Parashat Shemot comienza con las palabras, “Y estos son los nombres de los Hijos de Israel venidos a Egipto” (וְאֵלֶּה שְׁמוֹת בְּנֵי יִשְׂרָאֵל הַבָּאִים מִצְרָיְמָה). La palabra “a Egipto” (מִצְרָיְמָה) tiene el mismo valor que la palabra Shejiná, שכינה, 385, la Presencia Divina, aludiendo al dicho de los sabios que dondequiera que el pueblo judío vaya al exilio, la Presencia Divina los acompaña. Esto es especialmente cierto, cuando establecen casas de estudio de Torá en su exilio, como lo hicieron Iaacov y sus hijos en Egipto.
Las dos primeras palabras del Libro del Éxodo son: “Y estos son los nombres” (וְאֵלֶּה שְׁמוֹת). Si separamos las letras que componen la palabra “paz” (שָׁלוֹם, shalom) de estas dos palabras, nos quedamos con las letras אהות cuyo valor numérico es el mismo que “hogar” (בַּיִת, bait). Así, cuando bajaron a Egipto, estaban en un estado de paz en el hogar. Los sabios nos dicen que, porque no cambiaron sus nombres en Egipto, merecieron ser redimidos. En efecto, cuando hay “paz en el hogar” (שָׁלוֹם בַּיִת), el hogar ya está en estado de redención (gueulá). Cuando ese es el caso, entonces cada niño nacido y con su nombre en el hogar nos recuerda la redención
Según la Cabalá durante las primeras seis semanas de la lectura del Libro de Éxodo nos encontramos en una época especial del año dedicada a rectificar la imperfección del pacto. Esta época del año se conoce como Shovavim (שׁוֹבָבִים, shovavim), que representa las iniciales de las primeras seis porciones en Éxodo (שְֹמוֹת וָאֵרָה בֹּא בְּשְׁלַּח יִתְרוֹ מִשְׁפָּטִים), y significa literalmente “traviesos”. Pero las seis letras también se encuentran en las iniciales de las palabras en el primer verso del Libro del Éxodo, “Y estos son los nombres de los Hijos de Israel venidos a Egipto, con Iaacov, cada uno vino con su familia” (וְאֵלֶּה שְׁמוֹת בְּנֵי יִשְׂרָאֵל הַבָּאִים מִצְרָיְמָה אֵת יַעֲקֹב אִישׁ וּבֵיתוֹ בָּאוּ).
El Rebe Najman de Breslov escribe que las letras finales de las primeras cinco palabras del Libro del Éxodo, “Y estos son los nombres de los Hijos de Israel venidos” (וְאֵלֶּה שְׁמוֹת בְּנֵי יִשְׂרָאֵל הַבָּאִים) forman la palabra “Tehilim” (תְּהִלִּים), Salmos. Las letras finales de las siguientes cinco palabras “a Egipto, con Iaacov, cada uno [vino] con su familia” (מִצְרָיְמָה אֵת יַעֲקֹב אִישׁ וּבֵיתוֹ) forman la palabra “teshuvá” (תְּשׁוּבָה). ּEl Rebe Najman aprende de esto que recitar Tehilim es una segulá para hacer teshuvá.