[Desarmando la herejía]
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En la parashá Shlaj la Torá nos relata que Moshé Rabeinu envió espías a la tierra de Israel para después reportar a la gente cómo es la tierra y cuál es la mejor manera de acercarse a ella para conquistarla, tal como Hashem lo había ordenado. Cada tribu tenía su propio espía, y de los doce, diez de ellos fueron desleales y no creyeron que tuviésemos el poder de conquistar la tierra. Por eso su reporte fue negativo e hicieron llorar a la gente esa noche, esa noche era Tishá beAv, la noche de del 9 de Av. Y porque lloraron esa noche fue decretado en el Cielo que esta sería una noche de llanto para todas las generaciones, llorar por la destrucción del Templo.
Pero había dos espías leales, Kalev ben Iefuné de la tribu de Iehuda y Ieoshúa ben Nun, el espía de Efraim. Enseñan nuestros sabios acerca de los nombres de los espías que están justo al inicio de la porción de esta semana. La Torá enumera los nombres de los espías, quién es cada uno de ellos, y hay muchos nombres que suenan muy raro, no como suenan los nombres hebreos normales.
Y quizá, basados en este fenómeno, los sabios dicen que todos esos nombres que aparecen, en realidad aluden a su pecado de deslealtad, de no ver apropiadamente lo que habían sido enviados a ver y de reportar esto adecuadamente a la gente.
Entonces tenemos una masoret, una tradición. El sabio que afirma esto es rabí Itzjak, y la tradición dice que todos esos espías “al shem masehiem nicreu”, que a todos se les ha dado un nombre en referencia a lo que habían hecho, la maldad que hicieron. Ve ein beiadeinu ela ejad mehem, de acuerdo a esta tradición sólo se recuerda a uno de los 10. Y ese individuo de los diez es el espía de la tribu de Asher y su nombre es Stur ben Mijael. Un nombre bastante extraño “Stur” סתור . Y este es el único, dice rabí Itzjak, que conozco la razón por la que fue nombrado así.
Y la razón de que se llame así, Stur, es porque significa disturbar, disgregar o contradecir: Stur. Así que en realidad contradijo la palabra de Hashem, y al hacer esto deformó o disgregó el objetivo de su misión como emisario para observar la tierra y reportar las bondades de la tierra y la manera de conquistarla.
Así que su nombre, Stur, quiere decir, una vez más, contradecir o disgregar. Y el nombre de su padre que va junto al suyo es Mijael, Stur ben Mijael. Entonces no está tan mal, el nombre de su padre no es tan raro porque es el del ángel Mijael. Muchos grandes judíos son llamados Miguel, Mijael. Sin embargo, en este contexto, el nombre del padre de Stur, esa persona que iba a romper la palabra de Dios, significa “débil” él que debilita el poder del Divino. Maj, maj en hebreo, מך , significa debilitar. Así que la manera en que Rabi Itzjak aprende es, una vez más, yo he recibido una tradición, nosotros hemos recibido una tradición, todos estos nombres tienen un significado, en referencia con lo que hicieron. Pero el único que sé que interpretaron es este, Stur Ben Mijael, Stur significa “contradecir,” “desintegrar,” y Mijael (en este contexto) significa “debilitar”. Quebró la palabra de Dios y debilitó el efecto, la efectividad de la palabra de Dios.
Después de la explicación de rabí Itzjak, llega la de rabí Iojanán, uno de los grandes sabios de la guemará, rabí Iojanán dice: si me has dicho el secreto de uno de estos nombres, yo te puedo decir otro. Y el otro que tengo es el que aparece después de él, que es el espía de la tribu de Naftalí, y su nombre es Najbi ben Rapsi, ambos nombres suenan muy extraño, Najbi ben Rapsi. Y dice que Najbi, el nombre propio Najbi, significa “esconder”, leajbí ¿Cómo puede ser esto? Él escondió la palabra, como si la hubiese escondido o puesto debajo de cubiertas, la tapó, escondió el propósito y la instrucción de Dios, no le importó, no le interesó. Y Rapsi es de psiá, porque pasá al midotav shel HaKadosh Baruj Hu, esquivó o saltó la construcción y el atributo de Dios; hizo caso omiso a la voluntad y los atributos de Dios. Y eso es lo que dice rabí Iojanán.
Ahora ya sabemos a qué se refieren dos de los diez nombres, no solamente uno. Es obvio y muy significativo que de todos estos diez, tengamos una tradición que todos los nombres tengan un significado importante referente a la deslealtad de estas tribus. Obviamente… ¿Por qué tenemos que conocer esto? Tenemos que saberlo por lo opuesto, para incorporar lo opuesto, para sanar; para sanar estas enfermedades y, obviamente, el remedio está en sus nombres, pues cada uno de los nombres puede ser interpretado de la misma manera, pero en dirección contraria, para el bien, no para el mal, como explicaremos más adelante. Estos son los dos nombres que conocemos: Stur ben Mijael y Najbi ben Rapsi.
De hecho, si lo contemplamos por un momento, vemos que los dos nombres, que llamamos sus energías, son opuestos de cierta manera, puesto una energía está desintegrando o destruyendo algo, destruyendo y debilitando algo. Stur ben Mijael es distorsionar o contradecir, o descomponer, desintegrar y Mijael es debilitar, hacer activamente algo para negar la voluntad Divina o palabra. Pero el otro no está negando activamente, muy por lo contrario, está ignorando pasivamente, escondiendo, empujándolo, reprimiéndolo de nuestra consciencia.
Existen dos formas distintas de ir en contra de la voluntad de Hashem, ya sea a través de la negación activa: “no lo voy a hacer”, “haré lo contrario,” o represión que es obviamente un trastorno psicológico muy profundo. También entendemos la progresión de estos dos pensamientos: el primer sabio habla del poder negativo consciente, destruir o desintegrar algo. El otro sabio viene a añadir algo que para tí es inconsciente, ese es el secreto de Najbi ben Rapsi, esa es la tendencia del alma de tapar cosas y de saltar sobre las cosas, es decir, no importarle la voluntad de Hashem: “voy a hacer lo que me viene en gana y no me interesa lo que tu quieras.”
Dijimos que estas dos cosas pueden ser transformadas algo bueno. Stur significa contradecir. Por ejemplo, si el mundo te viene con reclamos, digamos, reclamaciones heréticas, contra Dios, que Dios no existe, que la Torá no es verdad, jas veshalom, Dios lo prohíba. Todas las opiniones más negativas que el mundo pueda traerte, tienes que tener la habilidad de destruir, de deshacer y quebrar ese argumento.
Una vez más, si existen argumentos negativos, justo lo contrario a ser enviado a Israel sólo para descubrir las bondades de la tierra de Israel y reportar que tenemos el poder conquistarla justo como Dios lo desea. La gente dijo justo lo contrario: “no…”. Los espías mismos, hora eso se convierte en la norma, la norma dice “¡no! no es verdad de ninguna manera, la tierra no es para nosotros, no podemos conquistarla, tenemos que considerar a todas las Naciones Unidas”. Y para eso debes ser un Stur ben Mijael, tienes que tener la habilidad, que, obviamente involucra mucha inteligencia. Tienes que la inteligencia para saber cómo destruir argumentos negativos, opiniones negativas y cómo debilitar el poder que tienen esas opiniones sobre la opinión pública. Debilitar lo que los medios informativos están transmitiendo sin cesar cada mañana. A esto se le conoce como el Stur ben Mijael de la Kedushá.
De la misma manera la persona tiene que ser capaz de, en kedushá, de lado de lo sagrado, la frase estos días es “jugar el juego fuera del estuche”. “Estar fuera del estuche” significa que no voy a seguir tus reglas del juego, tu política. Para poder rectificar la política, uno tiene que ser capaz de ignorar, es decir, reprimir. Las reglas no me atañen, es por eso que las escondo; no es que las desconozca, una vez más, la persona las conoce muy bien. Este poder viene de una fuente subconsciente muy profunda, que las ignoro (las reglas), simplemente “estoy jugando el juego fuera del estuche”. Ese es el secreto de Najbi ben Rapsi, ser capaz de hacer caso omiso y tapar, esconder, las reglas del juego y saltármelas; no tomarlas en cuenta para nada.
Que aprendamos la parte buena de esto y que queden las buenas enseñanzas de Stur ben Mijael y Najbi ben Rapsi.