23 Nisan 5782

Es costumbre contar una historia jasídica sobre el Baal Shem Tov todos los Motzaei Shabat, la salida del Shabat por la noche en una comida de Melavé Malká, acompañar a la novia (el Shabat).

Una segulá para un buen sustento, para tener hijos y tener satisfacciones de ellos, para una vida buena y larga y para salud

NO ENTRO EN LA SINAGOGA

Una vez el Baal Shem Tov llegó a una ciudad y pidió entrar a la sinagoga allí. Cuando estuvo en el umbral, se arrepintió y no entró. Luego les dijo a sus allegados:

Cuando miré en la sinagoga, vi que su espacio estaba lleno de Torá, y tuve miedo de que mis pies pisaran nombres que tienen un lugar en la guenizá (donde se entierran los libros y objetos sagrados en desuso).

Y continuó…

Donde quiera que uno estudie la Torá por ella misma, las letras de la Torá alzan vuelo y ascienden al cielo. Sin embargo, en esta sinagoga estudiaron mucha Torá pero no en aras de sí misma, y por lo tanto, las letras de la Torá quedaron flotando en el espacio y no subieron al cielo. Y debido a que la casa estaba llena de Torá, no era posible entrar. 

Sea Su voluntad que tengamos el mérito de estudiar mucha Torá en aras de sí misma.

Refuá Shlemá para Lili Rivka bat Lea, que tenga larga y buena vida

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *