FUERZA PARA LA REVOLUCIÓN

Sobre la Eternidad y el cambio en la Torá, en Israel y en Di-s

Resumen del desarrollo de la conferencia

La celebración de Simjat Beit Hashoevá este año también fue una alegría de la Torá: el lanzamiento del libro La Cuarta Revolución, tan esperado por mucho tiempo. Este libro describe las cuatro revoluciones en el estudio de la Torá:

  1. La revolución de la escritura de la Torá Oral.
  2. La revolución del estudio de la Torá remunerado.
  3. La revolución del estudio de la Torá para mujeres.
  4. La cúspide, la cuarta revolución: el estudio de la Torá para las naciones del mundo.

La lección dedicada a este tema abordó el punto más sensible: ¿cuál es la fuerza que permite una revolución en la Torá y, en esencia, ¿cómo es posible hablar de cambio y revolución en una Torá que es inmutable?

  • Capítulo 1: Explica que para las tareas de nuestra generación – la lucha contra los enemigos de Israel y la aproximación al mundo entero – se requiere en el alma una cualidad de fortaleza que impulse revoluciones, una audacia sagrada acompañada de humildad.
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  • Capítulo 2: Aborda los dos aspectos de la Torá: la verdad inmutable y la fortaleza del cambio, que representan el objeto (jéftza) y el sujeto (gavrà), la mente y el corazón de la Torá.
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  • Capítulo 3: Revela de manera asombrosa cómo estos dos aspectos también existen en el pueblo de Israel y en Di-s mismo, mostrando que “todo es uno” (donde las dos caras de Dios mismo son Israel y la Torá).
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  • Capítulo 4 (un “bonus” añadido después de la lección): Explora la cuestión de “el oro adquiere la plata”, ilustrando cómo la fuerza del cambio basada en la capacidad de reconocer un error y cambiar de opinión, aparece en Rabí Iehudá Hanasí, quien lideró la primera revolución.

Antes de la lección hubo un panel fascinante con estudiantes del rabino que hablaron sobre la cuarta revolución, y las palabras del rabino incluyeron referencias a las ideas expresadas en ese panel. Se recomienda a todos ver o escuchar la lección.

1. FORTALEZA REVOLUCIONARIA

Las dos tareas de nuestra generación:

Moadim Lesimjá a todos, que este año traiga muchas buenas noticias. Observé de lejos el panel que tuvo lugar aquí y, al final, se habló de las dos misiones importantes que tenemos hoy. No las mencionaré en orden de prioridad, sino según su relevancia actual:

1. La primera misión es que debemos vencer a nuestros enemigos, asegurando que tengamos “Didan Notzaj” (la victoria es nuestra).

2. La segunda misión, que es el tema de esta noche, se refiere al aspecto complementario: abrir las puertas y difundir los manantiales hacia afuera, hasta un nivel en que no haya ningún límite o frontera[1]. Esta tarea también implica romper las barreras absolutas que han existido hasta ahora entre la Torá del pueblo de Israel, el pueblo elegido y la humanidad en general. Todo esto para que pronto podamos alcanzar el propósito profético[2]:

“כִּי אָז אֶהְפֹּךְ אֶל עַמִּים שָׂפָה בְרוּרָה לִקְרֹא כֻלָּם בְּשֵׁם הוי’ לְעָבְדוֹ שְׁכֶם אֶחָד”

“Porque entonces devolveré a los pueblos un lenguaje claro, para que todos invoquen el nombre de Hashem y lo sirvan como unidos.”


El vínculo entre estas dos tareas, vencer a los enemigos y acercar al mundo entero, se puede expresar en el principio de “Apartarse del mal y hacer el bien”.[3] En términos simples esto significa que el orden es primero “apartarse del mal” y luego “hacer el bien”: primero venceremos a los enemigos y después nos ocuparemos de hacer el bien a todo el mundo. Cumpliremos con la continuación del versículo: “Busca la paz y persíguela”[4], lo que incluye la idea de perseguir “en otro lugar”, es decir, ir lo más lejos posible para difundir la paz y el bien.

Sin embargo, como escuchamos anteriormente del rabino Iosi, editor del libro, según el camino del Baal Shem Tov debemos cumplir “apartarse del mal” a través de “hacer el bien”[5]. Explicamos que aquí hay dos formas de depuración, como se explica en Jasidut[6], “Apartarse del mal” como preparación para “hacer el bien” es como separar los desechos de los alimentos; primero eliminamos a todos los enemigos y luego nos ocupamos de quienes queden.

“Apartarse del mal” mediante “hacer el bien” es como separar el alimento bueno de los desechos, invirtiendo en lo ‘bueno’ de manera que cause el rechazo y la eliminación de los enemigos. De hecho, el enfoque de “apartarse del mal” a través de “hacer el bien”, que implica seleccionar el alimento de entre los desechos está permitido en Shabat. Mientras que el trabajo de “separar” (בורר, borer), que está prohibido en Shabat, consiste en tomar los desechos y extraerlos del bien.

De todos modos, como escuchamos anteriormente de todos los oradores, hoy en día debe haber una clarificación dentro de las naciones, quién se acerca a Hashem a través de su conexión con el pueblo de Israel y la aceptación de la Torá de Israel y quién es enemigo del pueblo de Israel (y por lo tanto, enemigo de Hashem[7]), cuyo destino es ser rechazado.

El motor de las revoluciones, el atributo de la fortaleza

El tema de esta noche es la pregunta: ¿Qué fuerza en el alma impulsa todas nuestras revoluciones?

De hecho, desde la primera revolución de nuestro sagrado maestro, Rabí, Rabi Iehuda Hanasí, quien innovó al permitir y ordenar que se escriba la Torá Shebeal Pe (la Torá oral) para que la Torá no sea olvidada en el pueblo de Israel, todas las revoluciones son impulsadas por la interpretación del versículo:

“Es tiempo de actuar en aras de Hashem, derogaron Tu Torá”[8]

 עת לעשות להוי’ הפרו תורתך

Para que la Torá no se olvide en Israel es necesario violar la prohibición de escribir la Torá Shebeal Pe (la Torá Oral)[9].

Luego vino la segunda revolución, según la cual un sabio o rabino puede – incluso está permitido y es una mitzvá para él – recibir sustento de la comunidad. Gracias a esta revolución, hoy en día, ya desde hace muchas generaciones, especialmente desde el Beit Yosef (el autor del Shulján Aruj), tenemos gran cantidad de kolelim (institutos de estudio de Torá), así como organizaciones rabínicas en cada ciudad.

La tercera revolución, que todavía es muy actual, es la educación de las niñas, el estudio de la Torá para las mujeres. El Rebe dijo explícitamente[10] que esto es un signo de la redención, el ascenso de maljut, la parte femenina, hanukva (הנוקבא).

De hecho, esta revolución está vinculada al núcleo mismo del Jasidut desde el Baal Shem Tov. Como se describen los principios de la educación de las mujeres en el sefer hazijronot (libro de memorias) del Rebe anterior[11]. Él describe que entre las hijas de los jasidim había verdaderas eruditas que incluso dictaban halajá frente a grandes rabinos.

Esta es la inspiración para esta revolución, además del Jafetz Jaim, quien dictaminó que ya había llegado el momento en que era obligatorio enseñar a las mujeres, aprobando así el cambio. También el Rebe de Gur de entonces, autor del Imrei Emet y también el Rebe anterior de Jabad, el Admur HaRaiatz (Rebe Iosef Itzjak Schneersohn) – todos, de manera unánime, dijeron que ahora debemos comprometernos con esta misión que lleva al hombre y a la mujer a un estado de “igualdad en su altura”, en términos de la Cabalá. Nuevamente, como ya hemos dicho, esto es un signo de la redención.

Todo el orden de la historia del mundo es en un orden de ascenso[12]. Hay un descenso de las generaciones, pero al mismo tiempo, también hay un ascenso de las generaciones[13]. El ascenso de las generaciones es la elevación de maljut, y cuando maljut asciende también asciende cada vez más toda la realidad – todas las sefirot, todos las estructuras de las sefirot, los partzufim, hasta el infinito.

Por supuesto, también la cuarta revolución – la difusión de la Torá a todo el mundo, que causará la elevación de toda la humanidad – es parte del ascenso de las generaciones. Y cuando todo ascienda lo suficiente, aparecerá la ‘luz nueva sobre el monte Sión’[14] del Rey Mashíaj.

Pero además del versículo ‘Es tiempo de actuar en aras Hashem, porque se ha violado Tu Torá’, que se explica detalladamente en el libro y cómo está profundamente relacionado con todas las revoluciones, ¿cuál es la principal fuerza psíquica (nafshí) que impulsa estas revoluciones?” ¿Cuál es la característica principal de la Torá misma que nos exige avanzar, renovarnos, elevarnos y cambiarnos? Está escrito[15]:

“Hashem dará fuerza a Su pueblo, el Señor bendecirá a Su pueblo con paz”

הוי’ עֹז לְעַמּוֹ יִתֵּן הוי’ יְבָרֵךְ אֶת עַמּוֹ בַשָּׁלוֹם

Para llegar a la paz, primero se necesita fortaleza. Para provocar una revolución, avanzar y cambiar, se necesita el atributo de la ffortaleza en el alma.

En nuestro contexto agregamos que la palabra ‘Oz’, עז (fuerza) alude a dos versículos que se explican mutuamente: la ‘ע‘ de Oz alude al versículo fundamental aquí, ‘Es tiempo de actuar en aras de Hashem, porque se ha violado Tu Torá’ (Salmo 119:126), y la ‘ז‘ alude al versículo al final de la profecía de Malají[16]:

‘Recuerden la Torá de Moshé, Mi siervo’ (con la zain grande)

זכרו תורת משה עבדי (ב-ז רבתי).

El motivo aquí de “Es tiempo de actuar en aras de Hashem, porque se ha violado Tu Torá” es que la Torá no se olvide de Israel, “Recuerden la Torá de Moisés, Mi siervo”.

La Fortaleza y la Humildad

Decimos en la oración “האדרת והאמונה, haaderet vehaemuna“, hubo tzadikim que lo decían todos los días[17]: העז והענוה לחי עולמים, “La fortaleza y la humildad para la vida eterna”. La fortaleza va junto con la humildad. Es una especie paradoja: una persona con fortaleza de santidad es fuerte y firme, características que no asociarían precisamente con la humildad. Pero según esta oración parece que la verdadera fortaleza sagrada viene acompañada de humildad.

Hay fortaleza de la impureza (klipá) y hay fortaleza de santidad (kedushá), y la humildad es lo que las diferencia. La primera ley en el Tur (y en la última edición del Shulján Aruj del Admur Hazaken) es la enseñanza de Yehuda ben Tema: ‘Sé fuerte como un león’[18], “No debes avergonzarte por los que se burlan”[19], uno debe ser fuerte. Incluso está escrito que Israel es “el más fuerte de las naciones[20]“, no hay fortaleza como la fortaleza judía. Cuando la fortaleza está depurada va junto con la humildad.

¿Dónde vemos de manera más clara la conexión entre fortaleza y humildad? Como veremos más adelante se necesita mucha fortaleza para admitir un error, o incluso simplemente admitir públicamente que estoy cambiando de opinión, que ahora se requiere un cambio, esta es, de manera clara, una fortaleza que solo proviene de la humildad.

Abraham Avinu, el primer judío tenía una gran humildad – él dice ‘Y yo soy polvo y ceniza’[21], el primer ejemplo de humildad en la Torá, pero junto con su humildad tiene fortaleza. Primero rompe los ídolos de su padre,[22] luego es ‘Abram el hebreo’[23], ‘todo el mundo estaba de un lado, y él estaba del otro lado’[24], se encuentra en el lado opuesto a todos pero sale de su propio pasado, rompe los límites y las barreras, y proclama la Divinidad en el mundo. ¿De qué poder del alma proviene esto? Se puede decir que todo proviene del amor, debido a su amor por todas las criaturas comparte con todos. Pero, de todas maneras, ¿de dónde obtiene la fuerza para actuar de esta así? Es la fortaleza de santidad[25]. Abraham nuestro patriarca es un excelente ejemplo de ‘la fortaleza y la humildad’, demostrando que, en la santidad, la fortaleza y la humildad van de la mano. El humilde atribuye todo al mérito del Altísimo, recordando que ‘pues Él es quien te da la fuerza para triunfar’[26]. Es el reconocimiento de que cuando hago algo con fortaleza y valentía, todo proviene de Él, bendito Es.

Acercamiento desde la fortaleza

Ahora mencionaremos un importante indicio: cuando la Torá menciona simplemente ‘festividad, jag, חג sin especificar, se refiere a la festividad de Sucot. Si está escrito simplemente ‘festividad’ sin añadir algo como ‘la festividad de Pesaj’ o ‘la festividad de Shavuot’, la intención es la festividad de Sucot, el ‘tiempo de nuestra alegría’ sobre la cual está escrito ‘y te alegrarás en tu festividad[27]‘. En Cabalá, la palabra ‘jag’ (fiesta) חג, una palabra simple de dos letras, a menudo es un acrónimo de ‘JesedGuevurá’ חסד-גבורה (Bondad-Poder).

“חסד דרועא ימינא, גבורה דרועא שמאלא”,

Jesed de la mano derecha, Guevurá de la mano izquierda[28]

En Guevurá también hay un significado de ‘la izquierda rechaza’[29], mientras que en Jesed hay un significado de acercar y abrazar, ‘Su mano derecha me abrazará’[30]. Está escrito [31] que los Días Temibles son “Su izquierda bajo mi cabeza”, mientras que la festividad de Sucot es “Su mano derecha me abraza”.

En principio, cuando hablamos de acercar a todos, este es un mensaje de ‘su mano derecha me abrazará’ (un símbolo de cercanía y amor), pero cuando hablamos de separación, parece más una manifestación de severidad (Guevurá). Sin embargo, ahora diremos un mensaje un poco al revés: Como escuchamos en el debate, la cuarta revolución nos exige salir al mundo después de persecuciones durante miles de años, después de la Shoá, que Dios tenga misericordia del resto sobreviviente de Su pueblo elegido, de Sus hijos. Si decimos que ahora debemos romper las barreras, ‘que se difundan tus manantiales hacia afuera[32]‘, ¿de dónde viene la fuerza para hacerlo? ¡Solo de la fortaleza y audacia, azut, עזות! Se necesita mucha fortaleza, guevurá, para hacer esto. Por más que sea un mensaje de acercamiento, de abrazo, de bondad, la bondad por sí sola –incluso la bondad de nuestro patriarca Abraham– no logrará nada, también se necesita fortaleza. A veces se necesita fortaleza para amar y acercar[33].

En realidad, el motor de todas las revoluciones de las que hablamos, que escribimos en el nuevo libro, es la fortaleza de decir que las decisiones halágicas de la Torá cambian de un extremo al otro, de un opuesto al otro opuesto. ¿Por qué? Porque ha llegado el momento. ¿Quién determina esto? ¿Quién lee el mapa verdadero? Los grandes sabios de Israel en cada generación: Rabi leyó la primera revolución; el Beit Yosef leyó la segunda revolución; los justos que mencionamos antes, junto con una mujer que debe ser recordada, Sara Schneirer שרה שנירר, bajo la autoridad del Rabí de Gur, leyeron correctamente el mapa y, con mucha audacia, llevaron a cabo la revolución. Sobre esta revolución de la Torá está escrito: ‘Hashem dará fortaleza a Su pueblo’. [Tehilim 29:11]

2. AMOR Y FORTALEZA EN LA TORÁ

Verdad y Fortaleza.

continuará


[1] Expresión habitual en las sijot del Rebe de Lubavitch

[2] Tsefania 3:9 (צפניה ג, ט)

[3] Tehilim 34:15 (תהלים לד, טו)

[4] Ierushalmi Pea 1:1; Bamidvar Rabá 19:27 y Tanjumá Jukat 22

[5] Beit Aharon, Lekutim Kamo, 1. Y veáse también la santidad del Iom Tov, Parashat Metzora, y “convertir la oscuridad en luz”, capítulo 7

[6] Véase el continuación de Taarovot (Taaruvot) parte 2, sección A, desde la página 48 en adelante. Allí, página 60 en adelante. Y en Kuntres Ajaron en Da’at Jojmá (y veáse también Sh’fat Emet, Shmini 1898, respecto a los conversos)

[7] Véase, por ejemplo: Zacarías 2:12; Bamidbar Rabá 22:2; Rashi sobre Bamidbar 10:35. Y en otros lugares

[8] Tehilim 119:126

[9] Guitin 60b. Véase introducción del Rambám al Mishné Torá

[10] Discurso de Shabat Parashá Emor, 5750 (1990) (Toras Menajem, Vol. 3, pág. 174)

[11]En el contexto de las enseñanzas del Rebe de Lubavitch, פצ”ג tiene un significado profundo y espiritual, ya que se refiere a פנימיות צורת גאולה” (Pnimiyut Tzurat Geulah), que puede traducirse como “La esencia interna de la forma de la redención”.

[12] Sobre las cuatro revoluciones mismas como un orden interno de ascenso, consulta en el segundo volumen de la clase – impreso más adelante

[13] Véase Pri Tzadik (del rabino Tzadok de Lublin), en el capítulo de Ve’Atjanan, sección 21, y en el capítulo de Ki Tavo, sección 16 (en nombre del Rebe de Preshischa), Jasdei David HaNe’emanim, volumen 5, página 105. Y en otros lugares.

[14] Finalización de la bendición ‘Iotzer Or‘ según el rito Ashkenazí (y ver su explicación en Da’at Jojmá – aunque no está en el rito de Arizal – en Likutei Torá Cantar de los Cantares 9:2, al final de Likutei Beurim de la introducción de ‘Derej Jaim’, y otros)

[15] Tehilim 29:11

[16] Malají 3:22

[17] Véase acerca de Rabí Meshulam Iguer – que su memoria sea una bendición (Perlov) 18 de Tishrei. Y también vean Peat HaJaim (sección de los zmirot, capítulo 4); Maté Efraim sección 619 y 515. Y más…

[18] Avot 5:20

[19] Shuljan Aruj, Oraj Jaim, siman 1:1(versión del Ramá)

[20] Beitzá 25b

[21] Bereshit 18:27

[22] Bereshit Rabá 38:13

[23] Bereshit 14:13

[24] Bereshit Rabá 42:8

[25] Y una alusión: amor – valentía (אהבהעזות) – dos cualidades de Abraham – elevan a maljut מלכות (reinado) que asciende ‘Abraham, Abraham’ “אברהם אברהם”  (Génesis 22:11), es decir, que Abraham es el intermediario aquí.

[26] Deuteronomio 8:18

[27] Deuteronomio 16:14

[28] Introducción al Tikunei Zohar (“Pataj Eliahu“)

[29] Sotá 45a; Sanedrín 107b; Zohar, parte 3, 167b

[30] Cantar de los Cantares 2:6; y allí 8:3

[31] Zohar, Parte 3, página 126b; Sha’ar HaKavanot, Drashot Rosh HaShaná, Capítulo 1.

[32] Proverbios 5:16

[33] Veáse Torat Emet, volumen 9, página 3. ראה תו”א ט, ג ובכ”ד

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