PRIMERA LECTURA:
RIVKA, ESAV Y LA CUARTA REVOLUCIÓN
“Los niños lucharon en su vientre [de Rivka] y ella dijo: ‘Si es así, ¿para qué existo?’ Fue a preguntar a Dios. Dios le respondió: “Dos naciones hay en tu vientre, dos pueblos separados saldrán de tu cuerpo; un pueblo será más poderoso que el otro, y el mayor sucumbirá al menor'”.
¿Qué estaba haciendo Rivka?
En su comentario sobre este versículo, Rashi, el clásico comentarista medieval de la Torá, cita a los sabios: “Cuando ella [Rivka] pasaba por las entradas de los lugares de estudio de la Torá de Shem y Ever, Iaacov se apresuró a nacer, pero cuando pasó por una puerta de paso a un ligar de adoración de ídolos, Esav luchó por salir”.
Rabí Shmuel de Shinova (Sieniawa, Polonia), autor de Ramataim Tzofim,[1] hace una pregunta aparentemente simple sobre esta afirmación de los sabios: “¿Qué llevaría a Rivka a pasar por lugares de adoración de ídolos en primer lugar? Indudablemente, ella fue cuidadosa en proteger la pureza de sus hijos no nacidos e hizo esfuerzos, mientras aún estaba embarazada, para estar presente regularmente (en aras de ellos) en el Beit Midrash (casa de estudio de la Torá) de su esposo Itzjak. Además, ¿por qué se describió la situación como una lucha o pelea entre los chicos por tratar de determinar si finalmente entrarían enun Beit Midrash o en un lugar de adoración de ídolos? Claramente, no podían estar en dos lugares al mismo tiempo, entonces, ¿de qué trataba la lucha?[2]
A continuación, procede a ofrecer la siguiente respuesta:
Es sabido que nuestros patriarcas y matriarcas se acercaban a extraños para convertirlos [a la creencia en el Dios Único, el Creador]. Esto requirió el uso de la lógica y la filosofía para hablar a los adoradores de ídolos y demostrarles que no había fundamento en sus creencias. A esto es a lo que se refiere “la puerta de entrada a la adoración de ídolos”. Esav estaría luchando por salir en ese momento, porque él era del lado impuro y quería relacionarse con los idólatras. No podía oír las palabras positivas y sagradas que se pronunciaban en semejante reunión con un idólatra.
Iaacov, por otro lado, no tendría nada que ver con estas discusiones. Era solo después de que el idólatra se convirtiera y estudiara Torá en un Beit Midrash conel propósito de servir al Creador, que Iaacov sentiría la necesidad de conectarse con ellos.
En resumen, Rabí Shmuel agrega que la palabra que los sabios usan para describir la prisa de Iaacov por salir del vientre materno, meparkés (מְפַרְכֵּס) – una palabra que generalmente describe las convulsiones del alma cuando sale del cuerpo[3] – insinúa el autosacrificio de Iaacov en su lucha por no contaminarse con la naturaleza ácida de la maldad e impureza de Esav. Esta abnegación ha sido transmitida de generación en generación por jóvenes judíos, hombres y mujeres, que se han enfrentado a luchas similares. Para contrarrestar la influencia de la impureza que les rodeaba, muchos de ellos encontraron un refugio seguro aferrándose a los tzadikim.
La novedosa idea de Rabí Shmuel de Shinova es que, para acercar al mundo a la Torá, uno debe abandonar activamente el Beit Midrash y salir entre las naciones. Esta misión se aplicaba incluso a Rivka, una mujer modesta que se preocupaba por criar a sus hijos en santidad y pureza. Esta inspirada enseñanza de la Torá sin duda fue escuchada por el maestro de Rabí Shmuel, el Rebe Simjá Bunim de Peshisja, quien es conocido por haber tenido mucho éxito en acercar a los distantes de Dios a través de discusiones filosóficas que tenían aplicaciones en el mundo real.
(Wisdom, Número 46)
SEGUNDA LECTURA:
FE, CONOCIMIENTO Y HASHKAFÁ
“Avimelej, rey de los filisteos, se asomó por la ventana”.
La palabra hebrea para “se asomó” es Vaiashkef (וַיַּשְׁקֵף). La raíz de esta palabra ha llegado a designar el esquema conceptual o la visión propia del mundo, en hebreo moderno: Hashkafá (הַשְׁקָפָה). ¿Cuándo y dónde desarrolla realmente un niño su Hashkafá?
La bien conocida Mishná dice: [4]A los cinco años [uno es apto] para las Escrituras, a los diez años para la Mishná. A los trece años para los preceptos. A los quince años para el Talmud. A los dieciocho años para el matrimonio. A los veinte años para perseguir [el sustento]…
La mishná comienza con 3 divisiones de 5 años, cada uno para un área diferente del estudio de la Torá: cinco años de Escrituras, cinco años de Mishná y cinco años Talmud. Pero en medio de los cinco años de Mishná, el joven celebra su Bar Mitzvá, y dentro de los cinco años del Talmud el matrimonio parece interrumpir. En realidad, no se trata de interrupciones. Más bien, así como para graduarse del estudio de la Mishná al Talmud uno necesita los “trece para los mandamientos”, el Bar Mitzvá en el medio, así también, para continuar el impulso del estudio del Talmud, hasta los 20 años, uno necesita los “dieciocho para el matrimonio” en el medio. Por lo tanto, el Bar Mitzvá y el matrimonio son aceleradores. Sin embargo, el estudio de las Escrituras no necesita un acelerador.
Las escrituras edifican la fe
Dado que este es un programa de desarrollo del individuo, queremos considerar cuál es el propósito de cada etapa de estudio de cinco años.
¿Qué es lo que la Escritura le da al niño que la aprende durante cinco años – desde “En el principio creó Dios” hasta el final del Tanaj? Las Escrituras están destinadas a proporcionar al niño los fundamentos de su fe. Todos los versículos que conoces de memoria, de los años en que estudiaste las Escrituras desde los cinco años, son un grabado en el alma de los fundamentos de la fe del pueblo judío. Está escrito en el Tania que las Escrituras también despiertan el poder en el alma para apelar a Dios; las Escrituras abren el vínculo directo entre el alma y Dios. Esta es la esencia de la fe.
La Mishná acumula conocimientos
¿Qué añade la Mishná? En una palabra: conocimiento. Al estudiar la Mishná entre los diez y los quince años, el joven acumula su principal acervo de conocimientos. Hay muchos tipos de conocimiento, o información. Cada Mishná es un aspecto de conocimiento Divino que uno necesita saber.
Bar Mitzvá: Convertir el conocimiento en obligación
¿Por qué de repente hay un Bar Mitzvá en el medio, durante los años de acumulación de conocimiento de la Torá? Porque el conocimiento debe crear obligación. Si sabes algo, debes actuar en consecuencia. Antes de su Bar Mitzvá, el Rebe Rashab aprendió todo el Shulján Aruj Oraj Jaim tan bien que penetró en sus huesos, en su cuerpo, hasta que el cuerpo mismo cumplió todo automáticamente (naturalmente). Esto ya está más allá de la obligación porque las acciones se convierten en una segunda naturaleza, algo que llamamos “conciencia natural”. Pero este es un nivel elevado no apto para todos. Después de tres años de acumular conocimientos, el joven debe sentirse obligado a cumplir con lo que sabe.
El Talmud construye la Hashkafá
Después de que un joven de 15 años obtiene los fundamentos de la fe y ha acumulado mucho conocimiento en su cabeza, ¿qué sucede? Es alrededor de esta edad que el adolescente necesita elegir a qué Ieshivá ir, a qué grupo social pertenecer. El Talmud trata de averiguar la razón de ser. Necesitas conocer el texto, la Mishná (y la Baraita), pero el Talmud trata de descifrar el razonamiento.
Si queremos traducirlo a algo más general, podemos decir que el razonamiento construye tus propios patrones de pensamiento. Durante todo el tiempo que acumulaste conocimiento – antes del Bar Mitzvá y después del Bar Mitzvá hasta la edad de quince años – no estás obligado a tener tus propios patrones de pensamiento profundos. Cuando estudias el Talmud, no solo estás aprendiendo el razonamiento de los sabios talmúdicos – lo que piensa Rava y lo que piensa Abaie – sino que también necesitas desarrollar tu propio razonamiento. Tu razonamiento es tu patrón de pensamiento. A partir de todo el razonamiento que aprendes de todos, construyes patrones de pensamiento. En una palabra, el propósito del Talmud es desarrollar tu Hashkafá, tu visión del mundo o esquema conceptual.
El matrimonio a los dieciocho años afecta tu hashkafá
De la misma manera que el Bar Mitzvá convierte el conocimiento en obligación y compromiso, el matrimonio valida la propia hashkafa, la propia visión del mundo. Para casarte necesitas encontrar a alguien que comparta tu visión de la vida. Lo más importante que debes tratar cuando conoces a un cónyuge potencial es tu visión de la vida, tu hashkafá.
Para galvanizar tu hashkafa, necesitas casarte. Un joven podría decir: “Creo que el gobierno debería hacer esto y aquello, eso es lo que pienso”. ¿Pero tal vez depende de ti? ¿Quizás deberías “poner tu empeño donde está tu palabra”, levantarte y comenzar a hacer algo para que esto suceda?
El matrimonio requiere vivir de acuerdo con la propia hashkafa. Para mostrar completamente tu hashkafa en tu vida, debes ser una persona completa, necesitas casarte. Necesitamos hombres y mujeres para construir el pueblo judío y la Tierra de Israel y traer la Redención al mundo.
Estos tres recursos espirituales – la fe, emuná (אֱמונָּה), el conocimiento, iedá (יֶדַע) y la visión del mundo, hashkafá (הַשְׁקָפָה) – también están relacionados matemáticamente. Su suma es 676, el cuadrado de 26, el valor más importante del Nombre esencial de Dios, Havaiá. Poseen 13 letras, o la mitad de Havaiá, lo que significa que el valor promedio de cada letra es 52, el valor de “hijo”, ben (בֵּן). Poseer los tres – fe, conocimiento y hashkafa – es una segulá (un remedio) para tener al menos 13 hijos.
(de una clase dada el 12 de Tamuz, 5774)
TERCERA LECTURA:
AUTENTICIDAD EN EL SERVICIO A DIOS
“ Todos los pozos que los siervos de su padre habían cavado en vida de su padre Abraham, los filisteos los habían taponado y llenado de tierra…”
Cavar pozos
El cenit del Servicio Divino (Avodat HaShem) de Itzjak fue cavando pozos, que se consideran como un símbolo para todos de “elevación de las aguas femeninas”, haalaat maim nukvin (הַעֲלָאַת מַיִם נֻקְבִּין), la emoción y el despertar desde abajo que acompaña a todo servicio Divino. Ni Abraham ni Iaacov alcanzaron este nivel de devoción en su servicio Divino.
Los sabios vinculan cinco modismos centrales en la Biblia con cinco redenciones. Cada uno de los modismos acentúa una de las cinco letras finales en hebreo, mem-nun-tzadik-pei-jaf (מנצפך). Una de estas redenciones es la de Itzjak y la expresión que lo describe es: “hemos encontrado agua”, matzanu maim (מָצָאנוּ מַיִם), que sirve como otra ilustración de la centralidad de cavar pozos en la vida de Itzjak.
Volver a excavar el pozo de Abraham
La primera tarea de Itzjak es reabrir los pozos cavados por su padre Abraham, pero que los filisteos habían bloqueado. De hecho, Abraham había cavado pozos, pero estos no duraron, porque aparentemente no era su servicio Divino esencial en la vida. Pero para Itzjak, cavar pozos es un componente esencial de su ser, por lo que vuelve a cavar los pozos de su padre y los vuelve a dedicar con los nombres que Abraham les había dado originalmente. Más tarde continúa cavando sus propios pozos nuevos.
Cada Patriarca inicia una nueva dirección
Rebe Simjá Bunim de Peshischa explica[5] por qué llamamos “patriarcas” a Abraham, Itzjak y Iaacov (y a nadie más se le puede dar este título[6]). Un “patriarca” o padre es alguien que inicia un nuevo sendero, una nueva forma de servir a Dios, un camino que era desconocido y aún no se había recorrido.
No hace falta decir que Abraham inició un nuevo camino. Él estaba de un lado y el mundo entero del otro. Él creyó en un solo Dios, Le sirve y da a conocer Su Nombre. Fue el primero en circuncidarse.
Pero Itzjak también es un patriarca y también inició un nuevo camino.
¿Cuándo funciona realmente un nuevo camino y cambia la realidad? ¿Cuándo profesa Dios amar un nuevo camino que uno ha pavimentado a través de sus acciones en la vida? Esto sucede cuando el nuevo camino tiene “vida interior”, jaiut pnimi (חַיוּת פְּנִימִי).
¿Qué es “vida” en este contexto? Sobre la Torá y sus preceptos, el versículo dice: “Y vivirá en ellos”.[7] El camino de la Torá no debe hacer que uno “muera”, por así decirlo. Cuando una persona cumple los mandamientos de Dios, debe merecer la vida, tanto en este mundo como en el venidero. Pero la interpretación que se le da a esta descripción en Jasidut es que cuando se realiza una mitzvá, un mandamiento, uno debe sentirse vivo. Uno debe realizarlo con vida.
Debido a que “interior”, pnimi (פְּנִימִי) en hebreo es afín con “rostro”, panim (פָּנִים), tener vida interior significa sentir que estoy cara a cara con Dios. Sentimiento que me llena de vida interior. Si no puedo imaginarme a mí mismo cara a cara con Dios mientras realizo una mitzvá, no me sentiré vivo y mi mitzvá podría ser, en cierto sentido, sin vida. Las mitzvot sin vida no se elevan.[8] Cuando una mitzvá está viva, se realiza con sentimientos de amor y temor a Dios. Increíblemente, el valor de la “vida interior”, jaiut pnimi (חַיוּת פְּנִימִי) es el mismo que el de “sabiduría-entendimiento-conocimiento”, jojmá–biná–daat (חָכְמָה בִּינָה דַּעַת), cuyas iniciales son el conocido acrónimo de Jabad. El camino de Jabad es llevar la vida interior desde la mente al corazón. Esto no es comúnmente conocido.
Desafortunadamente, dado que todavía estamos en el exilio, continuamos realizando mitzvot externamente,[9] sin vida interior. Volveremos a realizar las mitzvot con vida cuando se construya el Tercer Templo. Si tan solo pudiéramos realizar las mitzvot con verdadera vida interior, entonces estaríamos en el camino de Itzjak y ya experimentaríamos la Redención.
Imitación
Aquí hay una hermosa explicación dada a lo que significa que los filisteos bloquearon los pozos que Abraham había cavado. Los filisteos se dieron cuenta de que Abraham tenía mucho éxito, físicamente, e incluso para su tosca sensibilidad, espiritualmente. Decidieron que, después de su muerte, seguirían el camino del Servicio Divino que él había pavimentado para que ellos también tuvieran éxito. Pero todo lo que pudieron hacer fue imitar vacíamente sus acciones.
Esto nos recuerda la muy importante enseñanza del Baal Shem Tov[10] sobre “Muchos intentaron emular a Rabí Shimón bar Iojai, pero se quedaron cortos”.[11] ¿Por qué? Porque lo imitaron. No se puede imitar a un tzadik. Debes aprender de él, pero no lo imites pensando que puedes actuar como él. La gente dice: “Vi al Rebe hacer esto, yo puedo hacer lo mismo”. La imitación no tiene nada de la vida interior que tenía el Rebe. El Rebe lo hizo con vida, tú lo haces sin vida y el acto no tiene los mismos efectos.
Esto se describe como el bloqueo de los pozos, porque un pozo es un símbolo de las aguas femeninas, un despertar desde abajo que provoca un despertar desde Arriba. Pero el servicio sin vida es como un pozo bloqueado – no logra nada.
Renovar el sendero de Abraham
Antes de salir de la tierra de los filisteos, Itzjak honra a su padre abriendo sus pozos, es decir, renovando su camino de servicio Divino. Itzjak renueva la vida al camino de su padre. Demuestra que el viejo camino no es irrelevante. No pertenece a la vieja generación. El camino del Rebe anterior sigue siendo muy relevante y puede ser renovado.
Antes de seguir adelante para allanar su propio y nuevo camino como patriarca, vuelve a cavar los pozos de su padre.
Tres pozos y tres etapas para allanar un nuevo camino
Cuando alguien inicia un nuevo camino en la vida, no puede estar seguro de que tendrá éxito. ¿Cómo puedo comenzar algo nuevo que no es lo mismo que hizo mi padre, lo que hizo mi Rebe – el Rebe de la generación anterior?
Si uno no está debatiendo esto internamente, no está haciendo estas preguntas internamente, entonces seguro que no está en el camino correcto. Este es el significado del nombre que Itzjak le dio al primer pozo que cavó, Esek, que literalmente significa “lucha”. Indica una lucha interna sobre si la nueva dirección que está tomando es la correcta.
Luego sigue adelante y cava otro pozo. Ahora ya tiene la certeza de que Dios encuentra su camino favorable. Cada persona debe buscar el favor a los ojos de Dios y darle najas. Para hacerlo, debo tratar de servir a Dios de la manera que pertenece a la raíz de mi alma, aunque no sea la misma que la de mi padre.
Una vez que una persona está decidida e inequívoca en su elección, es cuando comienza a experimentar oposición desde el exterior. Es entonces cuando los que realmente se oponen comienzan a atacarlo. Por esta razón, Itzjak llamó al segundo pozo Sitná, que literalmente significa “odio”.
La solución es alejarse, “se fue de ahí y cavó otro pozo”.[12] La palabra para “seguir adelante”, vaiatek (וַיַעְּתֵּק) es afin con el nivel más alto de la corona, Atik, que es la experiencia del placer. Cuando alcanzas el nivel más elevado de tu facultad superconsciente de corona, todo se convierte en placer. Es entonces cuando puedes cavar un nuevo pozo y sientes que “ahora Dios nos ha concedido un amplio espacio y prosperamos”. Es por eso que Itzjak llamó al tercer pozo Rejovot, que significa “amplio espacio”.
Para terminar con una guematría, el valor de “camino nuevo”, derej jadashá (דֶּרֶךְ חֲדָשָׁה) es el mismo que “Israel” (יִשְׂרָאֵל). Los sabios afirman[13] que cada uno de los patriarcas se conoce como “Israel”, y cada uno de los ellos abrió un nuevo camino
(Extraído de una clase impartida el 27 de Jeshván 5783)
CUARTA LECTURA:
ALEF Y AIN
“Ahora estás bendecido por Dios”.
Hay muchas raíces hebreas que son idénticas aparte de la primera letra, una alef (א), que es reemplazada por una ain (ע). De acuerdo con la Cabalá, la relación entre la alef y la ain es que la ain es como una prenda de vestir para la alef. En otras palabras, una ain envuelve a una alef en su interior. Esto se puede ver especialmente con respecto a la pronunciación de las palabras que se derivan de estas raíces y con respecto a los valores numéricos de las palabras relacionadas.
En cuanto a la pronunciación, tanto la alef como la ain son letras guturales, pero la ain es más gutural que la alef. Se puede decir que la ain es tosca y la alef delicada.
En cuanto a los valores numéricos, el valor de la ain es 70 y el valor del alef es 1. Por lo tanto, cada vez que encontremos el número 70 en la Torá, habrá un 1 muy prominente escondido en su interior. Hay muchos ejemplos de este tipo:
Primero, observemos la relación entre las 70 naciones arquetípicas del mundo que rodean a la nación de Israel. Asimismo, las 70 lenguas arquetípicas que internamente están vinculadas a la 1 lengua sagrada, el hebreo.
Otro ejemplo es la composición del Sanhedrín: 70 sabios y en medio de ellos, el 1 sabio que es conocido como el “maravilloso del Sanhedrín”.[14]
Cuando Iaacov y su progenie bajaron a Egipto, había 70 de sus descendientes y el propio Iaacov. Probablemente todos estamos familiarizados con las 70 caras de la Torá que buscan explicar la única Torá.
Volviendo a la pronunciación, encontramos que hay muchos pares de palabras con una diferencia solo en las primeras letras. El primer par es “luz”, or (אוֹר) y “piel”, or (עוֹר). Con respecto a las secuelas de que Adam y Eva comieran del Árbol del Conocimiento, Dios los desterró del Jardín del Edén y los vistió con ropas especiales de piel, está dicho que el sabio de la Mishná Rabí Meir, que también era un escriba, escribió el versículo: “Vestimentas de piel y les vistió, cutanot or vaialbishim (כֻּתֳּנוֹת אוֹר וַיַּלְבִּשֵׁם) como “vestimentas de luz y les vistió” (כֻּתֳּנוֹת אוֹר וַיַּלְבִּשֵׁם). En otras palabras, Rabí Meir estaba sugiriendo que a pesar de que después del pecado Dios los vistió con ropas hechas de piel de animal, antes del pecado, estaban vestidos de luz.
Las vestimentas de luz con las que Adam y Eva estaban vestidos antes del pecado se conocen como la “luz de jashmal” (אוֹר הַחַשְׁמַל), donde jashmal (חַשְׁמַל) en sí es igual a “vestimenta”, malbush (מַלְבּוּשׁ). Después del pecado, fueron vestidos con la “piel de la serpiente”, mashja dejivia (מָשְׁכָא דְּחִוְיָא).
Otro ejemplo de ain y alef está en las palabras “nada”, ain (אַיִן) y “ojo”, ain (עַיִן). El ojo físico sólo puede captar la realidad física. Pero cuando el ojo se rectifica, puede “ver” cómo Dios crea la realidad desde la nada. Los sabios nos dicen que el hombre sabio es capaz de ver lo que está naciendo. El hombre sabio, cuyos ojos son los ojos de la mente, es capaz de ver cómo toda la realidad está siendo recreada – saliendo de la nada – en cada momento de nuevo.
Un último ejemplo de la relación entre alef y ain se puede encontrar al final de nuestra lectura. Avimelej, el rey filisteo de Guerar, junto con sus ministros, le dice a Itzjak: “Ahora eres bendecido por Dios”.[15] La palabra “ahora”, atá (עַתָּה) y la palabra “tú”, atá (אַתָּה) son idénticas aparte de su primera letra. “Ahora” comienza con una ain y “tú” comienza con una alef.
“Ahora” es, por supuesto, una referencia al momento presente. Presente en el momento presente del tiempo estás “Tú” refiriéndose al Dios Omnipresente, el Todopoderoso que está presente en cada momento. Así que, una vez más, el “ahora” con una ain – el presente – esconde en su interior la presencia de Dios.
(Desde Mivjar Shiurei Hitbonenut vol. 18, págs. 40-41)
QUINTA LECTURA:
¿POR QUÉ ITZJAK AMABA A ESAV?
“Cuando Rivka levantó la vista y vio a Itzjak, se bajó del camello”.
¿Querría Itzjak tanto a Esav que quisiera bendecirlo a él y no a Iaacov, obligando a Iaacov a vestirse como Esaú y engañar a su padre? A pesar de que podría haber terminado mal para Iaacov – podría haber sido maldecido por su padre – Rivka le asegura que esto no sucederá, pero si sucede, ella cargará con las maldiciones. Este es uno de los secretos más profundos y menos comprendidos de la Torá.
Las 10 bendiciones que Itzjak quería darle a Esav se consideran una etapa intermedia entre las 10 dichos que Dios pronunció para dar vida a la realidad y los 10 mandamientos hablados por Dios en el Monte Sinaí. Dado que cada intermedio debe ser más elevado que las dos cosas que conecta, estas bendiciones se consideran más elevadas que la Creación y la Entrega de la Torá en el Monte Sinaí. Como tales, son, por supuesto, increíblemente enérgicos. Cuando Itzjak impartió estas bendiciones, tenía en mente las grandes y caóticas luces de Esav, orot detohu (אוֹרוֹת דְּתֹהוּ).
Jasidut identifica a Itzjak con el “juicio severo”, dina kasha (דִּינָא קַשְׁיָא), y a Rivka con el “juicio indulgente”, dina rafa (דִּינָא רַפְיָא). El suave juicio de Rivka hace que ella ame a Iaacov. La actitud severa de Itzjak hace que ame a Esav. ¿Cómo es eso? El juicio que estamos analizando no es la forma en que uno juzga las acciones de un individuo; es más bien un juicio sobre cómo tratar a los malvados.
El valor de “duro” (קַשְׁיָא) en el juicio severo es 411, el mismo valor que “caos” (תֹּהוּ). Por lo tanto, hemos aprendido que el duro juicio de Itzjak está relacionado con lo que conocemos como “luces del caos” (אוֹרוֹת דְּתֹהוּ). El valor de ambas frases, “juicio severo, juicio indulgente” (דִּינָא קַשְׁיָא דִּינָא רַפְיָא) es el mismo que 4 veces “Itzjak” (יִצְחָק) o 4 veces 208, o 832, el valor de “la Tierra de Israel” (אֶרֶץ יִשְׂרָאֵל). El Zohar dice que los hijos de Itzjak están en el exilio entre Ishmael – como nosotros estamos aquí en Eretz Israel – mientras que los judíos que residen fuera de la Tierra de Israel están en el exilio entre los hijos de Esav. Dado que las dos medidas de juicio de Itzjak y Rivka juntas son igual a “la Tierra de Israel”, aprendemos que la rectificación de la Tierra de Israel depende de la inclusión de Itzjak y Rivká juntos. De la Providencia de Dios sobre la Tierra de Israel, se extiende Su Providencia sobre el mundo entero.
Para comprenderlo mejor, fijémonos en el servicio de los patriarcas. Cada judío tiene los atributos de los tres patriarcas en su interior. Por supuesto, cada individuo es diferente, con diferentes medidas de cada atributo. ¿Cuál fue el servicio de Abraham e Itzjak en términos de la Redención eterna, después de la cual no habrá exilio?
Abraham e Itzjak en cada uno de nosotros
Abraham trae el Mashíaj esparciendo los manantiales. Su trabajo es similar al del Baal Shem Tov, quien cuando le preguntó al Mashíaj cuándo vendría, el Mashíaj respondió que sucederá cuando tus manantiales [de Abraham] se extiendan. Entre los patriarcas, Abraham se asemeja al Baal Shem Tov. Toda la vida de Abraham está dedicada a esparcir la luz, especialmente porque esparcir incluso un poco de luz, aleja una gran cantidad de oscuridad, hasta el punto en que la oscuridad misma se convierte en luz. Abraham no sabe con certeza cómo se resolverá todo; él solo sabe que necesitas difundir la luz. Difundir la luz es una forma de hacer un makif, una acción indirecta. La parte de Abraham que está en cada uno de nosotros es la comprensión de que necesitamos difundir la mayor cantidad de Torá, la misma cantidad de Jasidut, el dulce sabor de la Torá a todo el mundo. Necesitamos expresar la Torá usando palabras e ideas que la gente pueda entender. Más que esto no sabemos. ¿Por qué el Mashíaj aún no ha venido? Aparentemente, todavía no hemos hecho lo suficiente. No hemos difundido la luz lo suficiente. Este es Abraham.
El hijo de Abraham es Itzjak. Parashat Toldot enfatiza este punto – que Abraham dio vida a Itzjak, aparentemente es un asunto simple. La Torá enfatiza esto porque la mentalidad de Itzjak es muy diferente a la de su padre. Itzjak no cree que sea suficiente difundir la luz. Su actitud es de juicio severo, mientras que la de Abraham es de bondad.
Contemplando la existencia
Una manera de entender esta diferencia entre Itzjak y su padre Abraham se puede ver en su acercamiento a la materia física en el mundo. Itzjak es descrito como conectado con el verdadero ser, iesh haamiti (יֵשׁ הָאֲמִתִּי), mientras que Abraham es sensible a la verdadera nada, ain haamiti (אָיִן הָאֲמִתִּי). El ser creado, que se refiere a la materia de este mundo, es en realidad solo una representación del verdadero ser de Dios. Lo que significa que pronto, cuando llegue el Mashíaj, la mesa se convertirá en Divinidad. No sólo la mesa contendrá alguna chispa de Divinidad, una chispa que mantiene unida la materia, sino que la mesa misma es el verdadero ser. Si hay algo que oculta o niegue el verdadero ser, es una mentira. Es por eso que los sabios dicen que este mundo es un mundo de engaño, alma deshikra (עָלְמָא דְּשִׁקְרָא). Decir que este mundo es un mundo de engaño es decir al mismo tiempo que este mundo no es más que Dios, pero que esto se nos oculta.
Cada uno de los patriarcas tiene su propia frustración. La frustración de Itzjak es que sabe que este mundo es engaño, y que debemos revelar que todo es Dios. Que el mundo refleje la verdadera existencia, es decir, a Dios. Por eso su servicio es cavar pozos. Quiere revelar la verdad oculta de la materia física de este mundo. Quiere encontrar la esencia de Dios como aquello que está oculto detrás de todo lo material.
Abraham también cavó pozos. Pero invirtió el mismo esfuerzo existencial en esta obra, razón por la cual sus pozos fueron finalmente sellados por los filisteos. Itzjak cava estos pozos para que la materia sienta el engaño, para que se vea obligada a revelar la verdad.
El amor de Itzjak por Esav
¿Cómo explica esto por qué Itzjak ama a Esav más que Iaacov? Dice en Jasidut algo muy fuerte. Esav también está lleno de engaño y, como tal, refleja el engaño del mundo material, que Dios creó con el propósito expreso de revelar Su honor. El mundo fue creado para que, finalmente, se revele la esencia Divina tras de él. Entretanto, es engañoso. Esav refleja este tipo de engaño, pero Iaacov no sabe nada de ello.
Iacov no es como Itzjak. Está en un programa diferente. Iaacov es un erudito de la Torá. Su objetivo es usar su sabiduría, para clarificar, lebarer (לְבָרֵר), es decir, participar en el servicio de clarificación, avodat haberurim (עֲבוֹדַת הַבֵּרורִּים), que tiene como objetivo elevar las chispas de santidad ocultas dentro de la materia. Pero, después de que Iaacov eleva estas chispas, lo material en lo que están atrapadas permanece opaco a la Divinidad, y en lo que concierne a Itzjak, el engaño permanece. Por lo tanto, Itzjak no se conecta con el programa de Iaacov. Respeta a Iaacov por lo que es. El nombre de Iaacov (יַעֲקבֹ) incluso implica que su sabiduría – representada por la primera letra de su nombre, la iud(י) – puede penetrar hasta los niveles más bajos de la realidad – representada por el resto de su nombre, akev עַקֵּב, que significa “talón”. Todos somos descendientes de Iaacov y también llevamos su nombre; por lo tanto, el servicio de Iaacov de elevar chispas de santidad es el servicio de todo nuestro pueblo.
Una vez más, Abraham consiste en agregar luz, cuanto más agregamos luz, más cerca está la redención. Abraham no se ocupa directamente de la realidad, sólo la ilumina desde arriba (como tal, sus esfuerzos se sienten como luz circundante). Pero Itzjak y Iaacov tratan directamente con la realidad, excepto que Itzjak quiere, con su severo juicio, revelar inmediatamente el verdadero ser oculto dentro de la realidad, y entonces, en un solo momento, el ser creado será anulado ante el verdadero ser y se revelará que “todo es Dios”, y no hay nada más.
¡Ahora!
El enfoque de Iaacov es diferente. Una ilustración del servicio divino de Iaacov se puede ver cuándo se encuentra con Esav después de que regresa de Harán. Llegan a una especie de incómodo tratado de paz en virtud del cual Esav invita a Iaacov a reunirse con él en su hacienda en Se’ir. Pero Iaacov rechaza cortésmente la propuesta de Esav diciendo: “Me conduciré pausadamente a causa de mis dificultades y de los hijos que están conmigo”. Esav está inquieto y quiere asegurar su paz recién establecida con Iaacov. Iaacov no tiene prisa.
Vemos que Esav es como su padre Itzjak, quiere que las cosas se muevan rápido, por eso Itzjak lo ama, a pesar de que se encuentran en dos extremos del espectro de la santidad. Ambos entienden el llamado por el “¡Mashíaj Ahora!” Y para llegar allí, ambos deben argumentar que el servicio de clarificación (עֲבוֹדַת הַבֵּרורִּים) ha terminado. Porque, no lo es, todavía debes comportarte pausadamente.
Itzjak vivió la vida más larga, uno pensaría que es el que tiene más paciencia, pero increíblemente no tiene paciencia, ¡quiere al Mashíaj ahora! Es por eso que está conectado con Esav, quien representa los aspectos físicos y materiales de la realidad. Al igual que Itzjak, Esav no tiene ninguna conexión con la lentitud con que se lleva a cabo el servicio de clarificación.
La relevancia del programa de Iaacov
El valor de las palabras que Jacob le dice a su hermano Esaú: “Me conduciré lentamente[16]“, etnahala leiti (אֶתְנָהֲלָה לְאִטִּי) es igual a “Israel” (יִשְׂרָאֵל). A Iaacov se le dio el nombre de “Israel” después de su lucha y victoria contra el ángel. Sin embargo, en ese momento, este nuevo nombre todavía era temporal. Más tarde sería Dios quien cambiaría su nombre permanentemente. Dios dice: “Ya no te llamarás Iaacov, sino Israel”.[17] Cuando el nombre de Abram fue cambiado a Abraham, se prohibió referirse a él como Abram. Lo mismo esperaríamos de Iaacov: ¿no debería llamarse sólo Israel de ahora en adelante? La razón por la que Iaacov conserva su nombre anterior es que Iaacov todavía representa el servicio de clarificación. La sabiduría de Iaacov todavía está descendiendo para agarrar el talón de Esav, es decir, en el mundo material que Esav representa y trabajar para rectificarlo. Mientras el Mashíaj aún no ha venido, seguimos viéndonos a nosotros mismos como descendientes de Iaacov dedicados a la labor de la clarificación.
Para recapitular, Jasidut enseña que el “juicio severo” se refiere a la expectativa de que la Redención se complete en el acto: como una persona que tiene un negocio, y tiene algún tipo de meta especial, y trata de alcanzarla de inmediato. Aquellos que tienen este juicio severo tienen que hacer que las cosas sucedan de inmediato y tienen que hacer que sucedan de la manera en que las imaginan. No hay tiempo para cambiar, no hay tiempo para ser flexible sobre cómo alcanzar este objetivo. Debes definir con mucha precisión lo que vas a hacer para alcanzar tu objetivo, tienes que trabajar duro y rápido, hay una fecha límite. Itzjak está trabajando contra una fecha límite, la dirección es muy clara y no se puede cambiar. Esa es la actitud de juicio severo, que no se usa solo para juzgar a los malvados. El severo juicio de Itzjak busca empujar con fuerza, de una manera predefinida, hacia el logro de su objetivo, ahora mismo. El único candidato para seguir el programa de Itzjak es su hijo Esav. Esta es la razón profunda por la que Itzjak decidió bendecir a Esav.
(de una conferencia pronunciada el 28 de Jeshván de 5773)
SEXTA LECTURA:
TIENE QUE SER IAACOV
“Yo le bendije [Iaacov] – debe ser bendecido”
¿Qué es el juicio indulgente?[18] Itzjak y Rivka tienen el mismo objetivo: traer la Redención. Pero, ¿cómo sucederá y cuánto tiempo tomará? Rivka no está atada a un plan específico. La Redención puede venir de una forma u otra; Puede tomar esta cantidad de tiempo o una cantidad de tiempo diferente. Necesitas mucha paciencia. Esto sigue siendo juicio, pero es un “juicio indulgente” (דִּינָא רַפְיָא).
Ya que dijimos anteriormente que difundimos el Jasidut, volvamos a la mentalidad de Abraham. No basta con limitarse al Jasidut al estilo de las generaciones anteriores. Tenemos que asegurarnos de que se ajuste a esta generación. De la misma manera que el Rebe usaba la palabra campañas (amaba el ejército en Eretz Israel, por lo que adoptó palabras de su jerga), a nosotros también nos gusta hacer lo mismo. ¿Por qué Itzjak quiere bendecir a Esav y por qué quiere Rivka bendecir a Iaacov?
La respuesta es que Itzjak quiere un golpe de gracia. Quiere noquear a la realidad. Itzjak tiene que ver con el juicio severo, y se imagina que el poder de las bendiciones que le dará a Esav será tan grande que la realidad – Esav representa la realidad – de un solo golpe será noqueada. Pero Rivka sabe que simplemente no funcionará. Es una buena idea que tiene Itzjak, pero no es realista. Recientemente, se escribió en los periódicos con respecto a Irán, si atacarlos o no. Uno de los artículos decía: “Knockout, y no se acabará”. Ese es el argumento de Rivka. Tanto ella como Itzjak quieren golpear la realidad con mucha fuerza, la única pregunta es si terminará con eso (que es lo que piensa Itzjak) o si no, en cuyo caso te encuentras en un problema, porque la realidad te devolverá el golpe, como un boomerang. Esto es muy pertinente para nuestra cuestión política de hoy. A Iaacov no le gustan los knockouts en absoluto. Se trata de un trabajo lento y constante, el servicio de clarificación.
Al final, gracias a Dios, fue Iaacov quien recibió las bendiciones y el increíble poder que venían con ellas. Y aunque Itzjak no bendijo a Esav, quien pensó que era la elección natural para usar un poder tan grande, está de acuerdo con el resultado y dice: “Y él [Iaacov] será bendecido”. Entiende retroactivamente que su plan no habría funcionado correctamente, y que usar a Esav no podría cambiar el hecho de que la Redención tomaría mucho tiempo. Incluso si Esav hubiera recibido las bendiciones, la realidad no habría terminado hoy y Dios no habría sido revelado.
La palabra “será”, (יִהְיֶה) alude al famoso versículo: “En aquel día, Dios será Uno y Su Nombre será Uno”[19] (יִהְיֶה י–הוה אֶחָד וּשְׁמוֹ אֶחָד).
Por lo tanto, la moraleja de toda nuestra parashá es acerca de cómo realmente traer el Mashíaj. De acuerdo con lo que aprendimos, tenemos que pensar mucho en esto. El Rebe de Lubavitch sabía todo lo que hemos explicado. ¿Qué significa entonces su famoso llamado, “Mashíaj Ahora”? Parecería que el Rebe estaba abogando por el severo juicio de Itzjak.
La diferencia es que, en nuestros tiempos, el Rebe sentía que Esav ya estaba preparado. Él está listo para desempeñar un papel en la Redención, y, por lo tanto, está esperando un golpe de knock-out, y debemos aprender de él. Podríamos decir simplemente que en la generación del Patriarca todavía no era el momento adecuado para darle un golpe a la realidad, pero ahora lo es. Sin embargo, incluso con este argumento en su lugar, no parece que el Rebe abogue por lanzar un poderoso golpe a la realidad. El modo de acción del Rebe era usar mucha más dulzura y lograr el cambio esperado por medios pacíficos, etc.
(de una conferencia dada el 28 de Jeshván 5773)
[1] Publicado por primera vez en Varsovia en 1881, Ramataim Tzofim es una antología de enseñanzas de la escuela de pensamiento jasídico Peshischa (Przysucha, Polonia) sobre el Tana DeBei Eliahu
[2] Una posibilidad podría ser que cuando un niño se apresura a salir del vientre materno, el otro trate de impedirlo.
[3] Esta palabra es usualmente usada por los sabios para describir las convulsiones asociadas con la partida del alma del cuerpo. Véase, por ejemplo, Mishná Ohalot 1:6, Julin 3:3, etc.
[4] Avot 5:22.
[5] Kol Simjá, Toldot, al comienzo
[6] Berajot 16b
[7] Levítico 18:5
[8] Tikunei Zohar 10 (25b). Tania, cap. 40.
[9] Como símbolos de las verdaderas mitzvot; ver Jeremías 31:20 y Rambán en Levítico 18:25 y Deuteronomio 11:18
[10] Keter Shem Tov, 4.
[11] Berajot 35b
[12] Génesis 26:22
[13] Bereshit Rabá 63:3
[14] Mishná Horaiot 4:7.
[15] Génesis 26:29
[16] Génesis 33:14
[17] Ibid. 32:29
[18] Véase el artículo de la quinta lectura sobre este concepto.
[19] Zejaria 14:9