Meditación diaria de Rab Itzjak Ginsburgh
Vaiejí: Y vivió – Domingo
“וַיְחִי יַעֲקֹב בְּאֶרֶץ מִצְרַיִם שְׁבַע עֶשְׂרֵה שָׁנָה
וַיְהִי יְמֵי יַעֲקֹב שְׁנֵי חַיָּיו שֶׁבַע שָׁנִים וְאַרְבָּעִים וּמְאַת שָׁנָה”
Viejí Iaacov beeretz Mitzraim sheva esré shaná
Vaiehí iemei Iaacov shnei jaiav sheva shanim vearbaim umea shaná.
“Y Iaacov vivió en la tierra de Egipto diecisiete años y los días de Iaacov, los años de su vida fueron siete años y cuarenta y cien años.”
Después de reunirse con su hijo Iosef, Iaacov vivió los últimos diecisiete años de su vida con tranquilidad y bondad. En guematria el número 17 es el valor numérico de טוב, tov, ‘bueno’.
Otra meditación sobre los años de Iaacov revela que la división entre los 17 años buenos en Egipto y los 130 años que vivió hasta entonces se ajusta por completo a la expresión tov ain, ‘(portador de) un buen ojo’. Tov = 17, עין, ain = 130. En otras palabras, Iaacov tiene un buen ojo, como se alude en la bendición de Moshé: “Vaishkón Israel betaj badad ein Iaakov“, “E Israel moró seguro y solo, con el ojo de Iaacov”.En el Libro de los Proverbios está escrito, “El portador de un buen ojo será bendecido porque él ha dado de su pan a los pobres”. El Talmud dice: “Rabí Iehoshúa ben Levi dijo: ‘No se le da la copa (de vino) para decir la bendición sino al que tiene buen ojo, como está dicho: ‘Quien tiene buen ojo será bendecido por ha dado de su pan a los pobres’. No lo leas ievarej, “bendecirá”, sino ievoraj, ‘será bendecido’. Quien tiene un buen ojo es digna de bendición. Los demás lo bendicen y también él tiene el poder de bendecir a los demás. Este es el poder de Iaacov para bendecir (como veremos en la continuación de esta porción de la Torá) a todos sus hijos, buenas bendiciones que no tienen fin.