Lloro porque no me buscan
Uno de los hombres justos de Polonia vio una vez a niños jugando al “escondite” y notó que uno de los niños estaba llorando. Cuando le preguntó el motivo, el niño respondió que estaba llorando porque se escondía para que lo buscaran, pero al final nadie lo buscaba. El Tzadik entró en estado de apego…