En memoria de Rev Avi Piamenta זצ״ל

Músico jasídico talentoso y alma querida

Con profunda tristeza fue recibida la noticia del fallecimiento repentino de R’ Avi Piamenta זצ״ל, el querido “jasid menaguén” (jasid músico), quien partió inesperadamente el pasado viernes por la tarde, mientras se encontraba en el 770 (la sede central de Jabad en Brooklyn, Nueva York) con motivo del 3 de Tamuz aniversario del Rebe de Lubavitch.

Un último viaje desde 770 hasta Har HaZeitim

El cortejo fúnebre se inició hoy frente al 770 y continuará mañana lunes, 11 de Tamuz, al mediodía en Kfar Jabad, para culminar en el Monte de los Olivos (Har HaZeitim) en Jerusalén, donde será enterrado.

De Jerusalén al mundo: una vida consagrada a la música y al alma

Avi creció en Jerusalén, en una familia de tradición. Desde muy joven mostró un alma creativa y musical, y comenzó a tocar junto a su hermano mayor, el guitarrista Yossi Piamenta ע״ה (que en paz descanse), con quien fundó la emblemática “Banda Piamenta”, que fusionó sonidos del rock con la espiritualidad judía.

Con los años, ambos hermanos –así como otros miembros de la familia– se acercaron con profundidad al cumplimiento de las mitzvot (preceptos) y a la jasidut Jabad, y algunos incluso se mudaron al barrio de Crown Heights, cerca del Rebe de Lubavitch.

Avi se convirtió en una figura entrañable y reconocida dentro del paisaje jasídico: tocó en desfiles de Lag BaOmer (una festividad que celebra la vida del sabio Rabi Shimón bar Iojai) y en otros eventos en presencia del Rebe. En su reciente visita por Guimel Tamuz (el 3 de Tamuz), logró permanecer varios días en el 770, participó en un encuentro musical para niños y, trágicamente, falleció de un ataque cardíaco en la víspera de Shabat, dejando una familia extensa, hijos y nietos, muchos de los cuales se dedican a la shlijut (misión jasídica) en distintos lugares del mundo.

Más que discípulo: un alma cercana al Rav Ginsburgh

R’ Avi Piamenta fue uno de los alumnos más cercanos y queridos del Rav Itzjak Ginsburgh שליט״א, en una relación que se puede describir como la de un “talmid-javer” – discípulo-amigo. Durante muchos años mantuvo un estrecho vínculo con el Rav, participando como músico en celebraciones familiares y bodas de miembros de la familia Ginsburgh, y por supuesto, también en farbrenguens (reuniones jasídicas), grabaciones y otros proyectos musicales y espirituales.

Avi fue también parte activa de reuniones internas y profundas que acompañaron momentos clave en la trayectoria del Rav, como la farbrenguen que se realizó tras recibir una orden judicial que le impedía acceder a yeshivot en Judea y Samaria, o una inolvidable reunión nocturna en la que trajo de regreso al Rav a su antiguo amigo R’ Moti Gal, y juntos comenzaron a planear nuevas actividades espirituales.

Un legado de luz, música y verdad

R’ Avi Piamenta זצ״ל deja tras de sí no solo melodías inolvidables, sino una estela de fe, entrega y amor por la verdad interior del alma judía. Su música seguirá sonando en los corazones de quienes lo conocieron, y su espíritu vivirá en cada nota que eleve el alma hacia lo Alto.

La responsabilidad del nigún

Reflexiones del Rav Ginzburgh sobre el arte de Avi Piamenta z”l y el poder espiritual de la música jasídica

En diversas ocasiones, el Rav Itzjak Ginzburgh שליט״א mencionó a R’ Avi Piamenta זצ״ל como ejemplo de un artista que actuaba ante públicos amplios y diversos, y que enfrentaba el desafío espiritual y ético de mantener un equilibrio fino y profundo: entre el deseo del público, el estilo personal del músico, y la fidelidad a los nigunim (melodías jasídicas) y sus compositores.

La música crea el ambiente: una lección a músicos de Jabad

Durante una clase especial dirigida a músicos jasídicos en Rejovot en el año 5768 (2008), el Rav Ginzburgh explicó el impacto que tiene el músico sobre la atmósfera espiritual de los eventos:

“Si tú eres el músico de una boda – y ‘todas las canciones son sagradas, y el Cantar de los Cantares es sagrado de los sagrados’ – tú haces la noche. Tú decides si la pareja se casa en un ambiente de Kodesh Kodashim (Santísimo) o en una atmósfera superficial. Depende de ti.
Si conviertes la boda en una ocasión de frivolidad y alegría externa, es una grave falta contra esa boda.”

“Por eso es necesario contar con buenos nigunim – especialmente de Jabad – pero también importa mucho la forma en que se presentan: el estilo, el arreglo, la expresión.
No necesitas dejar de ser tú mismo. Si eres Avi Piamenta, por ejemplo, quiero escucharte siendo tú. Pero debes tocar con un corazón puro.
Cuando escucho a Avi, escucho a un jasid y un emisario del Rebe. Cada músico debe pensar así: ‘Yo soy un shelíaj (emisario)’. Y no hay nada más sagrado que una boda.
La responsabilidad de la banda es crear un ambiente de santidad. Si los nigunim se interpretan con estilo de rock o de música no judía, sin duda eso daña la kedushá (santidad) de la boda, incluso si el público lo disfruta.”

Una conversación abierta sobre música, público y límites

Antes de esa clase, se había dado un pequeño debate entre músicos acerca de una presentación en la que Avi había participado. La clase del Rav funcionó también como una respuesta a esa conversación.

Avi Piamenta compartió que:

“Se habló de los nigunim de Jabad, sobre cómo tratarlos, hasta dónde se puede llevarlos, y sobre cómo distintos tipos de público reaccionan a ellos. También discutimos cómo controlar el impacto en una época donde todos tienen acceso a todo. ¿Qué se hace con los que están completamente alejados, o con quienes podrían verse negativamente influenciados desde dentro?”

Mordejai, uno de los músicos presentes, preguntó:

“Después del debate, ¿cómo se evalúa ahora aquella presentación en Ramat Gan donde participó Avi? ¿Se sabía quién era el público? ¿Estaba dentro de los criterios adecuados? No era un público necesitado de acercamiento al judaísmo [Avi: querían atraer al mayor número de personas posible, incluidos religiosos de otros sectores]. Entonces, ¿cantar canciones de artistas populares actuales puede considerarse como santificar el Nombre de Dios?”

Avi respondió con sinceridad:

“¿Fue decisión mía por gusto personal? La pregunta real es si podrías haber atraído a ese público solo con nigunim, sin invitar a artistas famosos. Yo preferiría que cada cantante interpretara nigunim de Jabad, pero el público fue convocado para verlos a ellos y sus canciones, eso fue lo que se promocionó.
Si se hubiera anunciado que los artistas cantarían nigunim de Jabad en versiones especiales, eso me habría llegado mucho más al corazón. Pero no sé si eso habría atraído al mismo público.”
El Rav Glujovski agregó una advertencia clara: “Existe una carta del Rebe que advierte que hay arreglos musicales – incluso para nigunim de Jabad – que pueden resultar perjudiciales.”

La música como canal de teshuvá

Años después, en el verano del 5773 (2013), se realizó un encuentro de músicos en el centro “Hamacom” de Tel Aviv, donde el Rav Ginzburgh enseñó sobre la dimensión de la alegría y el llanto en la música: los nigunim de simjá (alegría) y los de gaaguím (nostalgia, anhelo del alma).

En esa ocasión, el Rav habló sobre el peligro de componer melodías para versículos del “Shir HaShirim” (Cantar de los Cantares) si el compositor no es suficientemente temeroso de Dios y justo, mencionando que solo los tzadikim (justos) pueden hacerlo con pureza.

Pidió a Avi Piamenta que interpretara el conocido nigún “Kol Dodi”, compuesto por el Alter Rebe (el primer Rebe de Jabad). Contó que ese nigún era utilizado por el Alter Rebe para despertar el alma judía al retorno (teshuvá).

La música como fuente de inspiración y profecía

En el año 5774 (2014), se llevó a cabo un nuevo farbrenguen (reunión jasídica) de músicos, esta vez en la escuela “Mizmor” en Jerusalén, bajo el tema: “La música como fuente de profecía”. Allí, Avi tocó junto a muchos músicos y amigos, compartiendo el alma a través del nigún, como solo él sabía hacerlo.

Gracias por tu paciencia. Aquí tienes la traducción adaptada al español, en un estilo fluido y respetuoso, lista para incorporarse a un artículo web conmemorativo sobre R’ Avi Piamenta זצ״ל, manteniendo la fidelidad al tono original pero ajustando los pasajes más delicados al contexto de una publicación pública:

Una visión compartida: la “Cuarta Revolución” y la música que transforma

R’ Avi Piamenta זצ״ל se sintió especialmente identificado con la visión del Rav Ginsburgh sobre la “Cuarta Revolución”, una propuesta espiritual para transformar el mundo a través de la conciencia divina.

En uno de los años, el Rav compartió con su círculo cercano una solicitud que había surgido “desde el terreno”: componer un nigún que contrarreste el concepto distorsionado de “pureza de armas” (“Tahar HaNések”), promovido por ciertos sectores políticos, y que implica evitar responder con fuerza incluso cuando se está bajo amenaza directa.

El Rav explicó con vehemencia:

“El principio de ‘Si alguien viene a matarte, levántate temprano y mátalo tú primero’ es tan lógico que incluso si no lo dijeran nuestros Sabios, lo entenderíamos por sentido común. Y también, con la debida distancia, cualquier gentil lo entiende. No hay nadie tan ingenuo que no reaccione con defensa si alguien viene a matarlo.
No hace falta ni siquiera una fuente rabínica para entenderlo. De hecho —y lo digo con humor y provocación— si algún cantante afroamericano popular lo cantara, sería aún más efectivo. Si una melodía así fuera grabada por alguien influyente y difundida en el ejército y entre el pueblo, podría tener más impacto que una canción con versículos bíblicos. Porque es algo básico, humano.”

Rev Avi se entusiasmó con la idea: una canción en estilo blues-jasídico, interpretada por un cantante no judío, que exprese un principio de vida profundamente humano y judío. Junto al Rav, exploraron la posibilidad de escribir la letra, componer la melodía y encontrar un artista adecuado para llevar el mensaje al mundo.

Aunque el proyecto finalmente no se concretó, Avi soñaba con producir conciertos musicales a gran escala dirigidos a públicos no judíos, que despertaran en ellos un anhelo espiritual y una forma de devekut (adhesión a Dios), como expresión práctica de la Cuarta Revolución. Le atraía especialmente la idea de realizarlo en España, donde uno de sus yernos sirve como shelíaj (emisario jasídico).

Tras conocerse la noticia del fallecimiento de Avi זצ״ל, el Rav Ginsburgh שליט״א anunció que pronunciará una enseñanza especial en su memoria. Be’Ezrat Hashem (con la ayuda de Dios), la publicaremos aquí en cuanto esté disponible.

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