HISTORIAS JASIDICAS
Rabí Mordejai Iosef Leiner:
El Rebe Mordejai Iosef Leiner de Izbica, conocido epónimamente por el título de su libro “Mei HaShiloaj”, nació en el año 5560 (1800) siendo su padre Rabí Iaakov, un discípulo del Vidente de Lublin. Fue un distinguido alumno del Rebe Simjá Bunim de Peshisja y más tarde aceptó el liderazgo del Rebe Menajem Mendel de Kotzk. Tras una disputa ideológica, abandonó Kotzk con un grupo de seguidores y fundó la dinastía jasídica Izbica, que continuó en Radzyn. El Rebe Mordejai Iosef era conocido por la profundidad de sus enseñanzas jasídicas y por su perspectiva de que, en su esencia interna, todas las acciones del pueblo judío, incluso los pecados, expresan la voluntad del Santo Bendito Es. Sus enseñanzas de la Torá fueron recogidas por su nieto, el Rebe Gershon Janoj Henoj, en el libro “Mei HaShiloaj”. Su camino fue continuado por sus discípulos, el Rebe Tzadok HaKohen de Lublin, el Rebe Leibele Eiger, y su propio hijo, el Rebe Iaacov Leiner. El Rebe Mordejai Iosef falleció el 7 de Tevet de 5614 (1854).
Hubo un incidente con el santo Rebe de Izbica relacionado con el hidromiel, una bebida popular en su época. El hidromiel se elabora a partir de agua de miel fermentada y su aspecto es similar al del vino. A veces incluso es conocido como vino de miel. Una vez, por error, se vertió hidromiel en su copa de Kidush en lugar de vino, y comenzó a recitar el Kidush para la comida de Shabat.
Cuando llegó a la bendición hecha sobre el vino en el Kidush, se detuvo y no continuó la bendición. Cuando los presentes se percataron de esto, comenzaron a buscar una razón para su comportamiento. Entonces se descubrió que en su copa había hidromiel, no vino. Si él hubiera continuado y hubiera hecho la bendición sobre el vino, habría estado tomando el Nombre de Di-s en vano.
Después, el Rebe Mordejai Iosef explicó que nadie debe pensar que detener la bendición era un milagro o el resultado de una inspiración divina. Más bien, dado que siempre verifica el estatus de kosher de lo que tiene ante sí antes de recitar su bendición, ahora también, durante el Kidush, buscó el estatus kosher del vino y no pudo encontrarlo.
A pesar de que el hidromiel es inherentemente kosher y es apto incluso para el Kidush, sin embargo, el vino requiere de una inspección para asegurarse de que es kosher, etc. En el caso del hidromiel todas las prohibiciones especiales que se aplican al vino no son relevantes. Y cuando estas prohibiciones no son aplicables es imposible determinar si la bebida en su copa es kosher o no. Mientras no haya una fuerza que se oponga al kashrut este en sí mismo es de menor grado. Por lo tanto, no pudo encontrar el kashrut en el hidromiel y no pudo continuar con su bendición.
La extraordinaria vista del Rebe Mordejai Iosef, que para él no era un milagro en absoluto, lo salvó de hacer la bendición del vino sobre una bebida que no es vino. De hecho, los tzadikim han dicho que específicamente la palabra guefen (vid, גֶּפֶן), que aparece en la bendición sobre el vino, insinúa las muchas influencias del Kidush sobre la salud (guezunt, געזונט), el sustento (parnasá, פַּרְנָָסָה) y la satisfacción por la propia vida y la descendencia (najat, נַַחַת).
El tzadik conocía bien este secreto: una vez, en el Shabat de Parashat Tetzavé, un judío le pidió una bendición para el sustento. El tzadik le entregó una copa de vino y dijo, citando el versículo de la porción de la Torá de esa semana: “Y harás engastes de oro”[1], veasita mishbetzot zahav (וְעָשִׂיתָ מִשְׁבְּצֹת זָהָב). ¡Que tengas las carteras llenas de oro! No pasaron muchos días antes de que el hombre se hiciera muy rico.
En Cabalá y Jasidut, el vino se asocia con la sefirá de biná (entendimiento), mientras que el hidromiel cae bajo la categoría halájica de jamar mediná (la bebida de la tierra) y, por lo tanto, se asocia con la sefirá de maljut (reinado). La asociación entre vino y biná se expresa tanto en las muchas restricciones que se aplican al vino, ya que biná es la fuente de los juicios – entre ellos la estricta adherencia al kashrut como el hecho de que “el canto solo se dice sobre el vino”[2]– una expresión de la idea de que la esencia interior de biná es específicamente la alegría.
Tanto el canto alegre como la mirada penetrante a la esencia del vino se insinúan en la palabra “kosher” (כָּשֵׁר). La primera letra, כ, es la inicial de la palabra “fuerza”, coaj (כֹּחַ). Las dos letras restantes, שר, tienen dos significados: ya sea canto o mirada, este último significado aparece en el verso “Y desde las colinas lo veo”[3], umigvaot ashorenu (ומִגְּבָעוֹת אֲשׁוֹרֶנּוּ). El poder de mirar y sentir la esencia del vino pertenece específicamente al aspecto de guevurá (poder) de biná: el temor de Di-s en el corazón del tzadik es lo que le permite entender (el significado de biná) lo que está frente a él.
A la luz de nuestras palabras, es interesante ver que, en varios lugares, el vino está conectado con el temor. Por ejemplo, el Talmud establece que “el temor severo, el vino lo disipa”.[4]El gozo y el aturdimiento del vino se enfrenta al temor y lo vencen. El Baal Shem Tov, sin embargo, expuso esta declaración talmúdica como si dijera: “el vino severo, el temor lo disipa”. El Baal Shem Tov y sus discípulos mencionaron esta interpretación cuando instantáneamente necesitaban disipar el efecto del vino que habían bebido. Lo hicieron recordando a Di-s y experimentando el temor de Di-s. Del mismo modo, el Rebe Mordejai Iosef, cuando estaba a punto de beber vino, se llenó de temor al Cielo mientras verificaba el kashrut de la bebida, y el temor de Di-s lo ayudó a evitar un tropiezo en el que ni siquiera había pensado.
[1] Éxodo 28:13
[2] Berajot 35a
[3] Números 23:9
[4] Bava Batra 10a