El Mashíaj viene cuando no nos damos cuenta (Ver Sanhedrín 97a).
Su luz es más maravillosa y elevada que cualquier cosa anticipada por la realidad. Por lo tanto, Eliahu, que viene a sentar las bases para la llegada de Mashíaj, siempre se manifiesta de forma sorprendente.
Él nunca viene cuando lo esperamos, o de una manera que podríamos predecir fácilmente.
El Alter Rebe dice que “el Mashíaj que el mundo espera nunca vendrá, mientras que el Mashíaj que sí viene, nadie lo querrá”.
Cada revelación de Eliahu rompe un poco al Mashíaj imaginario.
Nos hace reconocer nuestras deficiencias y rectificar esas áreas oscuras ocultas en lo profundo de nuestras personalidades.
Al hacerlo, construye dentro de nosotros la verdadera anticipación de la llegada Mashíaj Ben David y la redención completa.