PSICOLOGÍA JASÍDICA DE LA PARASHÁ
🌟 Reflexión para el Alma 🌟
Acabas de regresar de una conferencia inspiradora, llena de contenido motivador,
pero al día siguiente, una vez más, no te levantaste a la hora que deseabas…
Aprendiste algo profundo en la clase entre Minjá y Arvit,
pero en casa te volviste a enojar con tus hijos y tu pareja…
¿Te ha pasado?
¿Cuántas veces aprendiste algo nuevo, entendiste una idea profunda,
pensaste que eso te haría mejorar,
y luego descubriste, en la prueba diaria de la vida, que estás lejos de aplicarlo?
Esa sensación es frustrante, pero si entendemos por qué ocurre,
podemos descubrir una forma de retener y aplicar lo aprendido.
💡 ¿Por qué olvidamos lo que aprendimos?
Esto sucede porque algo en el proceso de internalización no funciona.
Aunque aprendemos algo nuevo, lo repetimos e incluso practicamos,
no lo adaptamos a quienes somos realmente.
Por ejemplo, aprendemos sobre nuestra alma divina,
sobre su inmensa capacidad de amar y dar,
pero olvidamos que también llevamos dentro motivaciones personales.
Cuando llega el momento de la prueba,
nos cuesta aplicar lo aprendido de forma genuina.
🌟 ¿Cómo preservar lo que aprendimos?
La Parashá Vaejí nos enseña una lección importante:
Cuando Yaakov bendice a Yehudá, el futuro rey,
lo describe con las palabras:
“Sus ojos brillan por el vino y sus dientes son blancos por la leche” (Bereshit 49:12).
Nuestros sabios explican que el vino y la leche son bebidas
que solo se conservan en vasijas de barro simples,
“los recipientes más humildes”.
De aquí aprendemos que lo mismo ocurre con la Torá:
“Las palabras de Torá solo permanecen en alguien de espíritu humilde.”
La humildad no significa disminuirnos,
sino estar conectados con nuestra esencia humana,
reconociendo nuestras debilidades y limitaciones.
Desde esa conexión, podemos realmente crecer.
💪 El secreto del rey ideal en el judaísmo
El rey ideal no solo gobierna con grandeza,
sino que reconoce que su poder no es propio,
sino un regalo de lo Alto.
En su interior, está lleno de humildad,
consciente de sus fallas y limitaciones.
Esa humildad interna es su fuerza secreta,
lo que lo mantiene firme frente a cualquier desafío.
✨Crecimiento genuino para todos
Cuando nosotros también recordamos nuestra humanidad,
nuestros lados frágiles y limitados,
podemos retener nuestras ideas y aprendizajes,
incluso en los momentos más desafiantes.
La humildad no es debilidad,
es una conexión profunda con lo que somos,
y desde ahí, crecemos verdaderamente.
✨Este Shabat, reflexiona:✨
Cuando aprendas algo nuevo y profundo,
detente un momento y recuérdate:
“Es maravilloso y profundo, pero necesito protegerlo adecuadamente.
Esto solo se mantendrá si recuerdo quién soy realmente.”
🌸¡Shabat Shalom y buenas noticias!🌸
📣 PD: GRACIAS A TODOS LOS QUE DAN TZEDAKÁ ANTES DEL AYUNO.
Si no lo hiciste ¡TODAVÍA ESTÁS A TIEMPO! 🕎