez en B’Ohel Tzadikim, Vaiejí 5759 por Biniomin Adilman.