Cada meditación una lección de Jasidut y Lashón Hakodesh
“Y cuidarán Mis estatutos y Mis leyes, y no harán ninguna de estas abominaciones, el ciudadano y el extranjero que vive en medio de ustedes. Porque todas estas abominaciones hicieron las personas de la tierra que estaban antes que ustedes, y la Tierra se impurificó. Y la Tierra no te vomite si la vuelven impura, como expulsó al pueblo que estaba antes que ustedes”. [Levítico-Vaikra 18:26-28]
כו וּשְׁמַרְתֶּ֣ם אַתֶּ֗ם אֶת־חֻקֹּתַי֙ וְאֶת־מִשְׁפָּטַ֔י וְלֹ֣א תַֽעֲשׂ֔וּ מִכֹּ֥ל הַתּֽוֹעֵבֹ֖ת הָאֵ֑לֶּה הָֽאֶזְרָ֔ח וְהַגֵּ֖ר הַגָּ֥ר בְּתֽוֹכְכֶֽם:כז כִּ֚י אֶת־כָּל־הַתּֽוֹעֵבֹ֣ת הָאֵ֔ל עָשׂ֥וּ אַנְשֵֽׁי־הָאָ֖רֶץ אֲשֶׁ֣ר לִפְנֵיכֶ֑ם וַתִּטְמָ֖א הָאָֽרֶץ: כח וְלֹֽא־תָקִ֤יא הָאָ֨רֶץ֙ אֶתְכֶ֔ם בְּטַמַּֽאֲכֶ֖ם אֹתָ֑הּ כַּֽאֲשֶׁ֥ר קָאָ֛ה אֶת־הַגּ֖וֹי אֲשֶׁ֥ר לִפְנֵיכֶֽם:
26: Ushmartem etem et jukotai veet mishpotai, velo taasú micol hatoevot haele, haezraj ve hager hagar betojejem. 27: Ki et col hatoevot hael asú anshei haaretz asher ligneijem, vatitmá haaretz. 28: Velo takí haaretz etjem betamaajem otam caasher kaá et hagoi asher lifneijem.
La Torá hace una conexión entre cumplir las leyes de las relaciones impropias con el mérito de vivir en la Tierra de Israel. Podemos entender este vínculo tan especial comparando la imagen bíblica de la relación entre el Pueblo de Israel y la Tierra de Israel, con la relación entre un hombre y una mujer. “Como un hombre joven se una con una virgen, Tus hijos se unirán a Ti”. En un nivel interior profundo, una persona que transgrede las prohibiciones de las relaciones sexuales prohibidas traiciona la relación verdadera, consumada y comprometida entre el hombre y la mujer. En la misma medida, él no entiende que la relación entre el Pueblo de Israel y la Tierra de Israel es una relación completa: la integridad del Pueblo y la integridad de la Tierra.
Así como la santidad del matrimonio no permite que dos hombres, Dios nos cuide, “compartan” a una mujer, entonces es imposible que la Tierra de Israel sea divida en “dos estados para dos pueblos”. La Tierra de Israel es una Tierra para un Pueblo: la integridad de la Nación en la totalidad de la Tierra con la totalidad de la Torá.
(Del libro de Rabi Ginsburgh, Hameimad Hapnimi – La Dimensión Interior)