Rabi Avraham Borenstein de Soshatshov (el Avnei Nezer) nació en 5599 (1838) siendo su padre Rabi Zeev Najum, autor de “Agudat Ezov” y discípulo del Rebe de Kotzk. Su madre era la Rebetzin Dvorish. En el mes de Av de 5613 (1853), a la edad de trece años, se casó con Sará Tzina, la hija de Rabi Menajem Mendel de Kotzk. Rabi Avraham vivió en la casa de su suegro, a quien consideraba su Rabi preeminente, hasta 5623 (1863) (cuatro años después de la muerte de su suegro). Incluso durante los años que el Kotzker Rebe estuvo en su aislamiento autoimpuesto, le pedía a su yerno que le repitiera sus innovadores pensamientos de la Torá. En 5623 (1863), Rabi Avraham se convirtió en Rabi de Partchew, donde permaneció durante varios años. En 5627 (1867) se convirtió en Rabi de Krushnevitz. Durante estos años viajaría para estar con sus Rabinos, el Jidusei Harim de Gur y Rabi Janoj Henej de Alexander. Después del fallecimiento de Rabi de Alexander, Rabi Avraham comenzó a servir como Rabi jasídico. En 5636 (1876) se convirtió en Rabi de Nasielsk. Los miembros de la comunidad allí no aprobaron el hecho de que Rabi Avraham fuera tanto Rabi jasídico como su Rabi principal. En 5643 (1883) se convirtió en Rabi de Sochatshov y estableció allí una ieshivá. En 5651 (1891), Rabi Avraham actuó para establecer una moshava jasídica (comunidad agrícola) en Rosh Pina, Israel. Este plan, sin embargo, se detuvo debido a los decretos del sultán turco. Rabi Avraham falleció el 11 de Adar de 5670 (1910). Se le conoce como Avnei Nezer (“Las Piedras de la corona”) por el título de su conjunto de responsa de Torá publicado póstumamente, que es ampliamente reconocido como un clásico legal judío. El hijo de Rabí Avraham, Shmuel, lo sucedió como Rebe en Sochatshov.
El santo Rabi Shlomo Kalish fue una vez un invitado de Shabat en la mesa sagrada del Rebe Janoj Henej de Sojotshov (nieto del Avnei Nezer) en Bait Vagan, Israel.
Rabi Janoj Henej se dirigió a Rabi Shlomo y le dijo: “Recuerdo que en Sojotshov decían que el Avnei Nezer dijo: El mundo piensa erróneamente que se puede producir la salvación por medio de la Cabalá. En verdad, se puede producir la salvación por medio de la porción revelada de la Torá. ¿Sabes algo sobre esto?
Rabi Shlomo sonrió ampliamente y respondió: “Esta historia me sucedió personalmente. Una vez llegué al Avnei Nezer con mi ilustre suegro, el Jelkat Ioav. El Avnei Nezer se volvió hacia mi suegro y le dijo: “Es hora de que aceptes notas con solicitudes de bendiciones”. (En otras palabras, debes ser un Rebe jasídico). El Jelkat Ioav se sorprendió y dijo: ‘¡Rebe! ¿Cómo puedo hacer eso? ¿Qué haré si alguien viene a mí y me pide que procure salvación para que tenga un hijo? ¡Para ser un Rebe uno tiene que saber cómo hacer eso!’
‘Oy’, respondió el Avnei Nezer. ‘¿Y no sabes lo que está escrito en el tratado de Ievamot?’
‘¿Se está refiriendo el Rebe a la explicación del Rabeinu Jananel?’ preguntó el Jelkat Ioav.
‘¡Entonces sí lo sabes!’ respondió el Avnei Nezer. El mundo piensa erróneamente que uno puede procurar salvación solo por medio de la dimensión oculta de la Torá. Y yo digo que todo es posible por medio de la porción revelada de la Torá. Y sé, por ejemplo, que el Nimukei Iosef en el tratado de Baba Kama puede usarse para resolver la infertilidad” agregó, pero no explicó más.
“Mi suegro no perdió el tiempo. Tan pronto como salimos del estudio del Avnei Nezer se sentó y estudió todo el Nimukei Iosef en Baba Kama. No encontró a qué se refería el Avnei Nezer. Sin embargo, conocía la explicación de Rabeinu Jananel en el tratado de Ievamot”.
El Jelkat Ioav relató que una vez, cuando estaba estudiando con su Rebe, el Avnei Nezer, el hijo del Avnei Nezer (el Shem Mishmuel, que entonces tenía nueve años) había enfermado gravemente. En medio de su sesión de estudio la esposa del Avnei Nezer entró en su habitación y gritó: “Nuestro hijo se está muriendo, ¿y tú estás sentado y estudiando sin hacer nada por él?”.
El Avnei Nezer se levantó, se acercó a la cama del niño, puso su mano sobre la cara del niño y luego volvió a la mesa para estudiar. Mientras esto sucedía el niño comenzó a sudar y su condición mejoró. “En verdad”, dijo el Avnei Nezer, “el estado del niño habría mejorado mientras yo estaba sentado estudiando, incluso si no hubiera tomado ninguna medida. Pero debido a que mi Rebetzin estaba muy estresada y me impidió estudiar por un momento tuve que levantarme y realizar algún tipo de acción por él. Porque un momento de no estudiar ya había sido causado por toda la situación…”
El Avnei Nezer, quien fue una combinación única de Rebe y Rabino, un tzadik y el jefe de una ieshivá, nos enseña que toda la Torá procura la salvación. Incluso si nos parece que los milagros ocurren como resultado de los secretos desconocidos de la Torá, el factor principal que afecta el milagro es adherirse al Amo Divino de las Maravillas, Quien controla la naturaleza. Los maestros de la dimensión oculta de la Torá se adhieren a Dios por medio de sus pensamientos e intenciones. Los maestros de la porción revelada de la Torá, como el Avnei Nezer, se adhieren a la Torá de Dios en sí misma. Restaura el alma – incluso de manera milagrosa- porque la Torá y el Santo, Bendito Es, son uno.
También se dice del Avnei Nezer que se recuperó de una enfermedad grave por el mérito de su Torá. Su suegro, el Rebe de Kotzk, le dijo que lo tomó como yerno para que estudiara con perseverancia y no para que se quedara enfermo en cama. Sus palabras surtieron efecto y el joven novio fue sanado.
El Santo, Bendito Es, “miró en la Torá y creó el mundo”. La Torá también tiene el poder de re-crear la realidad de nuevo y cambiar la forma en que funciona el mundo desde la Creación. En hebreo, la palabra para “creación” es “Briá“, que comparte raíz con briut (salud). El poder de la Torá cura a los enfermos y las parejas infértiles se vuelven fértiles. No obstante, hay una diferencia entre un maestro de la porción oculta de la Torá y un maestro de la porción revelada de la Torá. El maestro de la porción oculta de la Torá genera las maravillas con el atributo de bondad y amor, mientras que el maestro de la porción revelada de la Torá está más involucrado en el aspecto del rigor. Por ejemplo, el Rebe de Rogotchov, Rabi Iosef Rozin, realizó la mayoría de sus maravillas por medio de las Elucidaciones de Maimónides, la raíz de la línea izquierda en la Torá.
La parte oculta de la Torá, la bondad amorosa, es relevante para las luces. La parte revelada de la Torá y el poder son relevantes para los recipientes. Mientras que el maestro de lo oculto cura el mal atrayendo la luz hacia el alma, el maestro de lo revelado fortalece el cuerpo mismo. En la parte revelada de la Torá, queda claro que los recipientes, el cuerpo y la materialidad de la que habla la Torá revelada están imbuidos de Divinidad. La divinidad no está reservada únicamente para las almas de luz que llenan la existencia física. Podemos decir que el maestro de lo oculto expresa el dicho: “El tzadik decreta y el Santo, Bendito Es, cumple (el decreto), mientras que el maestro de lo revelado expresa el dicho: “El Santo, Bendito Es, decreta y el tzadik anula (el decreto)”.
El maestro de las acciones ocultas obra a través del atributo de victoria (netzaj), que es una rama de la bondad amorosa. Después de que atrae nueva luz desde Arriba, el decreto anterior queda anulado. El maestro de lo revelado, por el contrario, obra a través del atributo de agradecimiento (hod), una rama del rigor. Al promulgar una ley que él innova con abnegación, anula el decreto.
El medio de acción de lo revelado, que se ocupa de este mundo y del que asciende para adherirse a Dios, es el secreto de que “toda luz que regresa vuelve a su estado anterior”, literalmente. La luz que desciende del Cielo es una revelación de la Divinidad, pero la luz que asciende desde este mundo toca la esencia de Dios (atzmut) que comparte raíz con otzma (fuerza) a través de la cual la Torá fue entregada a la Nación de Israel.