ECLESIASTES – KOHELET

El libro de las Reuniones

Eclesiastés es uno de los cinco libros de la Biblia descritos como “rollos”, meguilot. Los sabios relacionan Eclesiastés con la festividad de Sucot, y en muchas congregaciones se lee en el Shabat de Sucot. Su nombre deriva del sobrenombre asumido por su autor, el rey Shlomó, quien se refiere a sí mismo con este nombre en el primer verso de su libro: “LasPalabras de Kohelet, hijo de David, rey en Jerusalén”. El nombre en español, “Eclesiastés”, es una traducción griega antigua de Kohelet que literalmente significa “congregar”.

Al comentar el primer versículo de Eclesiastés, Rashi escribe:

“‘Kohelet’, porque reunió muchas sabidurías. Además, en otros lugares, se le llama Agur ben Iaké, ya que acaparó toda la sabiduría [la raíz etimológica de ‘Agur’] y luego la vomitó [la raíz etimológica de ‘Iaké’]. Hay otra opinión [que dice que lo llamaban ‘Kohelet’] porque pronunciaba sus discursos en público (hakhel)”.

Veamos ahora cómo conectan las dos razones que nos trae Rashi para el nombre Kohelet, a este libro con la festividad de Sucot.

La festividad de la Recolección

Sucot también es conocido como la festividad de la recolección, jag haasif (חַג הָאָסִיף) en la Torá[1] porque desde el punto de vista agrícola, es el momento de la reunir los cultivos que crecieron durante el verano para guardarlos en el granero. Como la dimensión espiritual es paralela a la dimensión física, Sucot es también el momento de reunir la sabiduría adquirida durante los meses de verano.[2] Por lo tanto, el comentario de Rashi aquí es muy pertinente, ya que el momento de reunir y almacenar la sabiduría es Sucot.

Sin embargo, mientras que en su comentario a Eclesiastés Rashi escribe que Agur ben Iaké almacenó toda la sabiduría, en su comentario sobre el versículo que menciona este nombre en Proverbios,[3] escribe que “él acaparó el entendimiento”. ¿Cuál es la razón de la diferencia entre los dos comentarios de Rashi? Además, ¿por qué Agur ben Iaké luego expulsó la sabiduría que había reunido? Extendiendo la metáfora de Rashi: ¿cuál es la diferencia entre la sabiduría que se puede digerir, y la sabiduría que se debe vomitar?

Sabiduría y Entendimiento

En la Cabalá, la sabiduría y el entendimiento son las dos sefirot intelectuales sobre las que dice el Zohar: “Son como una pareja que nunca se separa”. La Cabalá usa el pensamiento holográfico (o fractal). Esto significa que cuando analizas algo utilizando conceptos cabalísticos, los mismos patrones surgen una y otra vez, cada vez con una pequeña variación. Una de las repeticiones holográficas más básicas reveladas y formuladas por el santo Arizal implica la agrupación de las sefirot en partzufim (literalmente, “personalidades”), y luego la subsiguiente agrupación de los partzufim en olamot (literalmente, “mundos”). Por lo tanto, hay en principio 10 sefirot en cada partzuf y 12 partzufim centrales en cada olam.[4]

Normalmente, cuando hablamos de sabiduría y entendimiento nos referimos a estas dos sefirot tal como funcionan en los partzufim de Aba e Ima, que usualmente solemos traducir como “el principio padre” y “el principio madre”. Sin embargo, la sabiduría y el entendimiento también son las sefirot centrales de otro par de partzufim: Israel Saba y Tevuná (abreviado Iash’sut)

Mientras que Aba e Ima se consideran los partzufim esenciales de sabiduría y entendimiento, Israel Saba y Tevuná reflejan los aspectos más prácticos y aplicados de sabiduría y entendimiento que son moldeados y cambiados por circunstancias externas.

Una forma de ilustrar esto es considerar la diferencia entre la sabiduría que se adquiere a partir de la experiencia[5] y la sabiduría que se adquiere a través del estudio sistemático de un tema. Una persona con experiencia puede saber cómo resolver ciertos problemas con los que ya se ha encontrado (sobre todo si tiene buena memoria), pero experimentará grandes dificultades cuando se enfrente a un desafío completamente nuevo. Por el contrario, la persona que ha estudiado la teoría y los fundamentos de un tema puede aplicar rápidamente su conocimiento esencial para resolver toda clase de problemas nuevos.

Tal es la diferencia, por ejemplo, entre un mecánico de automóviles que se especializa en vehículos Honda y se encuentra observando el motor de un Volvo, en comparación con un mecánico que tiene un título universitario en mecánica automotriz y comprende la teoría detrás de todos los motores de automóviles. El especialista de Honda ha aplicado sabiduría y comprensión (Iash’sut), pero ninguna sabiduría y comprensión esenciales (Aba e Ima).

Del mismo modo, un ingeniero informático y de software puede aplicar rápidamente su formación teórica en matemáticas, lenguajes de programación, sistemas operativos, códigos de corrección de errores, circuitos integrados, protocolos de comunicación, etc. para comprender y dominar cualquier programa informático o tecnología nueva que encuentre. Pero incluso un usuario avanzado muy experimentado nunca entiende completamente una tecnología, solo sabe cómo usarla. El ingeniero informático ha estudiado el entendimiento y la sabiduría esenciales (Aba e Ima), mientras que el usuario avanzado ha aprendido solo de la experiencia aplicada (Iash’sut).

Esta diferencia entre Iash’sut y Aba e Ima es aún más pronunciada en el contexto del estudio de la Torá. Para que sea aplicable en todas las situaciones, se debe estudiar la esencia de la sabiduría de la Torá, la Cabalá, y más aún, el Jasidut. Sin la Cabalá y el Jasidut una gran parte del conocimiento de la Torá no puede entenderse sino como una situación particular, un caso especial. Esta es la razón principal por la que se dice en nombre del Gaón de Vilna, que quien no conoce la sabiduría interior de la Torá no debe actuar como posek (autoridad halájica).

Congregar y vomitar

Contando con la explicación anterior, veamos el comentario de Rashi una vez más. En Kohelet, Rashi escribe que Agur ben Iaké acaparó “toda la sabiduría”, col hajojmá (כָּל הַחָכְמָה). “Toda” en Cabalá se refiere a la sefirá de fundamento.[6] Por lo tanto, en lenguaje cabalístico, Rashi se refiere al fundamento de la sabiduría, que es la parte principal de la sabiduría de Aba alrededor de la cual se construye el partzuf de Israel Saba. Por consiguiente, se deduce que en Proverbios, cuando Rashi describe a Agur como quien reunió y acaparó todo el entendimiento, se refiere al entendimiento tal como está en el partzuf de Tevuná, la parte práctica o exterior de la sefirá de Entendimiento.

Así, encontramos que Agur ben Iaké encarnaba la cualidad descrita en el Libro de la Formación (Sefer Ietzirá) como “sé sabio en entendimiento”[7], jajam bebiná (חָכָם בְּבִינָה) que es la unificación de Israel Saba con Tevuná.[8]

Por cierto, la unificación de Israel Saba con Tevuná no es un estado de unificación inmutable ni permanente, y como mencionamos anteriormente, es susceptible a las circunstancias. Solo la unificación de Aba e Ima, que captura la esencia de la sabiduría, crea un estado permanente de iluminación intelectual, que no se puede negar. Acerca de este último estado, el verso dice: “morirán [todos los demás estados de intelecto], pero no en sabiduría”, iamutú velo bejojmá (יָמוּתוּ וְלֹא בְּחָכְמָה).[9] Esta es la razón por la que Agur ben Iaké finalmente “vomita” su sabiduría. En Eclesiastés escribe sobre la transitoriedad de su sabiduría: “Dije que sería sabio, pero eso permaneció lejos de mí”. Los sabios escriben que “eso” se refiere al secreto de la Vaca Roja, que fue revelado solo a Moshé Rabeinu, la encarnación de la esencia de la sabiduría, quien logró la unificación de la sabiduría superior con el entendimiento superior.

Las reuniones de Moshé y el rey Salomón

La segunda razón señalada por Rashi está muy claramente relacionada con la festividad de Sucot, porque el evento de Hakhel, que literalmente significa “la congregación”, se realizaba una vez cada siete años durante Sucot.[10] Encontramos que Moshé Rabeinu también celebró “reuniones” de Torá, una vez cada siete días, en Shabat. De las reuniones de Moshé, la Torá dice: “Moshé reunió…”[11] (וַיַּקְהֵל מֹשֶׁה). El valor numérico de estas dos palabras es 496, o el valor triangular de 31 (que escribimos de forma abreviada como ∆31), la suma de los números enteros del 1 al 31.[12] La Biblia describe la reunión del rey Salomón con una frase similar: “Entonces Salomón congregó …”[13] , az iakhel Shlomó (אָז יַקְהֵל שְׁלֹמֹה), y el valor numérico de estas tres palabras es 528, también un número triangular, en este caso ∆32

Existe una igualdad matemática simple que establece que:

n ∆ (n 1) = (n 1)2

Interpretada gráficamente, esta igualdad nos dice que la suma de dos números triangulares consecutivos [los triángulos de n y n 1] es igual al valor de (n 1) al cuadrado. Esta es una de las más fundamentales propiedades de los números figurativos, un área de las matemáticas que juega un papel destacado en el análisis numérico de la Torá.[14]

En nuestro caso:

∆31 ∆32 = 322

Donde 32 es el valor numérico de la palabra hebrea lev (לֵב) “corazón”. Tanto la sabiduría como el entendimiento se relacionan con el corazón. En otro verso de Eclesiastés el rey Salomón dice: “Mi corazón ha visto mucha sabiduría”.[15] Y de la introducción a Tikunei Zohar aprendemos que “el entendimiento es el corazón”.

Por lo tanto, podemos concluir que la congregación de Salomón complementó las congregaciones de Moshé Rabeinu, reflejando como tal la manera en que la sabiduría práctica complementa la sabiduría esencial teórica; o en el lenguaje de la Cabalá, reflejando la manera en que la unificación de Iash’sut complementa la unificación de Aba e Ima.[16]

Todo está revelado en la Sucá

La palabra “sucá” en sí proviene de la palabra que significa “percibir”, un verbo que se usa particularmente en relación con el ruaj hakodesh (el Espíritu Divino de Santidad).[17] El profeta Jonás (cuya historia leemos en el punto culminante de Iom Kipur) recibió su poder de profecía durante la alegre celebración de Sucot; mereció percibir el ruaj hakodesh en Sucot. La frase talmúdica “percibir el ruaj hakodesh” no solo se refiere a la percepción interna del profeta, sino que también puede significar “percibir el potencial del ruaj hakodesh “, refiriéndose al potencial que otros tienen para percibir el ruaj hakodesh. Sucot es el momento de tomar conciencia del poder latente del ruaj hakodesh que se manifiesta desde el punto más profundo de la sabiduría en todos y cada uno de los corazones judíos. Jasidut enseña que la cualidad interior de la sabiduría es la auto anulación, esta es la cualidad más necesaria para cumplir con la declaración de los sabios de que todo Israel es digno de sentarse juntos bajo una sola sucá, una sucá de paz (סוּכַּת שָׁלוֹם).

Está que en Rosh Hashaná el Todopoderoso examina todo, de una vez, pero los resultados de esta inspección se mantienen en secreto en el mundo oculto, referido en el versículo “lo oculto es para Havaiá nuestro Dios”.[18] Pero esa misma evaluación es revelada como un día claro durante la festividad de Sucot.[19]

Por lo tanto, cada judío puede ameritar ver a todo el pueblo judío como uno, sentado bajo una sucá: “juntas todas las tribus de Israel”.[20] Cuando cada judío alcanza un estado de autoanulación, que equivale a la experiencia de obtener sabiduría y entendimiento, podemos ver cómo se vuelve manifiesto el dicho talmúdico “Todo Israel es digno de sentarse bajo [el techo de] una sola sucá“. Sucot es el momento en que todos nos reunimos como uno, como los estudiantes de Moshé y el Rey Salomón.


[1] Éxodo 23:16.

[2] En nuestro volumen hebreo Tom Va’da’at, explicamos que los meses de verano son los meses específicamente relacionados con nuestro trabajo como judíos sobre la sabiduría de la Torá, mientras que los meses de invierno son utilizados universalmente por todas las personas en el trabajo físico.

[3] Proverbios 30:1

[4] Para obtener más información, consulte Lo que necesita saber sobre la Cabalá, de próxima publicación.

[5] El famoso adagio “No hay sabio como quien tiene experiencia” (אֵין חָכָם כְּבַעַל נִסָּיוֹן) se refiere a la sabiduría de Israel Saba. Mientras que el adagio, “¿Quién es sabio?, quien ve lo que va a nacer”. (אֵיזֶהוּ חָכָם הָרוֹאֶה אֶת הַנּוֹלָד), se refiere a la sabiduría de Aba.

[6] Como en el verso seminal que describe las sefirot: “Tuyo Dios es la grandeza y el poder y la belleza y la eternidad y el agradecimiento; porque [sobre todo] lo que hay en los cielos y en la tierra, Tuya es la soberanía” (1 Crónicas 29:11). Las palabras “porque todo en los cielos y en la tierra” (כִּי כֹל בַּשָּׁמַיִם וּבָאָרֶץ) se refiere a la sefirá de fundamento. De hecho, el valor de las palabras “porque todo” (כִּי כָּל) es el mismo que el de fundamento, iesod (יְסוֹד).

[7] Sefer Ietzirá 1:3

[8] La expresión idiomática completa en el Libro de la Formación es “Entiende la sabiduría y sé sabio en entendimiento” (הַבֵּן בְּחָכְמָה וְחָכָם בְּבִינָה). La primera parte, “Entiende la sabiduría” se refiere a la unificación de Aba e Ima.

[9] Iob 4:21

[10] Deuteronomio 31:10

[11] Éxodo 351

[12] Así, ∆n es igual a la suma de los números enteros de 1 a n. Estos números – 1, 3, 6, 10 … – se conocen como serie de números triangulares.

[13] 1 Reyes 8:1

[14] Ver en detalle en nuestro volumen, 913: La Sabiduría Secreta del Génesis

[15] Eclesiastés 1:16

[16] De hecho, como vimos en la nota 8, “entiende la sabiduría y sé sabio en entendimiento” ¡se unen como una sola cosa!

[17]  Ver Rashi a Genesis 11:29.

[18] Deuteronomio 29:28

[19] Por consiguiente, parece que el mejor momento para realizar encuestas (para obtener resultados revelados, es decir, fácilmente interpretables) es Sucot.

[20] Deuteronomio 33:5