Rabi Shalom de Kaminka
Rabi Shalom Rosenfeld, el rabino de Kaminka y padre fundador del Jasidut de Kaminka, fue hijo del filántropo Iaacov Iosef y Yenta, hija de Rabi Iehoshua Tzvi Heschel de Behr. Concluyó todo el Talmud a la edad de 9 años. En su juventud, estudió bajo la tutela de Rabi Tzvi Hirsch Harif y Rabi Shlomo Kluger y más tarde se convirtió en jasid y discípulo del Rebe Naftoli de Ropschitz. Rabi Shalom, que nunca ejerció oficialmente como rebe jasídico, era conocido como un gran y brillante tzadik. Muchas de sus enseñanzas están entrelazadas con ocurrencias que ocultan secretos celestiales. Falleció el 20 de Jeshván, 5612 (1851). Su único hijo, Rabí Iehoshúa, lo sucedió en Kaminka. Sus enseñanzas de Torá e historias sobre él fueron impresas en el libro ‘Ohev Shalom’.
Tras el fallecimiento de su Rebe y maestro, Rabí Naftoli de Ropschitz, Rabí Shalom de Kaminka estudió bajo la tutela de Rabí Sar Shalom de Belz. En cierta ocasión, Rabí Sar Shalom le dijo a Rabí Shalom que se preparara bien para estudiar una unificación especial para el momento en que un alma partiera de este mundo. Cuando salió de la habitación de Rabí Sar Shalom después de aprender la unificación, Rabí Shalom se encontró a la famosa y virtuosa esposa de Rabí Sar Shalom, Malka. “¿Alguna vez aprendiste revelaciones tan asombrosas con tu anterior Rebe?”, le preguntó. El Rebe Shalom intentó evitar responderle, pero finalmente respondió:
“Una vez estaba sentado en la cocina de Rospschitz con Rabi Jaim de Sanz, pelando patatas para la comida de todos. De repente, el santo Rebe Naftali entró, puso su mano sobre mi hombro y su otra mano sobre el hombro de Rebe Jaim y nos enseñó la unificación para pelar patatas. Esta es la misma unificación que ahora aprendí de Rabí Sar Shalom”.
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¿Qué tiene que ver la salida del alma del cuerpo con pelar patatas? Podemos imaginar que la cantidad de patatas que había que pelar en Ropschitz era suficiente para hacer que el alma de cualquier persona se separara de su cuerpo, pero esa no es la única conexión…
La salida del alma del cuerpo es la separación del alma interna del cuerpo externo. Esto se puede comparar con separar el fruto de su cáscara. Este es el secreto del versículo (del cual se aprende esta unificación): “E irás a tus padres en paz, serás sepultado en buena vejez”,[1] que Di-s le dijo a Abraham. “E irás a tus padres en paz” se refiere al fruto del alma, que se separa del cuerpo, mientras que “serás enterrado en buena vejez” se refiere al entierro de la cáscara del cuerpo. El valor numérico de todo este versículo es igual a oneg (123 – placer) por tová (22 – bueno), que también es la última palabra en este versículo.
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Otra historia sobre los dos amigos, Rabi Shalom de Kaminka y Rabi Jaim de Sanz en la cocina de Ropschitz:
Una vez, Rabí Shalom y Rabí Jaim estaban pelando patatas en la cocina de Rebe Naftali de Ropschitz. El Rebe entró en la cocina de repente y vigorosamente arrojó una patata en la olla llena de agua allí. El agua salpicó por todas partes y Rabí Naftali les dijo: “Y arrojaré sobre ustedes aguas puras y serán purificados”.[2] A partir de ese momento, un espíritu de pureza moró en ellos.
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Desde la destrucción del Templo Sagrado en Jerusalén, nos falta la purificación de las aguas purificadoras (mei jatat, preparado con las cenizas de la vaca roja). Solo en el futuro se cumplirá el versículo que pronunció el Rebe de Ropschitzer. Pero para los verdaderos tzadikim, incluso una tapuaj adamá (patata/papa) puede servir para el propósito de una pará adumá (vaca roja). En hebreo, adumá es afín a adamá) – y puede transformar el trabajo en la cocina en un servicio en el Templo Sagrado con pureza.
[1] Génesis 15:15. וְאַתָּה תָּבוֹא אֶל אֲבֹתֶיךָ בְּשָׁלוֹם תִּקָּבֵר בְּשֵׂיבָה טוֹבָה
[2] Ezequiel 36:25.




