EL PODER DE LA IMAGINACIÓN

NIÑO CORRIENDO

*UN RELATO PARA ROSH HASHANÁ*

EXTRACTO: Un joven discípulo del Baal Shem Tov, lleno de fervor, imaginó la inminente llegada del Mashíaj en Rosh Hashaná. Su visión se intensificó tanto que corrió en busca de sus compañeros, quienes compartían su convicción. En una noche mágica, mientras la ciudad se sumía en la oscuridad, la poderosa idea de redención se desvaneció. ¿Qué provocó esta transformación? Acompáñanos a explorar la profunda conexión entre la imaginación, el deseo y la llegada del Mashíaj, y descubre cómo la enseñanza del Baal Shem Tov sigue resonando en nuestros corazones hoy.

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El grupo sagrado de discípulos del Baal Shem Tov tenía una casa especial fuera de la ciudad, donde se reunían después de cada enseñanza que daba el Baal Shem Tov, para debatir sus palabras sagradas. En una ocasión, el Baal Shem Tov enseñó el primer día de Rosh Hashaná una lección sobre el versículo “Toca el gran shofar por nuestra libertad”, y después de la enseñanza entró inmediatamente en su habitación y cerró la puerta detrás de él. Los discípulos se dirigieron, como de costumbre, a la casa fuera de la ciudad.

En la casa del Baal Shem Tov se encontraba entonces un joven de dieciséis años, hijo del rabino Itzjak Dov, hermano del autor del “Meir Netivim”, que debido a su corta edad no se unía a los discípulos en su casa especial. Cuando se quedó solo en la casa del Baal Shem Tov, después de la enseñanza en ese Rosh Hashaná, comenzó a imaginarse que el Mashíaj (Mesías) vendría ese día y con cada momento la idea se fortalecía más y más en su mente, hasta que estuvo completamente convencido de que el Mashíaj vendría en cualquier momento a la ciudad. Su espíritu se agitaba mucho debido a esta poderosa visión y no había nadie en la casa para calmarlo, hasta el punto de que casi le faltaba el aliento. Decidió correr hacia los discípulos y contarles lo que sentía con la esperanza de que pudieran aliviar su mente.

Corrió de inmediato desde la casa del Baal Shem Tov con gran agitación atravesando las calles de la ciudad. Todos los que lo veían correr le preguntaban por qué corría, pero él no respondía nada, hasta que llegó al lugar donde se reunían los discípulos. Entró apresurado en la casa y vio que todos los discípulos estaban sentados alrededor de la mesa, incapaces de hablar porque todos compartían la misma clara convicción de que el Mashíaj estaba a punto de llegar. Se sentó con ellos hasta que llegó la salida de las estrellas en la segunda noche de Rosh Hashaná, y de repente todos dejaron de tener ese pensamiento, y regresaron a la ciudad.

*[Relatos jasídicos]*

¿Qué hizo que los discípulos del Baal Shem Tov sintieran eso? ¿Y por qué desapareció esa visión inmediatamente al anochecer?

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