Recientemente se inició un importante proyecto de difusión de la Torá en Internet. La idea es llegar a todos los pueblos del mundo siguiendo el llamado del Rabino Ginsburgh para una cuarta revolución en el estudio de la Torá. A la luz de este proyecto, el Rabino Itzjak Ginsburgh se reunió con el Rabino Shmuel Eliahu, el Rabino jefe de Tzfat. Los Rabinos y las demás asistentes a la reunión discutieron acerca de la Cuarta Revolución: ¿Qué está permitido enseñar a las naciones del mundo? ¿Cómo debemos relacionarnos con las congregaciones Noájidas? ¿Cuál es el camino correcto para la conversión? Este fue un encuentro particularmente agradable, en el que el honor y el amor mutuo entre los dos Rabinos fueron palpables. Lo siguiente son extractos traducidos de la reunión. Para obtener más aclaraciones sobre estos temas, consulte también el número 22 de Wonders (disponible en línea en: https://inner.tiny.us/Wonders22).
Rabino Eliahu: El tema de nuestra influencia en las naciones del mundo es el tema más importante que atañe al público. A veces digo que toda nuestra liturgia se basa en ello, excepto la oración silenciosa. En la versión sefardí, también rezamos por las naciones del mundo en la Oración Silenciosa, cuando decimos: “Y saciad al mundo entero de vuestra bondad”. En las oraciones de las Altas Festividades, es todo, mientras oramos por el reino de Dios sobre el mundo entero.
Rabino Ginsburgh: Todo es para santificar el Nombre de Dios. Tanto el cumplimiento del versículo relativo a las naciones del mundo, “Y te temerán”, como también que tendrán el mérito de orar.
Rabino Eliahu: Esas son las dos explicaciones del nombre “Monte Moriá” – que significa temor y oración.
Rabino Ginsburgh: El Rabino Yosef Yaavetz dijo sobre el Rabino Jasdai [Crescas]: hubo una sequía en España y con sus oraciones, trajo la lluvia. El Yaavetz escribe que muchos de los ministros del estado se convirtieron en judíos de corazón. Esa es la expresión que usó.
Rabino Eliahu: Había una historia en Jerusalén, tal como la trajo Ben Ish Jai, que había una sequía y el gobernante árabe les dijo a los judíos que, si no llovía, los expulsaría a todos. Rezaron ante la tumba de Shimon Hatzadik y salieron con impermeables. ¿El Rav [refiriéndose al Rabino Ginsburgh] está familiarizado con esta historia?
Rabino Ginsburgh: Sí, lo he oído. Esta es una santificación del Nombre de Dios, cuando se puede ver fácilmente que hay un Creador del mundo Quien vela por el mundo y escucha todas las oraciones de Su nación elegida, “Mi hijo primogénito, Israel.”
Rabino Eliahu: El problema es que hay quienes desean influir en los no judíos inclinándose ante Hamán, intentando ser como todos los demás. Tenemos que tener cuidado con esto. Una vez mi padre (el Rabino Mordejai Eliahu, de justa y bendita memoria) me dijo que les dijera a los Rabinos jefes cuando fueran a visitar al papa que debían atarse un palo de escoba a la espalda. ¿Por qué? Creía que incluso bajar la cabeza ante el Papa se considera idolatría. Entonces, para evitar que incluso bajen la cabeza, deben poner un palo de escoba en sus camisas. Cuando regresaron, el Rabino me dijo que todavía le dolía la espalda de caminar tan erguido.
Rabino Ginsburgh: “Y Mordejai no se arrodillaba y no se inclinaba”. Incluso antes de inclinarse hay un estado de arrodillamiento y uno debe tener cuidado con eso.
Rabino Eliahu: ¿Sabe el Rabino que mi padre recibió el nombre de Mordejai del Rollo de Ester porque nació en el mes de Adar?
Rabino Ginsburgh: “Mordejai en su generación como Moisés en su generación.” El mazal asertivo y saludable del mes de Adar.
Rabino Eliahu: Me he reunido con las personas detrás de este proyecto [de diseminar la Torá a las naciones del mundo] y necesitamos orientación sobre cómo influir en los no judíos por medio de lecciones de Torá en los canales digitales. En la ley judía, hay dos extremos. Está lo que escribió el Shlá sobre lo peligroso que es enseñar a los no judíos, que este es uno de los juramentos etc. Por otro lado, está escrito que cuando los judíos entraron en la Tierra de Israel, escribieron la Torá en los setenta idiomas del mundo así como toda la oración de “Den gracias a Dios…anuncien Sus hazañas a las naciones del mundo.” Está escrito que la oración de Hodu contiene diez sinónimos de “dicho”, paralelos a las Diez Aserciones con los que se creó el mundo. Tenemos que traer la Torá al mundo, ya sea por el poder de la Creación (las Diez Aserciones) o por el poder de las Diez Plagas de Egipto. Aparentemente, los necesitamos a todos.
Rabino Ginsburgh: Las plagas están destinadas a ser reservadas para Amalek… Todos los demás no judíos deben seguir el sendero del primer judío, Abraham, quien divulgó la compasión en todo el mundo. Este fue su autosacrificio, su misión: promulgar la Divinidad. Hacer que Dios sea amado: “Y amarás a Havaiá tu Dios”. Es una mitzvá hacer que Dios sea amado por todos. Esta es una santificación del Nombre de Dios. Hacerlo amado significa hacer que la otra persona Lo ame. Parece que, en nuestra generación, debemos enseñar cada pensamiento de Torá que pueda hacer que la Torá sea amada. No es necesario ser más simple, Dios no lo quiera. Tampoco es necesario dar cabida a falsas creencias y supersticiones no judías. Hay que saber rebatirlos con respeto, sin halagos, pero junto con eso enseñar todo lo que puede hacer amados a la Torá y al judaísmo. Ahora es el momento. El mundo busca a Dios, tiene sed de esto. Todos son ciegos, como está escrito por el profeta, y mucha gente quiere ver alguna luz. En mi opinión, no hay muchas limitaciones, es decir, cosas que tenemos prohibido enseñar o aprender con un no judío. De hecho, cuando se trata de litigios halájicos, las leyes discutidas en Joshen Mishpat, incluso un no judío puede ser una autoridad importante, porque a los no judíos también se les ordena observar estas leyes de litigio.
Rabino Eliahu: Y también asuntos de fe.
Rabino Ginsburgh: Ciertamente asuntos de fe. Este es el enfoque principal. Pero hay que discutirlo en profundidad. La fe no es un asunto simple. El estudio de la fe es infinito.
Rabino Eliahu: ¿Podemos hablar con los no judíos sobre la dimensión interna de la Torá?
Rabino Ginsburgh: Sí, Jasidut es fe. Todo es fe. Jasidut es algo que una persona que lo merece, incluido un no judío, siente que es verdad. Necesitamos algo que sea hermoso, atractivo para los demás y que también contenga ese sentimiento interno de encontrar la verdad. Tenemos que acercarnos a ellos en este punto para que reconozcan la verdad. Entonces dejarán su adoración de ídolos. En primer lugar, en sus corazones. Se volverán judíos en sus corazones. Después, el siguiente paso, que no es precisamente de nuestra competencia, es el tema que queremos tratar. ¿Qué hacer con aquellos que desean entrar completamente al judaísmo, aquellos que desean convertirse? Ciertamente habrá un porcentaje significativo de aquellos que escuchan las clases de Torá que estarán interesados en la conversión. Cuando esto suceda, será una señal de que el proyecto fue exitoso, cuando muchas personas vengan a convertirse. No estamos hablando de millones al principio, pero muchos querrán convertirse. Según tengo entendido, no soy un experto en el tema, pero entiendo que en este momento no hay infraestructura para manejar a muchas personas que desean convertirse. Tampoco tenemos las herramientas para investigarlos y ver si su verdadera intención es vivir como judíos.
Cuando estaba considerando este proceso, pensé en usted como una buena persona para administrar la siguiente etapa, para manejar la conversión real. El punto principal según la ley judía es que tan pronto como sea obvio que la persona es seria acerca de su intención de convertirse, el proceso no debe ser tedioso y prolongado. Nuestro objetivo debe ser enseñar al converso los temas principales que necesita saber. Debemos recordar que, si este individuo llega a convertirse después de haber escuchado un año de clases, entonces ya sabe mucho. La conversión tiene que ser buena. El Rabino que realiza la conversión tiene que sentir si una persona desea convertirse en aras del Cielo o no. Pero creo, estoy seguro, que habrá muchos que realmente querrán convertirse en aras del Cielo. Personalmente, no me ocupo de las conversiones, pero tengo varios estudiantes que sí. [Se produjo un debate sobre el obstáculo creado por la Ley de Retorno de Israel —elegibilidad para la ciudadanía— como condición para la conversión en los tribunales Rabínicos, y un debate sobre las alternativas].
Rabino Eliahu: La soberanía debe ser devuelta a Dios, dice el Rabino.
Rabino Ginsburgh: La pregunta es si debemos esperar hasta que eso suceda… Está escrito que Mashíaj no puede venir hasta que todos aquellos que necesitan convertirse lo hagan. Después de la llegada del Mashiaj, los conversos no serán aceptados. Así que debemos apresurarnos a convertir a quien tenga una chispa judía para traer la redención.
Por cierto, uno de nuestros estudiantes, que está involucrado en la conversión aquí en Israel, anteriormente fue un shaliaj en Rusia y estuvo involucrado en la conversión junto con el Rabino Ashkenazi, que en paz descanse. También me relató que los estudios hoy en día en los centros de conversión incluyen una cantidad significativa sobre sionismo. No es que me oponga a eso, no soy un extremista [contra el sionismo], pero no es estudio de Torá y mitzvot. En Jabad, también, se discute hoy sobre las conversiones, si se deben hacer o no; no es una pregunta sencilla.
Rabino Eliahu: Lo mismo es cierto para nosotros. Tenemos muchas ganas de convertir, pero, por otro lado, han surgido muchos problemas de conversiones que no fueron buenas.
Rabino Ginsburgh: Es por eso que se requiere un “sexto” sentido con respecto a quién es verdaderamente serio. Ese es el papel de quienes realmente realizan las conversiones. Por eso te invitamos.
Rabino Eliahu: Así que estamos huyendo…
Rabino Ginsburgh: ¡Está prohibido huir!
Rabino Eliahu: Así que el Rabino debería bendecirnos. Rabino Ginsburgh: En el mérito del mazal de este mes, que haya asertividad de santidad.