Es costumbre contar una historia jasídica sobre el Baal Shem Tov todos los Motzaei Shabat, la salida del Shabat por la noche en una comida de Melavé Malká, acompañar a la novia (el Shabat).
Una segulá para un buen sustento, para tener hijos y tener satisfacciones de ellos, para una vida buena y larga y para salud
Servir a Di-s con fe simple
El Baal Shem Tov no sirvió a Di-s con sus logros espirituales, sino con su fe simple. El Baal Shem Tov, cuyo iohrtzeit (aniversario del fallecimiento) es en Shavuot, dijo que una de las cosas más importantes que debemos aprender de él es que a pesar de todos los elevados logros espirituales que había merecido, servía a Di-s con fe sencilla.
Una vez, sentó a su nieto, el Deguel Majané Efraim en sus rodillas y le dijo:
- “Créeme, hay una persona en el mundo que oye la Torá, no de la boca de un ángel o un saraf, sino de la boca del Santo, Bendito Sea Él y Su Shejiná.
“(El Baal Shem Tov se refería a sí mismo).
- “Y en todo momento, teme que pueda caer en el gran abismo”.
¿Cómo podría caer en el abismo el santo Baal Shem Tov, que escuchó la Tora de la boca del Bendito Sea Él y Su Shejiná?
La respuesta es que si hubiera sentido, aunque sea una mínima sensación de orgullo o importancia por los elevados niveles y logros espirituales que había adquirido, se habría estrellado de inmediato en las profundidades más profundas. Pero el Baal Shem Tov no sirvió a Di-s con sus posesiones espirituales, solo confió en su fe simple.
Una vez, después del fallecimiento de Ba’al Shem Tov, sus alumnos se sentaron juntos y contaron historias de los milagros que había realizado. Su hijo rabi Hershele también estaba presente. Luego de varias horas rabi Hershele apoyó la cabeza sobre la mesa y se durmió y comenzó a soñar. En su sueño su padre se le acercó y le dijo:
- “¿Por qué están contando historias milagrosas sobre mí?
- ¡No los ayuda y no me ayuda!”
- ¿Qué deberían decir en su lugar?
Hay una serie de versiones:
Una versión es que el Baal Shem Tov dijo que deberían contar historias de su temor al Cielo. El Mitler Rebe, el segundo Rebe de Jabad, dijo que aunque pensamos que el Baal Shem Tov es sobresaliente en el rasgo del amor por Di-s y por cada hijo de Israel, el rasgo en el que sobresalió más que cualquier otro fue su temor al Cielo. Se sabe que si había una taza de agua en el otro extremo de la habitación en la que estaba presente Ba’al Shem Tov, el agua temblaría en la copa por el temor que el Baal Shem Tov irradiaba.
Una vez el Baal Shem Tov vio un león acercándose a él. Por un momento sintió miedo, pero inmediatamente se dijo a sí mismo:
- “¿Qué es un león? En hebreo, arié, אריה, una permutación de יראה, irá, temor. Enfocó sus pensamientos al temor al Cielo y no prestó atención al león.”
Más tarde vio al león al lado del camino partido en dos. Cuando Di-s pone a una persona en una situación en la que está asustado por amenazas mundanas, debe elevar ese temor a un temor solo al Cielo.
El Baal Shem Tov le dijo a su hijo que las historias de su temor al Cielo serían beneficiosas para los estudiantes y también buenas para él.
Otra versión es que el Baal Shem Tov dijo:
- “¿Por qué están contando historias milagrosas sobre mí? Cuenten acerca de mi autosacrificio, que por cada pequeño aspecto del judaísmo o para ayudar a un compañero judío, me rompería en pedazos. Me tiraría desde una montaña alta y me rompería en astillas por cualquier mitzvá, grande o pequeña. Cuenten historias sobre eso, que fue el principal impulso de mi trabajo en este mundo, y será útil para ustedes y también para mí.”
El Baal Shem Tov dijo que cuando sostenemos una pequeña parte de un objeto, estamos sosteniendo su esencia entera. Cada mitzvá es un objeto inmutable, cada judío es un objeto inmutable y cada pequeña parte de él es la esencia en su totalidad de Dios.
El Noam Elimelej una vez soñó que vio al Baal Shem Tov de pie en una alta montaña. De repente se tiró de la montaña y se hizo añicos en miles de astillas. Pero cada astilla era un Baal Shem Tov en miniatura, similar a las piedras del Monte Sinaí, en las que está tallada la misma imagen de un arbusto en cada lado de cada astilla de las piedras.
El Baal Shem Tov se hizo añicos en 600,000 “Baal Shem Tovs” en miniatura, de modo que una astilla de sí mismo y su fe simple pueda entrar en el corazón de cada judío. Cuando el Baal Shem Tov se arrojó (alegóricamente) desde lo alto de la montaña al profundo abismo, no confió en sus nobles logros espirituales, más bien fue un salto de su fe simple, su intención de sacrificarse solo por Di-s.
En su encarnación anterior el Baal Shem Tov había sido un tzadik oculto en Tzfat que se negó a revelarle a Eliahu el Profeta qué mitzvá tan especial había realizado en su bar mitzvá, porque lo había hecho por solo Di-s. Esto provocó una gran agitación en el Cielo y en la tierra. Hacer una mitzvá solo por Di-s es un enfoque novedoso del Baal Shem Tov. Se origina en la fe simple y el autosacrificio en los reinos superiores del alma. Para salvar a un prójimo judío el Baal Shem Tov estaba dispuesto a dar un salto con su fe simple, sabiendo que incluso si se rompiera en miles de pedazos, cada una de esas astillas inculcaría su fe simple en el corazón judío que deseaba salvar y en cientos de miles de preciosas almas judías.
Que todos merezcamos adoptar el temor del Cielo del Baal Shem Tov y su simple acto de fe, sabiendo que incluso si nos estrellamos, esas astillas le infundirán a la realidad esos modelos en miniatura de nuestra fe simple en Di-s.