“Yo Soy para mi Amado”
Curar Nuestra Enfermedad General La única enfermedad discutida en la Torá que incluye las leyes correspondientes a sus manifestaciones y a su curación es tzaraat. Esto hace de ella la enfermedad arquetípica y que comprende a todas. Usualmente se traduce como “lepra”, aunque no está claro que se trate de la lepra común de nuestros días, pero de todas maneras tzaraat es explícitamente una enfermedad de la piel. Si podemos curarla, tendremos el poder, el conocimiento y la visión para curar todas las enfermedades, lo que constituye un signo de la llegada del Mashíaj.
Rectificar lo Negativo
Como aprendimos de nuestra meditación en la porción Vaikrá de la Torá, cada raíz de tres letras del idioma hebreo tiene seis permutaciones posibles. En este idioma hay sólo siete de esas raíces cuyas seis permutaciones tienen significado.
El antiguo maestro de la cabalá, rabi Abraham Abulafia meditaba sobre una palabra hebrea considerando las permutaciones de su raíz y contemplando el círculo de imágenes creado por dichas permutaciones. Notablemente, sin importar qué raíz, por lo menos una de las seis permutaciones tiene una implicación negativa, pero cuando esta connotación negativa es meditada como parte del círculo completo, el conjunto purifica y rectifica esta negatividad. Por otra parte, esta connotación negativa es necesaria para la rectificación del todo. El mismo hecho de que lo negativo sea necesario para completar el conjunto todo, rectifica la negatividad. Este principio del lenguaje hebreo se aplica a todos los fenómenos de la vida. Esto está bellamente ilustrado por nuestros sabios cuando nos enseñan que para que nuestras plegarias lleguen a Di-s, el espectro completo del pueblo judío, desde el más justo hasta el menos, debe estar incluido en nuestras plegarias.