Extractos traducidos de una clase impartida por el rabino Ginsburgh el 5 de Av, en honor al día del fallecimiento del Santo Arizal.
La estructura de la oración de la mañana
El Santo Ari enfatizó la oración con profunda concentración como la parte principal de nuestro servicio a Dios. Este es el consejo práctico del Arizal para acercarnos a nuestro Creador. La oración es denominada una “escalera de oración”.[1] La escalera tiene cuatro peldaños, [2] correspondientes a los cuatro mundos de Emanación, Creación, Formación y Acción. [3] La principal estructura simple de la oración según el Arizal es el ascenso a través de los cuatro mundos.
En el Keter Shem Tov,[4] una antología de las enseñanzas del Ba’al Shem Tov, se dice que debemos meditar en como avanzar de un mundo a otro. Primero estamos en el Mundo de la Acción ( Asiá), luego ascendemos a Formación ( Ietzirá ), de allí a Creación ( Briá ) y luego a Emanación ( Atzilut ).
La versión más corta de esta progresión se puede describir dividiendo la oración de la mañana en cuatro partes, cada una correspondiente a uno de los Mundos, de la siguiente manera:
Korbanot (Sacrificios) | Acción |
Pesukei Dezimrá (Versos de alabanza) | Formación |
Shemá y sus bendiciones | Creación |
Amidá (la oración silenciosa) | Emanación |
Las Siete Cámaras de Creación
De las cuatro etapas, hay algo único en el Mundo de la Creación. Cuando rezamos la oración de la mañana, entramos en el Mundo de la Creación con la invitación a bendecir a Dios, “Barju” (ברכו). Permanecemos en este mundo hasta la Amidá también llamada la Oración Silenciosa. Durante nuestro tiempo en Creación, pasamos por siete cámaras. Si bien hay siete cámaras en cada uno de los Mundos, el Arizal se extendió [5] específicamente sobre las cámaras en el Mundo de Creación. Aunque la mayoría de la gente no está familiarizada con este análisis y sus kavanot (intenciones), es importante conocerlas.
Después de “Barju” (Palabra), decimos la bendición, “Bendito eres Tú… que formas la luz”
(ברוך אתה ה’… יוצר אור ובורא חשך עושה שלום ובורא את הכל)
con la que entramos en la primera cámara de la Creación llamada la Cámara del Ladrillo de Zafiro (Heijal livnat hasapir). Esta cámara es la cámara de la sefirá de fundamento ( iesod ) y la corona del fundamento ( ateret haiesod ); estos también se conocen como fundamento y reinado ( maljut ) de Zeer Anpin ( el pequeño rostro) en Creación (“el Ladrillo” se refiere a la corona de fundamento, que es también reinado de Zeer Anpin de la Creación, mientras que el “zafiro” alude a fundamento en si).
Entramos en la siguiente cámara llamada ” Esencia de los Cielos Despejados ( Etzem hashamaiim latohar )”, con las palabras ” Kel baruj guedol deia” (א-ל ברוך גדול דעה) que está plasmado en forma de acróstico. En Shabat, en lugar de que cada palabra comience con una letra del alef-beit, hay cuatro o cinco palabras para cada letra, en el poema litúrgico Kel Adon (אל אדון על כל המעשים). Tan pronto como decimos “Kel”, pasamos de la Cámara del Ladrillo de Zafiro, fundamento y reinado de Creación, a la Cámara de la Esencia de los Cielos para Pureza, que es la cámara de la sefirá de reconocimiento ( hod). Permanecemos en esta cámara hasta las palabras ” Baruj kevod Hashem mimekomo ” (bendita sea la gloria de Dios desde su lugar).
Desde la cámara de reconocimiento, ascendemos a la cámara de victoria (netzaj), que se llama la Cámara de Translucidez (Heijal nogá), en la que entramos con las palabras ” Lakel baruj ”
(לאל ברוך נעימות יתנו)
Permanecemos ahí hasta las palabras “Hamejadesh betuvo beJol iom tamid”
(המחדש בכל יום תמיד מעשה בראשית)
hasta el final de esa bendición. Este breve pasaje se llama “La Cámara del Mérito” (Heijal hazejut ), que es la cámara de la sefirá de poder ( guevurá ). Según el orden de las sefirot, habríamos esperado entrar en la cámara de la belleza (tiferet), pero entraremos en esa cámara más tarde, como se explicará. La Cámara del Mérito es la sede del Sanhedrín celestial (corte de justicia), en el que somos juzgados.
Desde el comienzo de la bendición de “Ahavat olam” (אהבת עולם) entramos en la Cámara del Amor (Heijal ha’ahavá) donde permanecemos durante todo el Shemá. Esta es la cámara de la sefirá de bondad (Jesed). En esta cámara, disfrutamos de la luz abarcadora del amor; de hecho, pronunciamos la palabra “amor” (ahavá) siete veces antes del primer verso del Shema y luego dos veces más después del primer verso. Además, la palabra final del primer verso es “uno” (אחד), que comparte el valor numérico de “amor” (אהבה).
Desde allí ascendemos a la Cámara de la Voluntad (Heijal haratzon), que es la cámara de la sefirá de belleza (tiferet). El hecho de que estemos ascendiendo desde bondad y poder hasta belleza significa que la sefirá de belleza aquí está situada por encima (en lugar de por debajo) de estas dos sefirot. Belleza ocupa así el lugar de la sefirá de conocimiento (daat). Se considera que conocimiento es el alma de belleza o, para usar la expresión del Zohar, “Moisés [es decir, conocimiento] – dentro y Iaacob [es decir, belleza] desde afuera”.[6] Belleza es similar a la voluntad pura. Solemos identificar la voluntad con la dimensión externa de Corona, el partzuf llamado Arij Anpin (el Rostro Alargado). Pero cuando la voluntad se manifiesta a través de los atributos del corazón, lo hace a través de la sefirá de conocimiento, que es el alma de belleza. Conocimiento se describe como el poder de conectar y dado que sigue a la Cámara del Amor en la oración, representa una voluntad de conectarse a través del amor.
El orden que hemos visto entonces es que primero somos juzgados. Pero, como el juicio se produce en la Cámara del Mérito, todo se convierte en amor, que luego forma la base de la voluntad. Permanecemos en la Cámara de la Voluntad desde “Emet v’iatziv” (אמת ויציב) hasta el final de la bendición, “ ga’al Israel ” (ברוך אתה ה’ גאל ישראל).
La cámara final es la Cámara del Sagrad de los Sagrados (Heijal kodesh kodashim ), que incluye las tres primeras sefirot del mundo de Creación, entendimiento, sabiduría y corona ( biná, jojmá y keter ). “Sagrado”, en singular, se refiere a corona y “Sagrados”, en plural, se refiere a sabiduría y entendimiento. Estamos en esta cámara por un solo verso, el verso con el que comenzamos la Amidá, la oración silenciosa, “Adni sfatai tiftaj ufi yagid tehilateja”
(אדני שפתי תפתח ופי יגיד תהלתך)
[7] Dado que hemos completado nuestro viaje a través de las siete cámaras del mundo de Creación, este versículo marca nuestro paso a la mentalidad del mundo de Emanación, un mundo que es completa Divinidad. Para hacerlo, saltamos de un lugar que es multifacético (Creación) a un lugar de unidad simple (Emanación) – a la Amidá , que es el peldaño más elevado en la escalera de la oración. Toda la Cámara del Sagrado de los Sagrados está en este único verso, que es llamado “la oración extensa” (tefilá arijtá ).[8]
Cuando estamos en la parte de la oración de la mañana que se corresponde con el mundo de Creación, desde Bareju hasta e incluyendo “ Adni sefatai tiftaj”, ese es el momento de meditar, especialmente a medida que ascendemos de cámara en cámara. Cuando llegamos a la Amidá, hay una experiencia real de Divinidad, sintiéndonos como un siervo ante Dios,[9] pero ya no estamos en un estado meditativo.
Repaso y contemplación de las Siete Cámaras
Luego de haber recorrido las cámaras del mundo de Creación, repasémoslas, esta vez contemplando los significados internos de cada una de las cámaras:
La Cámara del Ladrillo de Zafiro: Como anteriormente, esta es la cámara de fundamento, sobre la cual está dicho, “y el tzadik es el eterno fundamento”.[10] Todo el mundo de Creación trata de contemplación. Por lo tanto, cuando contemplo mi conexión con el tzadik, con el Rebe, estoy en la Cámara del Ladrillo de Zafiro. “
En la Torá, el término “ladrillo de zafiro” (לבנת הספיר) aparece en el mismo verso que “la esencia de los cielos claros” (עצם השמים לטהר):
Moshé y Aarón, Nadav y Avihu y los setenta ancianos de Israel ascendieron. Y vieron al Dios de Israel y debajo de Sus pies estaban las formas de ladrillo de zafiro y como la esencia de los cielos puros.”[11]
Rashi, basado en los sabios, explica esta escena.
Dios colocó el ladrillo, ante Él mientras ellos [el pueblo judío] estaban esclavizados, para que Él recordara constantemente el dolor de Israel; [el ladrillo en sí era un recordatorio] de que estaban esclavizados para hacer ladrillos.
Entonces, el ladrillo simboliza la esclavitud y el trabajo duro que sufrimos en Egipto. ¿Por qué entonces este ladrillo está hecho de zafiro? Cuando un judío trabaja duro para lograr algo, el producto es un zafiro – incluso si no lo ve. Piensa que está haciendo ladrillos, pero en realidad está produciendo gemas. Cada ladrillo que fabricamos es un zafiro. Sin embargo, es un símbolo de esclavitud.
En el pectoral del Sumo Sacerdote, el zafiro es la quinta piedra,[12] sobre la cual estaba inscrito el nombre de la tribu de Isajar. Cuando Iaacob bendice a Isajar, lo describe como “un burro de huesos [fuertes]”, lo que se refiere a su capacidad para cargar con el yugo del intenso estudio de la Torá.[13] El ladrillo de zafiro simboliza el trabajo duro, particularmente el trabajo duro del estudio de la Torá, que, aunque es un trabajo duro, crea zafiros.
La Cámara de la Esencia de los Cielos Puros: Esta es la cámara de la sefirá de reconocimiento. Reconocimiento en Creación es contemplar cuánto bien Dios me hace, agradeciéndoLe mucho[14] y creyendo en Él. En esta cámara, decimos “Santo, santo, santo es el Dios de los ejércitos” y “Bendita es la gloria de Dios desde Su lugar”, junto con los ángeles. Esta cámara tiene una atmósfera de esplendor (otro significado de la palabra hebrea, hod). La Cámara de la Esencia de los Cielos Puros y la Cámara del Amor son las dos cámaras más importantes. En la primero, nos unimos a los ángeles en su canto de alabanza a Dios y en la Cámara del Amor decimos el Shemá , que es el canto de las almas.[15]
Mencionamos que, “la esencia de los cielos puros” aparece en el mismo versículo que “el ladrillo de zafiro”. Rashi también explica esta escena: “Cuando fueron redimidos, hubo una luz y un gozo intenso ante Él”. Después de que la nación de Israel fue redimida de la esclavitud en Egipto, hubo una luz y un gozo intenso ante Dios – el símbolo de la redención. Primero, está la esclavitud, el “ladrillo de zafiro”. Pero luego, tal como en el versículo, inmediatamente se convierte en “la esencia de los cielos puros” – la redención.
Es específicamente en la sefirá de reconocimiento, cuando damos gracias a Dios por toda Su bondad, que alcanzamos la nitidez de la esencia de los cielos puros.
La Cámara Translúcida ( noga ): Esta es la cámara de la sefirá de victoria. “Noga” es un tipo de luz, uno de los trece sinónimos del hebreo para “luz”.[16] Está escrito: “El camino de los justos es como la luz del alba (noga), que brilla cada vez más hasta el día es pleno”.[17] La luz llamada “noga” es un poco traslúcida, no es del todo clara, pero se abrillanta y aclara continuamente hasta convertirse en una gran luz: la luz del día. También está la cáscara llamada noga, que es una mezcla de bueno y malo, pero en este contexto nos referimos a la luz llamada noga.
La Cámara del Mérito: Esta es la cámara de la sefirá de poder en el mundo de Creación, la sede del Sanhedrín o tribunal celestial. Cuando entramos en esta cámara, estamos entrando en la Corte Celestial. El concepto de “mérito” se refiere a ser merecedor frente a no serlo en un proceso. En la historia de la creación de la mujer, la Torá relata: “Haré de él una ayudante, frente a él”[18] y Rashi cita a los Sabios: “Si él merece, ella es una ayudante, y si él no merece, ella está contra él”. Está escrito[19] que esta afirmación de los sabios se aplica tanto al cónyuge como al propio sustento. Cuando una persona lo amerita, tiene un sustento que le ayuda a servir a Dios y cumplir las mitzvot.. Si una persona no merece, Dios no lo quiera, puede tener un sustento muy difícil, que se le resista, y le impida servir a Dios, entre otros problemas de sustento.[20] El lugar principal donde se juzga a uno si merece o no, es en la Cámara del Mérito, donde decimos en nuestras oraciones: “Aquel que renueva la Obra de la creación en Su bondad todos los días, siempre”. Esta es la fuente de sustento diario, como escribe la Torá sobre el maná, el sustento de Israel en el desierto, que llegaba “día a día”[21] (דבר יום ביומו). Así como en el desierto cada individuo era juzgado diariamente qué tan lejos tendría que ir para encontrar su porción de maná, cerca de su tienda o lejos, todo de acuerdo con sus acciones del día anterior, también nosotros somos juzgados diariamente si merecemos un sustento fácil o no.
Las cámaras superiores: Abrazar, Besar y Apegarse: El Tania nos dice,[22] siguiendo al Zohar y al Arizal, que el amor es abrazar al amado. ¿Por qué la Cámara de la Voluntad viene después de la Cámara del Amor? Está escrito[23] que voluntad es besar (“Que me bese con los besos de su boca”[24] y “Daat [el alma de Tiferet que asciende aquí a su lugar] está oculta en la boca”[25]). Así, primero debe haber amor y después voluntad. Besando se está más cerca que al abrazar. Después del beso, logramos un verdadero apego a Dios, ser literalmente uno con Él. Este es el significado interno de la Cámara del Sagrado de Sagrados.
El orden de las tres cámaras superiores es muy intuitivo. Mientras decimos el Shema, estamos en un estado de abrazar a Dios con amor. Cuando alcanzamos “emet veiatziv”, entramos en un estado de besar, y con “Adni sefatai tiftaj” (Dios, abre mis labios) entramos en un estado de apego a Dios – haciendo la transición al mundo de Emanación.
Las cosas más bellas son aquellas que se pueden describir visualmente. Los nombres de estas cámaras son muy coloridos y descriptivos y por lo tanto se prestan a rectificar nuestra imaginación. Cuando una visualización es verdadera y proviene de una fuente sagrada, tiene el poder de rectificar nuestro poder de imaginación. Puedes pintar cuadros de estas cámaras. Por supuesto, debes tener talento para pintar. Muchas sinagogas tienen diferentes visualizaciones de conceptos abstractos, como los símbolos de las Doce Tribus. Este conocimiento puede hacerse accesible y resultar fácil de recordar si se convierte en objeto de la pintura y la música.
LAS SIETE CÁMARAS DE ORACIÓN EN EL MUNDO DE LA CREACIÓN
– PARTE 2 –
Celebrando los Recuerdos
La semana pasada aprendimos que en nuestras oraciones de la mañana, nos encontramos en la Cámara del Amor; desde la bendición que precede a la oración de Shema Israel, Ahavat olam , hasta Emet v’iatziv . El último pasaje de la oración Shema Israel trata sobre los flecos rituales llamados tzitzit. El pasaje del tzitzit es claramente un pasaje sobre la memoria: “Y recordarás todos los mandamientos de Dios… Para que recuerdes y cumplas todas las mitzvot”. Además del recuerdo explícito del Éxodo de Egipto, los jueces de la Ley judía escribieron que al recitar este pasaje, uno debe tener en cuenta los seis recuerdos al final de de la bendición Ahavat olam y en la oración Shema Israel como se indica a continuación:
Pasaje | Recordatorio |
Uvanu vajarta mikol am velashon / ובנו בחרת מכל עם ולשון “Y nos elegiste de todas las demás naciones e idiomas”. | Entrega de la Torá, en la que Dios nos eligió y nos acercó a adorarLe. |
Lesimjá haGadol לשמךהגדול ” A tu gran nombre” | El episodio de Amalek, porque el Nombre de Dios no está completo hasta que la descendencia de Amalek sea borrada. |
L’hodot lejá/ להודות לך “Para agradecerte” | El episodio de Miriam, cuando habló de Moisés. Porque la boca fue creada para hablar palabras de agradecimiento y no palabras prohibidas. |
Leiajedja b’ahava/ ליחדך באהבה Proclamar Tu unidad con amor: La versión del Alter Rebe – Leiajedja ule’ahava et shemeja/ ליחדך ולאהבה את שמך Proclamar Tu unidad y amar Tu Nombre | El episodio del Becerro de Oro, durante el cual no estábamos en una relación amorosa con Dios. |
Los versos sobre tzitzit | El Éxodo de Egipto |
Uzjartem et kol mitzvot Havaiá וזכרתם את כל מצוות ה’ Y te acordarás de todos los mandamientos de Dios | Shabat, igual a todas las mitzvot |
Según el Arizal, quien es la primera fuente de las explicaciones aquí – la bendición Ahavat olam y la oración Shema Israel están en la Cámara del Amor (una de las siete cámaras a través de las cuales ascendemos en esta parte del servicio de oración). El hecho de que estos recuerdos fueran incluidos en la Cámara del Amor nos enseña que la memoria no es una árida acción intelectual. En cambio, es una acción de amor y conexión emocional con las cosas buenas que recordamos. (Por lo tanto, el recuerdo de los pecados aquí – el becerro de oro y el episodio de Miriam – se alude en un contexto positivo, “para agradecerTe”, “para proclamar Tu unidad”. El recuerdo de Amalek aparece con la totalidad de “Tu gran Nombre”, que se revelará después de que Amalek sea borrado).
Esto se destaca aún más claramente cuando miramos la fuente en el Arizal, quien especifica solo cuatro recuerdos y les agrega una dimensión festiva: Los primeros tres recuerdos corresponden a las tres festividades de peregrinación: el recuerdo del Éxodo de Egipto corresponde a Pesaj y el recuerdo de la entrega de la Torá corresponde a Shavuot, como era de esperar. El recuerdo de Amalek corresponde a Sucot, pues los amalequitas atacaron a los israelitas que fueron expulsados de las Nubes de Gloria en el desierto. (Los tabernáculos que construimos en la festividad de Sucot son en memoria de esas Nubes de Gloria). El cuarto recuerdo, del episodio de Miriam, corresponde a Rosh Hashaná, durante el cual soplamos el shofar y endulzamos los duros juicios a los que alude el nombre de Miriam (que significa “amargo”). El Arizal señala que no cuenta Iom Kipur en estos recuerdos, porque es el Shabat de todos los Shabat, y el Shabat no es una festividad. Pero como los jurisconsultos de la Ley Judía contaron seis recuerdos, podemos relacionar el Becerro de Oro con Iom Kipur, cuando ese pecado fue perdonado, y el recuerdo de Shabat se deja para Shabat, por supuesto.
El bello paralelo transforma el recuerdo cotidiano en una verdadera celebración. Cuando recordamos el Éxodo de Egipto experimentamos la libertad y sentimos que estamos sentados en la mesa del Seder. Cuando recordamos la entrega de la Torá debemos escuchar truenos y relámpagos y regocijarnos en la entrega de la Torá (y saborear el pastel de queso en nuestra boca). Cuando recordamos a Amalek debemos sentir la alegría de Sucot y oler las hojas frescas del sjaj en el techo de la sucá. Cuando recordamos el episodio de Miriam debemos escuchar el shofar. Y a la luz de nuestra incorporación: cuando recordamos el Becerro de Oro debemos sentir el ascenso espiritual que experimentamos en Iom Kipur y cuando recordamos Shabat, merecemos un ‘momento de Shabat’ todos los días, que nos libera y nos eleva desde nuestros asuntos mundanos.
Pasaje | Recordatorio |
Uvanu vajarta mikol am velashon / ובנו בחרת מכל עם ולשון “Y nos elegiste de todas las demás naciones e idiomas”. | Entrega de la Torá , en la que Dios nos eligió y nos acercó a adorarlo. Shavuot |
LeShimja haGadol לשמךהגדול ” A tu gran nombre” | El episodio de Amalek , porque el Nombre de Dios no está completo hasta que la descendencia de Amalek sea borrada. Sucot |
Lehodot lejá/ להודות לך “Para agradecerte” | El episodio de Miriam, cuando habló de Moisés. Porque la boca fue creada para hablar palabras de agradecimiento y no palabras prohibidas. Rosh Hashaná |
Leiajedja beahava/ ליחדך באהבה Proclamar Tu unidad con amor: La versión del Alter Rebe – Leiajdeja uleahavá et Shemeja/ ליחדך ולאהבה את שמך Proclamar Tu unidad y amar Tu Nombre | El episodio del Becerro de Oro, durante el cual no estábamos en una relación amorosa con Dios. Iom Kipur, cuando fuimos perdonados por este pecado. |
Los versos sobre tzitzit | El Éxodo de Egipto Pesaj |
Uzjartem et kol mitzvot Havaiá וזכרתם את כל מצוות ה’ Y te acordarás de todos los mandamientos de Dios | Shabat, igual a todas las mitzvot |
[1] Hashmatot hazohar I:266b (desde la página 150a)
[2] Likutei diburim 3-4 Likut 27 (págs. 690-691)
[3] Pri eitz jaim, Shaar hatefilá . 6
[4] Véase Keter Shem Tov (edición de Kehot) 199a, 216-217 y otros lugares
[5] Eitz Jaim 46:2.
[6] Siguiendo en Tikunei zohar 13 (29a)
[7] Salmos 51:27
[8] Berajot 4b.
[9] Shabat 10a
[10] Proverbios 10:25
[11] Éxodo 24: 9-10
[12] Éxodo 28:18
[13] Génesis 49:14 y Rashi ad loc
[14] Berajot 9:45
[15] Kuntrés Hatefila págs. 22 y en otros lugares. Para obtener más información, consulte el capítulo 3 de “Una introducción al Perek Shirá” en nuestro libro hebreo, Adamá Shamaim Tehom , pág. 107-1 205 sig.
[16] Véase 913: La sabiduría secreta del Génesis, p. 35.
[17] Proverbios 4:18
[18] Génesis 2:18
[19] Publicaciones inéditas de Rabi Hilel de Paritch s.v Zajá ezer lo zajá kenegdó. Véase también Bava Batra 9a sobre “mérito” y “falta de mérito”, en relación con la caridad.
[20] Véase ibid.
[21] Éxodo 16:4
[22] Capítulos 45-46
[23] Zohar Parte 1: 44b
[24] Cantar de los Cantares 1:2
[25] Zohar Parte 2: 123a