10 HEIJALOT
1 – LA RECÁMARA DEL REINADO DE ISRAEL:
Un Rey que toma decisiones
2 – LA RECÁMARA DE LA MUSICA:
Nigún del mes de Sivan
3 – LA RECÁMARA DE LA PSIQUIS:
El Secreto de la Profecía
1 – LA RECÁMARA DEL REINO DE ISRAEL
La Disposición del Rey de Asumir Riesgos
Parashá Shlaj Lejá – Envía por Tí
El Maguid de Mezeritch escribe en su obra “Beor Hatorá”, el secreto del nombre David, דוד . Dijimos que David todavía no había nacido, pero se encuentra ya en el principio de la creación del mundo, porque “En el principio” es “en el principio del reinado”, el reinado de David. Así Dios creó el Mundo con el rey David. David es dalet y dalet, ד y ד , y דלית es “no tiene nada propio”. ¿Qué es dalet y dalet? El Maguid dice algo muy profundo: la primera dalet es la anulación del dador [mashpía ] hacia el receptor, donde la anulación es también contracción. Como está escrito en extenso en las enseñanzas del Jasidut, que el dador, el educador, el rabino, debe contraer su intelecto, anulándose frente al alumno, al receptor. Y así, por supuesto, el receptor debe anularse frente a su maestro, su mashpía.
Entonces ¿Qué quieren Miriam y Aharón de Moshé Rabeinu, de su hermano menor? Quieren que actúe como un rey que toma decisiones, confiando en su propia fuerza, incluso cuando en apariencia no sea exactamente de acuerdo con la Torá. Que esté dispuesto a tomar riesgos, que esté dispuesto a caer. Y David y el Mashíaj son “bar nafla”, “caídos”. Porque la autoanulación no significa estar dispuesto a caer, no se arriesgan, “7 veces caerá el justo…”. Y también es necesario el temor al pecado, que proviene de la humildad. Tiene miedo de pecar, no del castigo por pecar, sino de pecar. Pero junto con este temor al pecado hace falta confianza en sí mismo para actuar incansablemente y tomar decisiones. “Y Dios escuchó”, entendió y recibió la demanda profunda de Miriam y Aharón, y esto se evidencia inmediatamente a continuación de esta historia, donde está escrito: “Envía por ti”. ¿Qué significa por ti? “Según tu opinión, Yo no te lo ordeno”, Moshé Rabeinu, aprende a ser independiente.
Siempre está escrito en Jasidut que el pecado de los espías fue que no estaban anulados a Moshé Rabeinu, pero esto es sólo la segunda dalet de David, pero el pecado fue también con la primera dalet de David, que Moshé esté anulado a ellos. En David hay dos dalet, donde la primera es del dador, el Rebe. Está escrito que el líder que va tras el pueblo es como un “perro”, “la cara de la generación es como la cara del perro” [el perro que va delante de la carroza, parece que la dirige, pero mira para atrás para saber hacia dónde esta se dirige para seguir delante]. En la historia siguiente también está Kalev ben Iefuné, que iba con un espíritu diferente. ¿Cuándo es como un perro? Cuando sólo sigue al pueblo y el pueblo no está anulado a él. Pero David es la anulación mutua; hay que estar anulado al pueblo pero con la firmeza de tomar decisiones de acuerdo a su parecer, incluso si se equivoca, e incluso si llega a caer. También Hashem quiere educar a Moshé Rabeinu. ¿Qué significa לך לדעתך , “por ti, según tu comprensión”, lejá, ledaatjá? También es un múltiplo de David, porque quiere imbuir a Moshé Rabeinu con el carácter de David, que decide por su cuenta, de acuerdo con la voluntad verdadera de Dios, como está escrito “‘y Dios está con él’, la halajá es siempre como él la establece”, pero de todas maneras no reina por el poder de la Torá como Moshé sino como “un rey como tienen todos los pueblos”, en el sentido positivo. El rey tiene que tener ambos aspectos.
2 – LA RECÁMARA DE LA MUSICA
Nigún del mes de Siván 17 de Siván 5773
3 – LA RECÁMARA DE LA PSIQUIS
La Humildad que trae a la ¨Profecía
Antes de explicar qué es la humildad, desde el punto de vista de Dios y no del hombre, es necesario decir cuáles son los requisitos para que trae la Guemará para recibir la profecía: por cuanto que el verso “y el hombre Moshé era muy humilde” está en nuestra parashá, y su contenido principal es que entendamos la raíz de la diferencia entre la profecía de los demás profetas (un espejo que no ilumina) y a profecía de Moshé (un espejo que ilumina). Surge de aquí que la humildad es la principal condición para recibir la profecía. “Y el hombre Moshé era muy humilde”, ya hay aquí una alusión muy simple, que las dos letras principales de “humilde”, ענו , anav, son ain vav, y hay una regla general en la Torá respecto a dos palabras contiguas (inclusión) donde la primera letra de la segunda palabra surge de la segunda letra de la primera palabra, nevuá, נבואה , “profecía”, sale de la nun de ענוה , anavá, “humildad”. Hay dos lugares en la Guemará donde los sabios dicen cuáles son los requisitos para recibir la profecía (hashraat hashejiná, inspiración de la Presencia Divina y ruaj hakodesh, espíritu sagrado), y también el Rambam en el capítulo 7 de las leyes de los fundamentos de la Torá, donde dice que uno de los fundamentos de la fe es que Dios le da la profecía al hombre, allí explica cuáles son los requisitos, aunque no de la misma manera que los sabios, por eso hay diferentes interpretaciones de dónde tomó el Rambam sus requisitos respecto a la profecía. Pero de Los Fundamentos de la Fe, que surge de la parashá de la semana, que en esencia es el capítulo 7 de las Leyes de los Fundamentos de la Torá del Rambam, algo muy importante.
Las Dos Tópicos en la Guemará
Antes citaremos dos enseñanzas de los sabios: En un lugar, en el tratado de las Promesas, dicen los sabios que para merecer y ser digno de la profecía hay que ser valiente, rico, sabio y humilde (en este orden). En otro lugar, en el tratado de Shabat, está escrito casi lo mismo, pero no exactamente igual, y también en un orden diferente. Aquí está escrito que para merecer que more la Presencia Divina “la Presencia Divina no mora sino en el sabio, el valiente, el rico y el elevado”. En lugar de humildad, que aparentemente sería lo principal como está escrito en el tratado de las Promesas nombrado antes, se pone “elevado”. En el tratado de Shabat no se da el nombre de quien lo dijo, en el tratado de las Promesas lo dice Rabi Iojanán. Se refiere a la altura en general, refiriéndose a Moshé Rabeinu, por eso allí está escrito “el elevado” al final. Pero es sorprendente que no esté la humildad que sería lo principal.
Nuevamente, allí está escrito que “la Presencia Divina no mora sino en el sabio, el valiente, el rico y el elevado”. Este es el orden aceptado, y también en el Tratado de los Padres está en este orden: “¿quién es sabio…, ¿quién es valiente…, ¿quién es rico…? Al final pregunta Ben Zoma “¿quién es honorable?”. También en el verso de Irmiahu está escrito: “no se jacte el sabio de su sabiduría, no se jacte el valiente de su valentía, no se jacte el rico de su riqueza. Si se jacta que se jacte de ser sabio y conocerme.” Entonces también en el verso y en los sabios del Tratado de los Padres se ve que el orden es sabio, valiente y rico. Está escrito que jajam-sabio es por jojmá-sabiduría, guivor-valiente es por “yo soy entendimiento para mí la valentía”, o sea de biná-entendimiento. Y ashir-rico es por las 5 guevurot de daat-conocimiento, “no hay rico sino en conocimiento”. Y en un sólo lugar de las enseñanzas de los sabios está escrito que la humildad es un condición para la profecía.
Es sorprendente, porque acá vemos que la humildad no es simplemente una condición para recibir la profecía, sino que es lo principal. Es la base y todo lo demás son requisitos condicionales. La sabiduría y el entendimiento por supuesto son necesarios, pero la humildad es más que eso. La humildad trae la profecía. En verdad el Rebe explica que hay diferencian en la humildad.
Está la humildad del cálculo, del entendimiento, no se siente mejor que nadie, todo lo que hay es de Hashem absolutamente, y si hubiera otro en su lugar “quizás” sería mejor que él [Moshé]. Esta es la humildad que constituye una condición como el resto de las condiciones, como la sabiduría, el rigor, como la riqueza. Pero de momento que la humildad es mayor, cuando la humildad es la anulación en esencia, que el otro “seguro” sería mejor que yo, es la anulación proveniente de la sabiduría, entonces esta humildad ya no es una condición. No está escrito que “condición” es un concepto relacionado con biná, entendimiento, porque todas las condiciones son “si”, אם , im, que es igual que em, “madre”. Está escrito que todas las condiciones, toda la limitación de las condiciones en esencia son del lado de madre, biná. Pero de momento que hay una causa y consecuencia obligatoria, o sea si hay humildad que no es simplemente una condición, es algo cierto, que trae la profecía, esto ya es el segundo nivel de la humildad proveniente de la jojmá-sabiduría. ¿Pero cuál es el tercer nivel, siendo lo principal llegar a este tercer nivel? Es aquel donde la anavá-humildad y la nevuá-profecía, el ruaj hakodesh-espiritu sagrado, es exactamente lo mismo. Todavía no explicamos qué es esta humildad, pero quien tiene esta humildad, la humildad misma es la profecía. No es que trae la profecía, o es una condición. Hay 3 niveles: o es una condición para la profecía, o trae la profecía, o la humildad es en sí misma profecía.
¿Cómo puede ser que la humildad sea en sí misma la profecía? Ruaj Hakodesh, el espíritu sagrado, es la inspiración de la Presencia Divina. Si es una humildad tan extrema que yo ya no existo, sólo está Dios, mi ser es fenómeno Divino por completo, entonces esa humildad es ella misma la inspiración sagrada, es la profecía, es Hashem.
¿Cuál es el verso que se refiere a esto? La descripción en palabras de los sabios es: “En el lugar donde está la grandeza de Dios… allí encuentras su humildad”. Allí donde Dios se humilla para ser grande, “Grande es Havaiá y muy alabado en la ciudad de nuestro Dios”, esa es Su modestia. Decir que Dios es grande es una humillación para Él, como está dicho: “Me humillé para mostrarme en los Cielos y la Tierra”. Que Dios se humille para ser grande para nosotros es su humildad.
Nuevamente ¿cuál es el verso que describe esto? Es uno de los versos más extraordinarios y bellos del Tana”j, al final del libro del profeta Ishaiahu:
“כי כה אמר רם ונשא, שֹכן עד וקדוש שמו, מרום וקדוש אשכון,
ואת דכא ושפל רוח, להחיות רוח שפלים ולהחיות לב נדכאים”
“Porque así dijo el Alto y Excelso, que habita la eternidad, y cuyo Nombre es sagrado: “Yo habito en el lugar alto y santo, y con aquel de espíritu contrito y humilde; para vivificar el espíritu de los humillados y vivificar el corazón de los oprimidos.’”