Una vez que la persona se ha sumergido completamente en la divinidad y adaptado a su lugar, está a nivel de un tzadik . Los sabios dicen que los tzadikim se asemejan a su Creador, de quien el Zohar dice: “Él capta todo, pero nadie puede captarlo”. En otras palabras, el Creador afecta a todo, pero a pesar de que se involucra en todo lo mundano, permanece independiente de ello. Igualmente Abraham, a pesar de su incorporación completa en el mundo de los canaanitas, el ser verdadero investido en su interior lo salvaguardaba de perder su independencia y su auténtico carácter y fe. Pero por cuanto que Abraham protegió su pensamiento independiente y permaneció libre de ser capturado por la cultura y las creencias del lugar, los canaanitas no pudieron captar el significado completo del monoteísmo de Abraham, quien nos trajo la noción de que: Dios es todo y todo es Dios, una definición simétrica que, como lo explica jasidut, sólo puede ser captada por un alma judía.