“Que todo hombre permanezca en su lugar [en Shabat], que no salga nadie de su lugar el séptimo día” [Shemot 16:29]
“שְׁבוּ אִישׁ תַּחְתָּיו אַל יֵצֵא אִישׁ מִמְּקֹמוֹ בַּיּוֹם הַשְּׁבִיעִי”
“Shvú ish tajtav, al ietzé ish mimkomó baiom hashevií.”
La expresión especial “Que todo hombre permanezca en su lugar”, “שבו איש תחתיו” shvú ish tajtav, literalmente es “Se siente todo hombre debajo de él”. Esto alude a una base muy importante en nuestra avodat hanefesh, el esfuerzo espiritual, de nuestra psiquis. Se refiere a ese comportamiento positivo de la humildad:
“מאד מאד הוי שפל רוח”
Meod meod hve shfal ruaj.
“Se de espíritu muy muy bajo”
Más precisamente, la persona debe sentarse debajo de sí mismo, “Se siente todo hombre debajo de él”. Es decir, puede ser que me comporte perfectamente bien, cumpla con los preceptos, rezo y estudio Torá, gracias a Dios, me encuentro realmente en un buen lugar, esta es la realidad simple… Pero, un momento, debo saber que más adentro, la verdad es que por el lado del alma en sí misma estoy mucho más bajo, realmente en el escalón más bajo. De hecho, soy un recipiente completamente vacío, y todo lo bueno que hay en mí (¡y sí lo hay en mí!) Es solo un regalo de Dios.
¿Y cuál es la conexión con el sagrado Shabat? El Shabat es también un tiempo de arrepentimiento y retorno interior. Es precisamente entonces cuando el hombre debe reconocer su bajeza existencial y ser un recipiente abierto para recibir la iluminación del Shabat, sentarse debajo suyo en paz, con el placer del Shabat.
Del Mashíaj se dice:
“הִנֵּה אִישׁ צֶמַח שְׁמוֹ וּמִתַּחְתָּיו יִצְמָח”
“Hine ish tzemaj shemó umitajtav itzmaj”
“He aquí, un hombre de nombre tzemaj [vegetal, brote], y desde debajo de él brotará”
[Zejariá 6:12]
Al reconocer que está “debajo de él”, se sienta humildemente debajo de sí mismo y de allí crece y se convierte en el rey de Israel.