La Cabalá es la dimensión interior de la Torá en su sentido más amplio, tanto la Torá escrita (la Biblia) como la de tradición oral. Por consiguiente, no se puede ver la Cabalá sino como la explicación más profunda de los secretos de la Torá.
Más específicamente, la Cabalá aúna profecía y sabiduría. 1 históricamente, la Cabalá se desarrolló a partir del espíritu profético que existió en el judaísmo durante más de mil quinientos años; empezando con Abraham (en el siglo XX antes de la Era Común) y extendiéndose hasta el periodo del Segundo Templo (siglo IV A.E.C.). Desafortunadamente, la naturaleza de la profecía es habitualmente vulgarizada. Pese a que la profecía incluye visiones del futuro, su propósito principal siempre ha sido contemplar lo Divino y a través de ella Dios se revela a Sí mismo y revela Su voluntad a los seres humanos. 2
El espíritu de profecía que había llenado a los profetas de manera individual, continuó flotando sobre el pueblo judío como comunidad e inspirándolo incluso después de la destrucción del Primer Templo. Pero como ya no pudo manifestarse directamente, en su lugar, la apreciación de lo divino fue manifiesta en la sabiduría de la Torá Oral (la tradición oral), esto es, el corpus del conocimiento rabínico que empezó a desarrollarse en el periodo del Segundo Templo y que continúa hasta hoy. Una de las diferencias centrales entre sabiduría y profecía radica en que la sabiduría es dada a alguien que ha estudiado y desarrollado su mente racional (“la sabiduría es dada al sabio” 3) y si uno invierte suficiente esfuerzo en la búsqueda de la verdad, ciertamente será recompensado hallando incluso más de lo que hubiera imaginado en un principio. 4 El espíritu de profecía, por otra parte, no puede ser despertado desde abajo ya sea mediante la sabiduría o la rectitud (aunque éstos son, ciertamente, prerrequisitos para alcanzarlo), sino que es algo que Dios envía y como tal, es esencialmente suprarracional.
La esencia de la Cabalá puede ser descrita, pues, como la unión de la mente racional (la sabiduría de la Torá Oral) y la suprarracional (el espíritu profético, que perdura hasta el día de hoy).
Desde el momento de su revelación en el monte Sinaí, la dimensión oculta de la Torá -esto es, la Cabalá- era conocida sólo por sacerdotes y profetas. Sin embargo, después de que la profecía cesó y el Templo de Jerusalén fue destruido, comenzó una nueva era. Aproximadamente en el año 100 (siglo I de la E.C.), Rabí Simón Bar Iojai, también conocido por su acrónimo Rashbi, recibió del Cielo la autorización y el poder para revelar a sus discípulos la sabiduría interna de la Cabalá.
Rashbi presentó y explicó el modelo cabalístico más básico, el de las diez sefirot . Las sefirot son emanaciones de luz Divina o energía que reside en todas y cada una de las cosas existentes en nuestro universo. Reveló la función de cada sefirá (forma singular de ‘ sefirot ‘) mostrando cómo se manifiestan en cada versículo de la Torá y en cada fenómeno de la naturaleza. Sus enseñanzas están contenidas en el gran texto clásico de Cabalá, el Sefer HaZohar (El Libro del Esplendor), conocido simplemente como Zohar.
Durante algo así como un millar de años después del fallecimiento de Rabí Simón Bar Iojai, las enseñanzas del Zohar fueron transmitidas de manera privada de un cabalista a otro. En cada generación tan sólo un pequeño número de estudiantes de Torá fueron considerados dignos de preservar las enseñanzas del Zohar. continuará
NOTAS
1. Para más información sobre la unión entre sabiduría y profecía, véase la p á gina xx .
2. Como en el versículo: “Yo hablaré a los profetas y he proporcionado muchas visiones y de la mano del profeta Mi semejanza es revelada” ( Oseas 12:11).
4. Los sabios dicen que: “[Quien dice:] ‘ Me he esforzado y no he encontrado’ – no lo creáis . ‘No me he esforzado y he encontrado’ – no lo creáis. ‘Me he esforzado y he encontrado’ – ¡creedlo !” ( Meguilá 6b).