Día 1
Y AVRAM PASÓ POR LA TIERRA
En la primera porción de la parashat Lej Lejá aparece el siguiente verso:
“Y Avram pasó por la tierra, hasta el lugar Shejem,
hasta la planicie de Moreh y los canaanitas estaban entonces en la tierra.”
En su comentario sobre este verso, Rashi escribe:
“Y Avram pasó por la tierra”: entró en ella, “hasta el lugar de Shejem”, para rezar por los hijos de Iaacov cuando vengan a hacer la guerra en Shejem; “hasta la planicie de Moreh”, esto es Shejem. Le fue mostrado el monte Guerizim y el monte Eibal, donde [el pueblo de] Israel realizó el juramento de la Torah; “y los canaanitas estaban entonces en la tierra”: [los canaanitas] habían conquistado gradualmente la Tierra de Israel a los descendientes de Shem, que pasó a ser la parte de Shem cuando Noaj repartió la tierra a sus hijos, como está dicho: “Y Malquitzedek el rey de Shalem” (Génesis 14:18). Por lo tanto, Dios le dijo a Avram: “A tu semilla daré esta tierra” (Génesis 12:7). He destinado restituir a tus hijos, que son los descendientes de Shem.
El Viajero
Concentrémonos en las primeras palabras que escribe Rashi : “entró en ella” refiriéndose literalmente a la tierra. ¿Pero qué quiere decir “entrar” a una tierra? Porque todavía seguía siendo la tierra de Canaan. Era una tierra extraña, extraña a Dios, a la moralidad y posiblemente más importante en este caso, a Abraham. Entonces, la manera en la cual se condujo al inmigrar a su nuevo ambiente es una lección para nosotros en nuestra generación.
La mayoría de los judíos y los no judíos temerosos de Dios viven en comunidades y ambientes que presentan tremendos desafíos para nuestra fe y nuestras tradiciones. ¿Cuál es entonces la actitud apropiada a seguir? Más importante aun, la propia vida de Abraham fue absolutamente el primer testimonio de un individuo que viene al mundo con un mensaje de enseñanzas, moralidad y conductas divinas.
Abraham tuvo éxito en su trabajo y fue reverenciado como sabio y como líder de máxima envergadura, sin cambiar ni una coma en lo que se refiere a su fe y a sus tradiciones. ¿Cómo pudo hacer esto?
Primero, porque Abraham era conciente de su misión divina. Las palabras de apertura de la parashah son “ lej leja ”, que significa literalmente “ve por ti”. En las enseñanzas jasídicas, “por ti” se refiere a nuestra raíz espiritual. Todas sus travesías y todas nuestras travesías en el mundo, son para encontrar nuestra raíz, nuestro origen espiritual.
“A la tierra que te he de mostrar”: la tierra se refiere a la sefirah de reinado. A la así llamada realidad revelada donde todo lo que está oculto, como nuestra raíz espiritual, puede ser revelado. Entonces, Dios estaba enviando a Abraham a revelar su alma en el mundo entero.
Esto es lo que el Todopoderoso le dice a cada judío antes de enviarlo a su lugar en el mundo. Todo judío es un emisario del Todopoderoso, un faro de Divinidad en el mundo. Cada judío debe ser consciente que es como Abraham siendo enviado a una tierra extraña por decreto divino, a un lugar en el mundo en donde puede encontrar verdaderamente su raíz-alma y revelarla a la humanidad.
Pero, ahora regresemos a nuestra pregunta inicial: ¿Cómo se puede permanecer fiel a sus orígenes y raíces en la Divinidad y a la vez crecer como parte de la comunidad en que se vive?
Recipientes y Luces
Dicen los sabios: “Si has llegado a una ciudad, sigue sus costumbres”. Pero, como vamos a explicar, seguir las costumbres locales no significa simplemente adoptar la apariencia externa del lugar.
Estamos compuestos de muchos estratos del ser. Los más exteriores, llamados vestimentas, incluyen los pensamientos, el habla y las acciones. Una capa más adentro encontramos nuestra mentalidad y nuestras emociones, a continuación, nuestras voluntades y deseos y más adentro aun están nuestros placeres. Pero la capa más íntima, aunque aun definible como tal, es nuestra fe.
Toda capa externa se define como “recipiente”, respecto a los estratos que incluye o contiene, que son llamados “luces”. Por supuesto, debido a la naturaleza relativa del esquema conceptual de la cabalá, aunque la mentalidad y las emociones son luces respecto al pensamiento, el habla y la acción, son a su vez recipientes de la voluntad.
Esta es la terminología más frecuente para describir los diferentes mantos que cubren nuestro ser, pero encontramos en la cabalá otros meta-sistemas más avanzados, de los cuales uno de los más importantes es llamado כל צמא , KoL TZaMAi (1) por el acrónimo que forman las iniciales de sus componentes:
• כ – recipientes ( כ לים )
• ל – vestimentas ( ל בושים )
• צ – imágenes ( צ למים )
• מ – mentalidad ( מ וחין )
• א – luces ( א ורות )
En este meta modelo entre el recipiente y la luz hay 3 capas más, vestimentas, imágenes y mentalidad. Pero hay que aclarar que estos cinco componentes están divididos en 2 grupos: en el primero los recipientes y las vestimentas y en el otro las imágenes, mentalidad y luces.
Para entrar realmente a un lugar, para volverse verdaderamente parte de la comunidad, se tiene que ser capaz de vestir sus vestimentas y recipientes, que incluye adoptar la mentalidad, las reacciones emocionales apropiadas, las costumbres y conectarse con el ambiente físico. Estos cuatro elementos corresponden a las sefirot de la siguiente manera:
• Mentalidad – sabiduría, entendimiento y conocimiento ( jabad )
• Reacciones emocionales – bondad, rigor y belleza ( jagat )
• Costumbres – victoria, reconocimiento y fundamento ( nehi )
• Ubicación física – reinado ( maljut )
Por esta razón la Torah menciona que los canaanitas habían conquistado la tierra en su momento a los descendientes de Shem. El desafío de Abraham era asumir las vestimentas y recipientes completos de los canaanitas para poder introducir la Unidad de Dios en su mundo. Si no hubiera hecho eso, no hubiera sido capaz de filtrar su mensaje en la vida de esa gente.
La inmersión total
Pero, antes de entrar en las vestimentas y recipientes del lugar a donde uno es enviado, primero debe sumergirse totalmente en las luces, mentalidad e imágenes de la sacralidad. Antes debe unificarse completamente con la razón por la cual el Todopoderoso lo ha enviado a donde se encuentra actualmente.
Dicha inmersión debe abarcar la totalidad de tu ser. Esto se puede comparar con la inmersión en la mikveh (el baño ritual). Si un sólo cabello quedó afuera de las aguas purificadoras de la mikveh la inmersión no es kosher y debe repetirse. De la misma manera, si un simple hilo de pensamiento queda vacío de las luces de santidad, la inmersión es incompleta y la adopción de recipientes extraños puede llevar al desastre. Entonces, las vestimentas y recipientes que debe adoptar son las del lugar en el cual ha sido colocado, y las luces, mentalidad e imágenes son las del lugar de donde has venido, Dios.
Esta necesidad de sumergirse completamente en las luces de santidad está aludida en el verso: “Conocer Tus caminos en la Tierra, entre todas las naciones está Tu salvación”. Primero se debe conocer “Sus caminos”, que se refiere a la inmersión en las luces de la intención de Dios al enviarme a mi misión, y luego puedo estar “en la tierra”. Cuando ambos están completos, entonces “entre todas las naciones está Tu salvación”, se experimenta la mano vigilante y protectora de Dios ayudando a cumplir la misión entre las naciones del mundo.
Independencia
Una vez que la persona se ha sumergido completamente en la divinidad y adaptado a su lugar, está a nivel de un tzadik. Los sabios dicen que los tzadikim se asemejan a su Creador, de quien el Zohar dice: “Él capta todo, pero nadie puede captarlo”. En otras palabras, el Creador afecta a todo, pero a pesar de que se involucra en todo lo mundano, permanece independiente de ello. Igualmente, Abraham, a pesar de su incorporación completa en el mundo de los canaanitas, el ser verdadero investido en su interior lo salvaguardaba de perder su independencia y su auténtico carácter y fe.
Pero por cuanto que Abraham protegió su pensamiento independiente y permaneció libre de ser capturado por la cultura y las creencias del lugar, los canaanitas no pudieron captar el significado completo del monoteísmo de Abraham, quien nos trajo la noción de que: Dios es todo y todo es Dios, una definición simétrica que, como lo explica jasidut, sólo puede ser captada por un alma judía.
En todo caso, únicamente cuando se combinan estos dos elementos de inmersión total en las luces de la santidad y a la vez una adaptación total a los recipientes del entorno, se puede realizar efectivamente la tarea de purificar la realidad por medio del pueblo elegido de Dios. Por supuesto, esto también está insinuado matemáticamente. El valor de “sólo en la imagen [de Dios] un hombre va a caminar”, אך בצלם יתהלך איש , aj vetzelem ithalej ish , es igual a 959, el valor de Abraham, אברהם , calculado según el mispar kidmí . El valor del mispar kidmí de una palabra se halla tomando como valor de cada letra la suma de todas las letras desde la alef hasta ella incluida.
Entonces, Abraham es:
Notas al pie
1) Este meta modelo fue introducido por el Rashash , Rabi Shalom Sharabi (1729-1777), quien es considerado el más grande expositor e innovador de la cabalah del Arizal.