P: Durante la época de Purim de 5767 pudimos ver el cometa Hale-Bopp, así como también un eclipse de luna parcial con un planeta Marte muy visible ubicado directamente sobre la luna. Todo esto sucedió un día después del horrible ataque explosivo en Tel Aviv. Yo sé que es significativo. ¿Podría decirme algo más sobre esto?
R: El Talmud sugiere que los acontecimientos celestiales pueden ser indicativos de un juicio de lo Alto con posibles graves consecuencias. No obstante, los Sabios Talmúdicos ponían mucho énfasis en remarcar que uno puede revertir ese veredicto a través de conectar su conciencia directamente con el reino de la Divinidad, donde las fuerzas de la severidad son “endulzadas” y utilizadas sólo para el bien de la Creación.
En realidad, la astrología no es una ocupación saludable para judíos ni para no judíos. La base esencial de fe que tenemos en común es la creencia en un sólo Dios y aunque el estudio de la astrología no constituye necesariamente una violación de esa fe, puede conducir a atribuir excesivo poder e importancia a los intermediarios celestiales que Dios puso en el firmamento, creando por lo tanto un terreno fértil para la consecuente expresión de adoración a esos intermediarios. De hecho, el término usado en las fuentes rabínicas para denotar a un pagano o idólatra es Akum , la sigla de las palabras hebreas Oved Kojavim U’Mazalot, “un adorador de estrellas y signos zodiacales”.