Antes de que Iaacov bendiga a sus hijos, los llama y les dice “Reúnanse y les diré lo que les sucederá al final de los días”. Luego continúa el siguiente versículo: “agrúpense y escuchen”. Dice dos palabras diferentes en la lengua sagrada, en hebreo, pero en arameo se traduce igual: itcanashu, “júntense”. Antes les dijo heasfú, “reúnanse”, y hikabtzu, “agrúpense”. Primero una reunión y luego un grupo.
En general Iaacov Avinu entregó la vida por la unión y la cohesión entre todos sus hijos. Al fin de sus días todos los hijos le dijeron juntos “Oye Israel [en Cabalá Saba, “abuelo”] Havaiá es nuestro Dios, Havaiá es Uno. Se alegró mucho, y contestó “Bendito el Nombre de la Gloria de Su Reino por siempre jamás”. Con “reúnanse” Iaacov trae inspiración Divina a sus hijos para que puedan recibir la inspiración de lo Alto para poder contarles lo que les sucedería al final de los días. Con “agrúpense, quiso incitarlos a un despertar desde abajo, hiteruta deletata, y puedan captar profundamente lo que él les iba a contar. Por eso les dijo “agrúpense y escuchen”. Se necesitan ambas acciones, por un lado “reúnanse”, la reunión de los judíos. Está explicado en Jasidut que esto es no decir lashón hará, “difamar” uno al otro, estar unidos, pero antes hay una inspiración del Ein Sof, el infinito, porque asaf, es una contracción de Ein Sof, la revelación de la Luz Infinita que permite reunirse. Luego tenemos que concentrarnos, agruparnos más, ser un grupo y estar conectados entre nosotros para que podamos oír las palabras de Iaacov, Israel Saba. (Israel Saba es el partzuf inferior de Jojmá o Aba del Mundo de Atzilut, que representa la inclinación de la mente a influenciar las emociones. De allí derivan las inclinaciones opuestas de Bet Shamai, más estricto y Bet Hilel, más permisivo.)