¡Ha llegado el Año Nuevo!
El año 5784 desde la creación del mundo está llegando a su fin y un nuevo año, el año 5785, ya está ante nosotros, y en nuestra boca una poderosa oración:
“Que termine el año y (sus aflicciones) etc…, que comience el año y sus bendiciones”
תִּכְלֶה שָׁנָה וְכוּ’, תָּחֵל שָׁנָה וּבִרְכוֹתֶיהָ
Sabemos que la cuenta de los años que llevamos es desde la creación del mundo, y por lo tanto, sería de esperar que el inicio del año (Rosh Hashaná) cayera exactamente el día en que comenzó su creación, en el primer día en que Dios decretó ‘que haya luz’, iehí or, “יְהִי אוֹר”. Sin embargo, sorprendentemente, ¡celebramos Rosh Hashaná en una fecha diferente! El primer día de la creación ocurrió una semana antes, el 25 del mes de Elul, mientras que la fecha que conocemos como Rosh Hashaná, el 1 de Tishrei, es en realidad el sexto día de la creación, el día en que el hombre fue creado.
La pregunta obvia es, por supuesto, ¿por qué? ¿Por qué no celebramos Rosh Hashaná el día exacto en que el mundo fue creado? ¿Por qué esperamos hasta el día en que el hombre fue creado?
El dominio del encargado
¿Quién no conoce a Roni, el encargado de nuestro Talmud Torá, nuestra escuela? No hay niño que no lo conozca. Y no solo porque su oficina se encuentra en la planta baja del edificio, sino por su incansable actividad. Corre todo el día de una clase a otra, atendiendo los problemas que surgen. A veces es el aire acondicionado del aula 6 “vav” que empezó a fallar, otras veces es la valla en el patio trasero que comenzó a tambalearse y a veces es una fuga en el dispensador de agua fría. Sus manos están llenas de trabajo y lo hace con dedicación y energía. No exagero si dijera que no hay un solo rincón en todo el recinto que él no conozca. El gran llavero que lleva pegado a sus pantalones lo demuestra: cada objeto tiene su habitación, y cada habitación tiene su llave, y él, Roni, domina todo. Incluso cuando el director quiere saber dónde está cierto equipo, desde artículos de limpieza hasta equipos de impresión, acude a él.
“¿Sería correcto decir que Roni es el rey del material en el Talmud Torá? ¿Que los utensilios de limpieza o el equipo de impresión son sus súbditos? Es un poco gracioso expresarlo de esa manera. ¿Por qué? Porque la realeza no es sobre objetos inanimados. Tal vez sería más acertado decir que Roni tiene el control de la situación, pero controlar no es lo mismo que reinar. Un gobernante es alguien a quien todos obedecen, pero no necesariamente por voluntad propia y consentimiento.”
Por ejemplo, hay países en el mundo donde las personas no tienen derecho a expresar sus opiniones. Lo que decida el gobernante así será, y ¡ay de los que se atrevan a criticarle y con mayor razón de los que se atrevan a desobedecerle y a actuar de manera diferente a sus órdenes! Por lo tanto, la persona que decide dónde se colocarán los utensilios de limpieza o quien determina cuándo son viejos y necesitan ser reemplazados es una especie de gobernante. No necesita del consentimiento de la escoba…
Reinado del rey
Por otro lado, un rey es algo completamente diferente. Se le llama rey por la forma en que opera: el rey-מֶלֶךְ-melej guía-lidera-molij-מוֹלִיך al pueblo. Por ejemplo: puede decidir ahora, en tiempos de guerra, hay una necesidad de llenar las arcas del Estado y, por lo tanto, se debe imponer un impuesto adicional a los ciudadanos. Él puede decidir y tal vez sea una decisión correcta, pero igual de importante es cómo se implementará esa decisión. Puede emitir un simple comunicado, enviar avisos de pago e incluso hacer cumplir el pago de diversas maneras que tiene a su disposición, pero un buen rey se esforzará por dar a los ciudadanos la sensación de que esto se hace para su beneficio. Si el rey quiere que el pueblo coopere con sus decisiones debe hacerles sentir que son partícipes de la guerra y la victoria y por tanto deben estar comprometidos con ella a través de sus recursos financieros.
Más aun, al rey no solo le importa dirigir al pueblo, sino que también es importante escuchar sus opiniones y estados de ánimo hacia él y su forma de liderazgo. El rey también sabe cómo ceder, cómo consultar con los demás. Es cierto que no plantea todos los problemas ante todos, en público, de lo contrario no habrá fin para las discusiones, pero sin duda se asegurará de que el objetivo por el que se esfuerza y actúa se cumpla y que su camino sea aceptable para la sociedad.
De hecho, la diferencia entre un rey y un gobernante es la diferencia entre lo inanimado y el ser humano que habla. El gobernante trata a los ciudadanos como objetos inanimados. Así como Roni, el jefe de la casa no consulta con los utensilios de limpieza, de la misma manera, al gobernante no le importa tanto la opinión de sus súbditos. Pero el rey gobierna sobre seres humanos, a los que aspira a guiar y liderar y por esta razón no solo es importante para él escuchar sus opiniones, sino que también está interesado en que ellos le acepten como rey.
El Orden de la creación
Regresemos a la creación del mundo: los primeros días están dedicados a la creación de lo inanimado: el cielo y la tierra. A ellos se une la vegetación en el tercer día de la creación. La vegetación también se compone de materiales inanimados, pero estos materiales unidos establecen un movimiento de crecimiento y desarrollo que lo inanimado no posee. La semilla germina, del brote surge un tallo, el tallo se eleva y se convierte en una criatura que crece.
En los días siguientes también se unirán al mundo los animales y su movimiento es completamente diferente. Realmente se mueven de un lugar a otro. Al principio, son creados aquellos que están por encima o por debajo de la tierra: los pájaros y los peces fueron creados en el quinto día y más tarde, en el sexto día, también fueron creados el resto de los seres vivos que habitan en ella.
¿Y quién queda para al final? Justamente el hombre, el sello de la creación, Dios espera hasta completar toda la creación. Solo cuando el mundo está lleno de lo inanimado, lo que crece y lo vivo, Dios crea al hombre que habla. Así, en realidad, hasta la creación del hombre, Dios no tiene sobre quién reinar. La creación es inanimada y Dios gobierna sobre su mundo. Gobierna, pero aún no es rey. Solo en el momento en que Dios crea al hombre se revela el propósito para el cual fue creada toda la existencia. Dios está interesado en llegar al mundo material, hasta lo inanimado, y encontrar en él a alguien que se dirija a Él, que Le llame, que Le diga ‘¡Padre, te necesito!’. Y esto ocurre al final de la creación, en el sexto día, el día 1 de Tishrei.
Abrimos la sección con la pregunta de por qué Rosh Hashaná, el comienzo del año, recién aparece al final de la creación y ahora la pregunta se agudiza más: ¿Por qué Dios espera hasta el final de la creación para la creación del hombre? Solo porque el final revela algo sobre el principio. Incluso antes de que Dios comience a crear el mundo el hombre ya está allí: “Israel surgió primero en el pensamiento”. El propósito de la creación precedió a la creación misma y “el fin de la acción “se encuentra “en el pensamiento en el principio”, y esto me dice que hasta que el propósito de la creación no esté completo la creación no está terminada.
El día de la creación del hombre es el día del cumplimiento de la intención de la creación y, por lo tanto, no hay nada más apropiado que este para ser el día de la coronación de Dios como rey del mundo.
¡Que tengamos el mérito de coronar a Dios como Rey sobre el mundo entero!
לְשָׁנָה טוֹבָה תִּכָּתְבוּ וְתֵחָתְמוּ!
שָׁנָה טוֹבָה וְשַׁבַּת שָׁלוֹם וּמְבֹרָךְ!
¡Para un buen año que sean inscritos y sellados!
¡Buen año y Shabat Shalom uMeboraj!
Razi
Gracias por esta palabra !!
Bndcnes !!