Parashot Nitzavim y Vaielej están conectados con Rosh Hashaná tanto por la época del año en que se leen (este año, la semana anterior a Rosh Hashaná) como por la palabra “hoy”, haiom (הַיּוֹם) que aparece 5 veces al comienzo de Nitzavim y que los sabios explican se refiere a Rosh Hashaná como en el versículo de Iob (1:6), “Llegó el día”, vaiehi haiom (וַיְהִי הַיּוֹם).
Los sabios dicen (Nedarim 64b) que siempre que aparece la palabra “Nitzavim” (נִצָּבִים), se refiere a Datan y Aviram, quienes sirvieron como antagonistas de Moisés tanto en Egipto como en el viaje por el desierto del Sinaí. [Los primeros comentarios explican que esta afirmación en realidad se refiere sólo al versículo de Éxodo 5:20]. Pero en Rosh Hashaná, todos pueden hacer teshuvá, incluso Datan y Aviram. De hecho, la guematria de “Datan y Aviram” (דָּתָן וַאֲבִירָם) es 713, ¡el valor numérico de teshuvá (תְּשׁוּבָה)!
La guematria de las dos primeras palabras de la parashat Vaielej, “Y fue Moisés” (וַיֵּלֶךְ מֹשֶׁה) es 411. Este es también el valor de “caos”, Tohu (תֹּהוּ). Según la Cabalá, el alma de Moisés se origina en el Mundo del Caos, diversamente conocido como la “primera shemitá“. De ahí proviene el potencial de renovación de la realidad, el secreto del “ser desde la nada”, iesh meain (יֵשׁ מֵאַיִן), cuyo valor también es 411. Un ejemplo de este poder potencial se puede ver en el profeta Elisha que resucitó a dos personas. La guematria de Elisha (אֱלִישָׁע) también es 411.