Cada meditación una lección de Jasidut y Lashón Hakodesh
“Mientras dure la afección [nega] estará impuro,
y por eso morará aislado fuera del campamento”. [Vaikrá-Levítico 13:46]
“כָּל יְמֵי אֲשֶׁר הַנֶּגַע בּוֹ יִטְמָא טָמֵא הוּא בָּדָד יֵשֵׁב מִחוּץ לַמַּחֲנֶה מוֹשָׁבוֹ”
“Col Iemei asher hanega bo, itmá tame hu, bodad ieshev lamajané moshavó”
“¿Qué diferencia hay entre él y las otras personas impuras, que lo obliga a aislarse? Porque con su discurso malvado, separó al hombre de su esposa y a una persona de la otra, por eso se separará” (Rashi). Estar solo en este caso es un castigo, medida de medida. Esta persona afectada tenía un problema serio, en lugar de tocar [lagaat, לגעת] suavemente, tocó [נגע, nagá, como nega, afección] con toda su fuerza y causó destrucción. Por esta razón, le surgió la afección, (nega, de la misma raíz que nagá/tocó) y debe apartarse de todo contacto social.
Estar solo también puede ser positivo, como en el caso de “Una nación que vive sola” [עם לבדד ישכן, am levaded ishcón, Números 23:9]. La persona creyente busca oportunidades para estar a solas con Di-s, y en verdad la soledad del leproso también se convierte en una soledad positiva. ¿Cómo se hace?
Primero, el contacto no rectificado del leproso con otras personas creó en él un bloqueo emocional hacia sí mismo. La impureza, tumá, está relacionada con atimá/ insensibilidad-impenetrable y timtum/atontamiento. El habla malvada constante y el chismorreo desvían al alma de la verdadera vida interior a una experiencia externa y ruidosa (similar a una persona que está totalmente inmersa en su teléfono celular y se olvida de vivir su vida real…). Ahora debe desconectarse de cualquier contacto externo, entrar en su yo y revelar su soledad en toda su evidente crudeza. Después de haber descubierto su verdadero ser, finalmente alcanzará la pureza del alma. En ese momento, el sacerdote saldrá del campamento para revisar al leproso y verá que la aflicción se ha curado.