Partzuf: JEBRÓN ó 266

El partzuf de esta semana se dedicará a tomar una palabra importante de la parashá y observar varias palabras o frases con las que comparte la misma guematria y luego establecer la correspondencia con las sefirot.

El lado serio de la guematria

La gematría es el estudio de la dimensión cuantitativa de la Torá. La mayoría de las personas están familiarizadas con la guematria porque han escuchado una que se les quedó grabada en la mente. Tal vez fue que el valor de “Mashíaj” (מָשִׁיחַ) y el valor de “serpiente”, najash (נָחָשׁ) – la serpiente del Jardín del Edén – es el mismo, 358. Es posible que los haya puesto a pensar. ¿Qué pueden tener en común estas dos cosas? El Mashíaj representa la rectificación de la realidad, mientras que la serpiente fue la que engañó a Adán y Eva para que comieran del Árbol del Conocimiento y nos metió en el lío en el que estamos, en primer lugar. 

O tal vez fue una guematria famosade la Alta Edad Media, que el Nombre de Dios, Elokim (אֱ־להִֹים ) y “la naturaleza”, hateva (הַטֶּבַע) también tienen un valor idéntico, 86. Otra de estas identidades cuantitativas entre palabras que inicialmente parecen no coincidir y que llama nuestra atención y nos empuja a descubrir la conexión. 

Pero la mayoría de las veces, la guematria es vista como una especie de “truco de salón” judío. Las personas que buscan entretener intentarán conectar los nombres de la novia y el novio entre sí, o con la parashá, o con cualquier otra cosa que parezca funcionar. Este es un momento especialmente oportuno para crear equivalencias utilizando el “juego de manos” conocido como el kolel, la costumbre aparentemente indiscriminada de los rabinos de agregar 1 a cada lado de una igualdad para que funcione. Aunque existe una fuente seria que proporciona una base legítima para esta acción (e incluso consideraciones matemáticas que la hacen plausible), la forma en que se hace al azar degrada la seriedad de la guematria

Hay otro fallo en juego. Mucha gente ha escuchado y tal vez ha estado de acuerdo con la apreciación de que la guematria carece de sentido, porque cada número tiene un número infinito de posibilidades de palabras o frases que tengan su valor. Y así, “se puede mostrar que todo es igual a todo lo demás”. Pero esto evidentemente no es cierto. En realidad, hay un número muy pequeño de palabras o frases que equivale su valor a un número dado, y aún menos si quieres que la palabra sea una que se pueda encontrar en, digamos, el Pentateuco, el Tanaj o la Mishná.  

Para contrarrestar esta tendencia a desestimar el valor de la guematria , uno de los primeros comentarios medievales sobre la Torá[1] señala que la frase: “Porque no es una cosa vana para ustedes”[2],ki lo dabar rak hu mikem (כִּי לאֹ דָבָר רֵק הוּא מִכֶּם) – sobre la cual los sabios dicen: “Si está vacía, es por ti que está vacía, porque no has meditado en ella,”[3] lo que significa que son tus carencias los que te llevan a pensar que una enseñanza particular de la Torá está vacía de significado, tiene el mismo valor que “guimatriot“[plural de guematria] (גִּימַטְרִיאוֹת). 

Al igual que cualquier parte del estudio de la Torá, la guematria es tan buena y reveladora como el temor al cielo que caracteriza a la persona que la usa. Para evaluar verdaderamente la importancia de un cierto hallazgo matemático en la Torá, uno debe ser un verdadero erudito y conocer la vasta literatura que trata sobre la guematria desde la época de los sabios en adelante. 

Dicho todo esto, hay un aire lúdico en la guematria y en otras formas de interacción con letras. Para descubrirlo y disfrutarlo, hay que tener cierta idiosincrasia en la forma de pensar.

Construcción de un partzuf basado en un número

Una de las palabras más centrales en nuestra parashá es Jebrón, el nombre de la ciudad en la que Abraham y Sará vivieron durante muchos años de sus vidas en la Tierra de Canaán. Esta no es la primera vez que Jebrón es mencionada en la Torá. La primera vez fue en el versículo: “Avram trasladó su tienda y vino a morar en la llanura de Mamre, que está en Jebrón; y construyó allí un altar a Havaia“.[4]

Históricamente, sin embargo, Jebrón fue el primer lugar en la futura Tierra de Israel donde Abraham compró una parcela de tierra y la ciudad donde Abraham enterró a su esposa, Sará.

“Sará murió en Kiriat Arba – Jebrón – en la tierra de Canaán…”[5]

וַתָָּמָת שָָׂרָה בְּקִרְיַַת אַרְבַּעִ הִוא חֶבְרוֹן

 Cuando construimos un partzuf en torno a una determinada palabra o concepto, nos interesa ver cómo se pueden organizar otras palabras o frases que tienen un valor numérico idéntico en función de las sefirot. En nuestro caso, el valor de “Jebrón” (חֶבְרוֹן) es 266, por lo que todas las palabras y frases – la mayoría de ellas tomadas de la Biblia, pero algunas de otras fuentes rabínicas, compartirán esta misma guematria, o valor numérico. Por lo tanto, aparte de denominar a esto el partzuf de Jebrón – la palabra de la que partimos – también podríamos llamar a esto el partzuf de 266.[6]

Corona (keter): Abrazarte y aferrarse a Ti

Nuestra primera frase está tomada del Hoshanot, el poema litúrgico que se recita mientras se da vueltas con las Cuatro Especies en Sucot. La frase traducida describe a la nación de Israel como, “Abrazándote y aferrándose a Ti”, javuká udevuká baj (חֲבוּקָה וּדְבוּקָה בָּךְ). La primera palabra, “abrazar” (חֲבוּקָה) comienza con las mismas dos letras que “Jebrón” (חֶבְרוֹן) – jet y beit (חב). Muchas fuentes, las fuentes cabalísticas citan el versículo del profeta Jabaquq (cuyo nombre también comienza con jet y beit, חֲבַקּוּק), “Y allí se oculta Su poder”[7] (וְשָׁם חֶבְיוֹן עֻזֹּה)  como la referencia bíblica más clara y la descripción de la corona, particularmente del aspecto interno del partzuf superiorde la corona, Atik.[8] La descripción de “abrazar y aferrarse a Ti” también se refiere al aspecto más elevado del alma, el singular, iejidá (יְחִידָה), que en su nivel más alto está oculto y escondido, incluso para el propio individuo. 

Cuando Maimónides se refiere a este aspecto de Dios, lo describe como “existencia absoluta [o, necesaria]”, mejuiav hametziut (מְחֻיַּב הַמְּצִיאוּת), en otras palabras, solo la existencia de Dios es absolutamente independiente de cualquier otra cosa. “Necesario” (o, “absoluto” en este contexto) en hebreo mejuiav (מחויב) también deriva de estas dos letras, jet y beit. Con respecto a Jebrón, las dos primeras letras, jet y beit, también aluden a “afecto” (חִבָּה), que es su rasgo especial, gracias al cual hace que todas las almas sean afectuosas entre sí. Antes de partir, Rabí Shimon bar Iojai reveló el ingrediente secreto que lo unía a sus discípulos y a ellos entre sí:

“Para nosotros, todo depende del afecto”[9]

Anan bajavivuta milta

אֲנָן בַּחֲבִיבוּתָא תַּלְיָָיא מִלְּתָא

 Esto contrastaba con la generación de su maestro, Rabí Akiva, que actuó con fuerza y fervor y lideró la rebelión contra Roma.[10] 

Además, las iniciales de “abrazar” (חֲבוּקָה) y “aferrarse” (דְבוּקָה) deletrean “uno” (חד), sugiriendo una vez más la forma en que la corona es singular y una.

Sabiduría (jojmá): El modesto

Una sola palabra que equivale a 266 es “el modesto” (צְנוּעִים). La conexión con la sabiduría se encuentra explícitamente en el versículo: “Los modestos poseen sabiduría”[11] (וְאֶת צְנוּעִים חָכְמָה). 

Dado que los modestos aquí están en plural, se refiere al fundamento de la sabiduría, que se describe como extendido, y así se une al fundamento del entendimiento al penetrar en él y descender juntos hasta el emocional partzuf de Ze’er Anpin.

Entendimiento (biná): El Verso Central del Rebe Najman

El Rebe Najman de Breslov escribe que una de las tareas más profundas que podemos emprender en la vida es ver a un compañero judío de manera positiva. Pero según el Rebe Najman, esto no solo significa juzgarlo con indulgencia y con buenos ojos, sino que significa buscar algo positivo en ellos. Una vez que encuentres ese punto, cualidad o acción positiva, debes contemplarlo continuamente hasta que eleve al individuo. Él aprende esto del versículo:

“Pronto, ya no habrá un individuo malvado, porque contemplarás su lugar, y [su maldad] desaparecerá”[12]

עוֹד מְעַט וְאֵין רָשָָׁע וְהִתְבּוֹנַנְתָּ עַל מְקוֹמוֹ וְאֵינֶּנּוּ

La guematria de las primeras tres palabras de este versículo, “Pronto, ya no habrá”, od meat veein (עוֹד מְעַט וְאֵין), es 266, el valor de Jebrón. Dado que el versículo habla de contemplación – “debes contemplar [su lugar]”, vehitbonanta (וְהִתְבּוֹנַנְתָּ) – corresponde claramente a la sefirá de entendimiento, biná, que en hebreo proviene de la misma raíz que “contemplación-meditación”.

Conocimiento (da’at): Jebrón

La elección de incluir “Jebrón” (חֶבְרוֹן) en nuestro partzuf puede parecer sorprendente. Lo que aprendemos de esto es que a veces, cuando construimos un partzuf, lo estamos construyendo enteramente en torno al punto central, por así decirlo, de conocimiento.

Jebrón (חֶבְרוֹן) significa conectar; es el lugar donde se unen los cuatro elementos. Esta es una de las razones por las que (según el Zohar) se llama Kiriat Arba, que significa la Ciudad de los Cuatro. La cualidad interior y la experiencia del conocimiento es la de unidad, ijud (יִחוּד). El conocimiento es la sefirá que unifica nuestro intelecto con nuestros atributos emotivos y las facultades conductuales, así como la tierra de Jebrón une los elementos. En este sentido, el conocimiento es como el alma, o la conciencia de todo el individuo. 

Otra perspectiva sobre la inclusión de “Jebrón” en el partzuf de Jebrón es que su valor es, por supuesto, 266, y podemos (como sugiere el título de este artículo) referirnos al partzuf queestamos construyendo como el “Partzuf de 266″, y por supuesto Jebrón” (חֶבְרוֹן) es una de las palabras simples cuyo valor es 266.

Bondad (jesed): Confianza en Dios

Otra frase que equivale a 266 es:

“el que confía en Dios está rodeado de amor…bondad”[13]

Haboteaj baHavaia Jesed isovevenu

הַבּוֹטֵחַ בַּי־הוה חֶסֶד יְסוֹבְבֶנּוּ

 Obviamente, esta frase está conectada con la sefirá de bondad, pero expliquemos por qué. Tendemos a poner nuestra confianza en aquellos que tienen en mente lo mejor para nosotros – aquellos que nos aman y se preocupan por nosotros. Sobre esta relación entre la confianza y el amor, el rey David dice: “El que confía en Dios está rodeado de bondad”. Lo que el versículo está diciendo es que hay un bucle infinito que se encuentra en nuestra relación con Dios. Ponemos nuestra confianza en Él porque Él se preocupa por nosotros y porque ponemos nuestra confianza en Él, Él nos ama aún más, lo que hace que confiemos aún más en Él y así sucesivamente. 

El entorno alude a “razones”, sibot (סִּבּוֹת), es decir, tipos de signos. Una persona necesita ser super-sensitiva para ver las señales que Dios le envía constantemente, mostrando que Su Providencia nos ve a todos en todo momento.

Poder (guevurá): Contracción

“Contracción”, tzimtzum (צִמְצוּם) significa que todo en Jebrón requiere una contracción. Esta es la esencia del poder. La rectificación de la “contracción” es el ayuno – es decir, la contracción en una manera positiva. Hay muchos niveles de ayuno y cada persona debe encontrar el tipo correcto de contracción para sí misma. Por ejemplo, incluso si una persona planea comer algunas semillas y se salta todas las demás, eso también se considera una “contracción” y cuenta como que ha “ayunado” hasta cierto punto. 

Belleza (tiferet): Reunir al pueblo

La belleza es la unión de muchas facetas o colores para crear una sola imagen. La frase de la Torá que nos corresponde con la belleza describe una situación en la que muchas facetas y personajes se unieron, aunque con un propósito negativo. El versículo dice:

“Cuando el pueblo vio que Moisés tardaba en venir bajando de la montaña, el pueblo se reunió contra Aarón…”[14]

Vaiare haam ki voshesh Moshe laredet min hahar vaikahel haam al Aharon

וַַיַּרְא הָעָם כִּי בֹשֵׁשׁ מֹשֶׁה לָרֶדֶת מִן הָהָר וַיִּקָּהֵל הָעָם עַל אַהֲרֹן

 El valor de “el pueblo reunido” (וַיִקָּּהֵל הָעָם) es 266. Aunque esta frase aparece en el contexto del pecado del Becerro de Oro, se rectifica poco después, durante la construcción del Tabernáculo – la rectificación por el pecado del Becerro de Oro – cuando “Moisés reunió a toda la congregación de Israel”[15] (וַיַּקְהֵל מֹשֶׁה אֶת כָּל עֲדַת בְּנֵי יִשְׂרָאֵל). Dicho de otra manera, el Becerro de Oro fue el resultado de que Moisés no estaba allí para guiarlos, por lo que la rectificación para esto sucede cuando Moisés reúne al pueblo. Además, cuando pecaron, fueron llamados “el pueblo” (הָָעָם) y cuando Moisés los reúne, se les describe como “toda la congregación de Israel (כָּל עֲדַת בְּנֵי יִשְׂרָאֵל).  

Exploremos más a fondo la rectificación. Los valores de las letras de “Jebrón” (חֶבְרוֹן) en numeración reducida son 8, 2, 2, 6 y 5. Sorprendentemente, estos son los números de letras en las palabras que componen la frase:

“Moisés reunió a toda la congregación de Israel”

וַיַּקְהֵל מֹשֶׁה אֶת כָּל עֲדַת בְּנֵי יִשְׂרָאֵל:

וַיַּקְהֵל מֹשֶׁה – 8 letras, אֶת – 2 letras, כָּל – 2 letras, עֲדַת בְּנֵי – 6 letras,

 יִשְׂרָאֵל – 5 letras.

Podemos explicar esto aún más observando que el valor reducido de “Jebrón” es 23, lo que alude al nombre original de Eva, antes de pecar, que era “Jaia” (חַיָּה). Jebrón devuelve a Eva a su nombre original, Jaia. También alude a una palabra que significa “alegría”, jedva (חֶדְוָה), la palabra utilizada por el Zohar para designar el estado óptimo del corazón judío:

“El llanto está encajado en el corazón desde este lado, y la alegría está encajada en el corazón desde ese lado[16],

Bejia tekia belibai misitra vejedvá tekia belibaei misitra da

בְּכִיָּה תְּקִיעָא בְּלִבַּאֵי מִסִּטְרָא דָא וְחֶדְוָה תְּקִיעָא בְּלִבַּאֵי מִסִּטְרָא דָא

un tema analizado y explicado en detalle en muchos escritos jasídicos.[17] En resumen, la alegría es el contrapeso al llanto del corazón por los pecados cometidos en el pasado y/o nuestra distancia de la bondad de Dios que es el resultado de esos pecados. 

Victoria (netzaj): Dios es más Elevado en lo Alto

Otra frase clave que equivale a 266 aparece en el versículo:

“Aunque Havaiá es Elevado, Él mira a los humildes; aunque al altivo, Él conoce desde lejos” [Tehilim 138:6]

Ki ram Havaia iré vegavoa mimerjak iedá

כִּי רָם י־הוה וְשָָפָל יִרְאֶה וְגָבֹהַ מִמֶּרְחָק יְיֵדָע

 La guematría de las palabras “Havaiá es elevado” (רָם י־הוה) es igual a 266. La conexión con la sefirá de victoria se basa en los Diez “Extremos”, amakim (עֳמָקִים) que aparecen en el Sefer Ietzirá. Las descritas como “la profundidad de lo alto y la profundidad de lo bajo”, omek rum veomek tajat (עֹמֶק רוּם וְעֹמֶק תַּחַת) corresponden a victoria y a reconocimiento, respectivamente. Por lo tanto, a pesar de que Dios es el extremo de la altura, tan alejado como está de la realidad, aun así, Él percibe y conoce toda ella, particularmente aquellos que son humildes (שָָׁפָל).

Reconocimiento: Abstenerse

Correspondiente a la sefirá de reconocimiento (hod), encontramos una palabra simple cuyo valor es 266, “abstenerse”, sur (סוּר) como en el versículo,

“Abstente del mal y haz el bien”[18]

Sur merá vaasé tov

סוּר מֵרָע וַעֲשֵֵֹה טוֹב

 Abstenerse del mal requiere un compromiso firme de seguir el camino de Dios y no desviarse a la izquierda o a la derecha. Esta es la esencia de ser sincero, la cualidad interior y la experiencia de reconocimiento. 

Fundamento (iesod): Un Tzadik nunca llega tarde

Otra frase que equivale a 266 se encuentra en una de las descripciones seminales del Mashíaj y la Redención,

“vendrá, no tardará”[19]

Bó iabó lo ieajer

באֹ יָבֹא לֹא יְאַחֵר

En el contexto de las relaciones matrimoniales, esta frase se refiere a la sefirá de fundamento. Una de las cualidades características de fundamento es que todo lo que procede a pasar por ella lo hace en el momento exacto requerido, tema que hemos explorado en otro lugar. Una persona que está relacionada con fundamento tiende a demorarse, pero aquí, aunque parezca que llega tarde, en realidad no llegará tarde.

Reinado (maljut): ¿Quién soy yo?

עני ואביון אני. El rey David, el alma arquetípica de reinado-maljut, se describe a sí mismo en los Salmos como:

“Soy pobre y carenciado”[20]

Aani veeviot ani

עָנִי וְאֶבְיוֹן אָנִי,

cuyo valor es 266. reinado es descrita como “no tiene nada propio”, y es la fuente del sentimiento de ego – la fuente del “Yo” – que el rey David en particular trató de rectificar a través de su humildad ante Dios. Como comienza el versículo de donde se origina esta frase: “Una oración de David: Inclina tu oído, oh Dios, respóndeme, porque soy pobre y empobrecido”. El sentimiento de humildad reflejado en este versículo se manifiesta como un sentimiento de que “no tengo nada propio”, no puedo atribuirme el mérito de todos mis logros, porque deben atribuirse al Todopoderoso, “porque Él es quien te da la destreza para tener éxito”.[21]

Imaginemos ahora el partzuf completo:

Corona-keter כתר

חֲבוּקָה וּדְבוּקָה בָּךְ

Entendimiento – Biná בִּינָה עוֹד מְעַט וְאֵיןSabiduría – Jojmá חָכְמָה  צְנוּעִים
  Conocimiento – Daat דַַּעַת חֶבְרוֹן Poder-Guevurá גְּבוּרָה צִמְצוּם bondad-jésed חֶֶסֶד הַבּוֹטֵחַ בַּי־הוה חֶסֶד יְסוֹבְבֶנּוּ

Belleza-tiferet תִּפְאֶֶרֶת

וַיִקָּּהֵל הָעָם

reconocimiento-hod   הוֹד סוּרvictoria-netzaj   נֶצַח רָם י־הוה

fundamento-iesod יְסוֹד

באֹ יָבֹא לֹא יְאַחֵר

reinado-maljut מַלְכוּת

עָנִי וְאֶבְיוֹן אָנִי

Más 266

Aunque hay un número limitado de palabras y frases cuyo valor es 266, ésta no fue una lista completa. Mencionemos algunos más y digamos rápidamente unas palabras sobre dónde encajaría cada uno de ellos en nuestro partzuf:

Segundo relleno de Alef: El relleno de la letra alef es alef-lamed-pei (אלף). El segundo relleno es alef-lamed-pei lamed-mem-dalet pei-alef (אלף למד פא), cuyo valor es 266. Esto correspondería a sabiduría debido a la conocida y frecuentemente citada frase: “Te enseñaré sabiduría”[22], vaalefja jojmá (וַאֲאַלֶּפְךָ חָכְמָה), donde la palabra “Te enseñaré” se deriva de la letra alef, que literalmente significa enseñar o instruir, en hebreo. Debido a que la permutación del nombre de la alef, פֶֶּלֶא, pele, significa maravilla y generalmente se refiere a la corona, podríamos estar tentados a colocar el segundo relleno de la alef en la corona, sin embargo, solo alef (אלף) se refiere a los pelos de la barba de “la sabiduría oculta” de la corona, que descienden para convertirse en la sabiduría del Mundo de Emanación.

Honor de Havaia: Un cálculo más complejo que usamos en guematria es tomar el equivalente de un “producto punto*” entre dos palabras con el mismo número de letras. Aplicando este cálculo a las dos palabras “honor de Havaia”, kevod Havaia (כְּבוֹד י־הוה) – una expresión que aparece muchas veces en la Biblia – obtenemos 200 más 10 más 26 más 20, lo que suma 266. 

Curiosamente, el valor normativo (es decir, la guematria “regular”) de estas dos palabras es 58, que es el valor de la palabra que significa “gracia”, jen (חֵן). Pero observe que esta palabra es simplemente la primera y la última letra de “Jebrón” (חֶבְרוֹן). Esto nos lleva a otra observación interesante, que la palabra “Jebrón” también es igual a “la gracia de Itzjak” (חֵן יִצְחָק), ya que las letras inicial y final son “gracia” y el valor de las letras del medio, 208, es el mismo que “Itzjak” (יִצְחָק).

¿Dónde deberíamos ubicar este cálculo más complejo del “honor de Havaia“? Los ángeles preguntan:

“¿Dónde está el lugar de su honor?”

Aie mekom kvodó

אַיֵֵּה מְקוֹם כְּבוֹדוֹ

El valor de “honor” (כָּבוֹד) es 32 y, por lo tanto, generalmente se asocia con los 32 Senderos de Sabiduría, lo que sugeriría que esto también corresponde a la sefirá de sabiduría. Pero en la Cábala primitiva hay una distinción entre dos aspectos del honor: el honor de emanado y el honor de lo creado (כָּבוֹד נֶאֱצַל כָּבוֹד נִבְרָא). Estos dos aspectos del honor corresponden a la sabiduría suprema, jojmá ilaá (חָכְמָה עִלָָּאָה), o simplemente sabiduría, y la sabiduría inferior, jojmá tatáa (חָכְמָה תַּתָּאָה), que en realidad se refiere a reinado (maljut). Por lo tanto, correspondemos “el honor de Havaia” con la sefirá de reino dentro de sabiduría.

El Perímetro de la Silla, hekef kisé (הֵֶקֵּף כִּסֵּא): En la Cábala primitiva (pre-Ramak y Arizal), estas seis letras, organizadas como mnemotécnia, son las que cuando se “llenan” recursivamente conducen cíclicamente a la letra alef. Por ejemplo, si llenamos la letra alef (א), obtenemos alef-lamed-pei (אלף). Pero el relleno de pei (ף) es pei-alef (פא). Continuar tomando el llenado de la letra final – alef – demuestra que estamos en un ciclo interminable con la letra alef siendo el llenado “final” de alef. Dado que la mnemotecnia de estas seis letras es el “perímetro de la silla” (הֶקֵּף כִּסֵּא), que equivale a 266 y alude al Mundo del Trono, olam hakisé (עוֹלָם הַכִּסֵּא), que es el Mundo de la Creación, correspondemos esto a la sefirá de entendimiento.

“Así dice [Dios]”: Todos los profetas, excepto Moisés, están asociados con la expresión “Así dice Dios”, Kó Amar (כֹּה אָמַר) cuyo valor es 266. La profecía se asocia con eras en las que hay una unificación completa entre Ze’er Anpin y Nukva, siendo esta última el equivalente de reinado. Cuando esto ocurra una vez más, la profecía regresará al pueblo judío. Claramente, esta frase corresponde a la sefirá de reinado

Otras dos palabras notables cuyo valor es 266 son “muéstrame”[23], hareni (הַרְאֵנִי) y “está bien”, beseder (בְּסֵדֶר). La primera fue pronunciada por Moisés después del Pecado del Becerro de Oro como una petición para que Dios revelara Su compasión, y como resultado se le dieron a Moisés los Trece Atributos de la Misericordia Divina. La segunda no es una palabra bíblica. Literalmente significa “en orden”, pero se usa coloquialmente para designar que todo está en orden, o que todo está bien, ok.

(de las clases dadas en Jebrón en el mes de Iyar 5754)

* Para calcular el producto punto de  כְּבוֹד (Kavod, “gloria”) y י-הוה  (el nombre Havaia), sigamos estos pasos:

Los valores de las letras hebreas según la guematria estándar:

  1. כבוד (Kavod):
    1. כ = 20
    1. ב = 2
    1. ו = 6
    1. ד = 4
    1. Total de valores: [20, 2, 6, 4]
  2. י-הוה (Havaia, el Tetragrámaton):
    1. י = 10
    1. ה = 5
    1. ו = 6
    1. ה = 5
    1. Total de valores: [10, 5, 6, 5]

Producto punto:

Multiplicamos los valores correspondientes de cada letra y sumamos los resultados:

(20⋅10) ┴ (2⋅5) ┴ (6⋅6) ┴ (4⋅5)

  • 20⋅10=200
  • 2⋅5=10
  • 6⋅6=36
  • 4⋅5=20

Ahora sumamos:

200 ┴ 10 ┴ 36 ┴ 20 = 266

Resultado:

El producto punto de  כבוד y י-הוה es 266.


[1] Pa’aneaj Raza escrito por Rabí Itzjak, hijo de Rabí Iehudá HaLeví, autor del Kuzari.

[2] Deuteronomio 32:47.

[3] Talmud de Jerusalén, Ketubot 8:11.

[4] Génesis 13:18.

[5] Ibíd. 23:2.

[6] Esto también proporciona una base de por qué el mismo “Jebrón” también aparece en el partzuf; véase la entrada para el Conocimiento (da’at), más abajo.

[7] Habacuc 3:4.

[8] Obsérvese que esta palabra que significa “está oculto”, jevión (חֶבְיוֹן), también comienza con las letras jet y beit.

[9] Zohar 3:128a.

[10] Hay un dicho muy conocido de los sabios, “Todos los séptimos son queridos”, col hasevivin javivin (כָּלַ הַשְּׂבִיִעִין חֲבִיבִין), un dicho con el que el Rebe de Lubavitch comienza su ensayo seminal, Bati LeGani. Una de las más hermosas alusiones matemáticas a este principio se puede encontrar en los 15 adjetivos que recitamos inmediatamente después del Shemá, proclamando que todo lo que hemos dicho en el Shemá es verdadero, “y cierto, y correcto, y duradero, y justo, y fiel, y amado, y querido…” (וְיַַצִיב וְנָכוֹן וְקַיָם וְיָָשָׁר וְנֶאֱמָן וְאָהוּב וְחָבִיב). El séptimo adjetivo es “querido”, es decir, ¡el séptimo es querido! 

Por cierto, debido a que cada uno comienza con la letra vav (ו), estos adjetivos se conocen como 15 vavin. La forma de la letra vav es una simple línea recta. Dado que el valor de “querido” (חָבִיב) es 22, también insinúa la proporción de 22 a 7, que es la mejor aproximación usando números de dos dígitos para pi, la relación entre el diámetro de un círculo – aludido por la letra vav, como se señaló – y su circunferencia. Para obtener más información sobre pi en la Torá, consulte nuestro sitio web ESTRUCTURAS MATEMÁTICAS-LA HISTORIA DE π PARTE 2 – Gal Einai en Español.

[11] Proverbios 11:2.

[12] Salmos 37:10. 

[13] Ibíd. 32:10.

[14] Éxodo 32:1.

[15] Ibíd. 35:1.

[16] Zohar 3:75a. Tania , cap. 34 e Igueret HaTeshuvá, cap. 11.

[17] Véase, en particular, nuestro tratamiento en el artículo “Perek BeAvodat HaShem” en Lev LaDa’at.

[18] Salmos 34:15.

[19] Habacuc 2:3.

[20] Salmos 86:1.

[21] Deuteronomio 8:18.

[22] Job 33:33.

[23] Éxodo 33:18.

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