BEHAR בְּהַר
Levítico 25:1 – 26:2 Haftara: Jeremias 32:6-22
PARASHÁ BEHAR
La Vida no Vale la Pena sin Paz 6
El Ciclo del Siete y la Naturaleza 10
Videos Rabino Itzjak Guinsburgh 16
En honor y recuerdo de David ben Natán 8 de Iyar 5782 de bendita memoria. 22
En honor y recuerdo de David ben Natán 8 de Iyar 5782 de bendita memoria. 23
En El Monte Sinaí con el Año de Shmitá, en la Tierra del Mesías 23
Parashá Behar Bejukotai 5781 26
Una Historia de Fe en Hashem y La Reencarnación Año Sabático y el Virus de la Corona 27
Preguntas y respuestas: Prométeme riqueza 28
Parashá Behar Bejukotai: “Año Sabático y El Monte Sinaí”. 28
LA LUZ DE LA MENORÁ EN EL TEMPLO 29
En el Monte Sinai se oirá el cuerno del carnero 29
Les hablarás a los israelitas 30
Durante seis años puedes sembrar 30
Revelación de Arriba hacia abajo 31
Meditaciones jasídicas
Año 5782
¿QUIÉN ES EL REDENTOR?
“Y si tu hermano empobreciere y vendiere parte de sus tierras, y vendrá su redentor (goaló/גאלו), que es su pariente, y redimirá (vegaal/וגאל) lo que su hermano ha vendido.”
Comencemos con algunos cálculos: hasta nuestra porción de la Torá, Behar, la raíz para ‘redimir’, gaal/גאל aparece en la Torá solo tres veces. En Behar aparece 19 veces, la mayor concentración de gaal/redención en las porciones de la Torá. El siguiente en la línea es la porción de Bejukotai (a menudo leída junto con Behar), en la que se escribe gaal 12 veces. Junto con Behar, la raíz gaal aparece 31 veces en estas dos porciones finales del Libro de Levítico. Estos números revelan una hermosa alusión: en el Libro de Levítico la raíz gaal aparece 34 veces (el valor numérico de gaal). Estas apariciones se dividen de acuerdo a la guematria de la palabra misma gaal/ ג-אל (3 más 31) veces. Si contamos las apariciones de gaal en toda la Torá encontraremos 45 apariciones, ¡el valor numérico de gueulá (redención)!
En todo el Tanaj, la Biblia, la mayor concentración de la raíz gaal se encuentra en el Rollo de Rut (que leeremos en la próxima festividad de Shavuot). En los 85 versos de Rut, la raíz gaal aparece 23 veces. 23 es el punto medio de 45, claramente relacionado con la gueulá.
En nuestra porción de la Torá y en el Rollo de Rut aprendemos que el pariente es el redentor preferido. Tiene la primera opción de comprar-redimir el campo, como le dice Boaz a Rut: “Si te redime, bueno, que te redima, y si no te quiere redimir, yo te redimo». Esta es una alusión importante a la redención de Israel: el pariente redentor de Israel es el tzadik. En otras palabras, la redención de Israel se materializa cuando ellos merecen la redención, cuando son justos y están inmersos en la Torá. Sin embargo, de manera similar al Rollo de Rut, es posible que el pariente redentor no quiera redimir. No encontramos favor a sus ojos, nos vemos distantes y descuidados… En ese momento viene Di-s y dice: “…y yo te redimiré”. Yo mismo os redimiré, sin mirar vuestra apariencia exterior: “Por Mí, por Mí, lo haré”.
MAGAZINE GAL EINAI DE LA SEMANA
Behar fuera de Israel
Bejukotai dentro de Israel
Felicitaciones a la Familia Prodantchesky, Abraham Itzjak y Lea y los chicos, que trabajan duro para traer Torá y Jasidut a Israel, y en especial producir estos dos días de alegría y espiritualidad en honor a Rabi Shimón Bar Iojai.
Tres Figuras Mesiánicas
Hay tres figuras mesiánicas asociadas con el período de la cuenta del Omer: Rabi Akiva, quien declaró que Bar Kojba era Mashíaj, Rabi Meir, quien dijo que él mismo era Mashíaj, y Rabi Shimón Bar Iojai, quien reveló los secretos de la Torá y se le dijo con ellos se llegaría a la época del Mashiaj con misericordia. En algunos aspectos, el sionismo y el Estado de Israel en nuestros días es una especie de reencarnación de Bar Kojba. Debemos identificar la chispa mesiánica en ambos, pero también debemos aprender del pasado y no llegar a un estado de colapso y decepción. La clave es conectar nuestra expectativa del Mashíaj con la imagen de un auténtico erudito de la Torá, como Rabi Meir, con una conexión profunda con la luz de la dimensión interior de la Torá revelada por Rabi Shimón Bar Iojai. ¡Que podamos hacer todas estas conexiones pronto!
Shabat shalom,
Jaim Frim y el equipo Gal Einai
Año 5781 y anteriores
LOS SECRETOS DE LA PAZ
La Vida no Vale la Pena sin Paz
En la porción de la Torá Behar, leemos que como consecuencia de observar los años sabáticos y de jubileo, Dios nos promete: “…Y morarás seguro en la tierra…y morarás con seguridad sobre ella.” Esta promesa repetida dos veces, volvemos a verla una tercera vez en el comienzo de la siguiente porción de la Torá, Bejukotai, que a menudo se lee junto con la porción behar: “Y morarás seguro en tu tierra”, y es seguida inmediatamente por la bendición de paz: “Y concederé paz en la tierra.” Rashi pregunta: “Y fueras a decir ‘Tenemos alimento y tenemos bebida, pero si no hay paz ¡son inútiles!’ por esta razón la Torá continúa: ‘concederé paz en la tierra’. De aquí aprendemos que la paz es tan importante como todas las demás bendiciones juntas.” Otra bendición que concluye con “paz” es la bendición sacerdotal. La Amidá, la plegaria principal que repetimos tres veces por día, también concluye con una bendición por paz. Paz es el nexo que conecta todas las visiones proféticas de la redención final y es la consigna universal, hoy todos quieren paz…
Demos una mirada al concepto de paz tal como aparece en el texto hebreo de la Biblia. La palabra hebrea para “paz” es shalom, שלום , Su shoresh (la raíz de tres letras) es shin lamed mem (ש-ל-מ ) que también es la raíz de la palabra shelemut (שלמות ), que significa “completo”. La idea inicial que obtenemos de esto es que la paz verdadera es una expresión de integridad y depende de ella, un hecho que se contradice absolutamente con la similitud fonética entre “peace-paz” y “piece-trozo”, en inglés. Además, hay otra palabra, shalvá (שלוה) que significa “satisfacción” cuyo shaar (raíz de dos letras), shin lamed, es la misma que la de “paz”. Las dos palabras, “satisfacción” y paz” a menudo aparecen juntas.
Ilusiones de paz
El shoresh de shalvá es shin-lamed-hei, que también tiene una connotación diferente, como en la palabra “ilusión” (אשליה ). Existe paz y satisfacción verdaderas y hay una satisfacción que no es más que una tentadora, pero peligrosa, ilusión. Los tratados de paz con los que estamos tan familiarizados hoy en día, no sólo está lejos de expresar integridad (de alguna manera siempre se producen a nuestras expensas), sino que además tampoco producen satisfacción porque diseminan infantiles ilusiones en la mente del público, que eventualmente explotan en nuestra cara, como dice el profeta: “Curaron las heridas de Mi pueblo con desidia, diciendo ‘Paz, paz’ pero no hay paz” (Jeremías 6:14).
Paz y Placer
La paz también se relaciona con el placer espiritual, motivo por el cual, en Shabat que es un día intrínsecamente de placer, nos deseamos “Shabat Shalom”. Para ilustrar el placer inherente en la paz, comencemos considerando la paz que puede alcanzar cada individuo dentro de sí mismo. Dice el Rey David: “No hay paz en mis huesos a causa de mi pecado”. (Salmos 38:4). De acuerdo a la explicación literal, esto se refiere a la compleción física y la buena salud, pero además, la presencia misma del pecado contradice la paz. Tiene que haber paz entre el alma y el cuerpo, y el pecado viola esa conexión.
Por el contrario, una conexión apropiada entre el alma y el cuerpo se describe como “paz en mis huesos [en mi esencia].” Está claro que este tipo de paz no puede ser meramente “un cese del fuego”, sino más bien es una sensación de satisfacción y placer que urge de la armonía interior.
Ahora, habiendo visto lo que significa la paz para nosotros, como individuos, demos una mirada a la paz en la familia. La verdadera armonía familiar es más que un grupo de parientes que no se gritan unos a los otros, o sabiendo cómo manipularse unos a los otros, o incluso teniéndose respeto entre sí. Más bien, la paz familiar es un sentimiento y una sensación placentera de simplemente lo bueno que es vivir juntos. En particular placentero encanto se manifiesta en el precepto de encender las velas de Shabat los viernes al anochecer, que intenta inducir una sensación de armonía y placer familiar en el Shabat. El encendido de las velas refleja la belleza y la alegría de la armonía familiar, cuando los miembros de la familia se miran uno al otro con rostros radiantes rodeados de un manto de luz.
Los tres círculos de paz.
La paz y la armonía familiar se extienden más allá del núcleo cerrado de los familiares cercanos. El pueblo judío entero, “la casa de Israel”, son una gran familia feliz y esperamos que todos los judíos, donde quiera que vivan, vivan todos juntos en paz. Este tipo de paz es por cierto uno de las metas mesiánicas (porque, desafortunadamente estamos lejos de lograrlo). Pero si por un momento imaginamos paz y unidad entre todos los judíos – más y más judíos, de todas las tribus, fracciones y opiniones, viviendo en paz “Todos nosotros, como uno en la luz de Tu semblante” – por cierto, sentimos que esta conexión entre todas las almas judías está impregnada con un maravilloso sentimiento de placer.
Obviamente, el objetivo mesiánico no se termina con la paz sólo entre los judíos, sino que apunta más alto, a alcanzar la paz universal. El Mashíaj enseñará al mundo entero cómo hacer la verdadera paz: paz entre el alma y el cuerpo, armonía familiar, paz fraternal, paz entre los judíos y las naciones, y paz entre toda la humanidad. Como el profeta Zejariá dijo del Mashíaj: “Y hablará de paz a todas las naciones, y su gobierno será desde el mar en el oeste y desde el río hasta los extremos de la tierra”. [La palabra “paz” (שלום ) aparece explícita en este verso, y en las letras iniciales de las palabras “paz para las naciones, y su gobierno será desde el mar” (שלום לגוים ומשלו מים ).] La paz mundial no margina a la luz especial de la nación judía. Por el contrario, la paz que se esparce tan lejos, “a los extremos de la tierra”, es el ambiente perfecto para que se revelen las cualidades especiales de la nación judía, porque al final, la paz entre las almas judías proviene del más excelso origen de todo.
La paz entre las almas judías es un fenómeno no local que no depende de que estemos todos en un solo lugar. De todas maneras, en la parashá Bejukotai, la Torá remarca que “Conferiré paz en la tierra”, refiriéndose por supuesto a la tierra de Israel. La paz que se alcanzará cuando la tierra de Israel esté completa y el pueblo judío esté completo revelará un nivel más grande aun de luz y placer, porque la tierra de Israel es donde reside la Shejiná (la Presencia Divina”. La tierra de Israel misma es considerada un reflejo de la Shejiná. Por cierto, esta es la culminación de las bendiciones de la parashá Bejukotai: “y pondré Mi morada entre ustedes…y andaré entre ustedes y seré para ustedes Dios y ustedes serán Mi pueblo”.
Estos tres círculos de paz pueden ayudar a entender las palabras de Rabi Shimón bar Iojai en el Zohar, respecto al Mashíaj, quien es llamado: “el ministro de la paz”. “El ministro de la paz es un justo que está en paz con todo el mundo, en paz en el hogar [paz entre los judíos] y en paz con la Presencia Divina”. Estos tres círculos de paz forman una progresión, donde cada uno es mayor que el anterior. Tenemos fe en ver a los tres revelados rápidamente en nuestros días por el ministro de la paz, el Mashíaj.
De una clase del rabino Itzjak Ginsburgh del 15 de Iaar 5772, 8 de Mayo 5772
La Perashá de la Semana BEHAR
LA CUENTA DEL TIEMPO
En la Parashat “En el Monte Sinaí” está escrito el precepto de Shmitá [año sabático] y el precepto de Iovel [año de jubileo]. Cada séptimo año es una año de descanso de la tierra y luego de 7 años llega el año de Iovel:[Vaikrá 25:8-10]
וְסָפַרְתָּ לְךָ שֶׁבַע שַׁבְּתֹת שָׁנִים שֶׁבַע שָׁנִים שֶׁבַע פְּעָמִים וְהָיוּ לְךָ יְמֵי שֶׁבַע שַׁבְּתֹת הַשָּׁנִים תֵּשַׁע וְאַרְבָּעִים שָׁנָה… וְקִדַּשְׁתֶּם אֵת שְׁנַת הַחֲמִשִּׁים שָׁנָה וּקְרָאתֶם דְּרוֹר בָּאָרֶץ לְכָל ישְׁבֶיהָ יוֹבֵל הִוא תִּהְיֶה לָכֶם”.
“Y contarás siete Shabatot de años, siete años siete veces y serán para ti los días de siete semanas de años nueve y cuarenta años… y consagrarán el año cincuenta y proclamarán liberación en la tierra a todos sus habitantes, Jubileo será para ustedes”.
Esta cuenta recuerda por supuesto la cuenta del omer, sobre la que leímos en la parashá anterior, Emor, escrita en un lenguaje similar: [Vaikrá 15:16-17]
“וּסְפַרְתֶּם לָכֶם מִמָּחֳרַת הַשַּׁבָּת… שֶׁבַע שַׁבָּתוֹת תְּמִימֹת תִּהְיֶינָה”
“Y contarán para ustedes desde el día siguiente a Shabat— siete Shabatot completos serán”.
Salvo que aquí contamos años y allí días, y además tomemos en cuenta que esas dos cuentas las leemos en la Torá durante los días de la cuenta del omer.
Si vamos un poco para atrás en el libro de Vaikrá, encontramos otras dos cuentas similares (en la parashá Metzorá): Sobre la impureza del hombre está escrito: [Vaikrá 15:13-15
“וְכִי יִטְהַר הַזָּב מִזּוֹבוֹ וְסָפַר לוֹ שִׁבְעַת יָמִים לְטָהֳרָתוֹ”
“Y cuando se purifique el que tiene flujo de su flujo y contará siete días para su purificación”.
Y en cuanto a la impureza de la mujer está dicho: [Vaikrá 15:19]
“וְסָפְרָה לָּהּ שִׁבְעַת יָמִים וְאַחַר תִּטְהָר”.
“Y contará siete días y luego se purificará”
En la mayoría de los años, también estos versos se leen durante la cuenta del omer.
Como la cuenta de la impureza del hombre y de la mujer son similares, encontramos que en total tenemos 3 cuentas: años de Jubileo, días del omer, y la purificación de la impureza del hombre y la mujer. Estas son las únicas veces en la Torá que se ordena contar, y en todas contamos el tiempo, tomamos conciencia del tiempo que pasó y transcurre, de los siete días de la cuenta de la purificación, pasamos por los cuarenta y nueve días del omer y otros cuarenta y nueve años de las shmitot seguidos del año de iovel.
El judío siempre cuenta
La cuenta del tiempo es uno de los rasgos más sobresalientes de la cultura humana. Pero no es suficiente con reconocer el reloj que va marcando las horas, nuestra misión es darle significado al tiempo. Así se dice sobre los grandes tzadikim que siempre contaban, y explicaban: “esta es la cuestión del servicio a Dios: “las horas deben estar numeradas, y entonces también los días deben estar numerados. Al final del día hay que saber qué se hizo y qué hay queda para el futuro, teniendo que esforzarse para que mañana sea mucho más bueno que hoy” (calendario de Día en Día, 1 de Iaar).
De acuerdo con esta interpretación, la cuenta del tiempo implica prestarle atención y suma importancia a cada día y a cada momento (porque este momento no existió ni existirá nunca más). No dejes que el tiempo te dirija, dirígelo tú, conviértelo en un tiempo que cuenta, significativo. La sabiduría de la cuenta judía comienza con Abraham Avinu, al que se atribuye la sabiduría del “Sefer Ietzirá” que revela los secretos de la creación de acuerdo a las diez sefirot [también de la expresión sefarim, números]. Abraham contó todos sus momentos y sus días, no desperdició ni uno, por eso fue “ba baiamim”, “venido en días”, todos los días venían a él.
El Ciclo del Siete y la Naturaleza
Además de este significado de la cuenta del tiempo, darle importancia a toda “partícula de tiempo”, meditemos en las tres clases de cuenta en la Torá en las cuales se resalta la cuenta del tiempo acumulado.
La cuenta del tiempo es de forma cíclica, círculos y círculos de siete, donde el número siete expresa la integridad del mundo natural, como se relata en la parashá Sheminí, que va girando de manera natural, “generación va y generación viene… gira y gira va el viento” [Kohelet 1:6], como las aguas del reloj que giran en círculo.
En Cabalá, el número siete corresponde a las siete cualidades, que conocemos muy bien de las kavanot de la sefirat haomer, de jesed de jesed hasta Maljut de Maljut. En la psiquis humana, las siete cualidades son la parte emocional [murgash] y conductual [mutvá] que tenemos, el universo de las emociones del corazón y los potenciales de acción. Pero sobre las emociones encontramos un piso superior que son los poderes intelectuales, mojín, “la mente”, nuestra inteligencia, [muskal], el poder que tiene que orientar y rectificar las cualidades. Si el tiempo mismo que fluye se relaciona con las cualidades, con el mundo natural, por su lado la cuenta-sefirat del tiempo principalmente es una actividad intelectual, el hombre tiene conciencia de lo que sucede y las diferentes clases de la cuenta expresan niveles diferentes de conciencia, como explicaremos:
Desde atrás hacia adelante
Comencemos con la comparación entre la cuenta de la purificación y la cuenta del omer. La cuenta del omer es muy bien conocida: cada uno al comenzar el día (o sea al anochecer) bendice “sobre la cuenta del omer” y cuenta oralmente “hoy es un día del omer”, “hoy es dos días del omer”, etc. Por su lado, la cuenta de la purificación del flujo, no es necesario contarla con la boca los 7 días, y por supuesto no hay que bendecir por la cuenta. Es decir, el significado de la orden “y la contará” es “prestar atención a los días”, cuidar la cuenta de los días y revisar que sean limpios de impureza. En la cuenta del omer lo principal es la cuenta misma, porque después de contar “un día del omer” no tengo que hacer nada más ese día… por el contrario, en la cuenta de la purificación lo principal es el resultado práctico, supervisar que transcurran 7 días limpios de impureza.
Desde el punto de vista interior, la diferencia entre las cuentas es la misma diferencia que hay entre las dos clases de conciencia: en la cuenta de la pureza se habla de una conciencia relativamente baja, que depende de las cualidades del corazón, en cambio en la cuenta del omer se habla de una conciencia superior, que existe por sí misma.
El flujo es como una enfermedad, y la persona que experimentó en su carne el efecto del tiempo se ocupa en controlar su limpieza en los días de la cuenta. En esta cuenta no se habla de un aspecto intelectual sino de una vivencia práctica, y lo principal es el resultado práctico y no la conciencia en sí misma, por eso no se cuenta con la boca. Una conciencia como esta se llama conocimiento o conciencia de “אחור ”, ajor, “posterior” y no “פנים” , panim, “adelante”, porque permanece en segundo plano, escondida dentro del mundo de los sentimientos y la acción, la dirige y la vitaliza, pero no aparece de forma explícita ni se dice, como el lado posterior de la cabeza donde no hay ojos ni boca. Esas personas impuras por el flujo [zab y zabá] esperan que por mérito de la cuenta se liberen de la enfermedad y salgan del círculo de la impureza, suban del universo inferior de las cualidades del corazón hacia las cualidades relacionadas con el intelecto, pero por el momento están confinados profundamente dentro del mundo emocional y práctico que no está iluminado por la luz de la mente.
La cuenta del omer, por su lado, es una conciencia del “frente”, el rostro, “la sabiduría del hombre iluminará su cabeza”: aquí lo principal es la conciencia misma, a tal punto que se puede y es necesario anularla en la expresión explícita de la boca. Está explicado que el asunto de la sefirat haomer es elevar y rectificar las cualidades, comenzando por las cualidades “pequeñas”, como en el animal, y se las transforma en “adultas”, las cualidades del hombre, tal como se expresa en la transición que sucede desde la ofrenda de minjá del omer el primer día de la cuenta, consistente en cebada que es un alimento animal, hasta los “dos panes” de trigo que se ofrendan en Shavuot, alimento humano.
Las cualidades se rectifican a través de la expansión del intelecto, hamshajat hamojín, no quedan en el ámbito de las cualidades naturales y corrientes, sino que se traslada a la mente, y esta es la gran diferencia entre el hombre y el animal. Por eso en la cuenta del omer se resalta que no seguimos volviendo en un círculo infinito, sino que nos encontramos en un proceso claro de progreso, que comienza en el mes de nisán, donde todo se renueva y en él salimos de Egipto, y finaliza con la Entrega de la Torá en el Monte Sinaí.
En verdad, en el libro de Zohar [III, 96a] se explica que la sefirat haomer es como la cuenta de la purificación de la mujer para el marido: frente a los “siete [días] limpios están las siete semanas, frente a la unión entre el hombre y la mujer luego de la inmersión en la mikve está la festividad de Shavuot donde se produce la unión superior entre la novia y el Novio, la congregación de Israel y Hashem. Y con todo, en la cuenta de purificación misma el acento está en las cualidades naturales por sí mismas, en cambio en la cuenta del omer el acento está en la elevación de las cualidades a través de la mente. Si observamos en detalle los conceptos del sistema de las sefirot de la Cabalá, podemos comparar [lehakvil] la cuenta de la purificación con el “daat tajtón”, “el conocimiento inferior”, equivale al alma dentro de las cualidades, y la cuenta del omer equivale a la sefirá de jojmá, “sabiduría”.
El Gran Jubileo
Ahora llegamos a la cuenta de los años de Shmitá y Iovel, año sabático y jubileo. Lo especial de esta cuenta, respecto a las cuentas de la purificación y del omer, es que aquí contamos años, שנים , y que la cuenta está destinada especialmente al Beit Din Hagadol, la Gran Corte de Justicia, y no a los judíos individuales. Es algo comprensible, porque cuando se cuenta durante un período largo de tiempo, la persona no puede sostener la atención tanto tiempo y sólo el gran Beit Din, como representante de la sociedad (“Las sociedades no mueren”) puede contar la sucesión de años y generaciones.
Y en cuanto a la expresión práctica, se puede decir que la cuenta del Iovel se encuentra “en el medio”, entre la cuenta de la purificación y la cuenta del omer. En las enseñanzas de los sabios no hay una referencia explícita de cómo se cuentan los años, y los sabios medievales discrepaban en esto. Algunos dicen que en el Bet Din se cuenta en voz alta, igual que la cuenta del omer individual (e incluso bendicen por la cuenta), y hay quien dice que esta cuenta es como la de la pureza del flujo, por lo tanto sólo cuidar y controlar la cuenta de los años y los años sabáticos, para confirmar que el resultado en la acción sea correcto.
¿Y cuál es el significado interior de esta cuenta? De manera simple, los años de Shmitá y Iovel son una dimensión de la historia. Además, se explica que los años de Shmitá alude a todo el transcurso de la historia del mundo, de acuerdo a las palabras de los sabios acerca de los seis mil años que existe el mundo y luego el séptimo milenio futuro que es como una Shmitá”. El año de Iovel, en el cual todo vuelve a como era al principio, los dueños vuelven a su propiedad y los esclavos son liberados, alude al “Gran Jubileo”, que es el Mundo por Venir.
Los cabalistas incluso describen un proceso de siete shemitot donde cada una tiene siete mil años, y luego llega el milenio cincuenta, y así se habla de “los cincuenta mil jubileos” (Torat HaShmitat), salvo que el Arizal explica que esto no es así exactamente, sino que explican procesos de mundos espirituales superiores.
Los sistemas de las sefirot de la Cabalá, invitan a comparar [lehakvil] la cuenta del Iovel con la sefirá de biná, “entendimiento”. Cuarenta y nueva años y el año cincuenta después de ellos coinciden con los “cincuenta portales del entendimiento” de los cuales se nos entregó 49 portales, y el portal 50 quedó sin entender. Pero además de esta comparación, que también es cierta para la cuenta del omer, la sefirá de biná misma se llama en el libro de Zohar “Iovlá”.
La biná (בינה ) se llama así porque es un cerebro “beinoní”, intermedio, (בינוני ) ya que se encuentra “entre” (bein, בין ) el frente y el dorso, jojmá y daat, sabiduría y entendimiento. Biná se relaciona con la realidad pero no está sumergida en ella, es la “madre”, ima, אמא , que genera las cualidades y por eso ella experimenta (חווה , jová, de ahí Javá, la primera madre) las subidas y caídas de sus hijas, las cualidades, pero ella las conduce, despacito y con seguridad en el proceso de superación. Así es la cuenta (sefirá) de los años de la Shmitá (el séptimo año de descanso de la tierra) y Iovel (el año cincuenta) no vuelve cada vez a su punto de inicio, sino que es una cuenta en un círculo que va progresando, que va subiendo. Es una cuenta (sefirá, ספירה ) en espiral (spirala, ספירלה ), pero sólo los líderes del pueblo en el Gran Bet Din pueden percibir los pulsos de esos procesos evolutivos tan largos.
Cada cuenta (ספירה , sefirá, de numerar) tiene un cuento (סיפור , sipur, historia) propia: La cuenta de la purificación es un cuento personal de cada uno de nosotros. La cuenta del jubileo es el “libro de las crónicas”, ספר דברי הימים , Sefer divrei haiamim, el gran cuento de la historia. La cuenta del omer es la cuenta más elevada de todas, la historia del Pueblo de Israel que sale de Egipto y llega a la Entrega de la Torá. La cuenta del omer “ilumina”, (como la piedra de safiro, ספיר , sapir) todas las cuentas y cuentos, sefirot y sipurim, y nos asegura que para nuestra redención no necesitamos un proceso de años y generaciones. Se puede reducir el proceso de años a días, y podemos redimirnos este día tal cual. “Hoy, si Su voz han de escuchar”. [Tehilim 95:7, Sanhedrin 98a)
Meditación diaria de Rabino Itzjak Ginsburgh
Behar – En el Monte
Miércoles 26-27 de Iiar 5778 – 11-12 de mayo 2018
ELLOS SON MIS SIERVOS
Cada meditación una lección de hebreo y Jasidut
“Porque ellos son mis siervos, a quienes saqué de la tierra de Egipto”.
Todos somos siervos de Di-s, como dice en los Diez Mandamientos: “Yo soy Havaiá tu Di-s, Quien te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud.” Anteriormente eran esclavos de Faraón, y ahora son servidores de Di-s exclusivamente. Esto explica el enfoque severo hacia una persona que elige ser un esclavo: “Adquiere un amo para sí mismo”.
Somos siervos de Di-s, pero también somos Sus hijos: “Ustedes son hijos de Havaiá vuestro Di-s”. Debo mirarme principalmente como un sirviente, y relacionarme con cada judío individual principalmente como el hijo de Di-s. Incluso si un individuo no está actuando como un hijo de Di-s, debo recordar que “de una forma u otra, se les llama hijos (de Di-s)”.
Oportunamente, el valor numérico de ‘Yo soy un sirviente’ / אני עבד /ani eved es igual a ‘Todo judío es un hijo’ / כל יהודי בן / col iehudí ben. (137. También equivale a ‘Cabalá’, קבלה).
SHABAT: EL SIERVO DEL REY
“Porque para Mí los hijos de Israel son siervos, ellos son mis siervos, a quienes saqué de la tierra de Egipto, yo soy Havaiá su Di-s”. Este versículo es muy similar al versículo de la porción de ayer, pero más complejo. ¿Cuál es el significado de ser el sirviente de Di-s?
El sentimiento inicial en el alma es la sumisión: el mundo no es mío, quién soy yo y qué soy, nadie me debe nada. De esto sigue que es apropiado ser un sirviente de Aquel a Quien todo pertenece, el verdadero Maestro (y “Lo que el sirviente haya comprado, su amo lo ha comprado”). Este es el comienzo de nuestro verso: “Porque para mí los hijos de Israel son siervos”. En una palabra, un sirviente.
Siguiendo a esta conciencia de sumisión llega la etapa de separación: no soy más que cualquier sirviente antiguo. Soy el “servidor del Rey”, en palabras de nuestros Sabios. En lugar de mirarme a mí mismo (desde mi conciencia de sumisión), ahora le presto atención al Rey. Él es el Rey de todos los reyes; el mundo entero está lleno de Su gloria. El Rey es santo y está separado, y nos separó de las naciones del mundo para ser una nación atesorada para él. Este es el medio de nuestro verso: “… son mis siervos, a quienes saqué de la tierra de Egipto”. Estoy lleno de un sentimiento de alegría consumada por el gran privilegio de ser un servidor del Rey de reyes.
Después de la separación, se llega a la conciencia del estado de dulcificación: Nuestros Sabios dicen: “El siervo de un rey es un rey”. El sirviente se identifica tan completamente con el Rey que se lo considera como el Rey mismo. Como el Rey, él incluso puede emitir decretos, “Un tzadik decreta y el Santo, Bendito sea, lo cumple”, dicen nuestros Sabios. En hebreo, la palabra para “rey” es melej, מלך. La raíz de la palabra melej también puede significar nimlaj / consultar. Nuestros Sabios dicen que Di-s consultó con las almas de los tzadikim si crear el mundo. Ellos son sus compañeros, y la luz eterna anterior a la creación se manifiesta en ellos. Este es el final de nuestro verso: “Yo soy Havaiá tu Di-s”. Yo soy tu Di-s y también te llaman Di-s, como en el versículo en Salmos 82, “Porque yo dije que son Elokim”
(el Nombre de Di-s que aparece en plural, una chispa que se manifiesta en cada alma judía).
VIDEOS
Videos Rabino Itzjak Guinsburgh
PARASHAT BEHAR – “EN EL MONTE”
“POR ENCIMA DE LA NATURALEZA”
http://www.youtube.com/watch?v=GnbyJUPevh8
La Parashat Behar habla acerca de los preceptos de Shmitá [ שמיטה , Año Sabático] y Iovel [ יובל , Jubileo], el “Shabat de la Tierra. Se cuentan 7 [ שבע , sheva ], años y llega el Shabat [ שבת ], la Shimtá . Luego contamos 7 años 7 veces, 49 años, y el año 50 es el año de Iovel. Esto nos recuerda mucho lo que estaba escrito en la porción anterior, parashat Emor, la cuenta del omer que se cuentan 7 semanas y luego el día 50 es la festividad de Shavuot, que es el “Tiempo de la entrega de nuestra Torá”. Entonces vemos que hay aquí ciclos recurrentes de 7, y 7 veces 7, y luego pasamos de 7 porque hay un agregado del día 50. También en la semana simple de tiene 7 días, que es la base de todo, también está escrito que la mujer que da a luz, “mujer que da semilla”, que es lo que leímos hace varias semanas, “mujer que da simiente y da a luz un varón y estará impura 7 días”, y luego está dicho “en el octavo día circuncidará la carne de su prepucio”. Acerca de esto también está escrito ¿por qué en el octavo día? Para que transcurra en ese período un Shabat. Hay que pasar los 7 días y llegar al día que está después del 7, es decir un día más alto que el 7.
¿Qué es 7 y qué es 8? El 7, se explica en Jasidut , es la compleción de la naturaleza. Es Shabat, es el secreto de “El Santuario Sagrado en el medio”, [“ Haeijal hakodesh veemtza ”, היכל הקדש באמצע ]. Hay 6 alrededor, como cuando ponemos 6 monedas iguales, que se juntan y queda en el medio un lugar exacto para otra moneda. En los términos del Libro de la Formación esto se llama “El Santuario Sagrado en el medio”. Así, el santuario sagrado en el centro completa todo, incorpora lo interior dentro de lo exterior [pnimiut dentro de jitzoniut]. Es decir, el 6 define el contorno externo, el exterior, y el 7 incorpora y penetra el corazón interior, y de esta manera completa totalmente la creación, la naturaleza. Pero 8 ya está por encima de esto. Entonces cuando le agrego 1 a 7 obtengo la letra jet , “ ח ”, y cuando le agrego 1 al 49, 7 veces 7, 7 al cuadrado, que es lo que está escrito para la cuenta del Omer y para el Jubileo, entonces obtengo “ נ ”, nun . Este es uno de los secretos de la palabra “ חן ”, “ jen ”, “gracia” o “ simetría”.
Está escrito que jen es ח-ן , jet y nun , “Y Nóaj [ נח ] halló gracia [ חן , jen ] a los de Dios”. Y nosotros, el pueblo de Israel, encontramos gracias y buenos deseos a los ojos de Dios y el hombre”. Por eso jen es la “ jet ”, que es 1 por encima de 7, y la nun , que es 1 por encima de 7 veces 7. Sólo que en esta nun hay 2 categorías, 2 niveles. Está la nun de la cuenta del omer, sobre lo que está escrito “contarán 50 días”, el día “ nun ”, después de los 49 días precedentes, y está el año “ nun ”, que ya es un ciclo mucho más grande, que después que contamos 49 años, está el año de Iovel, Jubileo.
¿Qué es el año de Iovel? “Y proclamaron la libertad en la tierra”, donde todos los esclavos se dejan libres, y todas las tierras, y todo vuelve a sus primeros dueños, los originales. Como si todo volviera a ser completo, tal como Dios creó el mundo “Lo creó completo”. Así todo vuelve a su estado de compleción en el año de Iovel, todo lo que se estropéo momentáneamente, todo se arregla y todo se vuelve completo, como si su hubiéramos ya llegado al mundo por venir. Por eso el jubileo es un símbolo del mundo por venir, el portal 50, shaar hanun .
Ahora, entonces ¿qué es en la Torá el principio del secreto del “octavo” que está por encima del 7, de los 7 días? Es el secreto del Brit Milá, el pacto de la circuncisión. Está escrito que en el brit milá el judío recibe la fuerza del mesirut nefesh , “el poder de entregar la vida”, para servir a Dios, que está por encima de la naturaleza, también de su propia naturaleza.
El judío tiene una naturaleza del 6, y tiene una naturaleza completa del 7, y tiene por encima de la naturaleza, el 8, y esto es lo que se revela en su brit milá.
¿Qué es el día 50 de la cuenta del omer ? Es la “Entrega de la Torá”, el tiempo de la entrega de nuestra Torá, es la Torá. La Torá también es el portal 50, shaar hanun , el la corona de la Torá que recibimos en la festividad de Shavuot. ¿Qué es el año de Iovel , jubileo ? También es el portal 50, pero de un nivel más elevado.
Está escrito sobre la Torá: “ Oraita mejojmá nafkat ”, “la Torá surge de la sabiduría”. La Torá es de una categoría de revelación de la sabiduría en el alma. Iovel es la revelación de la “biná”, “el entendimiento”. Hubiera pensado que biná, es menos que jojmá, sabiduría. Pero en verdad está escrito en las enseñanzas del sagrado Arizal, que hay una raíz de biná , “ biná liva ”, “el entendimiento en el corazón”, de “ hareuta deliva ”, “lo profundo del corazón” que domina sobre “ jojmá moja ”, “la sabiduría del cerebro”.
Por lo general “ moaj shalit a la lev ”, “ el cerebro domina sobre el corazón”, que son sabiduría y entendimiento respectivamente. Pero está el interior del corazón que es justamente biná, “entendimiento”, que es mucho mas elevada también que la sabiduría y este es el secreto del Iovel, jubileo. ¿Qué es el brit mila ? El brit mila es daat , “comprensión”. El miembro del brit milá es “fundamento”, Iesod , y la circuncisión, el brit mila se hace en la sefirá de iesod y el fundamento sube hasta daat , el conocimiento. El brit mila es la conexión con Dios en el conocimiento, Daat .
Entonces estos 3 son en esencia Jabad, (jojma , bina y daat, sabiduría, conocimiento y comprensión). Si vamos de acuerdo con el orden de los días está el día octavo, 1 más que 7, el secreto de la milá , la circuncisión, es Daat, la vav , la raíz de la vav del nombre de Dios Havaiá, “la clave que incluye el 6”. Después esta la Torá en el dia 50 que es la iud . Despues está el Iovel, el gran Iovel que es la hei del nombre de Di’s , biná , la raíz “madre”, más elevado que “padre”.
¿Entonces cuál es la combinación que se produce? Se produce la combinación vav–iud-hei que es la combinación de la sefirá de tiferet, belleza de “ tiferet Israel ”, “la belleza de Israel”, que es “el árbol de la vida”, etz hajaim , la vida del pueblo de Israel.
Vamos a dar una señal muy linda: estas tres categorías son מ ילה- ת ורה- י ובל, מתי , mila-Tora-Iovel , las iniciales de matai , “cuándo”. Sabemos que el Rebe nos dijo y exigió de nosotros que para poder acelerar la redención sepamos gritar con todo el corazón y el alma “¡¿ad matai?! ¡Hasta cuando! עד מתי . Ad matai es ad mata”i”, hasta que merezcamos este secreto de la mila , la Tora y el Iovel. Hasta que lleguemos al octavo por encima de la naturaleza, el 7 es la naturaleza, el 49, el mem tet es la naturaleza y nosotros tenemos que llegar por encima de esto.
Ahora, lo más bello que hay aquí desde el punto de vista de la guematria es que si hacemos el relleno de las tres palabras milá, Torá, Iovel , la parte del relleno, o sea las letras ocultas que se agregan y completan el nombre de cada letra, es 888 que es justamente el secreto que nosotros explicamos que todo es el secreto del 8 que esta por encima del 7.
Entonces que Hakadosh Bar Hu Ju nos ayude para que podamos, como dice el Rebe, desde lo profundo del corazón gritar hasta cuando, ad matai, y llegar al matai, de mila-Tora –Iovel que está todo por encima de la naturaleza.
EL SÉPTIMO EL MÁS QUERIDO”
En la parashá de esta semana, parashát Behar, la Torá nos ordena contar 7 años 7 veces, y después de 49 años sigue el año 50 del jubileo. Esta es la continuación de lo que trató la parashá anterior, que tenemos la mitzvá de contar 7 semanas. Cada semana tiene 7 días, y contamos 7 semanas, eso es Sefirat Haomer , “la cuenta de Omer”, y el día 50 es la festividad de Shavuot, “la entrega de la Torá”. Hay otros conteos en la Torá, por ejemplo, para purificamos de las impurezas espirituales debemos contar 7 días, o la mujer debe contar 7 días limpios, y luego ir a la mikve.
De esta manera vemos que, en la Torá, con respecto al tiempo, opera y nos ordena pensar en términos de 7, como ciclos de 7, ya sea 7 días a la semana, que es, en realidad como el mundo fue creado: Hashem creo el mundo físico en 6 días, y luego descansó en el séptimo día, el de la consumación. Entonces, el primer ciclo que vemos explícito en la Torá, son los 7 días del inicio de la creación. Después los 7 días aparecen en muchas leyes de la Torá, como ya dijimos, donde tenemos que contar 7 días. Luego tenemos esta mitzvá cada año, en la cual contamos 7 días 7 veces. Y la misma palabra semana, en hebreo, ( שבוע , shavúa ) viene de la palabra 7, sheba , שבע .
En resumen, contamos 7, en ciclos de 7, y eso es la cuenta del omer, sefirat haomer . Y en la parashá de esta semana llegamos al clímax, al ep í tome, porque contamos 7 años. Cada 7 años es un año shmitá , “sabático”, se le llama “el shabat de la tierra,” y contamos justo como en la sefirat haomer 7 años 7 veces y luego después del año 49, llega el año 50, que es el año del jubileo, cuando todo se libera. Liberamos a los esclavos, liberamos la tierra para que vuelva a sus dueños originales.
Entonces, la meditación de esta semana es meditar en ciclos de 7. El tiempo en la Torá, funciona, opera en ciclos de 7. En el Sefer Ietzirá, nos encontramos que existen 3 dimensiones de la realidad, la manera en que Hashem creo al mundo, y lo creó en olam, shaná, nefesh , es decir, mundos, años y almas, o, espacio, tiempo y almas: tres dimensiones diferentes de creación.
Hashem creó el espacio, las dimensiones espaciales, y se considera toda una sola dimensión general de la realidad, luego creó el tiempo, y luego creó almas. Y en realidad todas son paralelas entre sí, todo lo que existe en el mundo, existe en el año, en el tiempo. Todo lo que existe en el tiempo y en el mundo, existe en el alma. Son todos paralelos, y esta es la base de la Cabalá. La palabra Cabalá significa הקבלה , hakbalá , hacer un paralelo, comparar, todo es paralelo.
La diferencia es que cada uno es un estado de consciencia diferente. El estado de conciencia de los mundos es en realidad de 4, 4 mundos, las cuatro direcciones laterales del mundo espacial o físico. Cuando pensamos acerca de los mundos, en realidad pensamos en términos de cuatros; 4 y después otro 4, y otro 4…
Cuando la consciencia está en relación al tiempo, es una consciencia mucho más expandida, mientras que los mundos, en relación con el tiempo es un estado de consciencia mucho más condensado, el mundo del espacio. El tiempo expande nuestra consciencia, así que en lugar de pensar en 4, añadimos otros 3, y pensamos en sietes, y esa es la enseñanza de la parashá de esta semana: pensar en el sentido del tiempo en términos de 7.
Pero, cuando se trata de la consciencia máxima, la consciencia completa, se le conoce como “consciencia del alma”, entonces pensamos en términos de 10, puesto que el alma posee 10 niveles, 10 poderes, atributos y facultades.
Entonces, una vez más, de 7 a 10 tenemos que añadir otros 3. Estos 3 estados de consciencia en Cabalá se les denomina “preñez, lactancia y madurez,” “ibur, ieniká, mojín ”. Pensar nuestra consciencia sólo en términos de espacio, del espacio que me rodea, las 4 direcciones alrededor mío que de alguna manera revela a los 4 mundos, esa es la consciencia de la preñez, no haber nacido a la completa percepción de la realidad. Nacer a la realidad significa estar consciente del paso del tiempo. Luego se añaden otros 3 niveles de estado de consciencia y se transforma en ciclos de 7, tal como estamos estudiando en la parashá de esta semana.
Luego la madurez, que está por encima de la realidad física, pues, como dijimos al inicio, el mundo físico fue creado en 6 días y el séptimo día fue Shabat. Entonces, para llegar a un nivel de 10, al cual se le conoce como “ asirí ihié kodesh laHashem ”, “el décimo será sagrado para Hashem”, eso precede y se eleva por encima de lo físico, es la esencia de madurez, que es el poder mental que está por encima de los 7 atributos del corazón.
La consciencia de 4 corresponde en Cabalá a las 4 sefirot inferiores que son llamados “ mutvá ”, los niveles instintivos del alma, los nombres de las sefirot son netzaj, hod, iesod y maljut, las últimas 4 sefirot son toda una categoría aparte y posee una consciencia y una personalidad conocida como “consciencia de los mundos” u “olam”. Pero luego, para alcanzar la consciencia del tiempo, del ciclo completo del tiempo, el tiempo es un poco más maduro, es el haber nacido, ser amamantado y no tan sólo estar en el útero. Y esa consciencia añade los atributos emotivos esenciales a nuestro estado de consciencia que son jesed, guevura, tiferet, las otras tres sefirot: “bondad”, “poder” o “temor” en presencia de Hashem, y “compasión”, “misericordia”.
Pero luego, llegar al alma arriba nos lleva a un nivel de los 10. Y 10 es añadir los poderes mentales esenciales que están por encima de la creación de la realidad física, y estos son jojmá, biná y daat : “sabiduría”, “entendimiento” y “conocimiento”, cuyas experiencias interiores son “ bitul”-“ autoanulación”, “simjá”-“alegría”, y “comprehender la Divinidad” y “conexión” y ijud , unificación con Dios, esas son las 3 que nos llevan al 10.
Así que realmente el número 4 es muy especial. El Rambam, en su “Guía de los Perplejos” nos dice que el número 4 es el más importante de todos los números, el número que abarca todo. Todo se divide por 4, como un pastel lo podemos cortar en cuartos. Toda la realidad se divide de a 4, es lo que el Rambam explica. Así este es en realidad el estado de consciencia básico, fundamental, pero el más bajo, la consciencia de mundo, que refleja a los cuatro mundos.
Pero jazal , los sabios enseñan: “todos los séptimos son queridos”. Lo que hace querible al séptimo es que es capaz de vivir en lo que llamamos “el ciclo del tiempo judío” y nos permite completar el ciclo del tiempo judío.
Y entonces, como dijimos antes, hay un versículo que dice: “el décimo será sagrado para Hashem”, el 10 es un número sagrado puesto que 10 representa agregarle otras tres sefirot, otro nivel, otro “piso” a tu consciencia y te lleva al epítome de la consciencia que es el reconocimiento de la Divinidad.
VIDEOS GAL EINAI
Año 5782
LECTURA DE LA TORÁ 5782
En honor y recuerdo de David ben Natán 8 de Iyar 5782 de bendita memoria.
AUDIO: https://t.me/galeinai_audios_es/832
1Dios le habló a Moshé en el Monte Sinaí,
2 les hablara a los israelitas y les dijera: Cuando vengan a la tierra que les estoy dando, a la tierra debe dársele un período de reposo, un Shabat para Dios
3 Durante seis años puedes sembrar tus campos, por dar tus viñedos y recoger tu cosecha,
4 más el séptimo año es Shabat de Shabatot para la tierra. Es el Shabat de Dios, durante el cual no puedes sembrar tus campos ni podar tus viñedos.
5 No coseches cultivos que crezcan por su cuenta y no recojas las uvas sobre tus vides no podadas, puesto que es un año de reposo para la tierra
6 [Lo que crezca mientras] la tierra esté en reposo puede ser comido por ti, por tus esclavos y esclavas, y por los empleados y los jornaleros residentes que vivan contigo.
LECTURA DE LA TORÁ 2
En honor y recuerdo de David ben Natán 8 de Iyar 5782 de bendita memoria.
En El Monte Sinaí con el Año de Shmitá, en la Tierra del Mesías
1 Dios le habló a Moshé en el Monte Sinaí,
2 les hablara a los israelitas y les dijera: Cuando vengan a la tierra que les estoy dando, a la tierra debe dársele un período de reposo, un Shabat para Dios
3 Durante seis años puedes sembrar tus campos, po
dar tus viñedos y recoger tu cosecha
Si Dios quiere que venga Mashíaj, y en verdad Mashíaj quiere venir, ¿por qué no ha venido? Porque nosotros también debemos adoptar la voluntad del Mashíaj y lo que incluso puede llamarse “exceso de confianza” de que él vendrá “hoy”—“Hoy si escuchas su voz” (la voz del Mashíaj que dice “hoy”—una voz infundida de voluntad y confianza). Los sabios dicen que Mashíaj viene cuando estamos distraídos. Podemos entender que esto significa que debemos distraernos de todos los demás deseos y enfocar nuestra voluntad exclusivamente en la venida del Mashíaj.
EL AÑO SABÁTICO Y LOS SECRETOS DE LA LUZ – EN FÍSICA Y CABALÁ
Parashá Emor Behar:
Hemos entrado en el mes de Iyar, el lenguaje de la luz, al que también se hace referencia explícita en la Biblia como “el mes de Ziv” (quizás debido a la transición al verano brillante después del invierno oscuro), y esta es una oportunidad observar la luz – un tema que es una interfaz significativa entre la Torá y la ciencia. La luz es un concepto fundamental en dos reinos aparentemente separados y distantes: la Cabalá y la física moderna.
LAG BAOMER Y TIKUNEI ZOHAR – PARASHÁ BEHAR BEJUKOTAI
“Si andarán de acuerdo a mis estatutos”
אם בחקתי תלכו
“ Im bejukotái teleju ”
Y continúa con una serie de bendiciones con las que Hashem nos bendice, si seguimos Su Torá. Y al epítome a que llega es “ veolej etjem komemiut ”, “y los hice andar erguidos”. Ese es el epítome de todas las bendiciones. Primero para el éxito, dice “te daré la lluvia en el tiempo propicio,” después dice : “habrá paz en la tierra”, luego dice “construiré el Templo”, el tercer Templo eterno, y finalmente el punto más alto, el clímax de todas las bendiciones es: “y los llevaré erguidos”, “ואולך אתכם קוממיות” , “ veolej etjem komemiut ”.
El targum Ionatan dice que komemiut es bekomá zkufá , [con la cabeza erguida] y Rashi, en su comentario de la Torá, que es pshutó shelmikrá , la explicación más literal de la Torá, también utiliza la misma expresión que aparece en el targum Ionatan , bekomá zkufá , “estatura erguida”. El targum Ónkelos dice “ vejeiruta ”, que “erguidos” significa “libres”, que serán completamente libres, como la festividad de Pesaj, llamada zman jeruteinu , “el tiempo de nuestra libertad”. Es la misma palabra que targum Onkelos utiliza para traducir al arameo “ komemiut ”, “erguido”, que quiere decir “libre”, más el targum Ionatan es una interpretación más literal, es la misma que Rashi utiliza, vekuma zkufá, “con la cabeza en alto”.
Año 5781 y anteriores
EN EL MONTE SINAI SEGUIRÁS MIS DECRETOS
SHALOM EN MERÓN
Parashá Behar Bejukotai 5781
AUDIO: https://t.me/galeinai_audios_es/519
Levitico Capítulo 25
18 Cumplan Mis decretos y salvaguarden Mis leyes. Si los cumplen, vivirán en la tierra con seguridad.
19 La tierra producirá su fruto, y comerán hasta saciarse, viviendo así con seguridad en [la tierra].
54 Si [el esclavo] no es redimido por medio de ninguno [de los medios anteriores], él y sus hijos serán liberados en el año del jubileo.
55 [Todo esto] es porque los israelitas son [en realidad] esclavos Míos. Ellos son esclavos Míos porque Yo los saqué de Egipto. Yo soy Dios el Señor de ustedes.
Capítulo 26
1 [Por consiguiente,] no se hagan dioses falsos. No levanten para ustedes un ídolo de piedra ni una columna sagrada. No pongan una piedra para arrodillarse en su tierra para prosternarse sobre ella. Yo soy Dios el Señor de ustedes.
2 Cumplan Mis Shabatot y reverencien Mi santuario, Yo soy Dios.
3 Si siguen Mis leyes y se cuidan de cumplir Mis mandamientos,
4 Yo les proveeré la lluvia en el tiempo adecuado, para que la tierra dé sus cultivos y los árboles del campo provean fruto.
EN EL MONTE Y EL AÑO SABÁTICO BEHAR 5780
Una Historia de Fe en Hashem y La Reencarnación Año Sabático y el Virus de la Corona
Para meditar….
Preguntas y respuestas: Prométeme riqueza
Pregunta: Quiero cumplir la directiva de la Torá de dar el diezmo para caridad. La Torá promete gran abundancia a aquellos que dan el diezmo, diciendo: “Y pruébame por favor con esto”. Así que le daré la mitad de mi salario a Gal Einai, y usted me promete que me volveré rico en el futuro cercano. Respuesta: La Torá dice: “Y pruébame”, refiriéndose a Dios, no a Gal Einai. Además también dice “por favor”, una solicitud. Uno debe dar caridad y al hacerlo, probar a Dios por medio de una solicitud. _____________________
Parashá Behar Bejukotai: “Año Sabático y El Monte Sinaí”.
“Y habló Havaia a Moshé diciendo: Habla a los Hijos de Israel y diles: Cuando entren a la tierra que Yo les entrego, la tierra descansará un Shabat para el Eterno. ¿Por qué se conecta el precepto del Año de Shemitá junto con el tema del Monte Sinaí? Es muy conocida la enseñanza que está al comienzo de nuestra parashá: la Torá nos cuenta sobre el precepto del año de descanso de la Tierra que se dio en el Monten Sinaí, y enseguida Rashi, el principal intérprete de la Torá, pregunta: “¿Qué relación tiene aquí el año de Shemitá con el Monte Sinaí? ¿Por qué especialmente sobre el precepto de Shmitá se nos cuenta que fue entregado en el Monte Sinaí, si todos los preceptos se entregaron en el Sinaí?
La explicación está oculta en el significado profundo del precepto de Shmitá. Una vez cada siete años se nos ordena dejar de realizar toda labor del campo, dejar de lado las necesidades terrenales y ocuparnos de lo espiritual. Tener fe y confiar en Hashem que nos proporcionará el sustento en ese séptimo año, recordar y llevarlo bien adentro del ser que también durante los años en que trabajamos el campo el sustento es de HaKadosh Baruj Hu. El año de Shmitá nos da la fuerza para vivir con conciencia Divina. Este es el significado jasídico del precepto de Shmitá, recordar en cada instante de nuestra vida cotidiana, que todo lo que tenemos viene de Él. Por eso Shmitá es un precepto general. Por eso tiene que contarnos que es del Monte Sinaí. Entonces, la próxima vez que te pregunten cuál es la fe del judío, sabrás qué responder.
VIVIR CON JASIDUT 5772
LA LUZ DE LA MENORÁ EN EL TEMPLO
http://www.youtube.com/watch?v=i8L4HnbEtdY
VIVIR CON JASIDUT 5776
En el Monte Sinai se oirá el cuerno del carnero
http://www.youtube.com/watch?v=leD5r4fPlkY
VIVIR CON JASIDUT 5775
Les hablarás a los israelitas
http://www.youtube.com/watch?v=oE3–4KTnr0
VIVIR CON JASIDUT 5774
Durante seis años puedes sembrar
http://www.youtube.com/watch?v=mSevwPHOCBg
VIVIR CON JASIDUT 5773
Revelación de Arriba hacia abajo