28 Shevat 5782

Es costumbre contar una historia jasídica sobre el Baal Shem Tov todos los Motzaei Shabat, la salida del Shabat por la noche en una comida de Melavé Malká, acompañar a la novia (el Shabat).

Una segulá para un buen sustento, para tener hijos y tener satisfacciones de ellos, para una vida buena y larga y para salud

RABI MIJAL MAZLOTSHOV

Uno de los más grandes discípulos del Baal Shem Tov fue el rabino Mijal Mazlotshov, un gran hombre justo y un gran talmid jajam. 

Una vez llegaron al Baal Shem Tov judíos de una ciudad importante, y le suplicaron que enviara al rabino Mijal para que fuera el rabino de la ciudad.  El Baal Shem Tov se volvió hacia el rabino Mijal y le dijo que debería aceptar este puesto. Rabi Mijal se negó.El Baal Shem Tov trató de convencerlo más y más, pero el Rebe dice y el jasid se niega.  

El debate se ‘calentó’ tanto que el Baal Shem Tov le dijo:

  •  Si no me escuchas, ¡No tendrás parte ni en este mundo ni en el mundo venidero!

  Y rabi Mijal siguió en lo suyo:

  • Me temo que, no puedo aceptar nada que siento que no es correcto para mí.

Entonces el Baal Shem Tov sonrió y dijo con una cara radiante y feliz:

  • Gracias a Dios que tengo tal estudiante. Sabes, todo lo que dije fue para probarte, y he aquí pasaste la prueba.

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