La fuente de cobre con el agua con la cual los sacerdotes se lavaban las manos y los pies antes de servir en el Tabernáculo se colocaba entre el altar del patio y el Santuario. El altar sobre el cual se colocaban y quemaban los sacrificios representa el fuego del servicio Divino, es decir, la oración, que tiene como objetivo elevar nuestras almas animales, nuestro yo inferior.
Dentro del Santuario había otro altar, el altar de oro sobre el que se quemaba el incienso, que representaba el fuego de la Torá y su dimensión interior, como en la famosa frase pronunciada por el gran sabio de la Torá Rabí Shimon bar Iojai “Yo ardo con un solo fuego”. Así, en su ubicación entre estos dos altares la pileta representa el agua entre el fuego de la oración y el fuego de la Torá.
En efecto, la hija de Faraón dijo de Moshé: “Del agua lo he sacado.” Así Moshé representa las aguas de la fuente de cobre de la que sacamos las aguas con las que nos purificamos antes de dedicarnos a la oración o al estudio de la Torá. En la misma línea encontramos dos frases: “la Torá de Moshé” y “la oración de Moshé”, ejemplos de la pureza alcanzada en ambas al conectar con Moshé.
(de Shaashuim Iom Iom)