EL RICO Y EL SABIO

Iaacov Avinu bendice a sus hijos casi de acuerdo al orden de nacimiento. Primero bendice a Reubén, luego a Shimón y Leví, luego a Iehudá, los cuatro primeros hijos en orden. Luego continúa bendiciendo a los hijos de Lea, de la cual nacieron otros dos hijos, Issajar y Zebulún, pero aquí ya cambia el orden. Primero bendice a Zebulún, que es el sexto de Lea, y luego pasa a bendecir a Iaaajar que es el quinto hijo de Lea. ¿Por qué invierte el orden? Es conocida la enseñanza de los sabios de bendita memoria, que Zebulún e Issajar hicieron una sociedad entre ellos. En ella Zebulún sale a navegar por los mares, va a comerciar al exterior de la Tierra de Israel, y trae el sustento para mantener a su hermano mayor Issajar, para que este pueda sentarse y estudiar Torá, y establecer así el secreto de la gestación, que es el calendario anual del pueblo judío. En general ser de los líderes del Sanhedrín, y él lo provee. Por cuanto que él es el causante, y la regla general establece que la causa es más grande que la consecuencia, entonces hay que darle primacía a Zebulún que es el que mantiene a Issajar.

 Entonces de aquí aprendemos para todas las generaciones, que aquél que contribuye con la Torá, que sustenta el estudio de la Torá, tiene precedencia, como “la educación precedió a la Torá”, también en grandeza no sólo en tiempo. De acuerdo al Arizal Zebulún es la Corona, Keter, e Issajar es Sabiduría, Jojmá. Que Issajar es Jojmá se sobreentiende, pero Zebulún va por el mundo, va hasta los lugares más alejados para traer diamantes y oro, es la Corona Suprema. Allí está le fe, el placer y todos los niveles de Keter, todo dentro de Zebulún. Todo esto le brinda a Issajar, que es la sabiduría, el principio de la revelación de la Luz de Hashem. Esto es, que Hashem es uno, una es la verdad, que se revela en jojmá, como está escrito en el Tania en nombre del Rabi el Maguid de Mezeritch. Pero el orden es primero Zebulún y luego Issajar, y también hoy en los días del Mashíaj, el Rebe honra a los ricos, porque para traer al Mashíaj se necesitan muchos Zebulún.

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